por Zen Gardner del Sitio Web ZenGardner
traducción de
Adela Kaufmann
Encuentro un alarmante consorcio de puntos, alcanzando desde un pasado lejano, para converger con sincrónística conexión de puntos aquí y ahora.
De los Arcontes descritos en los textos gnósticos, a las acciones y la agenda de Monsanto con su fascinación por la re-creación, o imitación del mundo natural con versiones sintetizadas:
Se ha hablado mucho de los textos gnósticos de Nag Hammadi, descubiertos en 1945 en Egipto.
Los intereses creados de un patriarcado arraigado están presentes en todas partes para filtrar la visión y la audición de cualquier nuevo hallazgo.
Debido a esto, lo que era antes, sobrevive hoy a nosotros en una forma muy caótica e incoherente, sobre todo porque la mayor parte de la historia humana que no contradiga el paradigma fabricado y establecido, ha sido destruido por la salvaje barbarie que lo sustituyó.
Sólo fragmentos sesgados parpadean ante nuestros ojos a través de
los filtros de confrontación de un monopolio cristiano.
El gnosticismo tiene sus raíces profundas en el ámbito del antiguo paganismo. Nunca fue una religión organizada centralmente, exigiendo la pertenencia por la fuerza o por púas psicológicos para mejorar la detención del rebaño una vez acorralado.
Para poner el concepto en una jerga contemporánea más comprensible, piense en el gnosticismo como una fuente abierta. La Gnosis, el saber, y el entendimiento de la relación del interior al exterior de uno mismo y cómo se relaciona con nuestro anfitrión Gaia, la encarnación femenina de Sofía: en griego Sabiduría.
Esta perspectiva fue psicosomáticamente mejorada con la participación de enteógenos sagrados, no drogas, sino un regalo de Sofía, que fue clave para una comunión chamánica directa con su presencia.
No es una luz química producida en la cabeza, sino una experiencia auditiva y visual.
Esta faceta característica también se ha atestiguado por el monumental trabajo de Graham Hancock, Supernatural, y el trabajo de John Allegro Revelaciones de los Rollos del Mar Muerto indicando el uso por los primeros cristianos de la Amanita Muscaria, un hongo psicoactivo, por lo cual Allegro sufrió un 'asesinato de personaje' tan vil como el desmembramiento físico de Hipatia.
El mitólogo comparativo, John Lash, explica un parásito mental descrito en los textos de Nag Hammadi como los Arcontes.
Observado a través de la lente del gnosticismo, los Arcontes tienen una relevancia aquí porque el objeto refleja enfáticamente el movimiento transhumanista actual.
Para citar a Lash:
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Además de la fusión del hombre con la máquina - el transhumanismo - estamos atestiguando una escalada para desplazar el orden natural de las cosas con aquella de sus homólogos artificiales que abarcan un amplio espectro espacial de la vida.
Los tentáculos de esta consecuencia es como la de un trastorno nervioso del recién nacido, que envuelve lentamente todo nuestro ecosistema.
Prueba de ello se atestigua en,
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Después de haber leído el libro de Lash, uno rápidamente obtiene la impresión de que los gnósticos, al hablar de la incapacidad del antiguo Arconte de crear cualquier cosa, en su lugar tenía una inclinación por la imitación del orden natural, de hecho está citando los acontecimientos actuales en las manos de replicadores similares, tales como el gigante químico mundial Monsanto-IG Farben y su historia de amor con,
El Pentágono nos trae su proyecto más radical hasta ahora.
DARPA está tratando de reescribir las leyes de la evolución en beneficio de los militares, creando "organismos sintéticos" que pueden vivir para siempre - o pueden ser destruidos con el simple accionamiento de un interruptor molecular:
Señor reptil de los Arcontes
La mitología gnóstica de nuestro mundo dice que los dioses en el centro de nuestra galaxia, dos dioses, en particular, Sophia y Theletos diseñaron el experimento del animal humano o criatura, el Anthropos.
Una vez que habían calibrado y diseñado esa criatura, por así decir, invirtieron ciertas cualidades en una especie de plasma de ácido nucleico, codificando el genoma humano en el centro de la galaxia, proyectándolo hacia el exterior en las extremidades de la galaxia para que pudiera sembrarse así mismo en varios mundos mientras veían lo que pasaba.
Este es el escenario gnóstico de la creación del mundo.
Pero hay una anomalía. Se da la circunstancia de que el Eón Sophia la diosa joven involucrada en el diseño de la especie humana, se dice que ha sido una joven Aeon, y ella era impetuosa, de hecho era estrafalaria.
Tenía mucha pasión, y sintió una tremenda empatía y curiosidad por los experimentos que desplegarían con esta nueva especie llamada "humanidad".
Ella llegó a estar tan fascinada con la idea de los Anthropos que su deseo de verlo hacerse cierto, para que la humanidad cumpliera plenamente su potencial divino, la sacó de la compañía plerómica en el centro de la galaxia.
Esto se llama la zambullida o caída de la diosa de la sabiduría.
La sacó hacia la región de las extremidades galácticas. La cosmología gnóstica describe cómo un Aeon femenina llamada Sophia o Sabiduría, fue tan apasionadamente atraída por la materia oscura del caos más allá del Pleroma que ella se sumergió en éxtasis en ella.
El gnosticismo establece una distinción fundamental entre lo Reptiliano y lo Serpentino, una distinción crucial para entender la historia arcóntica. Parece que unos pocos estudiosos, como David Icke, han tejido su propio drama subjetivo en la narrativa gnóstica.
Al tomar el elemento Serpentino fuera de contexto y confundirlo con los Arcontes reptilianos del gnosticismo, Icke hace un daño grave a la verdadera sabiduría de la energía enroscada Kundalini de la Gnosis, que duerme en la base de la columna vertebral.
Los gnósticos enseñaban que normalmente un Aeon, que es un torrente masivo de luminosidad pura y vida y amor y generosidad y sabiduría y juego no va fuera de los límites del núcleo galáctico.
Hay una frontera definida entre el Pleroma, que es el núcleo de la galaxia y el reino de los brazos galácticos. Ellos no salen porque no les gusta interferir con los experimentos que ha configurado.
Para que el Aeon Sophia se zambulla como un pico de potencia masiva fuera del núcleo galáctico y en los brazos de la misma, produjo una gran perturbación en los brazos galácticos, una anomalía o error según la traducción de algunos estudiosos.
Como resultado del impacto de su luminosidad Aeonica sobre la densa materia que está flotando en las extremidades galácticas, ella espontáneamente produjo esta especie cibernética alienígena, los Arcontes, que son algo así como langostas o insectos.
Son inorgánicos y son un organismo a base de silicona de mercurio, en lugar de un organismo de hidratos de carbono como las criaturas orgánicas como nosotros.
Abiogenesis de Insectos Acari, un documento publicado por la Real Sociedad Británica de Ciencia, en Londres, alrededor de 1840. Se registra el experimento de una determinada persona que utiliza la electricidad para crear espontáneamente insectos.
Lo que él hizo fue..., tenía un plato lleno de limaduras de metal - una analogía con el material pulverizado galáctico flotando dentro de los brazos galácticos - dirigió una corriente eléctrica sobre el, que produjo ácaros reales, espontáneamente de la electricidad.
El proceso se llama abiogénesis, como la descripción gnóstica para la generación de los Arcontes que es una generación espontánea sin vida orgánica, es abiótico.
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