del Sitio Web Chitauri
El historiador israelí es autor de libros como 'De Animales a Dioses - Una Breve Historia de la Humanidad', un gran éxito del año pasado en el que analiza de manera novedosa la historia de la especie humana.
Entre sus seguidores se encuentran Bill Gates y Mark Zuckerberg.
En su siguiente libro 'Homo Deus' señala que si nuestra felicidad depende de nuestro sistema bioquímico y podemos manipularlo podremos aumentar la felicidad, lo que ya venimos haciendo con medicamentos y drogas, y se investiga en la manipulación del cerebro con estímulos eléctricos y con la modificación genética.
La ingeniería biológica,
la
ingeniería Cyborg y la de seres no orgánicos podrían acercarnos a
la felicidad total y al ascenso del Homo Sapiens a Homo Deus.
...y confiamos toda la información requerida y, a veces, de nuestros familiares (incluida la del ADN), a las instituciones sanitarias que, con sofisticado instrumental, diagnóstica cada vez con mayor precisión las enfermedades padecidas y a la que estamos predispuestos genéticamente, lo que, combinado con el historial codificado de centenares de millones de personas, permite protocolizar terapias cada vez más precisas sin intervención humana.
Entre salud e intimidad
elegimos salud...
Cedemos un creciente caudal de información personal (cada vez más personas monitorizan su cuerpo 24 horas al día) que, con un adecuado poder computacional, puede permitir que un algoritmo externo nos conozca mejor que nosotros mismos.
Y entonces tendrá sentido confiar a este algoritmo decisiones importantes de nuestra vida.
Los datos personales tienden a convertirse en lo más valioso que tienen los humanos, y los cedemos gratuitamente a gigantes tecnológicos que, con sus potentes algoritmos, tienden a convertirse en oráculos omniscientes, y de ahí, en nuestros representantes y, más tarde, en soberanos, por lo que el desarrollo tecnológico podría despojar a los humanos de su autoridad y trasladársela a algoritmos.
Si bien la necesidad de
trabajadores
se reduciría drásticamente en el futuro,
algunos humanos seguirían siendo necesarios, pero serían una élite
de superhumanos mejorados los que tomarían las decisiones más
importantes, y la mayoría de los humanos conformarían una casta
inferior.
Pero gran parte de las tendencias dinámicas que
describe, ya se producen en el presente, por lo que la obra trata de
alertarnos sobre las potenciales derivas del uso de las nuevas
tecnologías, y nos anima a que pongamos la reflexión y la voluntad
colectiva para evitar los desastres potenciales.
Para el dataísmo, no hay una frontera nítida entre el cerebro humano y un ordenador:
Mientras el hardware del cerebro consiste en miles de millones de neuronas, el ordenador cuenta con circuitos electrónicos.
En cuanto al software, el cerebro humano tal vez tenga el algoritmo más sofisticado del universo conocido, pero la inteligencia artificial está avanzando a pasos agigantados sin las restricciones biológicas del hardware cerebral.
En la era moderna, la explosión demográfica y la revolución digital han disparado la capacidad global de procesamiento de datos.
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