09 Julio 2020 del Sitio Web KingsleyDennis
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un nuevo contrato humano?
a aquellos cuyos ojos permanecen cerrados. Pero para aquellos cuya mirada es clara, la oscuridad misma se convierte en una señal. Porque ¿acaso no saben que la noche se vuelve más oscura
cuando el alba se aproxima?" (mas sobre La Madre...)
Hemos sido parados en una postura media - un estado de movimiento detenido - y nos han situado en un espacio al que estamos totalmente desacostumbrados.
Sugería que este momento también es un tiempo oportuno para "detener el flujo de pensamientos":
Cuando el mundo externo entra en un fase de aumento de incertidumbre
y perturbación, resulta aún más importante crear nuestros propios
refugios personales, o santuarios, de reflexión tranquila.
La "consciencia del Covid", que ha infectado globalmente a toda la especie humana, puede tener el efecto de despertarnos a un estado de ánimo estimulado que desencadene nuevas percepciones o bien forzarnos a aceptar una nueva realidad consensuada (la "nueva normalidad") para el futuro previsible.
¿Salimos de nuestros
capullos con una consciencia de mariposa o mantenemos una mente de
gusano...?
Y siento que esto es algo bueno ya que muchos de nosotros todavía disponemos de tiempo para reconsiderar dónde estamos, qué estamos haciendo, y dónde queremos ir.
Esta no es una historia sobre virus o parásitos infecciosos mortales, es un relato de vida sentiente contagiosa.
Hemos entrado en el experimento más grande de la humanidad y somos los casos examinados.
Antes de poder dar más pasos hacia lo que llegará
a ser la era más significativa para el futuro de la humanidad - una
fase de rápida aceleración evolutiva - tenemos que hacer una "parada"
y examinarnos a nosotros mismos.
Si estamos liberados de nuestro contrato previo, mientras los políticos del mundo hablan de una "segunda oleada", quizá deberíamos considerar que esto brinda a nuestra transición centrada en lo humano una "segunda oleada" para iniciar una nueva trayectoria, un nuevo plazo para un futuro humano planetario.
El pasado contrato en el que la humanidad estaba implicada ha llegado a representar sistemas disfuncionales, ideales y creencias dañinos, y un camino ruinoso hacia un futuro destructivo.
Si alguna vez hubo un momento para romper ese contrato y ponerse de acuerdo acerca de una nueva manera de colaboración y mantenimiento recíprocos, esta fuerza mayor nos ofrece una oportunidad única.
Este término legal también hace referencia a un,
Algo que nos golpea "de la nada" puede anular un contrato vinculante existente.
Pero primero, tenemos que empezar
por un lugar más cercano a nuestro hogar.
La cuestión de la liberación de esas fuerzas depende de que la gente esté dispuesta, a asumir la responsabilidad de su propio poder personal:
Las facultades de percepción personal han de despertarse más.
En lugar de precipitarse de cabeza hacia el mundo exterior con pasión y energía para llevar a cabo un gran cambio, quizá antes deberíamos dirigir esta energía apasionada hacia la percepción de nuestros propios estados internos y la necesidad de una claridad de visión.
Solo entonces tendremos una intención alineada para manifestar el
cambio que deseamos ver en el mundo.
La gran cantidad de cambios que están ocurriendo actualmente en el mundo hace que algunas personas se sientan aturdidas.
En otras genera una sensación de náusea.
Las fuerzas apremiantes que nos rodean se están apresurando a rehacer el viejo orden con arreglo a renglones revisados.
Es el mismo contrato antiguo pero puesto al día sin nuestro conocimiento y vinculándonos al mismo indefinidamente, sin cláusula "de salida".
Puede que la próxima vez no se acepte la "fuerza mayor" y nos encontremos con que el "acto de Dios" se ha borrado de la letra pequeña.
El contrato que ahora se está escribiendo en nuestro nombre parece estar destinado a la siguiente fase del futuro previsible de una humanidad gestionada tecnológicamente.
Y si ahora no puedes verlo llegar, pronto lo harás cuando te haya rodeado por completo.
Vemos que ese impulso irreversible se propaga a través de muchas partes del mundo y gentes de todas clases y procedencias se ven atrapadas en sus aguas revueltas, por corrientes impredecibles, especialmente azarosas para nadadores inexpertos.
Su naturaleza cada vez más peligrosa reside en que, a menudo, ocurren cerca de la orilla donde la gente se considera más segura, y cree que siempre se puede escapar fácilmente; pero con frecuencia no es así...
Hay una gran oleada de energía reprimida y colérica que entra en erupción a lo largo de nuestras costas cercanas, y es una energía infecciosa.
Parte de esa energía puede ser necesaria en estos momentos, al igual que la quema de terrenos en el campo puede ayudar a plantar las nuevas semillas.
Estad alerta, esas energías emocionales apasionadas son las que con más probabilidad sean canalizadas para alimentar el camino hacia una creciente consolidación del estatus quo:
Cuando nos identificamos con un evento lo avivamos; cuando lo hacemos con una energía circundante, atraemos más cantidad de la misma hacia nuestra esfera.
A fin de considerar la creación de un nuevo contrato humano ente nosotros y el mundo, en primer lugar tenemos que cambiar, individual y colectivamente, hacia un espacio diferente.
Una manera nueva de hacer las cosas requiere la prestación de una energía original, que antes necesita el abandono de la energía antigua, establecida, y ahora disfuncional.
Si no aprovechamos esta oportunidad que se nos ha dado, existe la posibilidad amenazante de que las viejas fuerzas retengan su enganche al "contrato antiguo" y solo modifiquen este documento obsoleto con cláusulas ulteriores de control centralizado, gestión social, y un nuevo ordenamiento tecnológico de la sociedad humana.
El nuevo ser humano está actualmente en el estado de humano
deviniendo.
Cuando finalmente seamos capaces de sanarnos a nosotros mismos desde dentro, y solo entonces, podremos sanar a otros y al mundo exterior.
El poder para cambiar comienza y termina en nosotros, los individuos:
La cuestión de un nuevo contrato humano es resistir las fuerzas de deshumanización.
Si durante el espacio de esta "consciencia del Covid" no despertamos a nuestro potencial, seremos vulnerables a las fuerzas invasoras de control deshumanizador socio-tecnológico.
La verdadera cuestión de nuestro tiempo es cómo retener nuestra humanidad frente a una serie variada de trastornos energéticos y emocionales.
Y si nos sobreponemos a la avalancha de fuerzas de este torbellino, un océano magnífico nos espera para una futura navegación.
Referencias
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