por Kingsley Dennis
13 Mayo
2020
del
Sitio Web
KingsleyDennis
Versión original en ingles
Interrogantes de Nuestro Tiempo 1
Interrogantes de Nuestro Tiempo 2
Interrogantes de Nuestro Tiempo 4
Interrogantes de Nuestro Tiempo 5
Interrogantes de Nuestro Tiempo 6
Interrogantes de Nuestro Tiempo 7
Interrogantes de Nuestro Tiempo 8
"Y los Ancianos dicen:
Mira afuera seriamente
mira adentro atentamente
mira afuera cuidosamente
mira adentro diligentemente
mira afuera respetuosamente
mira adentro humildemente"
Jack Forbes
Como seres humanos buscamos lo bello, y eso nos brinda alegría.
Pero
nuestras vidas lo han complicado todo; nos hemos enrevesados:
la
vida se recrea a nuestro alrededor como un juego...
Puede que para
algunas personas esto no suene cómodo, o ni siquiera correcto.
Si es
un juego,
¿entonces por qué hay tanta tristeza y dolor?
Esta es la
pregunta perenne...
Pero como en 'un juego'
tenemos opciones, y hacemos
nuestras jugadas. Y hay jugadores y juegos que continúan por todas
partes a nuestro alrededor.
Y se diría que el juego está amañado.
Una persona que lo sabía bien era
Alan Watts, quien a menudo hablaba
sobre,
cómo la vida no debería vivirse como un viaje rápido y que se
debería reconocer que la existencia en el universo es básicamente
lúdica.
La vida se parece más a la música, solía decir Watts; y la
tocamos, no la "trabajamos".
Y en música, el punto esencial de la
composición no es el final de la partitura.
De otro modo, todos los
directores dirigirían a toda velocidad, o algunos compositores solo
elegirían escribir los finales.
No vamos a los conciertos solo para
oír tocar los acordes finales.
No nos ponemos a bailar para acabar
la danza (¡a menos que nos la hayan jugado para que bailemos!).
Y
aun así, como Alan Watts observó con tanta agudeza, nuestros
sistemas sociales nos condicionan para evaluar nuestras vidas.
Nuestras escuelas nos fuerzan a perseguir calificaciones y cumplir
con nuestros deberes y luego a pagar nuestras cuentas.
Y seguimos
creyendo, esperando, deseando que en la vida llegue lo "grandioso"
mientras nos apuramos a lo largo de nuestras vidas sin apenas darnos
cuenta de lo que vamos dejando atrás en nuestros espejos
retrovisores.
Acabamos viviendo para jubilarnos...
Y cuando lo
hacemos, imaginamos que "por fin hemos llegado".
¿Pero a dónde?
¿Nos
sentimos diferentes?
Tenemos un cofrecillo con ahorros y casi nada
de energía.
Y luego nos dicen que esperemos.
¿Hasta qué?
¿Hasta
dónde?
¿Hasta que baje el telón?
Quizá solo cuando sea demasiado
tarde nos demos cuenta que hemos sido engañados a lo largo de todo
el trayecto.
Y aun así lo hemos seguido. Nos mantuvimos corriendo
velozmente para seguir el ritmo y aferrarnos a lo que nos dijeron
que era exitoso.
Pero,
¿Alguna vez fue "nuestro" éxito?
¿Nos
olvidamos por completo del sentido?
Ser humano consiste en intentar crear sentido para nosotros mismos,
y disfrutarlo tanto como sea posible a lo largo del camino.
La vida
que tenemos es donde hayamos llegado por nosotros mismos, los pasos
que damos y las elecciones que tomamos.
No deberíamos dejar que
"otra mente" elija por nosotros.
Y sobre todo, no deberíamos
permitir que nos pongan en el papel de víctimas.
Puede que estemos
bajo el dominio de otras fuerzas, pero solo en tanto las ignoramos.
Nuestro poder proviene de reconocer e identificar aquellas
otras
fuerzas que buscan influir y controlar nuestros pensamientos y
nuestras acciones.
Tenemos que hacer que nuestras vidas sean
inmejorables optimizando nuestra perspectiva y comprensión.
La
ignorancia puede parecer un requerimiento social pero,
el
conocimiento, la comprensión, la creatividad, y la sabiduría son los
auténticos imperativos.
Pese a que a veces pueda parecer lo
contrario, la raza humana tiene una capacidad increíble para hacer
el bien.
La mayoría de la gente en el mundo es buena gente:
desea la paz y no
dañar a los demás.
Hay muchas personas compasivas, solícitas y
valientes por el mundo.
Desafortunadamente, nuestros regímenes son
dirigidos por
minorías que, en gran medida, son corruptas...
Y dentro
de esos sistemas la gente decente se corrompe por asociación o
exposición.
El asunto principal es que la mayoría de nosotros no
cuidamos de nuestras mentes; no pensamos que sea necesario.
No somos
conscientes de los impactos maliciosos que se infiltran e influyen
en nosotros casi a diario.
Esta inconsciencia - o esa
ignorancia - deja a la gente abierta y vulnerable.
Mucha gente se ha alienado de
sus propias mentes.
Es aquí donde las manipulaciones, como la
mentalidad de rebaño y el comportamiento de masas, entran de
hurtadillas.
Solo una gran masa de personas con
"mentes alienadas"
puede llegar a ser tan influenciable por la propaganda política, la
publicidad consumista y la gestión social.
La psicosis de masas solo
es posible a través de,
una mentalidad colectiva que se haya alienado
de una fuente transcendental...
En este estado, somos prisioneros de
los impulsos que encauzan nuestro inconsciente:
somos susceptibles a
las neurosis y los padecimientos psíquicos.
Podemos creer que
tenemos libertad pero no es así.
Las fuerzas de servidumbre son
sutiles y con frecuencia insidiosas. Es necesario que la
civilización humana vuelva al reconocimiento fundamental de la
persona como un ser humano.
Ser humano consiste en ser sencillo.
O más bien, radica en reconocer
las cosas esenciales...
Pero no es algo sencillo de hacer.
Necesitamos
regresar a nosotros mismos de muy diversas maneras.
Para empezar,
debemos aprender a no tomarnos las cosas personalmente.
Hay tantas
maneras por la cuales la vida intenta embarcarnos en los conflictos
externos, trata de sacarnos fuera de nosotros mismos.
Cuando, por
ejemplo, nos critican o nos insultan tendemos a arremeter.
Estamos
condicionados a atacar para defendernos.
¿Acaso "atacar es la mejor
línea de defensa" no es un aforismo popular...?
A veces se formula
como:
la mejor defensa es un buena ofensiva...
Pero mucho antes de que
estas frases pegadizas circulasen a través de nuestros sistemas
existía una obviedad aún mejor:
vuelve la 'otra mejilla'...
Las
represalias alimentan la psicosis dentro del individuo y de la
colectividad.
Si nos deshacemos de nuestra energía emocional y
psíquica, también entregamos nuestra libertad.
Nuestro ego debe
refrenarse, pero no abolirse.
Es a través de la forma del ego como
podemos encontrar la esfera del ser esencial.
El ego existe como un
poste indicador de que el ser esencial interno también está ahí.
Como dice el monje budista
Thich Nhat Hanh:
"Si existe el amor,
también hay otras cosas que existen. Hay ignorancia, hay violencia,
hay anhelo..."
Estas "otras cosas" externas
- la violencia y el
sufrimiento - se pueden manipular y exacerbar, y se hace. Pero el ser
esencial interno permanece como una forma pura, sin diluir e
incorrupta.
Deberíamos permitirle que nos hablase y se manifestase
en nuestras vidas. Esta es la cuestión humana.
La moralidad y el sentido solo tienen significado cuando proceden de
una fuente genuina. De otro modo son una forma "proyectada", creada
a partir de los hábitos sociales y los prejuicios culturales.
Somos
la piedra de toque fundamental de nuestro sentido de la realidad. Necesitamos disponer de unas lentes limpias y una visión clara.
Y
deberíamos empezar por lo básico:
las cosas humanas sencillas.
Hay
una historia que nos habla de una buscadora espiritual que después
de cierto tiempo se encontró con un maestro de quien quería
aprender.
La buscadora preguntó al maestro si la aceptaría como
pupila:
- ¿Por qué buscas un camino espiritual?
- preguntó el maestro.
- Porque quiero ser una persona generosa y virtuosa; deseo ser
equilibrada, consciente y empática, y estar al servicio de la
humanidad. Ese es mi objetivo - dijo la buscadora.
- Bueno
- contestó el maestro - esos no son objetivos en el camino
espiritual; son los elementos básicos del ser humano necesarios,
antes incluso de empezar a aprender.
Lo que la gente puede considerar que es
"espiritual", a menudo no es
otra cosa que la nutrición humana necesaria:
un requerimiento
cotidiano para vivir.
Pero al igual que nuestra otra nutrición,
comer, debe integrarse correctamente en nuestras vidas sin grandes
aspavientos.
Y, por supuesto, sin olvidar el dicho que reza:
"Si
insistes en comprar alimentos deficientes, debes estar preparado
para que no te gusten cuando se sirvan".
A menudo se diría que pasamos nuestros días intentando
aprehender la vida, tratando de comprenderla, de maneras
inadecuadas.
Es como intentar capturar el océano con un cubo.
El
océano está majestuoso ante nosotros, y aun así nuestras sociedades
modernas nos enseñan a correr ansiosamente a través de nuestras
vidas como si llevásemos cubos vacíos en las manos.
La plenitud
personal no solo tiene que ver con los logros; también es una
cuestión de lo que podemos dar a través de cada una de nuestras
imperfecciones individuales.
He aquí una historia que ayuda a ilustrarlo:
Un hombre tenía dos grandes vasijas, cada una colgaba de uno de los
extremos de un palo que acarreaba sobre el cuello.
Una de las
vasijas tenía una grieta, y en tanto que la otra era perfecta y
siempre proporcionaba una gran cantidad de agua al final del largo
recorrido desde el arroyo hasta su casa, la agrietada llegaba medio
vacía.
Durante dos años enteros esto ocurrió a diario, con el hombre
acarreando hasta su casa solo una vasija y media de agua.
Naturalmente, la vasija perfecta estaba orgullosa de sus logros, se
sentía aceptada y apreciada.
Pero la pobre vasija agrietada estaba
avergonzada de su imperfección, y se sentía miserable al solo poder
lograr la mitad de aquello para lo que había sido hecha.
Después de dos años
de lo que ella percibía como un amargo fracaso, un día junto al
arrollo dijo al hombre.
- Me siento avergonzada de mi misma, y quiero pedirte perdón.
- ¿Por qué? - preguntó el hombre - ¿De qué te avergüenzas?
- Durante estos dos años solo he podido suministrar la mitad de mi
carga porque esta grieta en mi costado hace que el agua gotee
durante todo el camino de vuelta a tu casa. Debido a mis fallos, tú
tienes que hacer todo este trabajo, y no obtienes el máximo
beneficio de tus esfuerzos - dijo la vasija.
El hombre sintió pena de la vieja vasija agrietada, y compadecido,
dijo:
- Cuando volvamos hacia mi casa, quiero que mires las hermosas flores
a lo largo del camino. Eso hará que te sientas mejor.
En efecto, cuando iban subiendo la colina, la vieja vasija agrietada
se dio cuenta del sol que calentaba las bellas flores salvajes al
lado del camino, y eso le hizo sentirse un poco más contenta.
Pero
al final, todavía se sentía mal porque había dejado que gotease la
mitad de su carga, así que de nuevo la vasija pidió disculpas al
hombre por su fracaso.
El hombre dijo a la vasija:
- ¿Te diste cuenta de que había flores en tu lado del camino, pero no
en el de la otra vasija? Esto es porque yo siempre he conocido tu
defecto y me he aprovechado de él.
Planté semillas en tu lado del
camino, y cada día mientras volvíamos del arroyo, tú las has estado
regando. Durante dos años he podido recoger esas hermosas flores y
llevarlas a casa para mi mujer.
Tú, siendo justo como eres, me has
brindado belleza y sentido todos los días.
Tal como somos cada uno puede otorgarnos belleza y sentido a diario,
pese a la horrible expresión de la psicosis mental en el mundo.
Estamos aquí para sanar
algo más que a nosotros mismos...
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