por Kingsley Dennis del Sitio Web KingsleyDennis
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Interrogantes de Nuestro Tiempo 8
Hemos frenado bruscamente. Esto me recuerda un ejercicio físico-psicológico usado por el místico griego-armenio G.I. Gurdjieff, que lo llamó su ejercicio del "alto".
Según sus propias palabras:
Este extracto ilustra que su función era brindar al "estudiante" un momento necesario para una autoobservación sin trabas.
Una persona, comentaba Gurdjieff, generalmente no es consciente de cuando pasa de una postura a otra: estamos "totalmente desacostumbrados" a este momento de observación, hasta el punto de que nos resulta antinatural.
La única manera de
ponerlo en funcionamiento es mediante un estado de movimiento
detenido producido desde fuera.
Más adelante en su descripción señala que:
Si ahora lo consideramos a mayor escala, esto implica que la gente está culturalmente vinculada a unas "posturas" particulares de pensamiento (por otro nombre: condicionamiento social), y que estos pensamientos y sensaciones son automáticas (programadas).
El método de Gurdjieff de romper estos automatismos para que se pudieran observar era imponer una orden externa de "alto" que debía obedecerse.
Entonces,
Localmente, y por todo el mundo, la humanidad ha entrado en un enorme experimento.
Por primera vez en nuestra historia conocida, la civilización humana en la mayoría de sus formas ha llegado a un alto. Se nos ha parado en una postura intermedia - un estado de movimiento detenido - y se nos ha colocado en un espacio al que no estamos acostumbrados en absoluto.
En estos momentos,
Hemos entrado en una fase de "alto" a nivel individual, comunitario y global. Nunca antes ha ocurrido esto, ni ha sido posible.
Durante la mayor parte de la evolución humana, hemos existido como aspectos localizados de la psique y la consciencia.
Participábamos en la "vida mental" de quienes nos rodeaban: la comunidad, y más adelante el país. Solo dentro de un periodo de tiempo relativamente corto nuestra especie ha adquirido una perspectiva global. Esto empezó con las rutas comerciales, los exploradores y las conquistas.
A lo largo del siglo pasado, se expandió de manera que la gente tuvo un mayor acceso a la movilidad y a las noticias de los principales medios de comunicación.
Pero solo desde el advenimiento de las tecnologías de comunicación se han puesto de manifiesto los comienzos rudimentarios de una psique global consciente.
Mientras ha existido una mente colectiva inconsciente de la especie, esta se situaba por debajo de la percepción consciente de la mayoría de la gente. Ahora esto "se ha volteado" hacia una presencia física, en el sentido de que muchísima más gente es actualmente consciente de las fluctuaciones psíquicas a lo largo de todo el mundo.
En este momento, durante la pandemia del 2020, estamos experimentando estas fluctuaciones. Esto no era posible antes, incluso en la época de la llamada gripe española del periodo 1918-20.
¿Por qué importa esto?
La consciencia es tan contagiosa como cualquier virus biológico. Puede que más, ya que no está vinculada a parámetros físicos de movimiento.
La consciencia es un escenario abierto, y se difunde como las ondas a lo largo de campos interconectados, fluidos e intangibles.
Cada persona también crea esas ondas, que a continuación se imponen a través de los campos de consciencia de las comunidades y las naciones más grandes.
De manera similar a lo que decía Gurdjieff, estamos creando posturas de pensamiento que pertenecen a colectividades de pensamiento humano. Y cuando mucha gente toma conciencia de ellas, las cosas iguales atraen y resuenan con las cosas iguales.
Sucede lo mismo con el pensamiento.
Al mismo tiempo, estos agrupamientos físicos crean campos colectivos de consciencia que pueden hacerse poderosos y muy influyentes.
Han operado a lo largo y ancho de casos extremos, tales como la guerra, donde la gente se ha comportado en contra de su "sentido común".
Asimismo, han actuado durante momentos de violencia y psicosis colectiva. Quedar atrapados dentro de tales colectividades de pensamiento es fácil, razón por la cual son tan contagiosas.
Y ahora, cuando la psique
colectiva de nuestra especie está creciendo y desarrollándose, tales
"contagios de consciencia" son extremadamente poderosos.
Esto siempre ha operado como una función útil de manejo social.
Cuando las personas aprenden a descondicionarse a sí mismas, y a desechar esas capas de su condicionamiento psicológico, crean estados de consciencia más expansivos accediendo a una gama más amplia de campos de consciencia.
Estas son las personas que tienen una influencia fuera de lo normal sobre los demás, especialmente cuando están muy cerca.
Cada uno de nosotros se ve afectado por las "ondas de consciencia" que emanan de otros.
Como propone el investigador transpersonal Chris Bache:
Lo que introducimos en nuestros campos localizados de consciencia entrará luego a formar parte de un organismo o campo de consciencia mayor.
Y esto, finalmente, formará parte de un campo resonante de consciencia colectiva más grande, a nivel comunitario, nacional y global.
Como dijo Sri Aurobindo:
Lo que actualmente estamos experimentando no es solo una pandemia biológica sino también psicológica.
Cómo la alimentemos y de qué se nutra, creará el tono de una resonancia psíquica global. Y este campo integral de resonancia puede ser coherente o disonante, y muchos otros grados intermedios.
Es decir, si se crea un entorno psicológico de miedo, pánico y ansiedad a través de miles, o incluso millones, de campos de consciencia individualizada, esto se expandirá como una ola para cuajar en un campo colectivo más grande de densidad psíquica aumentada.
La resonancia de la perturbación será de una escala que exceda por mucho el nivel individual.
De manera similar, si se transmiten ondas localizadas de coherencia, esperanza, confianza y empoderamiento, esto no solo influirá en los entornos locales y comunitarios a nivel psicológico sino también en la psique global más grande.
Esto no es vudú o pensamiento mágico, refleja cómo operan las esferas intangibles de los pensamientos y la consciencia humana.
Reiterando lo dicho por Chris Bache:
Psicológicamente, no estamos solos.
Este momento actual de una fase de "alto" global debería brindarnos tiempo para la reflexión y la consideración.
Nuestros movimientos automáticos y nuestros patrones de pensamiento se han puesto en espera. Deberíamos aprovechar esta oportunidad única; puede que nunca vuelva a suceder.
Es probable que recibamos en nuestras vidas impactos externos que nos hagan detenernos como individuos, pero los impactos globales ocurren muy raramente.
En este momento excepcional deberíamos reflexionar cuidadosamente. Ahora habrá preguntas de gran importancia.
Por ejemplo:
Estás serán las preguntas de nuestro época.
Por que cómo pensamos no solo nos afecta a nosotros mismos, afecta a quienes nos rodean, y luego más y más afuera. Después de todo, la consciencia humana no existe aparte sino que forma parte de una ecología colectiva maravillosa.
Es hora de pensar como
seres humanos reales y no como autómatas.
Referencias
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