por Laura Jimeno Muñoz
Abril
2009
del
Sitio Web
AteGalicia
"La Mafia Médica" es el título del libro que le costó a la
doctora
Ghislaine Lanctôt su expulsión del colegio de médicos
y la retirada de su licencia para ejercer medicina.
Se trata probablemente de
la denuncia publicada más completa, integral, explícita y clara del
papel que juega a nivel mundial el complejo formado por el
Sistema Sanitario y
la industria farmacéutica.
El libro expone, por una parte, la errónea concepción de la salud y
la enfermedad que tiene la sociedad occidental moderna, fomentada
por esta mafia médica que ha monopolizado la salud pública creando
el más lucrativo de los negocios.
Además de tratar sobre la verdadera naturaleza de las enfermedades,
explica cómo las grandes empresas farmacéuticas controlan no sólo la
investigación sino también la docencia médica, y cómo se ha creado
un Sistema Sanitario basado en la enfermedad en lugar de en la
salud, que cronifica enfermedades y mantiene a los ciudadanos
ignorantes y dependientes de él.
El libro es pura
artillería pesada contra todos los miedos y mentiras que destrozan
nuestra salud y nuestra capacidad de autorregulación natural,
volviéndonos manipulables y completamente dependientes del sistema.
A continuación, una
estupenda entrevista a la autora Lanctôt que realizó Laura Jimeno Muñoz
para Discovery Salud:
MEDICINA
SIGNIFICA NEGOCIO...
Ghislaine Lanctôt autora de La
Mafia
Médica acabó sus estudios de Medicina en 1967, una época en la
que - como ella misma confiesa estaba convencida de que la Medicina
era extraordinaria y de que antes del final del siglo XX se tendría
lo necesario para curar cualquier enfermedad.
Sólo que esa primera
ilusión fue apagándose hasta extinguirse...
- ¿Por qué esa
decepción?
Porque empecé a ver muchas cosas que me hicieron reflexionar.
Por ejemplo, que no
todas las personas respondían a los maravillosos tratamientos de
la medicina oficial.
Además, en aquella
época entré en contacto con varios 'terapeutas suaves' - es
decir, practicantes de terapias no agresivas (en francés
Médecine Douce) - que no tuvieron reparo alguno en abrirme sus
consultas y dejarme ver lo que hacían.
Y llegué pronto a la
conclusión de que las medicinas no agresivas son más eficaces,
más baratas y, encima, tienen menores efectos secundarios.
- Y supongo
que empezó a preguntarse por qué en la Facultad nadie le había
hablado de esas terapias alternativas no agresivas
Así es.
Luego mi mente fue
más allá y empecé a cuestionarme cómo era posible que se tratara
de charlatanes a personas a las que yo misma había visto curar y
por qué se las perseguía como si fueran brujos o delincuentes.
Por otra parte, como
médico había participado en muchos congresos internacionales -
en algunos como ponente - y me di cuenta de que todas las
presentaciones y ponencias que aparecen en tales eventos están
controladas y requieren obligatoriamente ser primero aceptadas
por el 'comité científico' organizador del congreso.
¿Y quién designa a
ese comité científico?
Pues generalmente
quien financia el evento:
la
industria farmacéutica...
¡Sí, hoy son las
multinacionales las que deciden hasta qué se enseña a los
futuros médicos en las facultades y qué se publica y expone en
los congresos de medicina!
El control es
absoluto.
- Y eso fue
clarificador para usted…
Y tanto.
Darme cuenta del
control y de la manipulación a la que
están sometidos los médicos - y los futuros médicos, es
decir, los estudiantes - me hizo entender claramente que la
Medicina es, ante todo, un negocio...
La Medicina está hoy
controlada por los seguros - públicos o privados, da igual -
porque en cuanto alguien tiene un seguro pierde el control sobre
el tipo de medicina al que accede. Ya no puede elegir.
Es más, los seguros
determinan incluso el precio de cada tratamiento y las terapias
que se van a practicar.
Y es que si miramos
detrás de las compañías de seguros o de la seguridad social...
encontramos lo mismo.
- El poder
económico
Exacto, es el dinero quien controla totalmente la Medicina...
Y lo único que de
verdad interesa a quienes manejan este negocio es ganar dinero.
¿Y cómo ganar más? Pues haciendo que la gente esté enferma...
porque las personas sanas no generan ingresos.
La estrategia
consiste, en suma, en tener enfermos crónicos que tengan que
consumir todo tipo de productos paliativos, es decir, para
tratar sólo síntomas; medicamentos para aliviar el dolor, bajar
la fiebre, disminuir la inflamación... pero nunca fármacos que
puedan resolver una dolencia.
Eso no es rentable,
no interesa.
La medicina actual
está concebida para que la gente permanezca enferma el mayor
tiempo posible y compre fármacos; si es posible, toda la
vida.
UN SISTEMA DE
ENFERMEDAD
- Infiero que ésa es
la razón de que en su libro se refiera al sistema sanitario como
'sistema de enfermedad'
Efectivamente.
El llamado sistema
sanitario es en realidad un sistema de enfermedad. Se
practica una medicina de la enfermedad y no de la salud.
Una medicina que sólo
reconoce la existencia del cuerpo físico y no tiene en cuenta ni
el espíritu, ni la mente, ni las emociones. Y que además trata
sólo el síntoma y no la causa del problema.
Se trata de un
sistema que mantiene al paciente en la ignorancia
y la dependencia, y al que se estimula para que
consuma fármacos de todo tipo.
- Se supone
que el sistema sanitario está al servicio de las personas
Está al servicio de quien le saca provecho:
la industria
farmacéutica...
De manera oficial -
puramente ilusoria - el sistema está al servicio del paciente
pero, oficiosamente, en la realidad, el sistema está a las
órdenes de la industria que es la que mueve los hilos y mantiene
el sistema de enfermedad en su propio beneficio.
Se trata, en suma, de
una auténtica mafia médica, de un sistema que
crea enfermedades y mata por dinero y por poder...
- ¿Y qué papel
juega el médico en esa mafia?
El médico es - muchas veces de forma inconsciente, es verdad -
la correa de transmisión de la gran industria.
Durante los 5 a 10
años que pasa en la Facultad de Medicina el sistema se encarga
de inculcarle unos determinados conocimientos y de cerrarle los
ojos a otras posibilidades.
Posteriormente, en
los hospitales y congresos médicos, se les refuerza en la idea
de que la función del médico es curar y salvar vidas, de que la
enfermedad y la muerte son fracasos que debe evitar a toda costa
y de que la enseñanza recibida es la única válida.
Además se les enseña
que el médico no debe implicarse emocionalmente y que es un
'dios' de la salud. De ahí que incluso exista caza de brujas
entre los propios profesionales de la medicina.
La medicina oficial,
la 'científica', no puede permitir que existan otras formas de
curar que no sean serviles al sistema.
- El sistema,
en efecto, pretende hacer creer que la única medicina válida es
la llamada 'medicina científica', la que usted aprendió y de la
que ha renegado. Precisamente en el mismo número en que va a
aparecer su entrevista publicamos un artículo al respecto
La medicina científica está enormemente limitada porque se basa
en la física materialista de Newton:
tal efecto
obedece a tal causa...
Y, por ende,
tal síntoma
precede a tal enfermedad y requiere tal tratamiento...
Se trata de una
medicina que además sólo reconoce lo que se ve, se toca o se
mide y niega toda conexión entre las emociones, el pensamiento,
la conciencia y el estado de salud del físico.
Y cuando se la
importuna con algún problema de ese tipo le cuelga la etiqueta
de 'enfermedad psicosomática' al paciente y le envía a casa tras
recetarle pastillas para los nervios.
- Es decir,
que a su juicio, la medicina convencional sólo se ocupa de hacer
desaparecer los síntomas
Salvo en lo que a cirugía se refiere, los antibióticos y algunas
pocas cosas más, como los modernos medios de diagnóstico, sí...
Da la impresión de
curar pero no cura. Simplemente elimina la manifestación del
problema en el cuerpo físico pero éste, tarde o temprano,
resurge.
- A su juicio,
pues, dan mejor resultado las llamadas medicinas suaves o no
agresivas
Son una mejor opción porque tratan al paciente de forma
holística y le ayudan a sanar... pero tampoco curan.
Mire, cualquiera de
las llamadas
medicinas alternativas
constituyen una buena ayuda pero son sólo eso: complementos.
Porque el verdadero médico es uno mismo.
Y cuando uno es
consciente de su soberanía sobre la salud deja de necesitar
terapeutas. El enfermo es el único que puede curarse. Nadie
puede hacerlo en su lugar. La autosanación es la única medicina
que cura.
La cuestión es que el
sistema trabaja para que olvidemos nuestra condición de seres
soberanos y nos convirtamos en seres sumisos y
dependientes.
En nuestras manos
está, pues, romper esa esclavitud.
- Y, en su
opinión, ¿por qué las autoridades políticas, médicas, mediáticas
y económicas lo permiten? ¿Por qué los gobiernos no acaban con
este sistema de enfermedad, costosísimo por otra parte?
A ese respecto tengo tres hipótesis.
La primera
es que quizás no saben que todo esto está pasando... pero es
difícil de aceptar porque la información está a su alcance desde
hace muchos años y en los últimos veinte años son ya varias las
publicaciones que han denunciado la corrupción del sistema y la
conspiración existente.
La segunda
hipótesis es que no pueden acabar con ello... pero también
resulta difícil de creer porque los gobiernos tienen el
suficiente poder.
- Y la
tercera, supongo, es que no quieren acabar con el sistema
Pues lo cierto es que, eliminadas las otras dos hipótesis, ésa
parece la más plausible.
Y si un Gobierno se
niega a acabar con un sistema que arruina y mata a sus
ciudadanos es porque forma parte de él, porque forma parte de la
mafia.
LA MAFIA
MÉDICA
- ¿Quiénes integran,
a su juicio, la 'mafia médica'?
A diferentes escalas y con distintas implicaciones, por
supuesto,
-
la industria
farmacéutica
-
las
autoridades políticas
-
los grandes
laboratorios
-
los
hospitales
-
las compañías
aseguradoras
-
las Agencias
del Medicamento
-
los colegios
de médicos
-
los propios
médicos
-
la
Organización Mundial de la Salud (OMS)
- el Ministerio de Sanidad de
la ONU
-
y, por
supuesto, el
gobierno mundial en la sombra
del dinero...
- Tenemos
entendido que para usted la Organización Mundial de la Salud es
'la mafia de las mafias'
Así es. Esa organización está completamente controlada por el
dinero.
La OMS es la
organización que establece, en nombre de la salud, la 'política
de enfermedad' en todos los países. Todo el mundo tiene que
obedecer ciegamente las directrices de la OMS. No hay
escapatoria.
De hecho, desde 1977,
con la
Declaración de Alma Ata, nadie
puede escapar de su control.
- ¿En qué
consiste esa declaración?
Se trata de una declaración que da a la OMS los medios para
establecer los criterios y normas internacionales de práctica
médica.
Se desposeyó
así a los países de su soberanía en materia de salud
para transferirla a un gobierno mundial no elegido cuyo
'ministerio de salud' es la OMS.
Desde entonces
'derecho a la salud' significa 'derecho a la medicación'...
Así es como se han
impuesto
las vacunas y los medicamentos
a toda la población del globo.
- Una labor
que no se cuestiona
Claro, porque, ¿quién va a osar dudar de las buenas intenciones
de la Organización Mundial de la Salud? Sin embargo, hay que
preguntarse quién controla a su vez esa organización a través de
la ONU:
el poder
económico...
- ¿Cree que ni
siquiera las organizaciones humanitarias escapan a ese control?
Por supuesto que no.
Las organizaciones
humanitarias también dependen de la ONU, es decir, del dinero de
las subvenciones. Y, por tanto, sus actividades están igualmente
controladas.
Organizaciones como
Médicos Sin Fronteras creen que sirven altruistamente a
la gente pero en realidad sirven al dinero.
- Una mafia
sumamente poderosa...
Omnipotente, diría yo. Ha eliminado toda competencia.
Hoy día a los
investigadores se les 'orienta'. Los disidentes son
encarcelados, maniatados y reducidos al silencio. A los médicos
'alternativos' se les tilda de locos, se les retira la licencia
o se les encarcela también.
Los productos
alternativos rentables han caído igualmente en manos de las
multinacionales gracias a las normativas de la OMS y a las
patentes de la Organización Mundial del Comercio.
Las autoridades y sus
medios de comunicación social se ocupan de alimentar entre la
población
el miedo a la enfermedad, a la
vejez y a la muerte.
De hecho, la obsesión
por vivir más o, simplemente por sobrevivir, ha hecho
prosperar incluso el tráfico internacional de órganos, sangre y
embriones humanos.
Y en muchas clínicas
de fertilización en realidad se 'fabrican' multitud de embriones
que luego se almacenan para ser utilizados en cosmética, en
tratamientos rejuvenecedores, etc.
Eso sin contar con
que,
se irradian los
alimentos, se modifican los genes, el agua está contaminada,
el aire envenenado...
Es más, los niños
reciben absurdamente hasta 35 vacunas antes de ir a la escuela.
Y así, cada miembro
de la familia tiene ya su pastillita:
el padre, la
Viagra; la madre, el Prozac; el niño, el Ritalin...
Y todo esto, ¿para
qué?
Porque el resultado
es conocido:
los costes
sanitarios suben y suben pero la gente sigue enfermando y
muriendo igual...
LAS
AUTORIDADES MIENTEN
- Lo que usted
explica del sistema sanitario imperante es una realidad que cada
vez más gente empieza a conocer pero nos han sorprendido algunas
de sus afirmaciones respecto a lo que define como 'las tres
grandes mentiras de las autoridades políticas y sanitarias'
Pues lo reitero:
-
las
autoridades mienten cuando dicen que
las vacunas nos
protegen,
-
mienten
cuando dicen que
el Sida es contagioso
-
mienten
cuando dicen que
el cáncer es un
misterio...
- Bien,
hablemos de ello aunque ya le adelanto que en la revista no
compartimos algunos de sus puntos de vista. Si le parece,
podemos empezar hablando de las vacunas. A nuestro juicio,
afirmar que ninguna vacuna es útil no se sostiene. Otra cosa,
que sí compartimos, es que algunas son ineficaces y otras
inútiles; a veces, hasta peligrosas
Pues yo mantengo todas mis afirmaciones.
La única inmunidad
auténtica es la natural y ésa la desarrolla el 90% de la
población antes de los 15 años. Es más, las vacunas artificiales
cortocircuitan por completo el desarrollo de las primeras
defensas del organismo.
Y que las vacunas
tienen riesgos es algo muy evidente; a pesar de lo cual se
oculta.
Por ejemplo, una
vacuna puede provocar la misma enfermedad para la que se pone.
¿Por qué no se advierte? También se oculta que la persona
vacunada puede transmitir la enfermedad aunque no esté
enferma.
Asimismo, no se dice
que la vacuna puede sensibilizar a la persona frente a la
enfermedad.
Aunque lo más grave
es que se oculte la inutilidad constatada de
ciertas vacunas.
- ¿A cuáles se
refiere?
A las de enfermedades como,
-
la
tuberculosis y el tétanos, vacunas que no confieren
ninguna inmunidad
-
la rubéola,
de la que el 90% de las mujeres están protegidas de modo
natural
-
la difteria,
que durante las mayores epidemias sólo alcanzaba al 7%
de los niños a pesar de lo cual hoy se vacuna a todos
-
la gripe y la
hepatitis B, cuyos virus se hacen rápidamente
resistentes a los anticuerpos de las vacunas.
- ¿Y hasta qué
punto pueden ser también peligrosas?
Las innumerables complicaciones que causan las vacunas - desde
trastornos menores hasta la muerte - están suficientemente
documentadas; por ejemplo, la muerte súbita del lactante.
Por eso hay ya
numerosas protestas de especialistas en la materia y son miles
las demandas judiciales que se han interpuesto contra los
fabricantes.
Por otra parte,
cuando se examinan las consecuencias de los
programas de vacunaciones masivas
se extraen conclusiones esclarecedoras.
- Le
agradecería que mencionara algunas
Mire, en primer lugar las vacunas son caras y le suponen a los
estados un gasto de miles de millones de euros al año. Por
tanto, el único beneficio evidente y seguro de las vacunas... es
el que obtiene la industria.
Además, la vacunación
estimula el sistema inmune pero, repetida la vacunación, el
sistema se agota.
Por tanto, la
vacuna repetida puede hacer, por ejemplo, estallar el
'Sida silencioso' y garantizar un 'mercado de la enfermedad'
perpetuamente floreciente.
Más datos:
la vacunación
incita a la dependencia médica y refuerza la creencia de que
nuestro sistema inmune es ineficaz.
Aunque lo más
horrible es que la vacunación facilita los genocidios
selectivos pues permite liquidar a personas de cierta
raza, de cierto grupo, de cierta región...
Sirve como
experimentación para probar nuevos productos sobre un amplio
muestrario de la población y es un arma biológica potentísima al
servicio de la guerra biológica porque permite intervenir en el
patrimonio genético hereditario de quien se quiera.
- Bueno, es
evidente que hay muchas cosas de las que se puede hacer un buen
o mal uso pero eso depende de la voluntad e intención de quien
las utiliza. Bien, hablemos si le parece de la segunda 'gran
mentira' de las autoridades: usted afirma que el Sida no es
contagioso. Y perdone, pero así como el resto de sus
afirmaciones en este ámbito nos han parecido razonadas y
razonables, no hemos visto que argumente esa afirmación
Yo afirmo que la teoría de que el único causante del Sida es
el VIH o Virus de la Inmunodeficiencia
Adquirida es falsa...
Ésa es la gran
mentira.
La verdad es que
tener el VIH no implica necesariamente desarrollar Sida. Porque
el Sida no es sino una etiqueta que se 'coloca' a un estado de
salud al que dan lugar numerosas patologías cuando el sistema
inmune está bajo.
Y niego que tener
Sida equivalga a muerte segura.
Pero, claro, esa
verdad no interesa. Las autoridades nos imponen a la fuerza la
idea de que el Sida es una enfermedad causada por un solo virus
a pesar de que el propio Luc Montagnier, del Instituto
Pasteur, co-descubridor oficial del VIH en 1983, reconoció ya en
1990 que el VIH no es suficiente por sí solo para causar el
Sida.
Otra evidencia es el
hecho de que hay numerosos casos de Sida sin virus VIH y
numerosos casos de virus VIH sin Sida (seropositivos) .
Por otro lado, aún no
se ha conseguido demostrar que el virus VIH cause el Sida, lo
cual es una regla científica elemental para establecer una
relación causa- efecto entre dos factores.
Lo que sí se sabe,
sin embargo, es que el VIH es un retrovirus inofensivo que sólo
se activa cuando el sistema inmune está debilitado.
- Por cierto,
usted afirma en su libro que el VIH fue creado artificialmente
en un laboratorio
Sí.
Investigaciones de
eminentes médicos indican que el VIH fue creado mientras se
hacían ensayos de vacunación contra la hepatitis B en grupos de
homosexuales.
Y todo indica que el
continente africano fue contaminado del mismo modo durante
campañas de vacunación contra la viruela.
Claro que otros
investigadores van más lejos aún y afirman que el virus del Sida
fue cultivado como arma biológica y después deliberadamente
propagado mediante la vacunación de grupos de población que se
querían exterminar.
- También
observamos que ataca duramente la utilización del AZT para
tratar el Sida
Ya en el Congreso sobre Sida celebrado en Copenhague en
mayo de 1992 los 'supervivientes del Sida' afirmaron que la
solución entonces propuesta por la medicina científica para
combatir el VIH, el AZT, era absolutamente ineficaz.
Hoy eso está fuera de
toda duda.
Pues bien, yo afirmo
que se puede sobrevivir al Sida... pero no al AZT. Este
medicamento es más mortal que el Sida. El simple sentido común
permite entender que no es con fármacos inmunodepresores como se
refuerza el sistema inmunitario.
Mire, el Sida se ha
convertido en otro gran negocio. Por tanto, se promociona
ampliamente combatirlo porque ello da mucho dinero a la
industria farmacéutica. Es así de simple.
- Hablemos de
la 'tercera gran mentira' de las autoridades: la de que el
cáncer es un misterio
El
llamado cáncer, es decir, la
masiva proliferación anómala de células, es algo tan habitual
que todos lo padecemos varias veces a lo largo de nuestra vida.
Sólo que cuando eso
sucede el sistema inmunitario actúa y destruye las células
cancerígenas. El problema surge cuando nuestro sistema
inmunitario está débil y no puede eliminarlas.
Entonces el conjunto
de células cancerosas acaba creciendo y formando un tumor.
- Y es en ese
momento cuando se entra en el engranaje del 'sistema de
enfermedad'
Así es.
Porque cuando se
descubre un tumor se le ofrece de inmediato al paciente, con el
pretexto de ayudarle, que elija entre estas tres posibilidades o
'formas de tortura': amputarle (cirugía), quemarle
(radioterapia) o envenenarle (quimioterapia) .
Ocultándosele que hay
remedios alternativos eficaces, inocuos y baratos. Y después de
cuatro décadas de 'lucha intensiva' contra el cáncer, ¿cuál es
la situación en los propios países industrializados?
Que la tasa de
mortalidad por cáncer ha aumentado.
Ese simple hecho pone
en evidencia el fracaso de su prevención y de su tratamiento. Se
han despilfarrado miles de millones de euros y tanto el número
de enfermos como de muertos sigue creciendo.
Hoy sabemos a quién
beneficia esta situación. Como sabemos quién la ha creado y
quién la sostiene.
En el caso de la
guerra todos sabemos que ésta beneficia sobre todo a los
fabricantes y traficantes de armas.
Bueno, pues en
medicina quienes se benefician son los fabricantes y traficantes
del 'armamento contra el cáncer'; es decir, quienes están detrás
de la quimioterapia, la radioterapia,
la cirugía y toda la industria hospitalaria.
LA MAFIA, UNA NECESIDAD EVOLUTIVA
- Sin embargo, a
pesar de todo, usted mantiene que la mafia médica es una
necesidad evolutiva de la humanidad. ¿Qué quiere decir con esa
afirmación?
Verá, piense en un pez cómodamente instalado en su pecera.
Mientras tiene agua y
comida, todo está bien pero si le empieza a faltar el alimento y
el nivel del agua desciende peligrosamente el pez decidirá
saltar fuera de la pecera buscando una forma de salvarse.
Bueno, pues yo
entiendo que la mafia médica nos puede empujar a dar ese salto
individualmente.
Eso sí, habrá mucha
gente que preferirá morir a saltar...
- Pero para
dar ese salto es preciso un nivel de conciencia determinado
Sí.
Y yo creo que se está
elevando mucho y muy rápidamente. La información que antes se
ocultaba ahora es pública:
que la medicina
mata personas, que los medicamentos nos envenenan, etc.
Además, el médico
alemán
Ryke Geerd Hamer ha
demostrado que todas las enfermedades son psicosomáticas y las
medicinas no agresivas ganan popularidad.
La mafia médica se
desplomará como un castillo de naipes cuando un 5% de la
población pierda su confianza en ella.
Basta que ese
porcentaje de la población mundial sea consciente y conectado
con su propia divinidad. Entonces decidirá escapar de la
esclavitud a la que le tiene sometida la mafia y el sistema
actual se derrumbará.
Tan sencillo como
eso.
- ¿Y en qué
punto cree que estamos?
Pues no sabría cuantificarlo pero pienso que probablemente en
menos de 5 años todo el mundo se dará cuenta ya de que cuando va
al médico va a un especialista de la enfermedad y no a un
especialista de la salud.
Dejar a un lado la
llamada 'medicina científica' y la seguridad que propone para ir
a un terapeuta es ya un paso importante. También lo es perder el
respeto y la obediencia ciega al médico.
El gran paso es
decir no a la autoridad exterior y decir
sí a nuestra autoridad interior.
- ¿Y qué es lo
que nos impide romper con la autoridad exterior?
El miedo.
Tenemos miedo a no
acudir al médico. Pero es el miedo, por sí mismo, quien nos
puede enfermar y matar.
Nos morimos de miedo.
Se nos olvida que la naturaleza humana es divina, es decir,
concebida para comportarnos como dioses.
¿Y desde cuándo los
dioses tienen miedo? Cada vez que nos comportamos de manera
diferente a la de un dios nos ponemos enfermos.
Esa es la realidad...
- ¿Y qué cree
que pueden hacer los medios de comunicación para contribuir a la
elevación de la conciencia en esta materia?
Informar sin intentar convencer...
Decir lo que sabéis y
dejar a la gente hacer lo que quiera con la información. Porque
intentar convencerles sería imponer otra verdad y de nuevo
estaríamos en otra guerra.
Se necesita sólo dar
referencias. Basta decir las cosas. Luego, la gente las
escuchará si resuenan en ellos.
Y si su miedo es
mayor que su amor por sí mismos dirán:
'Eso es
imposible'...
En cambio, si tienen
abierto el corazón, escucharán y cuestionarán sus convicciones.
Es entonces, en ese
momento, cuando quieran más, cuando se les puede dar más
información...
VIDEO
La Mafia Médica -
Dra. Ghislaine
Lanctôt
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