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			por John Kaminski  
			
			25 Abril 
			2020 
			
			del 
			Sitio Web 
			JohnKaminski  
			
			traducción de 
			Alonso González de Nájera  
			
			09 
			Septiembre 2020 
			
			del 
			Sitio Web
			
			Editorial-Streicher 
			
			
			
			Versión 
			original en ingles 
			
			  
			
			  
			
				
					
						
							
							En Abril pasado John Kaminski publicó el siguiente 
							interesante texto que hemos traducido, en el que 
							toca temas a los que le lleva la consideración del 
							caso de la filósofa alejandrina Hipatia, asesinada 
							en 415 d.C. por palurdos fanáticos que luego se 
							institucionalizaron como la 'Iglesia de Roma', y el 
							reconocimiento de la autoría judía del cristianismo 
							por parte de un escritor judío en los años '20.
							 
						 
					 
				 
			 
			
			  
			
			  
			
			 
			  
			
			  
			
			
			  
			 
			 
			 
			 
			Desencadenando 
			la Edad Oscura 
			
			-   El 
			Asesinato de Hipatia   - 
			
			 
			  
			
			
			 
			EL 
			ASESINATO DE HIPATIA  
			
			Y EL ASCENSO DEL CRISTIANISMO... 
			
			 
			CUANDO EL DOGMA BORRÓ EL CONOCIMIENTO. 
			LA MUERTE DE LA FILOSOFÍA EN EL SIGLO IV D.C... 
			
			 
			 
			Ninguna sorpresa aquí.  
			
			  
			
			La Filosofía murió en los 
			barrios bajos de la ciudad más grande del mundo hace 1.600 años 
			cuando una turba de matones salvajes actuando en nombre de los 
			mejores intereses de su supuesto Dios asesinó a una deslumbrante 
			maestra que conocía la verdadera historia de la Humanidad mejor que 
			nadie antes o desde entonces.  
			
			  
			
			Junto con ella fue 
			destruida 
			prácticamente la historia previa entera del mundo hasta aquel punto. 
			 
			
			  
			
			Aquello fue lo último de la Biblioteca de Alejandría y el final para 
			la mayoría de las obras de los inmortales dramaturgos griegos, una 
			auto-mutilación mental que sigue siendo una incalculable pérdida 
			para la psique humana, una cicatriz permanente en la mente humana 
			por haber poseído aquel grado de conocimiento y haberse deshecho de 
			todo eso por una creencia fabricada. 
			 
			Aquel rompimiento radical de la Humanidad con su propia historia 
			sigue arrojando una sombra portentosa sobre nuestro futuro.  
			
			  
			
			Se hace 
			más difícil respirar y permanecer sano en este crepitante pantano 
			electrónico que llamamos hogar, y ciertas historias horribles dicen 
			mucho acerca de por qué toda esta miseria y traición masiva ahora se 
			sientan en nuestra puerta como un enormemente pútrido tumor kármico 
			que nos arrastra más abajo hacia la oscura pesadilla auto-provocada 
			de nuestro propio coagulado futuro. 
			 
			Allá en el siglo IV d.C. - que hoy apenas podemos imaginar, mucho 
			menos analizar - el aire podría haber sido más limpio, pero la recién 
			oficializada Iglesia cristiana en Roma se estaba desarrollando a 
			placer en el Estado Profundo de su tiempo, procurando desplazar todo 
			el conocimiento anterior con sus propios artificiales cuentos de 
			hadas.  
			
			  
			
			El motivo para ese antiguo 
			Ojo que Todo lo Ve era ni más ni 
			menos que lo que es hoy: los tiránicos intentos para imprimir su 
			propia versión de la Historia y de la realidad en la mente de cada 
			alma en la Tierra. 
			 
			Conducida por sus celos paranoides ante credos e historias más 
			eruditos, la recién acuñada 
			Iglesia del Estado Profundo finalmente 
			impuso su propio dogma sobre el mundo entero, dominó todas las 
			interacciones sociales y no permitió que ningún cuestionamiento 
			sobre su exactitud histórica o asuntos de creencia fuera hecho por 
			nadie.  
			
			  
			
			Unos siglos más tarde esa inmovilización de las mentes del 
			mundo condujo a la tortura y la muerte cierta de herejes que eran 
			piadosamente quemados en la hoguera si ellos se atrevían a profesar 
			que ellos vivían una vida justa e independiente sin la amarga 
			parafernalia de cardenales y obispos que gobiernan la conducta de 
			las multitudes estúpidas y temerosas. 
			 
			Toda esa operación psicológica (psyop) fue definitivamente creada e 
			impuesta por personajes con reputaciones bastante menos que 
			admirables, muy parecido a como las Iglesias son hoy.  
			
			  
			
			Esos bandidos 
			de nuestras almas condujeron al mundo entero hacia siglos de 
			catastrófica ignorancia que han llegado a ser conocidos como la Edad 
			Oscura (Edad Media). 
			 
			  
			
			  
			
			
			 
			El Dogma Destruye el Conocimiento 
			
			 
			Todos esos conflictos siempre son aprobados por Dios, y siempre 
			recordados por los seguidores de los Dioses que ganaron las guerras, 
			como lo representan las autoridades a sueldo de los credos en 
			cuestión.  
			
			  
			
			Así, Roma, a medida que se convirtió en un Estado policial 
			cristiano, se convirtió en la primera sociedad totalitaria en la 
			cual el conocimiento fue eclipsado por el dogma, un fenómeno que 
			siempre conduce al detrimento del mundo entero al apagar las luces 
			de la libertad individual.  
			
			  
			
			Ese Goliat religioso ha extendido sus 
			tentáculos alrededor del mundo en una variante u otra durante 1.700 
			años, con un saturnino apretón de la muerte en la garganta de la 
			vida en este planeta que se hace más sofocante y más amenazante de 
			la vida con cada día que pasa. 
			 
			En 325 d.C., principal entre los posibilitadores de esa ubicua 
			tiranía de la creencia fue Constantino, el despiadado Pontifex 
			Maximus del Imperio romano, cuya línea narrativa estuvo 
			perfectamente sincronizada con el ascenso de la religión cristiana 
			inventada por los judíos y la destrucción simultánea del mayor 
			Imperio que el mundo haya conocido alguna vez. 
			 
			Pero más allá y mucho antes de Constantino vino Saúl de Tarso, un 
			trabajador social judío de su tiempo que apareció con la diabólica 
			idea de crear a un mesías judío para domar a las masas 
			permanentemente, una idea que ha sido un éxito espectacular para 
			todos aquellos que han adoptado sus presuntas compensaciones 
			espirituales durante muchos siglos. 
			 
			Después de 1.600 años las mitologías cristianas sobre lugares 
			agradablemente sagrados en vuestra imaginación lamentablemente han 
			sido violentamente desplazadas por las sórdidas revelaciones de 
			abuso sexual de niños, complicidad en guerras, y siglos de 
			sangrientas alianzas con tiranos despiadados, y su raro recordar de 
			aquellos mismos feligreses que pasaban hambre a la sombra de sus 
			propios campanarios. 
			 
			Las autoridades de la Iglesia no han podido convencernos de que 
			deberíamos seguir sus desaliñadas repeticiones de aburridas homilías 
			que enmascaran un plan más profundo y más demencial de gobernar el 
			mundo con ellos como una "clase alfa" con el resto de nosotros 
			confinados, en el mejor de los casos, a una vida incierta de peones 
			envenenados en un tablero de ajedrez de enfermedades fabricadas. 
			 
			La fórmula que catapultó al cristianismo a la cumbre del sangriento 
			cúmulo fue la declaración de que todos aquellos rezos que a usted se 
			le ordenaba creer, le prohibían a perpetuidad revelar alguna vez que 
			la vida clerical era más sucia que la verdadera suciedad, y sus 
			víctimas no quedaban ni cerca de alguna imagen reconocible de algún 
			Dios sino sólo con la forzada ilusión de uno. 
			  
			
			  
			
			
			 
			 
			Personajes Negativos 
			 
			Brevemente dicho, el deslizamiento hacia una Roma cristiana desde 
			una historia rica pero confusa de espíritus de la Naturaleza y leyes 
			matemáticas implicó la intimidación del poderoso Emperador 
			Constantino con una andanada de consejos forzados en su lecho de 
			muerte, en cuyo tiempo él primero se hizo cristiano.  
			
			  
			
			Mucho ha sido 
			afirmado en su nombre, incluso la propiedad de prácticamente la 
			Tierra entera por la Iglesia romana, que permaneció como la fuerza 
			política más poderosa en el planeta hasta el tiempo en que aceptó su 
			primer préstamo de parte de 
			
			los Rothschild en 1823. 
			 
			Todas las falsedades que esos líderes avaros crearon mediante 
			relatos ficticios de verdades antiguas causaron una pústula en el 
			organismo moral de la Humanidad, un tumor del pensamiento que al 
			secreto le permitió enmascararse como franqueza, saboteando para 
			siempre la legitimidad de las reuniones públicas a perpetuidad con 
			la práctica corruptible de sesiones ejecutivas, una práctica que más 
			tarde evolucionó en procedimientos de seguridad tejidos siempre como 
			un críptico pastiche de auto-justificadas mentiras. 
			
				
				¿Quién entre todos los creyentes piadosos en el mundo tiene el 
			coraje intelectual para refutar todos esos santos testamentos de la 
			realidad de un ser divino?  
				  
				
				¿Cómo podría algún creyente fiel criticar 
			a tales venerados hombres usados por la posteridad como su propia 
			estirpe como abogados para un mundo mejor, cuando su propia 
			información revela la mentira de su propia afirmación? 
			 
			
			Constantino, por ejemplo, el hombre acreditado con la imposición del 
			cristianismo sobre el mundo, asesinó a su segunda esposa mientras 
			también eliminó a su aparente heredero antes de conseguir nombrar 
			
			al mesías cristiano recientemente acuñado en su auto-convocado concilio 
			de Nicea en 325 d.C. 
			 
			Durante unos cincuenta años después de la creación cristiana de 
			Constantino, sólo un césar apareció para intentar restaurar la rica 
			tapicería de la religión romana, y aquél fue Juliano el Apóstata, 
			que no duró mucho tiempo ya que sufrió el destino de tantos 
			Emperadores romanos que fueron muertos por uno de sus propios 
			hombres. 
			 
			La Edad Oscura (Edad Media) se extendió básicamente entre 476 y 1453 d.C., o quizás más exactamente desde la muerte de 
			
			Hipatia en 415 
			hasta la creación de la imprenta en 1440.  
			
			  
			
			Ese período de la Historia 
			humana refleja principalmente un milenio entero de oscuridad 
			fundamentalmente forzada, en la cual todo el pensamiento fue 
			impedido por la exigencia incondicional de las órdenes 
			incuestionables de Dios. 
			 
			La caída de Hipatia y de las religiones paganas de Alejandría 
			representó el abandono de la facticidad en la ciencia.  
			
			  
			
			Pero si no 
			hubiese sido por la erudición que creció en el Islam temprano y por 
			el trabajo intrépido de un pequeño grupo de monjes irlandeses, la 
			Historia antigua que hemos llegado a conocer bien pudo nunca haber 
			llegado hasta nosotros en absoluto. 
			 
			  
			
			  
			
			
			 
			Respetada por Todos, Asesinada por Cristianos 
			
			 
			Hipatia es famosa por haber sido la mayor matemática y astrónoma de 
			su tiempo, por haber sido la líder de la escuela neoplatónica de 
			filosofía en Alejandría, por haber vencido espectacularmente el 
			profundo sexismo de su sociedad, y por haber sufrido una muerte 
			violenta a manos de fanáticos ignorantes. 
			 
			"Los líderes cristianos tempranos consolidaron el poder político 
			uniendo la autoridad de ellos a una interpretación rígida y literal 
			de enseñanzas reconocidas.  
			
			  
			
			Hipatia, por otra parte, animaba a la 
			meditación personal acerca de la naturaleza de la realidad, y la 
			filosofía de ella no estaba vinculada a ninguna deidad particular. 
			 
			
			  
			
			Su enfoque interno en cuanto a la espiritualidad entró en conflicto 
			con el adoctrinamiento religioso de la Iglesia basado en el 
			conocimiento recibido de una fuente externa, 
			
			donde, 
			
				
				"la obediencia 
			ciega a un poder superior era una virtud y la curiosidad un vicio". 
			 
			
			En la historia humana, aquél pudo haber sido el primer debate 
			público entre el pensamiento articulado y el inflexible orden 
			público. 
			
				
				"Hasta el tiempo de Constantino, los romanos practicaban el 
			sincretismo religioso, la mezcla de diversos sistemas de creencias y 
			deidades de partes distantes del Imperio.  
				  
				
				Cada persona era libre de 
			adorar a un panteón de Dioses diferentes y seguir los ritos secretos 
			de más de un culto de misterio.
  "Esa asimilación espiritual enfatizaba un subyacente sentido de 
			unidad, y a menudo dos o más deidades de culturas separadas se 
			combinaban en una nueva persona.
  "El Dios greco-egipcio Serapis era uno de tales
				Dioses, una fusión 
			de Zeus y Osiris.  
				  
				
				Él era el patrono de Alejandría, y su templo, el Serapeum, alojaba los restos de la Biblioteca de Alejandría (la 
			biblioteca principal fue destruída en un incendio el año 48 a.C.), 
			las salas de conferencias para profesores paganos como Hipatia, y 
			santuarios para otros Dioses con estatuas diseñadas por los mejores 
			artistas del mundo clásico.  
				  
				
				Considerado una maravilla del mundo, el 
			templo era uno de los dos baluartes más importantes de la cultura 
			pagana en Alejandría; el otro era la propia Hipatia.  
				  
				
				A medida que el 
			cristianismo ganó impulso, cualquier vestigio de idolatría estaba en 
			peligro". 
			 
			
			La Era entre el ascenso del Emperador pagano 
			Juliano el Apóstata en 
			361 y mediados de la década de 380 vio los templos paganos abiertos, 
			la tolerancia legal de los sacrificios, y funcionarios imperiales 
			que al principio estimularon y finalmente toleraron muchas prácticas 
			religiosas tradicionales. 
			
				
				"Juliano, el sobrino de Constantino, consideraba a su tío no como 
				'el Grande', sino como un revolucionario criminal que destruyó 
			valores religiosos tradicionales a fin de salvar una conciencia 
			cargada, un tirano con la mente de un banquero". 
			 
			
			Después de la muerte de Juliano, en 381 el Emperador romano de 
			Oriente, Teodosio, prohibió los sacrificios, y el Imperio 
			gradualmente retiró su apoyo a la antigua religión romana.  
			
			  
			
			Hacia el 
			final de la década de 380 un partido de monjes y obispos intensificó 
			las persecuciones mientras destruían templos en Siria y Mesopotamia 
			y saqueaban lugares sagrados en Egipto. 
			 
			Hoy no tenemos a nadie defendiendo nuestras raíces o dirección 
			filosóficas. 
			
			  
			
			Tenemos sólo a propagandistas que justifican cualquier 
			cosa para defender su credo preferido o supervivencia de los 
			saqueadores más aptos, mientras excusan la inmoralidad en el nombre 
			todopoderoso de la ganancia.  
			
			  
			
			Opiniones independientes de una 
			conciencia pura deben ser rara vez encontradas en todas partes. 
			 
			La selección de Teófilo como el nuevo patriarca de Alejandría 
			condujo a un apretamiento de los tornillos contra los paganos, que 
			comenzaron a rebelarse, lo cual finalmente evolucionó hacia una 
			guerra abierta. 
			
			  
			
			El Emperador Teodosio ordenó entonces la 
			erradicación de todas las religiones paganas. 
			 
			Los cristianos demolieron la estructura más famosa en Alejandría y 
			una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, el Serapeum, robaron 
			su tesorería y destruyeron la estatua gigantesca de Serapis, quien 
			era una combinación de deidades griegas y egipcias, un consorte de 
			Isis y una combinación de la supremacía de Zeus y los talentos 
			sanadores de Asclepio, es decir, en su mayoría basado en la ciencia 
			de esos tiempos.  
			
				
				Mezclaba lo sagrado y lo filosófico, el objetivo 
			por el cual Hipatia es principalmente conocida. 
			 
			
			Hipatia enseñaba las obras de 
			Platón y Aristóteles, y las de sus 
			sucesores Proclo y Yámblico 
			
				
				Pero ella perdió a la mayor parte de 
			sus alumnos ante la escuela de Plutarco en Atenas después de los 
			ataques contra el Serapeum. 
			 
			
			Todas las versiones existentes del asesinato de Hipatia por matones 
			contratados por el Papa son increíblemente lisonjeras y suavizadas. 
			 
			  
			
			La historia real de cómo Hipatia encontró su destino fue un hecho 
			consumado llevado a cabo por la corrupción metastásica del candado 
			mental cristiano que se esparcía por todo el mundo. 
			  
			  
			
			
			  
			
			
  En ese entonces, cada uno fue forzado a 
			creer en la Resurrección so 
			pena de anatema o excomunión. (¿Ha sido anatematizado usted alguna 
			vez? Yo lo he sido... con frecuencia).  
			  
			
			Hipatia enseñaba una 
			filosofía que animaba a sus alumnos a amarse unos a otros sin tener 
			en cuenta sus antecedentes religiosos.
  No sé cuán refinado puede ser usted al describir a alguien que está 
			siendo desgarrado en las calles de su ciudad natal.  
			  
			
			Al pensar que 
			hemos evolucionado más allá de aquel punto de despedazar a filósofos 
			con quienes no estamos de acuerdo, también deberíamos recordar el 
			destino del fallecido líder libio 
			
			Muammar Gadhafi, que fue violado y 
			asesinado en las calles de su propia ciudad natal por rufianes 
			dogmáticos al servicio de las potencias occidentales que querían 
			robar el oro de Libia y el mágico sistema de agua que realmente hizo 
			florecer al desierto y que había sido inventado e implementado por 
			el héroe musulmán.
  Tanto Hipatia como Gadhafi perdieron sus vidas a manos de 
			los mismos principados de la oscuridad. 
			
				
				Nos guste o no, la mayor 
			parte de nosotros que leemos esto somos miembros de ambos grupos. 
				 
			 
			
			Tanto el libio como la alejandrina eran grandes humanos que 
			siguieron sus instintos morales y fueron borrados por ello por un 
			poder inhumano que no tiene ningún interés en las preocupaciones 
			humanas.
  Si una mentira ostensible acabó con una Era de ilustración, 
			entonces,  
			
				
				¿qué nos han hecho hoy las mentiras de nuestros líderes y 
			nuestros médicos sino inexorablemente conducirnos hacia una nueva y 
			más siniestra Edad Oscura (Edad Media)? 
			 
			
			Hipatia y Gadhafi era ambos miembros de una tribu eterna 
			cuyos valerosos miembros vivieron sus vidas indefectiblemente 
			honrando el código moral en el cual ellos creían.  
			  
			
			Ese honor es más 
			alto que el que cualquier orden religiosa puede otorgar.   
			  
			
			
  
			Idiotas Salvajes 
			 Se requirieron más de cinco siglos desde la invención de la imprenta 
			para que alguien (excepto quizás Friedrich Nietzsche) describiera 
			exactamente la mecánica de aquel opio de las masas, 
			
			el cristianismo 
			  
			
			Así, dice en el famoso 
			artículo de 1928 (The Jew: Commissary to the 
			Gentiles) de (el escritor judío de origen rumano) 
			
			Marcus Eli Ravage: 
			
				
				"...la gran conspiración que nosotros tramamos a principios de esta 
			Era y que estaba destinada a hacer del credo de una secta judía la 
			religión del mundo occidental.
  "La Reforma no fue diseñada puramente por malicia. Ella nos equiparó 
			con un enemigo antiguo y restauró nuestra Biblia a su lugar de honor 
			en la cristiandad. Las revoluciones republicanas del siglo XVIII nos 
			liberaron de nuestra antiquísima invalidez política y social. 
				 "Ellas nos beneficiaron a nosotros, pero no le hicieron daño a 
			ustedes. Al contrario, ellas prosperaron y los expandieron a 
			ustedes. Ustedes les deben su preeminencia en el mundo.
  "Pero la agitación que llevó al cristianismo a Europa fue 
				-o al 
			menos puede ser fácilmente mostrado que lo fue -planeada y ejecutada 
			por judíos como un acto de venganza contra un gran Estado Gentil. 
				 "Y cuando ustedes hablan de conspiraciones judías, no puedo en el 
			mundo entender por qué ustedes no mencionan la destrucción de Roma y 
			la civilización entera de la Antigüedad concentrada bajo sus 
			banderas, a manos del cristianismo judío". 
			 
			
			Ravage continúa: 
			
				
				"Los historiadores de esa época no nos dejan dudas en cuanto a los 
			objetivos de Roma. Ellos nos dicen que Nerón envió a Vespasiano y a 
			su hijo Tito con órdenes definidas y explícitas de aniquilar 
			Palestina y el cristianismo juntos.
  "Para los romanos, el cristianismo no significaba nada más que 
			judaísmo militante. En cuanto al deseo de Nerón, él tuvo al menos la 
			mitad de ello realizado para él.  
				  
				
				Palestina fue tan completamente 
			aniquilada que ha permanecido como una ruina política hasta este 
			día. Pero el cristianismo no fue tan fácilmente destruido.
  "En efecto, fue sólo después de la caída de Jerusalén que el 
			programa de Pablo se desarrolló al máximo.  
				  
				
				El objetivo era ahora 
			nada menos que humillar a Roma así como ella había humillado a 
			Jerusalén, borrarla del mapa así como ella había borrado a Judea". 
			 
			
			De esta manera, los cristianos combaten en vano contra los magos 
			demoníacos que inventaron el mismo credo que ellos defienden. 
			
				
				"(El) panfleto titulado 
				'Revelación' (Apocalipsis) es, en verdad, 
			una revelación de lo que se trata todo el asombroso asunto. Roma, 
			fantasiosamente denominada Babilonia, es minuciosamente descrita en 
			el lenguaje del odio hirviente (...)  
				  
				
				Un ángel triunfalmente grita: 
				 
				
					
					'¡Babilonia la grande ha caído!'.
					 
				 
				
				Luego sigue un cuadro orgiástico 
			de ruina. Los negocios y la industria y el comercio marítimo están 
			en su final. El arte y la música y 'la voz del novio y de la novia' 
			son silenciados.
  "Los apacibles conquistadores cristianos se revuelcan en la sangre 
			hasta las bridas de sus caballos.  
				
					
					'Alégrate por ella, cielo, y 
			ustedes, santos apóstoles y profetas, porque Dios os ha vengado en 
			ella'. 
				 
				
				"(Juan) cierra su piadosa profecía con una visión de las glorias de 
			la nueva  - es decir, la restaurada - Jerusalén: no cualquier fantasía 
			alegórica sino literalmente Jerusalén, la capital de un gran reino 
			reunido de 'las doce tribus de los hijos de Israel'.
  "¿Podría alguien pedir algo más claro?".
				
				
				(1) 
			 
			
			Cualquier parecido a 
			
			nuestro actual confinamiento mundial por una 
			supuesta enfermedad no más peligrosa que el resfriado común
			salta 
			inmediatamente a la mente.
  El apóstol Saúl/Pablo estaba equivocado. El rezo no lo detiene. 
			Sólo la acción lo detiene, la rebelión contra los opresores y la 
			ruina permanente de su malvado poder.
  ¿Y en qué se ha convertido 
			el Vaticano hoy?
			 
			  
			
			En un bastión de 
			
			perversidad sexual y corrupción política, sacrificando su propia 
			credibilidad para abrazar los valores de 
			
			los banqueros 
			que siguen financiándolo.   
			  
			
			
  
			Aquí Está Vuestro Nuevo Rezo 
			 
			
			Las religiones son el enemigo del 
			conocimiento: 
			
				
				ellas avivan las 
			oscuras llamas de la ignorancia insistiendo en que ellas conocen el 
			final de la historia de la vida que siempre se despliega, congelando 
			así todo el logro intelectual en el nivel de sus absurdas demandas 
			fabricadas por su mitología particular, que inevitablemente son 
			determinadas como ilusorias por la subsecuente e imparcial 
			investigación científica. 
			 
			
			Las religiones son como las vacunas, 
			 
			
				
				prometiendo curar algo que 
			ellas mismas crean... 
			 
			
			Lo mismo sucede también con la 
			invención judía 
			de 
			la psicología.
  Pero en nuestro temor incoherente, que interpone la motivación de 
			nuestro miedo a la muerte en cada acción de nuestras vidas, nosotros 
			como especie no hemos encontrado ningún modo de prescindir de ellas 
			para explicar quiénes somos y por qué hacemos lo que hacemos. 
			 
			  
			
			Para 
			abandonar aquellas formas de considerar las causas potenciales de 
			nuestra muerte, tendríamos que renunciar a la esperanza, y ésa es la 
			única cosa que los humanos que todavía funcionan nunca serán capaces 
			de hacer.
  Así, aquí estamos otra vez, asintiendo a las falsas declaraciones de 
			autoridades poderosas, aun cuando sepamos que ellas están diciendo 
			mentiras, y aunque recordemos que eso es todo lo que ellas han hecho 
			siempre. 
			
				
				¿Qué era lo que usted 
				esperaba ganar de todo esto?  
				  
				
				¿Lo sabe realmente 
				usted? 
			 
			
			
 
  
			Referencias 
			
				
					- 
					
					Edward J. Watts, Hypatia: The Life and Legend of an Ancient 
			Philosopher, New York, Oxford University Press, 2017, pp. XII, 205.   
					 
					- 
					
					Gore Vidal, Julian, novela, 1964.   
					 
					- 
					
					Great Philosophers: Hypatia, por Carl Sagan 
					-
					
					https://oregonstate.edu/instruct/phl201/modules/Philosophers/Hypatia/hypatia.html   
					 
					- 
					
					Marcus Eli Ravage, Commissary to the Gentiles, publicado en la 
			revista The Century, Feb. de 1928, vol. 115, Nº 4, pp. 476-483. -
					
					https //www.webcitation.org/query?url=http://www.geocities.com/alabasters_archive/commissary.html&date=2009-10-25+12:14:32   
					 
					- 
					
					Soraya Field Fiorio, The Killing of Hypatia, Lapham's Quarterly, 
			16 de Enero de 2019 -
					
					https://www.laphamsquarterly.org/roundtable/killing-hypatia 
					 
				 
			 
			
			  
			
			
			
			 
			
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