James Fetzer: Mi invitado especial de hoy es Adrián
Salbuchi, de Argentina, conductor del programa radial de Buenos
Aires "Bienvenidos a la Jungla", y fundador del Movimiento por
la Segunda República Argentina.
Es autor de varios libros sobre
geopolítica que incluyen "El Cerebro del Mundo: la Cara Oculta
de la Globalización" y "Bienvenidos a la Jungla: Dominio y
Supervivencia en el Nuevo Orden Mundial".
Hoy vamos a hablar
sobre los supuestos atentados terroristas en Buenos Aires en
1992 y 1994.
Bienvenido, Adrián, a The Real Deal.
Adrián Salbuchi: Muchas gracias, Jim. Buenas noches a todos y
gracias por invitarme a su programa.
James Fetzer: Para orientar a nuestros oyentes, ¿por qué no nos
da una breve reseña de los dos ataques mortales que tuvieron
lugar en el centro de la ciudad de Buenos Aires, uno en la
embajada de Israel en 1992, y el otro en la sede de la mutual
judía AMIA, en 1994?
Adrián Salbuchi: Aquéllos fueron los dos peores ataques
terroristas con bombas que sufriera Argentina, y tuvieron como
blanco dos edificios específicos ubicados en el centro de Buenos
Aires.
El primero tuvo lugar en Marzo de 1992 y demolió
completamente la sede de la Embajada de Israel, matando a 29
personas. El segundo atentado hizo colapsar de manera similar
las oficinas centrales de la Asociación Mutual Judía AMIA en
Julio de 1994, dejando 86 muertos.
Ambos atentados tomaron a nuestro país por sorpresa, ya que los
argentinos no habíamos visto ataques tan terribles desde los
tiempos en que nuestro país fuera blanco de los movimientos
guerrilleros internacionales en los años '70.
Los argentinos
somos un verdadero crisol de razas que ha logrado reunir a
inmigrantes y grupos étnicos de los más diversos orígenes, que
hoy conviven pacíficamente y casi sin conflicto racial o
religioso alguno.
Ambos ataques tuvieron lugar bajo la administración del
ex-Presidente Carlos Menem, quien estaba estrechamente alineado
con las políticas globales de Estados Unidos (en aquel momento
George H. W. Bush era el Presidente de EE.UU.) y, por extensión,
con las políticas del Estado de Israel y de las organizaciones
sionistas globales.
Notablemente, en ambos casos, el Gobierno y los medios de
difusión inmediatamente echaron la culpa de manera vehemente a
supuestos "grupos terroristas fundamentalistas islámicos" que se
suponía que utilizaron coches-bomba para volar ambos edificios.
A medida que pasaron los años, sin embargo, las supuestas
conexiones con algún "grupo terrorista islámico" se hicieron
cada vez más débiles y crecientemente ambiguas. Ninguno de los
supuestos coches-bomba fue jamás encontrado.
Hoy, esos dos casos
se han transformado en paradigmas de la interferencia
sistemática por parte de una amplia serie de grupos de presión
que han actuado sobre nuestro Gobierno, la Justicia y, a través
de los medios de comunicación, sobre la opinión publica.
Particularmente, tales presiones - extremas en ciertos momentos
- fueron ejercidas por organizaciones sionistas locales y
extranjeras, por medios de difusión locales e internacionales,
por algunas ONGs e "individuos eminentes", cuyas opiniones
tienen mucho peso, y - por último, pero no lo menos importante - por las embajadas de potencias extranjeras, principalmente la de
Estados Unidos y
la del Estado de Israel.
James Fetzer: ¿Cuáles son las diferencias entre la explosión de
la Embajada y la de la AMIA, si es que no fueron idénticas?
Adrián Salbuchi: Bueno; el primer caso relacionado con la
Embajada de Israel ha sufrido una gradual supresión informativa
a medida que el tiempo ha pasado debido a diversas "razones
comprensibles", al menos, desde el punto de vista sionista.
Para
empezar, dado que el objetivo fue la embajada de una potencia
extranjera, comprensiblemente Israel ha tenido una fuerte
influencia sobre las acciones que se tomaron al respecto y sobre
la difusión de la información.
Sin embargo, la pretensión de que el atentado fue causado por un
coche-bomba se desvaneció cuando el Fiscal de Estado y el
tribunal encargado invitaron a inspectores técnicos
especializados de la Academia Nacional de Ingeniería de
Argentina para determinar cuáles fueron las causas que hicieron
que el edificio de la Embajada israelí colapsara.
Su conclusión
fue que la explosión tuvo lugar en el interior del edificio, y
que no fue causada por ningún supuesto coche-bomba.
Para hacer
las cosas peores para los grupos sionistas de presión, un
transeúnte filmó desde varias cuadras de distancia la nube en
forma de hongo que se elevó desde el lugar de la explosión, un
efecto característico que también apuntaba a una explosión
interna.
El edificio de la embajada se encontraba en una zona muy
densamente poblada de la ciudad de Buenos Aires y, aunque la
onda expansiva rompió las ventanas y el yeso de prácticamente
todos los edificios alrededor de la Embajada - volando incluso un
vitral de una iglesia ubicada al otro lado de la calle que
lamentablemente cayó sobre un sacerdote, ocasionándole la
muerte - el único edificio afectado estructuralmente fue la
propia Embajada.
Está claro entonces que, o bien hubo un
coche-bomba que propagó una onda expansiva irrealmente
selectiva, o la explosión tuvo lugar en el interior del edificio
y no hubo ningún coche-bomba.
Hay muchos otros indicios que apuntan a esta conclusión.
Probablemente por esta razón el caso de la Embajada fue
mencionado cada vez menos en los medios de comunicación,
especialmente después de que surgieron fuertes rumores que
indicaban que lo que realmente explotó fue un arsenal que al
parecer los israelíes almacenaban en el sótano del edificio.
En
el momento de la explosión, un grupo de funcionarios del
Gobierno laborista israelí estaba reunido en la sede para
discutir asuntos relacionados con el recientemente iniciado
proceso de paz de la Conferencia de Paz en Madrid, pero
"afortunadamente" abandonaron el edificio justo antes de la
explosión.
Lo mismo ocurrió con el embajador mismo quien,
casualmente, también se retiró de las instalaciones antes de la
explosión.
Una situación muy diferente, sin embargo, ha surgido en torno a
las circunstancias que rodearon al segundo y más mortal ataque
contra el edificio de la AMIA, que siempre ha recibido una
cobertura de altísimo perfil en los medios de comunicación
locales, e incluso entre algunos internacionales hasta el día de
hoy.
En contraste con la Embajada, este edificio albergaba una
organización privada argentina, la AMIA, y su organización
política hermana,
la DAIA [Delegación de Asociaciones Israelitas
Argentinas].
Las personas fallecidas eran todos ciudadanos
argentinos, y la tragedia cayó estrictamente bajo jurisdicción
argentina. Y sin embargo, en el mismo día en que ocurrió la
explosión, el Presidente Carlos Menem solicitó oficialmente la
ayuda de la FBI y de la CIA desde Estados Unidos, y del servicio
de inteligencia Mossad y de las fuerzas armadas de Israel.
En el caos que se produjo ese día entre los escombros, los
ánimos de la policía local se pusieron muy caldeados cuando
agentes de Inteligencia del ejército israelí plantaron una
bandera israelí entre los escombros.
Casi inmediatamente esos
mismos israelíes "afortunadamente" hallaron un fragmento del
supuesto coche-bomba - una camioneta Renault Trafic blanca - que
"afortunadamente" resultó tener el número de serie de
manufactura en él.
Esto hace recordar otros hallazgos altamente
improbables pero "afortunados", como el hallazgo por la FBI del
pasaporte intacto de un supuesto terrorista suicida entre
los
escombros del World Trade Center, ¡justo después del
11-S!
Desde el principio, el caso de la AMIA ha estado plagado de
corrupción, fraude y mentiras, inconsistencias, e incluso
contradicciones flagrantes y crímenes en las más altas esferas.
El caso AMIA ha pasado por siete tribunales federales.
El Poder
Judicial estableció un especial "departamento AMIA" para
albergar literalmente cientos de miles de páginas de
declaraciones, evidencias, informes, investigaciones, estudios,
acusaciones y contraacusaciones, que se han acumulado durante
los más de quince años que han transcurrido desde que ocurrieron
los ataques.
Durante varios años el caso estuvo en el Juzgado Federal
presidido entonces por un juez federal llamado Juan Galeano,
quien era tan débil (si es que no francamente estúpido) que
permitió ser influido y presionado por las organizaciones
sionistas locales - las propias AMIA y DAIA - para que autorizara
el pago de un soborno de 400.000 dólares a un oscuro vendedor de
autos usados llamado Carlos Telleldín, quien habría vendido el
supuesto coche-bomba a supuestos agentes de la organización
Hezbolá, y a cambio acusara a tres oficiales de la Policía de
Buenos Aires de ser la "conexión local" que conduciría
primero a
Siria, luego a Hezbolá, y finalmente a Irán.
El dinero, aquellos 400.000 dólares de soborno, fueron
proporcionados por el entonces presidente de la DAIA, Rubén Beraja, a través de su (hoy quebrado) Banco Mayo.
Beraja
recientemente pasó varios años en la cárcel a causa de la
quiebra fraudulenta de dicho banco.
Pero, para comprender mejor
cómo funcionan estas redes globales de poder, quisiera señalar
que antes de aquello, en 1996, cuando [el ex-gobernador del
Banco de la Reserva Federal -
FED - de EE.UU.] Paul Volcker estableció
una así llamada "Comisión de Personas Eminentes" para
"investigar" cuentas inactivas de judíos en importantes bancos
suizos - a través de las cuales [personas] ellos extrajeron de
aquellos bancos más de 1.250 millones de dólares - Volker eligió
como una de aquellas "personas eminentes" para integrar su
Comisión a ese mismo oscuro personaje, Rubén Beraja.
La corrupción y las maquinaciones se pusieron tan mal que, bajo
el gobierno de Kirchner, se decidió desechar todo y "comenzar
desde cero", lo cual pronto descubriríamos que ello significó
usar a la CIA y al Mossad para fabricar acusaciones falsas
contra Irán.
Ésta es la situación en la que nos encontramos hoy.
James Fetzer: Usted señala que las versiones oficiales sostienen
que ambos ataques fueron realizados con coches-bomba. Pero mi
impresión es que las explosiones fueron exactamente lo
contrario, es decir, que ambas tuvieron lugar desde dentro de
los edificios hacia afuera.
¿Es correcto eso?
Adrián Salbuchi: Eso es lo que dicen los expertos técnicos.
Y,
si aplicamos el sentido común, todos sabemos que cada vez que se
produce algún ataque con coches-bomba reales, siempre se
encuentran grandes partes de los vehículos utilizados por los
terroristas [entre los escombros].
En estos dos ataques, sin
embargo, no se encontró nada de los supuestos vehículos
portadores de bombas, a excepción de pruebas falsas obviamente
plantadas por agentes israelíes, como mencioné anteriormente.
En el caso de la AMIA, el Tribunal le pidió a un perito de la
Gendarmería Nacional que diera una "opinión oficial" sobre el
supuesto coche-bomba, y esa persona, el comandante Osvaldo Laborda, dijo oficialmente que no se hallaron más restos de
dicho coche-bomba,
"debido a que la explosión lo enterró debajo
la entrada del ex-edificio de la AMIA", si usted puede creer
semejante cosa.
Ahora, yo soy un amigo cercano del abogado de la defensa
Juan
Gabriel Labaké, quien representa a dos ciudadanos argentinos de
origen sirio que han sido falsamente acusados de estar
involucrados. (Digo "falsamente" porque, después de 15 años, ni
la más mínima evidencia ha sido presentada contra ellos).
Dado
que el caso contra sus clientes y contra Irán dependen del
hallazgo del supuesto coche bomba, el doctor Labaké
recientemente solicitó al Fiscal Especial del Estado, Alberto Nisman, que ordene excavar hasta cuatro metros debajo de la
entrada del ex-edificio de la AMIA a fin de determinar, de una
vez por todas, si los restos del vehículo existen realmente.
El
Fiscal Nisman rechazó hacer aquello, lo que no es sorprendente
si se considera que él recorre el mundo difundiendo un mensaje
fanáticamente pro-Israel y anti-árabe con respecto al ataque a
la AMIA.
A fines de 2007, por ejemplo, el señor Nisman fue un invitado
especial en la Reunión Anual del Congreso Judío Estadounidense (AJC).
En Marzo de 2009 él hizo una exposición [sobre el caso AMIA] en
la Biblioteca del "Holocausto" en Queensborough en Nueva York.
A
fines de 2008 personalmente presentó un amplio informe sobre el
estado de dicho caso ante la Corte Suprema de Justicia, pero no
de Argentina, como sería de esperar, sino de Israel en Tel-Aviv.
Claramente, el señor Nisman actúa como Fiscal Especial, ¡no en
nombre de Argentina sino del Estado de Israel!
James Fetzer: Posteriormente al ataque a la Embajada, usted
mencionó que una sociedad profesional de ingeniería realizó una
investigación, y determinó que la explosión se produjo desde el
interior [del edificio].
¿Es correcto eso?
Adrián Salbuchi: Sí, la Academia Nacional de Ingenieros de
Argentina llegó a esa conclusión, y cuando el entonces juez de
la Corte Suprema Adolfo Vázquez muy razonablemente aceptó ese
peritaje, él fue reprendido públicamente, e incluso insultado,
por Ram Aviram, entonces embajador de Israel en Argentina.
James Fetzer: Adrián, usted también mencionó que el Mossad
participó en la recolección de información sobre uno o ambos de
estos ataques. Para mi eso resulta simplemente increíble.
¿Cómo
fue que ocurrió?
Adrián Salbuchi: Bueno, el verdadero culpable fue el
ex-Presidente Carlos Menem, quien se rindió ante las presiones
israelíes, sionistas y estadounidenses, y "pidió a Estados
Unidos e Israel" que ayudaran en la investigación, lo que ambas
naciones aceptaron gustosamente.
James Fetzer: Usted explicó que el Mossad incluso produjo una
parte de un vehículo que casualmente resultó que incluía la
placa de identificación del vehículo.
Adrián Salbuchi: Sí, tan improbable como ello suena.
Esta
"evidencia" fue finalmente rechazada por el Tribunal cuando
llegó a ser flagrantemente obvio que había sido plantada en la
escena del crimen.
Luego ellos aparecieron con diversas
otras piezas del supuesto coche-bomba, que, cuando fueron
enviadas a la planta local de la Renault para su verificación,
resultaron pertenecer a dos vehículos diferentes, uno de los
cuales al parecer no tenía instalado el bombeador de
combustible, de modo que ¡difícilmente hubiera podido ir a
alguna parte!
James Fetzer: ¡Qué vergüenza!
¿Cómo manejaron esto los
tribunales argentinos?; ¿o es que hasta los tribunales se
estaban sometiendo a la interferencia estadounidense e israelí?
Adrián Salbuchi: Fue vergonzoso.
Los tribunales se estaban
acomodando a la interferencia de Israel y Estados Unidos. Los
medios de comunicación generaron un gran frenesí en torno a este
caso.
Las organizaciones sionistas organizaron una manifestación
pública tras otra, lloriqueando por "justicia" y pidiendo
"memoria" - no fuera que el mundo olvidara esos ataques, lo que
no se podría aunque lo intentara - y acusaron a la justicia
argentina de ser "inoperante, ineficiente y lenta" cuando ésta
no actuaba de la manera requerida por los objetivos e intereses
sionistas, es decir, aceptando flagrantemente todas las
falsificaciones y mentiras.
El mejor ejemplo de lo que digo es el que ya mencioné acerca del
juez pro-sionista Galeano.
¿Puede usted imaginar a un juez
federal autorizando que a un criminal encarcelado se le pague un
soborno para que incrimine falsamente a la policía local y así
confunda el caso entero?
Y más encima, el dinero para dicho
soborno fue proporcionado por ¡el presidente de la organización
hermana de la AMIA, la DAIA!
James Fetzer: En Argentina muchos ciudadanos creen que el caso
de la AMIA está plagado de corrupción, irregularidades y falsa
información.
Por lo que usted ha dicho, entiendo que éste es
efectivamente el caso.
Adrián Salbuchi: Desafortunadamente.
Pero esto fue a causa de
una combinación muy triste de haber tenido nosotros un Gobierno
débil e instituciones acompañante aún más débiles - especialmente
el sistema judicial argentino - aunado a una prensa cómplice que
de forma sistemática apoya el mensaje sionista y les ayuda a
difundir sus aflicciones en tanto víctimas, a fin de atraer la
simpatía de la opinión pública.
Esto es tan cierto en Argentina
como en la mayoría de los países occidentales.
Hoy, bajo el gobierno de Cristina Fernández, las presiones
sionistas han logrado deformar la política exterior de
Argentina, tanto, que el Gobierno argentino han acusado
formalmente al ex-Presidente iraní Alí Rafsanyani y a siete
miembros clave de su gabinete - que entre paréntesis incluye al
recientemente nombrado ministro de Defensa de Ahmadineyad, Ahmad Vahidi
- sobre falsas acusaciones, de haber financiado y
planificado el ataque a la AMIA a través de Hezbolá.
Todas esas
acusaciones están basadas exclusivamente en falsa información de
Inteligencia proporcionada por la CIA y el Mossad. ¿Puede
alguien creer realmente que estos dos servicios de Inteligencia
son imparciales y objetivos?
Toda esta situación es una farsa.
James Fetzer: Adrián, ¿por qué razón se generaron desde un
comienzo tan improbables "historias oficiales"?
Mi impresión es
que la política estaba afectando las investigaciones; en
realidad, las estaba dominando.
Adrián Salbuchi: Los tribunales argentinos han pasado 15 años
buscando pruebas de una "conexión Irán-Siria-Hezbolá", las que
nunca han sido halladas, por la sencilla pero poderosa razón de
que tal vínculo no existe.
Sin embargo, ambos ataques terroristas se ajustan muy claramente
en su lugar de una manera mucho más lógica cuando se los inserta
dentro del esquema, ya no de una inexistente "conexión iraní",
sino más bien de una muy concreta "conexión israelí".
¿Por qué digo esto?
Bueno, echemos un vistazo a lo que estaba
ocurriendo en Israel a principios de los años '90, cuando
ocurrieron esos ataques. En 1991 vimos comenzar la Conferencia
de Paz de Madrid. En Israel el Partido Laborista claramente
tenía la ventaja, especialmente cuando el general Yitzhak Rabin
se convirtió en Primer Ministro hacia Junio de 1992.
Rabin
parecía haber intentado honestamente alcanzar alguna suerte de
acuerdo mutuo con los palestinos, lo cual, sin embargo, habría
significado la detención y el desmantelamiento de una buena
parte de los asentamientos ilegales establecidos por los
fanáticos fundamentalistas sionistas de ultra-Derecha, que
sostienen que cualquiera que ceda siquiera un centímetro
cuadrado de la "sagrada tierra israelí" es un traidor.
Rabin y su partido Laborista intentaron seguir adelante con el
proceso de paz y, en Septiembre de 1993, vimos a Rabin - aunque
de mala gana - estrecharle la mano a Yaser Arafat, supervisados
por Bill Clinton en el Rose Garden de la Casa Blanca.
Él luego
se acercó a Siria para arreglar los términos de la paz
definitiva con respecto a las Alturas del Golán. Rabin permitió
incluso que Arafat regresara a Palestina después de 27 años de
exilio, lo que tuvo lugar a principios de Julio de 1994.
Para decirlo suavemente, los sionistas de ultra-Derecha se
volvieron locos.
En Febrero de ese año, un judío neoyorquino de
nombre Baruch Goldstein, miembro del
grupo fanático Kach,
irrumpió en una mezquita en Hebrón y ametralló a más de 40
musulmanes que se encontraban orando en el lugar.
"Sorprendentemente" Goldstein había
logrado pasar a través de la "seguridad" israelí ¡sin ningún
problema!
Goldstein fue muerto
a su vez, y desde entonces su tumba en Israel se ha convertido
en un lugar de peregrinaje y culto para los sionistas de
ultra-Derecha.
Observe la secuencia de tiempo:
El 14 de Julio de 1994, justo en
medio del desarrollo de esta insidiosa lucha interna entre los
sionistas y dentro del propio Israel, el edificio de la AMIA fue
volado en pedazos.
La dirigencia de la AMIA en ese entonces era pro-laborista, de modo que aquello fue claramente un "disparo de
advertencia" de la ultra-Derecha sionista contra Rabin y su
Gobierno laborista, para que detuviera las negociaciones de "paz
por territorio" con los palestinos.
Ahora parece que el Primer Ministro Rabin, que era un tipo rudo,
no "entendió el mensaje". Así que, ¿cuándo llega a su punto
culminante toda esta secuencia?
El 4 de Noviembre de 1995 - 16
meses después del ataque a la AMIA - el Primer Ministro Rabin es
asesinado, al estilo John Kennedy, en las calles de Tel-Aviv, no
por un neo-nazi ni por un fundamentalista islámico, sino por un
tal Ygal Amir, un joven estudiante ultra-derechista miembro del
movimiento de los colonos relacionado con el servicio de
seguridad interior Shin Beth, que estaba siendo vigorosamente
reorganizado por Rabin.
Shimon Peres quedó como Primer Ministro durante un tiempo, pero
cuando finalmente se convocó a elecciones, los laboristas fueron
barridos y la Derecha sionista ganó la pugna, cuando Benjamin Netanyahu fue introducido como Primer Ministro en 1997.
La
ultra-Derecha ha estado en el poder desde entonces con Ariel
Sharon, Ehud Olmert, y hoy, una vez más, con Netanyahu.
Estas luchas intestinas entre sionistas tuvieron como uno de sus
episodios más sangrientos los bombazos en la Embajada de Israel
y más tarde en el edificio de la AMIA en Argentina, que eran
percibidos en ese entonces por los ultra-sionistas como un
baluarte del laborismo.
Usted podría preguntar por qué Buenos
Aires.
Muy simple: porque la seguridad pública argentina ha sido
siempre, y aún lo es, muy débil, haciendo así de ambas
operaciones terroristas algo relativamente fácil contra
objetivos argentinos.
Sin embargo, y en forma similar
al 11-S, aunque ellos han
demostrado tener la capacidad técnica para llevar a cabo ataques
bajo "falsa bandera" con (casi) perfección técnica - utilizando
bombas, demoliciones controladas, y todo - son sin embargo
extremadamente negligentes por dejar sus huellas dactilares en
todo el lugar cuando perpetran estos ataques, que han sido
reveladas por las grandes inconsistencias que han resultado
imposibles de explicar.
James Fetzer: Me preocupa lo que usted ha dicho respecto de los
tribunales y los medios de comunicación. No sólo han sido
parciales los tribunales sino que la cobertura noticiosa ha sido
cualquier cosa salvo "justa y equilibrada".
Adrián Salbuchi: El problema con Argentina es que en los últimos
40 años nuestro Estado-Nación se ha erosionado de tal manera que
ha dejado de ser una institución soberana y se ha convertido en
una entidad de Administración Colonial altamente dependiente.
Ahora, ¿cómo se puede esperar que una nación altamente
dependiente como Argentina tenga un "poder judicial
independiente"?
De ninguna manera. Nuestro sistema judicial
cumple las órdenes de aquellas personas que realmente controlan
y dirigen el país, donde una red de poder global de grupos de
expertos (think tanks), ONGs y grupos de presión siempre tienen
la última palabra.
Esta red incluye no sólo a entidades como,
...sino que también la integran,
-
el Consejo Judío
Mundial (WJC)
-
AIPAC (American Israel Public Affairs Committee)
-
la logia masónica B’nai B’rith
-
la Organización Sionista Mundial
(WZO)
-
la ADL (Anti-Defamation League)
-
el Congreso Judío
Estadounidense (AJC),
...entre muchísimas otras.
¡Es esta red de poder la que
realmente manda y le tuerce el brazo a nuestro Gobierno!
El profesor de la Universidad de Harvard Stephen Walt y el
profesor de la Universidad de Chicago John Mearsheimer en su
crucial libro titulado "El Lobby Israelí y la Política Exterior
de Estados Unidos", han mostrado de manera convincente que las
organizaciones sionistas controlan la política exterior de
EE.UU. en Oriente Medio.
Dicha obra ha sido ampliamente admirada
en el extranjero, pero ha recibido escasa atención en el propio
Estados Unidos.
Si este consorcio maneja tal poder sobre EE.UU., ¿se puede
imaginar usted lo que dicha red puede hacer a un país débil como
Argentina?
Naturalmente, la red global de grupos de expertos
también formula lo que
los medios globales de comunicación deben
informar y decir.
Ellos son los que deciden quiénes aparecerán
como los "tipos buenos" y quienes como los "malos" en,
-
CNN
-
Fox News
-
The New York Times
-
Washington Post
-
Financial Times,
...etcétera.
Más aún, ¡ellos son los que deciden
qué es noticia y qué no!
James Fetzer: Estos dos casos ocurrieron bajo el gobierno del
Presidente Carlos Menem. Desde entonces varios Presidentes han
ido y venido. En los últimos seis años y medio, su país ha sido
gobernado por los Kirchner (Néstor y Cristina).
¿Cómo han estado
ellos manejando este caso?
Adrián Salbuchi: ¡De una manera espantosa!
Antes de dejar de ser
Presidente, Néstor Kirchner prácticamente impuso a su esposa,
Cristina, como su sucesora en la presidencia. Antes de eso, ella
había sido una senadora que integraba la comisión investigadora
del ataque contra la AMIA, y ella parece haber forjado una
relación muy estrecha con las organizaciones sionistas.
Un año antes de que cambiaran de lugar entre ellos, el entonces
Presidente Néstor Kirchner, su esposa Cristina y el ministro de
Relaciones Exteriores (entonces y ahora), Jorge Taiana,
sostuvieron una reunión secreta en el Hotel Waldorf-Astoria de
Nueva York el 21 de Septiembre de 2006, con ocho importantes
organizaciones sionistas y pro-Israel, incluyendo al Congreso
Judío Estadounidense, la B’nai B’rith, la ADL y otras.
No sabemos de lo que hablaron porque, como digo, fue una reunión
secreta; sin embargo, un mes después, los Kirchner despacharon
al fiscal especial Alberto Nisman a Estados Unidos, donde éste
se reunió con agentes de la CIA y del Mossad y, a su regreso,
lanzó una acusación formal contra el ex-Gobierno iraní de Ali
Rafsanyani.
El juez de ese caso en ese entonces,
Rodolfo Canicoba Corral, inmediatamente lo complació y aceptó dicha
acusación.
Ésa fue una noticia de primera plana e incentivó al rabino
Israel Singer, director político del Congreso Judío Mundial, a
"felicitar al Gobierno argentino", puesto que la acusación de
Argentina contra Irán,
"confirmaba el compromiso que los Kirchner
asumieron durante aquella reunión secreta".
¿Compromiso?, ¿para
hacer qué?, ¿por qué?, ¿a cambio de qué?.
Yo personalmente escribí cartas abiertas a los Kirchner pidiendo
una respuesta. Naturalmente, ellos nunca ni siquiera
reconocieron haber recibido alguna carta enviada por un
"ciudadano común".
¡Ésa es la "democracia" de Argentina
para uno! Un país donde un Presidente puede cometer toda clase
de maquinaciones traicioneras con potencias extranjeras a plena
luz del día, y donde ¡no hay nada que el "ciudadano común" pueda
hacer para detenerlos!
James Fetzer: ¿Han estado ejerciendo presiones masivas los
grupos influyentes y las organizaciones sionistas (en
Argentina)?
Adrián Salbuchi: Sí. Ellos tienen un poder decisivo, no sólo
sobre la política exterior, como vemos en el caso de la AMIA,
sino sobre nuestros medios de comunicación, banca, Gobierno,
universidades, ONGs, y la vida cultural y social.
Sin embargo,
fuentes judías oficiales indican que hay apenas 200.000 judíos
viviendo en Argentina, sólo el 0,5% de nuestra población de 40
millones de personas.
O ellos son un grupo étnico verdaderamente
superior, lo que explicaría que estén tan fuertemente
sobre-representados en la vida social de Argentina, o tal vez - sólo tal vez
- ellos están abusando de su bien conocida riqueza
económica y apoyo internacional de las organizaciones sionistas
y de la red global de poder a la que me he referido, que está
completamente alineada con los objetivos e intereses sionistas.
James Fetzer: ¿Cuáles son los intereses políticos locales e
internacionales que han estado chocando con estos dos casos
desde que ocurrieron?
Adrián Salbuchi: Creo que debemos ver todo esto como parte del
belicismo de los "halcones" israelíes y estadounidenses, que en
años recientes han puesto descaradamente a Irán en la mira,
donde cada día oímos nuevas amenazas de un ataque militar
unilateral contra esa pacífica nación, la que, por cierto, jamás
ha atacado ni invadido a ningún otro país en tiempos modernos,
algo que difícilmente podemos decir de Estados Unidos e Israel,
a pesar de que John Kennedy había afirmado que EE.UU. jamás
atacaría a otra nación.
Irán no sólo no ha atacado nunca a ninguna otra nación sino que
¡ha sido atacado reiteradamente por "Occidente"!
Por ejemplo,
en 1941 Churchill y Stalin invadieron lo que entonces era Persia
para apoderarse de su petróleo, de manera que ellos pudieran
librar su guerra contra Hitler.
En 1953 el Presidente iraní
democráticamente elegido Mahmud Mossadegh fue derrocado por un
golpe de Estado orquestado por la CIA después de que él
nacionalizara las compañías petroleras extranjeras.
Y, cuando en
1979 Irán finalmente acabó con lo que habían sido empresas
petroleras pro-EE.UU. y pro-Gran Bretaña bajo el Sha Pahlevi,
Estados Unidos armó al "bueno" de entonces, Sadam Hussein, con
armas químicas de destrucción masiva, para que Irak pudiera
emprender una guerra brutal y genocida contra Irán durante 8
años en la década de los '80.
¡Es todo un récord!
James Fetzer: ¿Cuál ha sido la reacción de la comunidad judía en
Argentina frente a estos dos supuestos ataques, que han sido
atribuidos a Irán?
Adrián Salbuchi: Los judíos sionistas locales - y muchos
no-judíos también - han sido histéricamente pro-Israel y anti-Irán
y anti-musulmanes.
Lamentablemente, aunque hay una parte
sustancial de judíos anti-sionistas o no-sionistas en Argentina,
ellos no se atreven a abrir la boca porque saben que si lo
hacen, los grupos sionistas de presión locales - con la AMIA y la DAIA a la cabeza
- inmediatamente los etiquetarán como "malos
judíos".
Hemos estado pidiéndole a la parte sana de la comunidad judía
local que se ponga de pie contra la AMIA, la DAIA y la Embajada
israelí, diciéndoles que ellas NO tienen derecho a decir que
"hablan en nombre de todos los judíos".
Nosotros insistimos en
que deben hablar, y hablar por sí mismos. Como una forma de
auto-preservación. Sin embargo, pareciera que sus ataduras
mentales y sus temores son demasiado fuertes para ser rotos.
En
consecuencia, no puede esperarse mucho de ese segmento de la
comunidad.
James Fetzer: Cuando preguntamos "¿Quién se beneficia?", sabemos
que no es Irán sino otra nación de Oriente Medio, una que tiene
un importante arsenal nuclear pero que nunca ha sido cuestionada
por la ONU.
¿Por qué ocurre eso?
Adrián Salbuchi: Sí. Todos estos acontecimientos, mentiras,
distracciones, confusiones, orientaciones y giros erróneos,
parecen tener un único beneficiario:
el Estado de Israel.
Siempre ha sido así, y eso es extremadamente injusto para
Argentina, donde todos los grupos étnicos y razas conviven
pacíficamente.
Claramente, necesitamos identificar mejor a las
manzanas podridas en nuestro barril.
James Fetzer: Esos eventos me parece que han sido organizados
con el objeto de socavar la cooperación técnica y científica
entre Argentina e Irán en relación al desarrollo de la energía
atómica pacífica. Irán nunca hubiera cometido tales ataques, ya
que ello habría sido contrario a sus propios intereses. Israel
me parece que sería el culpable.
¿Estoy en lo correcto; está
usted de acuerdo?
Adrián Salbuchi: Sí. Efectivamente Argentina siempre estuvo a la
vanguardia en nuestra región en investigación y tecnología
nucleares.
Todo esto se remonta a las astutas políticas del
ex-Presidente Juan Domingo Perón quien, independientemente de
sus errores, siempre tuvo mucho en mente los intereses de la
nación.
Tan pronto como Carlos Menem llegó al poder en 1989, se
inclinó ante la presión de George Bush padre y detuvo el acuerdo
de cooperación en tecnología nuclear que teníamos con Irán en
ese entonces.
Los iraníes mientras tanto parecen haber sido capaces de
reemplazar aquello con tecnología china, rusa e incluso alemana,
de modo que el verdadero perdedor fue Argentina, que perdió a un
leal socio comercial y un aliado estratégico.
La historia
encubridora inventada por la CIA, el Mossad, Israel, la AMIA, la
DAIA, los Kirchner y otros, hubiera hecho que usted creyera que
el Presidente Rafsanyani planeó el ataque contra la AMIA en
venganza porque Argentina interrumpió su acuerdo de cooperación
nuclear.
Todo lo que puedo decirle es que eso
¡es un montón de basura!
James Fetzer: ¿Qué similitudes encuentra usted con otros
ataques, en Estados Unidos
el 11 de Septiembre de 2001, en
Londres el 7 de Julio de 2005 y en Madrid el 11 de Marzo de
2006?
Adrián Salbuchi: Bueno, todos parecen tener la misma "huella
digital", por así decirlo.
Como he dicho anteriormente:
-
Todos esos eventos bajo falsa bandera tuvieron una ejecución
técnica casi perfecta, donde los edificios que ellos querían
destruir y colapsar siempre lo hicieron, lo que refleja un apoyo
y una planificación tecnológica enorme;
-
Pero ellos dejaron "cabos sueltos" que eran imposibles de
explicar, y sus mentiras terminaron evidenciándose notoriamente;
-
Todos tuvieron episodios de siembra de evidencias;
-
La "gente apropiada"
- trabajadores comunes - murió, mientras
que las "personas importantes" - embajadores, altos ejecutivos,
gobernadores, multimillonarios - estuvieron "afortunadamente"
fuera de los edificios en ese momento, y,
-
Finalmente, todos ellos sirvieron para apoyar la "guerra
global contra el terrorismo islámico".
En suma, todos ellos jugaron su parte perfectamente para
satisfacer las necesidades y objetivos circunstanciales de
Israel: todos ellos tuvieron la cobertura mediática "adecuada" y
explicaciones "políticamente correctas" que fueron repetidas
hasta la saciedad.
Sí, ¡los atentados a la AMIA y a la
Embajada de Israel pertenecen a la misma categoría que el 11-S,
el 7 de Julio y Madrid!
James Fetzer: ¿Cómo se insertan estos dos ataques en una
estrategia global más amplia por parte del poder sionista?
Adrián Salbuchi: Como ya lo mencioné, los grupos de presión
sionistas, los grupos influyentes y ciertas ONGs forman parte de
una red sumamente compleja e intrincada de una discreta - no
secreta - Red Global de Poder Privado que parece haber estado
dirigiendo el mundo durante las últimas 6 ó 7 décadas.
Me estoy refiriendo a quienes integran,
...entre muchos otros,
incluyendo también a la AMIA y la DAIA en Argentina.
Es esta red
de poder la que lleva a cabo la planificación a largo plazo para
la élite de poder
del Nuevo Orden Mundial.
Vea usted el caso del CFR, por ejemplo: ellos son unos 4.500
miembros, personas inteligentes de todas las profesiones, todos
dirigidos por un grupo compacto de gente verdaderamente
poderosa:
...y muchísimos otros.
El CFR proporciona la gente clave y los jóvenes talentosos que
integran los directorios y dirigen las principales corporaciones
estadounidenses (las S&P 1000) como directores generales y otros
puestos claves.
Pero ellos también dirigen los principales
bancos, y siempre manejan las agencias multilaterales como
el
FMI, el Banco Mundial y la OMC, y también dirigen el
Banco de la
Reserva Federal.
Cuando digo "dirigen", quiero decir que siempre
hay algún miembro del CFR o la Trilateral a la cabeza.
Pero
ellos también manejan las publicaciones claves de los medios de
comunicación, y determinan los paradigmas "políticamente
correctos" en la vida académica (universidades de la Liga Ivy) y
- quizá lo más importante de todo - ellos están sistemáticamente a
cargo de puestos gubernamentales estratégicos del Poder
ejecutivo, los Departamentos de Estado, Tesoro, Defensa,
la CIA,
la FBI,
la NSA [National Security Agency], las embajadas claves,
los puestos influyentes en el Congreso, etcétera.
Si son
Republicanos o Demócratas, poco importa.
James Fetzer: Ésa es una grave denuncia.
¿Podría explicar el
razonamiento que la sustenta?
Adrián Salbuchi: Permítame explicarle esto de otra manera.
A mí
me gusta la música clásica, y cuando usted va al teatro para
escuchar la Novena Sinfonía "Coral" de Beethoven, por ejemplo,
¿qué vemos? Cien músicos, 4 cantantes solistas y otros 100 en el
coro sobre el escenario. Todos están listos para producir los
sonidos correctos y la música de Beethoven.
Pero antes de que
ellos puedan empezar, aparece un último hombre, que hace una
reverencia, da su espalda a la audiencia y, con su batuta, hace
que la magia de Beethoven suceda.
Él se para en medio de la orquesta y puede oír exactamente cómo
suena todo, y debe asegurarse de que todo suene bien, de la
manera como Beethoven quería que sonara.
Entonces a menudo
sucede que los bronces tocan demasiado fuerte, o los violines
demasiado bajo, o algún cantante puede perderse, pero él, el
director de la orquesta, debe asegurarse de que los primeros
violines, los segundos, las violas, los violonchelos, los
contrabajos, los vientos de madera, los bronces, la percusión,
los solistas y el coro, hagan cada uno lo suyo en el momento
justo, con el volumen adecuado, y todo en perfecta armonía.
Pero el director no hace las cosas a su antojo, ¡no, señor! Él
conduce en base a un pedazo de papel que contiene la partitura
musical de la sinfonía de Beethoven, con instrucciones muy
precisas en cuanto a ritmo, volumen, etc.
En otras palabras, el
conductor dirige exactamente lo que un hombre que murió en 1827
- Ludwig van Beethoven - quería que él dirigiera.
Esta metáfora nos ayuda a comprender el funcionamiento interno
del actual orden mundial: la contraparte de cada instrumento y
cantante son las corporaciones, los bancos, las agencias
multilaterales, las organizaciones, los medios de comunicación,
los puestos gubernamentales, los jefes militares, y así
sucesivamente, que son quienes realmente manejan el mundo.
El
director de la orquesta sería aquí la compacta red de poder
global o el conjunto de los think tanks, lobbies y grupos de
presión.
La partitura musical es el plan a largo plazo de los
verdaderamente poderosos que dirigen este mundo.
Es una
vergüenza que en lugar de producir belleza como lo hacen
Beethoven y nuestros músicos, ellos creen un mundo monstruoso
basado en la violencia, la injusticia, la codicia, la guerra, la
sangre, el sudor y las lágrimas.
James Fetzer: ¿Qué piensa actualmente la opinión pública
argentina acerca de todo esto?
Adrián Salbuchi: ¡Nada! ¡Casi nadie entiende cómo funciona
realmente el mundo! Y no sólo aquí. Lo mismo ocurre en Estados
Unidos, Europa y en casi todas partes.
Por eso es tan importante
despertar a la gente a esta realidad, incluso si tenemos que
hacerlo uno por uno.
James Fetzer: ¿Cuál es el lugar de Argentina dentro del esquema
del "Nuevo Orden Mundial"?
Adrián Salbuchi: Se nos ha asignado un rol de proveedores de
materias primas baratas - energía, minería, alimentos y agua - y
quizá de algunos entrenados y adecuadamente orientados jóvenes
talentosos del Nuevo Orden Mundial para que ayuden a dirigir el
espectáculo por ellos, para que se conviertan en sus bien
pagados administradores.
Por eso Argentina ha sido mantenida artificialmente sub-poblada.
Tenemos el octavo mayor territorio del mundo, y sin embargo
nuestra población es de tan sólo 40 millones de personas.
¡Deberíamos tener entre 140 y 240 millones!
Peor aún: el 80% de
la población está amontonada en un puñado de mega-ciudades:
-
Buenos Aires
-
Córdoba
-
Rosario
-
Tucumán,
...pero especialmente la parte
Sur de Argentina - la Patagonia, rica en petróleo, minería y
agua - se encuentra casi deshabitada.
Los sionistas han puesto los
ojos sobre la Patagonia, tanto la
parte argentina como la chilena, desde hace muchos años, ya que
ellos probablemente planean establecer allí un segundo Estado
judío.
El fundador del sionismo, Theodor Herzl, realmente
menciona esto en su libro "Un Estado Judío", publicado en 1896,
que dio inicio al movimiento sionista. El título de uno de sus
capítulos lo dice todo: se titula "¿Palestina o Argentina?".
Dejo el resto a su informada imaginación.
James Fetzer: Usted ha esbozado un plan para la dominación
global económica y militar.
¿Estoy en lo cierto? Y, si es así,
¿qué podemos hacer al respecto?; ¿a dónde vamos desde aquí?
Adrián Salbuchi: Sí. Ellos tienen como objetivo la creación de
un Gobierno Mundial que va a reemplazar a
la Globalización. La
globalización tiene todas las apariencias de un gobierno
mundial, pero sin embargo es aún informal.
Los cambios
importantes están sobre el horizonte.
"Los acontecimientos venideros proyectan sus sombras hacia
adelante", dijo una vez el dramaturgo alemán Johann von Goethe.
Tener alguna vislumbre de lo que viene es en cierta manera como
armar un rompecabezas, donde a medida que usted une las piezas,
empieza a aparecer una imagen.
Ahora bien, si cuando usted está
haciendo eso aparece la proa de un barco, no tiene que ser un
genio para darse cuenta de que lo que tiene que buscar son las
restantes piezas del barco. Por puro sentido común usted no
buscará la parte de atrás de un tren o de una casa. Sin duda
será un barco.
Cualquier pieza azul probablemente sea cielo, y
entonces las ponemos arriba, y las verdes serán pasto, y
aquéllas las pondremos abajo.
A medida que usted hace eso, la
imagen se hará cada vez más completa. Usted sólo tiene que tener
alrededor del 60% de las piezas en su lugar para tener una idea
de toda la imagen. Se trata del arte de usar el sentido común
para deducir las piezas que están faltando.
Lo mismo ocurre con
este Nuevo Orden Mundial: usted no necesita tener todas las
piezas en su lugar para saber cómo se verá.
Basado en esto, digo que lo que viene será un Gobierno Mundial
público FORMAL, dirigido desde un nivel superior PRIVADO.
Me
imagino que tendrá varios centros especializados clave:
-
Nueva
York (como capital financiera del mundo)
-
Washington DC (como
capital administrativa militar de una fuerza armada mundial)
-
Londres (como la capital política; el "cerebro del mundo" la
llamo yo, ya que siempre lo ha sido)
-
Roma (o más bien
el
Vaticano, como el "centro ecuménico religioso mundial", lo que
explica por qué muchos clérigos decadentes bajo Joseph Ratzinger
están tan ansiosos de integrarse de la manera más "políticamente
correcta" como puedan dentro del Nuevo Orden Mundial)
-
finalmente Jerusalén como la
"capital espiritual" del mundo, donde los sionistas del
Nuevo Orden Mundial pretenden materializar su sueño
milenario de entronizar al "Rey del Mundo"
Esta última parte se vincula con cierta profecía bíblica que
ellos quisieran que se hiciera realidad, la cual los cristianos
sionistas en Estados Unidos relacionan con la "Segunda Venida".
La "prueba" de eso, dicen ellos, es el retorno de los judíos a
Israel. Ahora éstos tienen que (re)construír el Tercer Templo de
Salomón. El problema es que la Mezquita de la Roca, uno de los
santuarios más sagrados del Islam, se encuentra sobre ese sitio.
Me pregunto si no habrá otra bomba en camino allí.
James Fetzer: Adrián, no puedo agradecerle lo suficiente por
venir a este programa para hablar de estos acontecimientos, que,
en mi opinión, arrojan luz sobre una serie de eventos
relacionados en Estados Unidos y otros países.
Debemos
entenderlos si queremos permanecer libres de manipulación por
parte de fuerzas que pretenden controlarnos.