por Kit Knightly
12 Diciembre 2020
del Sitio Web Off-Guardian
traducción de
Adela Kaufmann
Versión
original en ingles
Versión
en italiano
James Corbett
en su último,
"La utopía del ratón y la píldora más negra -
Mouse Utopia and the Blackest Pill",
apunta a quizás
la narrativa de propaganda más insidiosa de todas,
y una que está muy cerca de mi corazón:
Superpoblación...
Este ha sido un error personal mío desde que crecí lo suficiente
para detectar el subtexto, pero mucho antes de que pudiera articular
exactamente por qué:
La omnipresente y destructiva idea de que hay demasiada gente...
Una construcción de propaganda que busca crear desprecio por las
masas de gente común, mientras excusa las prácticas arrogantes e
inhumanas de las instituciones y
las élites.
Estos destructivos sistemas de creencias han pasado a primer plano
durante esta "pandemia", lo que se hizo evidente por el ferviente
entusiasmo con el que tantos retomaron la narrativa.
Un representante de la ONU afirmó que el
Coronavirus era
la Tierra que estaba "enviándonos
un mensaje".
En abril, el South China Morning Post publicó un
artículo titulado:
¿Por qué Covid-19 es un problema de superpoblación humana? ¿Quizás
los humanos son el virus?
Nos han dicho durante casi dos siglos que el planeta está
superpoblado, nunca ha sido cierto.
La idea de que hay demasiada gente (o pronto lo habrá) ha existido
desde que la población mundial era menos de una décima parte de la
actual.
La crisis - la infame "The Population Bomb"
de Paul Ehrlich - aún no se ha materializado, pero,
¿desde cuándo las predicciones fallidas disuadieron el apocalipsis
apocalíptico...?
No es difícil ver el atractivo de la idea.
A nivel institucional, la superpoblación es una gran excusa.
Cuando Thomas
Malthus predijo
la crisis de sobrepoblación a principio del siglo 19, y
afirmó que era inevitable la necesidad de las masas, le entregó a la
clase gobernante una tarjeta de "salir libre de la cárcel".
A medida que la desigualdad aumenta y los niveles de vida
disminuyen, a cualquiera que haga campaña por el cambio o proteste
fuera de los asientos del poder, se le puede decir:
"¡No es culpa nuestra que haya sufrimiento!
¡No es culpa nuestra que haya pobreza!
¡Es tu culpa, te estás reproduciendo demasiado rápido!
¡Simplemente hay demasiada gente!".
En ese sentido, es una mentira que protege a la
clase dominante de
la ira de quienes controlan.
Pero también sirve para otro propósito...
A nivel personal, los miembros "iluminados" de la élite siempre han
estado dispuestos a descartar
grandes franjas de la población como
un excedente de las necesidades.
La idea de superpoblación permite,
-
académica
-
realeza
-
banqueros
... hombres y mujeres que se mantienen por encima de la gente común
basándose en su cerebro, sangre y oro, para predicar asesinatos en
masa mientras ocultan sus divinos y misantrópicos complejos detrás de
la preocupación por el "hombre común", nuestros "futuros hijos", o
"el entorno".
De esta fuente fluye la eugenesia y
los "comedores inútiles" y todas esas malas ideas difundidas por
tecnócratas y multimillonarios, que nunca en mil años se
considerarían parte de este supuesto excedente.
Personas que convencen al mundo de que
son "buenas" camuflando sus insidiosos medios detrás de
supuestamente "fines benéficos"...
Es posible, y fácil, refutar estas ideas intelectualmente.
La producción completa de todas las tierras de cultivo que
utilizamos actualmente es suficiente para alimentar a todas las
personas de este planeta, además
de otros 3 mil millones de personas.
Hay enormes cantidades de recursos sin explotar disponibles para
nosotros, incluidas las personas mismas.
Cada nueva persona nacida podría ser el genio que inventa una forma
de aumentar los rendimientos de los cultivos o aprovechar mejor la
energía geotérmica o
algún otro paso asombroso en la evolución social.
Incluso suponiendo que nos acercáramos a algún tipo de techo de
población puramente hipotético, no habría necesidad de hacer nada al
respecto.
La naturaleza es auto-limitante.
Nos enseñan eso a los 12 años, con diagramas y grandes flechas
verdes...
Cuando hay muchos conejos, hay muchos zorros.
Los zorros se comen a los conejos, los conejos disminuyen.
Menos conejos alimentan a menos zorros.
Menos zorros significa que los conejos se vuelven más numerosos.
Y así el ciclo se repite...
Este ciclo ha mantenido la vida en este planeta durante millones de
años antes que los humanos, y lo hará durante millones de años
después. Tratar de acorralar o controlar la naturaleza se ha
demostrado históricamente que es imposible e innecesario.
Entonces sí, es importante oponerse al mito omnipresente en
un nivel puramente intelectual.
Pero es igualmente importante, quizás más importante, oponerse a él
a nivel filosófico, incluso espiritual.
Aferrarse a la idea de que la vida humana, cualquier vida, puede
reducirse a una cuestión de fría aritmética...
Que los
banqueros o
los miembros
de la realeza o
'científicos' tienen algún tipo de derecho de decidir exactamente
qué personas son necesarias, y quienes simplemente están ocupando
espacio.
De una manera simple:
tenemos que rechazar rotundamente, con toda la voz, la idea de que
algunas personas no importan.
O que las personas en su conjunto son una plaga antinatural que
necesita ser curada.
James Corbett lo expresa
bien cerca del final del video anterior:
No eres un cáncer en este planeta, no eres un comedor inútil.
No necesitamos restricciones drásticas de control sobre la población
humana, tanto literal como metafórica, para hacer el mundo mejor...
Pero el rechazo mejor expresado del sistema de creencias
maltusiano proviene de una fuente muy apropiada, dada la época
del año.
En
Un
cuento de Navidad de
Dickens, Ebenezer Scrooge dice famosamente que si
los pobres son proclives a morir, que,
"mejor lo hagan y así disminuyen la población excedente."
A lo que The Ghost of
Christmas Present ofrece esta punzante reprimenda:
Hombre, si eres hombre de corazón, no inflexible, evita ese malvado
canto hasta que hayas descubierto qué es el excedente y dónde está.
¿Decidirás qué hombres vivirán, qué hombres morirán? Puede ser que,
a la vista del cielo, usted sea más inútil y menos apto para vivir
que millones como el hijo de este pobre hombre.
Y eso, creo, es un buen lugar para dejarte...
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