por Willally

Febrero-Marzo 2018

del Sitio Web RenegadeTribune

traducción de Alonso González de Nájera

13 Agosto 2019

del Sitio Web Editorial-Streicher

 

 

 

En el sitio renegadetribune.com fue publicado en dos partes, en Febrero y Marzo de 2018, un trabajo titulado 'The Dark Side of Jesus' del autor que firma como Willally, del que presentamos aquí en castellano su primera parte.

 

En este interesantísimo estudio se realiza un análisis de la contradicción interna de algunos mensajes de Jesús según quedaron testimoniados en el Nuevo Testamento, de cómo sus consejos son socialmente disociadores, y de cómo sus exhortaciones, a fin de cuentas, trabajan en favor de un sistema económico injusto, o derechamente usurero, como lo demuestra el examen de hechos y dichos del personaje, por todo lo cual el autor de este sugerente texto merece agradecimiento, al hacer ver tal lectura paralela y notar diversos esclarecedores indicios de una oscura y subyacente realidad que no se percibe en la acostumbrada lectura superficial.

 

 

 




"Ahora, pues,

mi padre os cargó con un pesado yugo,

pero yo lo haré más pesado aún;

mi padre os castigó con azotes,

pero yo os castigaré con escorpiones"

1 Reyes 12:11

 



Introducción

Algunas personas dicen que, a pesar de sus defectos, nuestro sistema económico ha creado prosperidad, una prosperidad que de otro modo nunca habría surgido.

 

En realidad, la creación de prosperidad y civilización (cada raza en una forma diferente) es parte de nuestra naturaleza, y éstas pueden tomar expresiones y caminos diferentes, tal como la Evolución.

La única cosa que nuestro sistema económico promueve es el crecimiento, la concentración de la riqueza, y nada más.

 

Cualquier cosa positiva que haya resultado de ese proceso puede ser atribuido con certeza a las fuerzas creativas inherentes en la Naturaleza, y a los humanos como parte de Ella.

Nuestro sistema económico no creó aquellas fuerzas sino que sólo las explotó, tal como explota cualquier otro recurso natural. Nos animó a crecer de prisa como un monstruo, el cual en su locura de expansión no desarrolló miembros apropiados y se hizo no viable, destinado a vivir sólo unos pocos segundos en la escala de tiempo de la historia humana.

 

Este monstruo mal formado está también destruyendo a cada criatura en la Tierra a fin de alimentar su antinatural hambre.

Alrededor de la mitad de nuestro trabajo va sólo a subvencionar a los especuladores monetarios, y si a pesar de recibir sólo la mitad de nuestros ingresos salariales tenemos acceso a comida y a muchas cosas, es sólo porque aquellas cosas han sido artificialmente hechas tan baratas que podemos conseguirlas por menos de la mitad de su verdadero precio.

 

Aquellos precios artificiales no son duraderos porque ellos significan la destrucción definitiva del futuro y la esclavitud de cada vez más personas.

 

A fin de mantener esta fachada de prosperidad estamos consumiendo en sólo unos años toda la verdadera riqueza de este planeta, que de otro modo debería haber durado para siempre.

Después de la Segunda Guerra Mundial los judíos aprendieron la lección de que demasiada opresión económica puede fomentar el nacionalismo racial, y por lo tanto Roosevelt y los otros miembros de su pandilla (como Hitler solía llamarlos) decidieron crear una sobreproducción tan cruel de bienes y explotar la Naturaleza de un modo tan eficiente que los recursos para miles de futuras generaciones estarían disponibles en sólo unos pocos años.

 

Esa sobreproducción haría los bienes tan baratos que la gente en los países occidentales tendría acceso a un estilo de vida decente, a pesar de que la mayor parte de sus ingresos les serían quitados para financiar la usura (tratados de Versalles disfrazados).

El tratado de Versalles nunca fue abolido sino que más bien tomó nuevas formas y se extendió alrededor de todas las naciones.

 

Los economistas ahora confiesan que el tratado de Versalles no tenía nada que ver con reparaciones de guerra, y era simplemente un modo sistemático de arrancar tributos.

 

Esa sistemática exacción de tributos debe ser vista hoy en todos los países Blancos de un modo aún más inteligente que antes de la Segunda Guerra; o como la gente suiza (una de las más prósperas en el mundo) lo diría:

"Ellos nos ordeñan como a las vacas".

En una economía indo-germánica habríamos crecido más lentamente pero habríamos alcanzado una riqueza real, de un modo sostenible que dura para siempre.

 

Habríamos invertido nuestro conocimiento y talentos en la creación de tecnología renovable y no en entretenimientos venenosos y adictivos que nos deshumanizan.

La mayor parte de lo que podemos comprar hoy es inútil, dañino o adictivo...

 

Tener acceso a necesidades elementales como comida, agua o electricidad significa la destrucción de todos los recursos naturales, necesidades que podrían ser fácilmente cubiertas de un modo sostenible con otro sistema económico.

 

Podemos concluir por lo tanto que nuestro sistema económico nos ha hecho más pobres y no más ricos.

 

 


Con este punto de vista, es irónico comprender que una persona pobre e inculta en India que gana su vida separando la basura da un mayor servicio a la Humanidad y crea más belleza y riqueza real por medio de su trabajo que los gerentes superiores de muchas corporaciones, que ganan millones y se graduaron en Harvard.

  • el primero ayuda a la Naturaleza

  • los segundos la destruyen...

Yo iría tan lejos como a decir que, en mi mirada, una persona inculta que separa la basura tiene un trabajo más respetable que el presidente de la Reserva Federal o de Goldman Sachs.

 

¿Qué tiene que ver esto con Jesús?

 

Lo descubriremos en el curso de este artículo...

 

 

 

 

Parte 1

-   Ideología   -
13 Febrero 2018

Versión original en ingles

 

 

A juzgar por los discursos de Jesús, parece casi como que si nadie pudiera decir alguna vez algo negativo sobre él, pero en este artículo quiero mostrarle que detrás de una fachada de benevolencia y altruismo se esconde una clase de personalidad realmente perturbadora.

La primera cosa que el investigador cauteloso nota es que los ideales de Jesús no pueden ser puestos en práctica, y cuando tratamos de ponerlos en práctica ellos fomentan las mismas clases de males que Jesús afirma condenar.

 

Éste es en realidad un extraño fenómeno, y a fin de averiguar la razón de por qué, volveremos a menudo en este artículo a la Naturaleza y a la sabiduría de nuestros antepasados paganos.

La Naturaleza es sanadora, y un buen entendimiento de Ella puede desempeñar el papel de un exorcista.

 

Debemos ser exorcizados, no de un antiguo demonio sino de un ser aún más astuto que había tomado el control de nuestro pensamiento, y su nombre no es Belcebú sino Jesús.

Como un buen punto de partida permítame decirle que la característica más evidente de las enseñanzas de Jesús es su parcialidad.

 

A los ojos de Jesús sólo las emociones positivas son deseables, de manera que cuando seguimos su estilo de vida se espera que nosotros reprimamos una buena mitad de todas nuestras emociones y nuestros pensamientos.

Esa moralidad tullida (¿o debería yo decir: moralidad crucificada?) me recuerda un artículo que leí hace un tiempo sobre la creciente preocupación entre psicólogos en cuanto a los porcentajes de depresión; ellos concluían que en nuestra cultura occidental se espera de cada uno que sea siempre feliz y tenga sólo sentimientos de cariño, optimistas y cálidos, que conducen a una vida social muy superficial.

Una persona que encuentra un problema no es capaz de compartir o expresar correctamente su tristeza o frustración porque aquello perturbaría la armonía artificial que reina entre los "emoticones" que caminan, y es esa vida social superficial, ese sentido de separación y soledad, lo que causa la depresión.

 

Esa clase de superficialidad también se encuentra en el ámbito de las ideas.

 

Nuestra percepción del mundo ha sido limitada a lo racional, relegando a las intuiciones y al sentido común a una esfera separada, la de la "superstición".



El Samaritano Materialista

No exageraríamos si decimos que Jesús es el dios de la separación, porque él aísla partes de nosotros y las pone unas contra otras.

 

Por ejemplo, la caridad es uno de los mensajes más claros en sus discursos, con la orden de dar todo a los pobres y olvidarse de la riqueza mundana.

 

Ahora bien, el problema es que tal actitud no crea una economía justa para cada uno sino que simplemente redistribuye la riqueza sin abordar la razón de por qué en primer lugar la riqueza fue injustamente distribuída.

 

Esa orden se aplica especialmente al rico, el cual, según Jesús, difícilmente entrará en el reino de los cielos (Mateo 19:23-26, Marcos 10:24-27 y Lucas 18:24-27), implicando que el reino de los cielos es un lugar planeado para el proletariado de Marx, como un maravilloso mundo comunista.

Ahora, ¿por qué Jesús espera que nosotros seamos pobres a fin de alcanzar su reino?

 

Los teólogos nos dicen que en el cielo no hay ninguna preocupación por el dinero, por lo tanto tenemos que comenzar aquí a no preocuparnos por ello, y deberíamos más bien sólo preocuparnos por la moralidad, lo que a los ojos de Jesús significa universalismo y dejar de seleccionar en un sentido evolutivo.

Pero incluso admitiendo que el cielo existe y que es como lo han descrito los teólogos, no hay ninguna razón de por qué tener prosperidad material debería estar en enemistad con ello.

 

En realidad, no debería existir una contradicción entre prosperidad y moralidad. Las riquezas tienen asociaciones negativas sólo bajo un sistema económico usurero, donde ellas son injustamente ganadas.

 

En una economía pagana donde cada uno ha ganado justamente, según su esfuerzo, la riqueza no tiene ninguna mala connotación.

 



Economías Contrapuestas

En una economía celto-germánica había bastante para cada uno, y algunos tenían más riqueza quizás porque ellos se preocuparon más por tener una granja más grande, mientras que otros se preocuparon más por tener tiempo libre y trabajaron menos.

 

En cualquier caso, había cooperación en vez de competición, e incluso los aristócratas estaban felices de usar su riqueza para proyectos sociales.

 

Algo similar, pero en una forma más débil, existe todavía hoy en Dinamarca y Noruega, con Dinamarca clasificando cada vez como el país con mayor felicidad a nivel mundial en estudios hechos por sociólogos.

Una clase similar de economía debía ser vista entre la mayoría de las razas (cada una según sus capacidades y sensibilidades) antes de entrar en contacto con las prácticas económicas judías.

 

Muchos antropólogos lamentan el hecho de que esos tipos de economías "humanas" no tuvieron oportunidad de desarrollarse porque ellas fueron sobrepasadas y destruidas por el Capitalismo.

Así, cuando Jesús predica una guerra de clases, queriendo decir que la prosperidad es inmoral, podemos concluir que él tiene en mente un sistema económico usurero.

 

Es casi como si Jesús tuviera la misma mentalidad de escasez que es propia de un especulador monetario usurero, y su supuesta solución a aquel problema fue muy superficial, por decir lo menos, bastante insuficiente y, ante la miseria que provoca, casi insultante, sobre todo cuando consideramos cuán fácilmente habría sido para el "hijo de Dios" sugerir una verdadera solución.

Considerando su carencia de verdaderas soluciones, podemos concluir que a los ojos de Jesús hay sólo dos sistemas económicos posibles:

  1. O cada uno es pobre (Comunismo)

  2. O hay algunas personas muy ricas que reparten caridad, con la gran mayoría siendo pobre (Capitalismo)

Los teólogos tienden a creer que Jesús creía en lo primero, es decir, que Jesús era una especie de comunista, pero ellos no comprenden que el comunismo no puede existir solo, sin el capitalismo.

 

Una sociedad universalista carente de propiedad privada, sin violencia, sin razas, etc., sólo puede ser mantenida en su lugar con un Estado global totalitario compuesto de unos pocos elegidos que mantienen esa antinatural situación.

Alcanzar el Comunismo sin el Capitalismo es tan absurdo como creer que existen granjas en la Naturaleza por sí mismas sin gente que las haya creado y administrado.

 

Esos elegidos que mantienen el Estado comunista también pueden llegar a ser tan poderosos que ellos ya ni siquiera usen dinero para conseguir lo que quieren, pareciéndose aún más al reino de los cielos, donde además de la carencia de propiedad privada y pertenencia racial entre las masas, los elegidos mantienen su poder también sin ya la necesidad de riqueza y sólo por medio de sus perversas afirmaciones morales.

Así, la ironía de las opciones de Jesús es que ellas son realmente la misma en la práctica: una economía donde cada uno es pobre es también una economía donde unos pocos elegidos han secuestrado toda la riqueza; y una vez que la gente es esclavizada como animales de granja ellos ya no tienen que preocuparse por cosas materiales.

Eso es más evidente cuando comprendemos que la gente más rica hoy prefiere entregar caridad y repartir partes de su riqueza a los pobres más bien que cambiar las reglas del juego.

 

Esa clase de comportamiento es realmente necesaria para que sobreviva la usura; si los ricos no hicieran obras de beneficencia, toda la riqueza se concentraría demasiado rápido y conduciría a una revolución, pero cuando ellos entregan limosnas o subvencionan a los pobres de vez en cuando, ellos se aseguran de mantener funcionando el sistema sin que la gente note que hay algo terriblemente incorrecto.

 

Por eso Roosevelt firmó el Nuevo Trato, a fin de combatir el éxito económico de Hitler sin mejorar realmente la suerte del pueblo estadounidense a largo plazo.


* * *


Ahora sumerjámonos más profundo en la mentalidad de escasez de Jesús.

 

En primer lugar, olvidar totalmente las cosas materiales es, mientras estamos vivos, algo imposible, y cualquiera que no entienda eso no puede ser tomado en serio.

 

Tratar de ignorar los aspectos materiales de la vida trae inevitablemente lo opuesto, es decir, Materialismo.

 

Cuando pensamos en ello, es sólo el valorar el esfuerzo que se requirió para crear algo lo que hace que lo cuidemos y hagamos un uso responsable de ello, y que no desperdiciemos nuestros recursos naturales.

Vemos aquí que cuando una economía pagana es desestabilizada por ideales cristianos se producen dos malos extremos que realmente están relacionados el uno con el otro y existen juntos.

 

Aquellos dos extremos,

  • el no preocuparse por cosas materiales (las enseñanzas de Jesús)

  • el materialismo,

...pertenecen realmente al mismo sistema económico usurero, y ambos evitan el enfoque sano, que es reconocer el valor real de un objeto (la carga que representa para el medioambiente, el tiempo que le tomó a alguien crearlo, etc.) y hacer un uso responsable de ello.

 

Sólo aquel reconocimiento nos motivaría para repararlo, compartirlo y conservarlo, a pesar de su viejo aspecto, mientras invertimos nuestro dinero en otras cosas como aprendizaje o relaciones sociales.

En una economía usurera todos los productos son desechables y efímeros a fin de mantener un innecesario crecimiento; y a fin de obtener más ganancias, las corporaciones promueven el descuido en cuanto a los fundamentos materiales de nuestro ecosistema.

 


El Supermercado de Yahvé

Otro aspecto del materialismo de Jesús es el hecho de que cuando él describe a "su padre" (Yahvé, el dios judío) es casi como si él estuviera describiendo al dinero en nuestro sistema económico.

Ahora bien, la mayoría de los teólogos podría protestar aquí que yo estoy extrapolando y que ésta es una falsa interpretación, pero permítame contestar que los valores pueden ser extrapolados sin que pierdan su calidad, y si la descripción que Jesús hace de Dios calza con nuestro moderno sistema económico, entonces o este sistema debe ser el epítome de la bondad, o Dios podría ser una fuente de mal.

En todas sus parábolas Jesús compara a Dios con un rico dueño de propiedad, por ejemplo,

  • con el padre rico en la parábola del "hijo pródigo" (Lucas 15:11-32)

  • con el capitalista indolente en la de "los trabajadores en la viña" (Mateo 20:1-16)

  • con el prestamista usurero en la parábola de los "talentos" (Mateo 25:14-30)...

Tal como el padre de Jesús, es el dinero judío el que afirma liberarnos de las relaciones sociales (para amarnos y cuidar de nosotros individualmente), lo cual nos transforma en personas solitarias desarraigadas e irresponsables, solicitando a cambio nuestra fe ciega a fin de realizar su magia.

Nuestro sistema monetario es caprichoso, es un celoso "Señor de los Ejércitos", que pone sus propias reglas por encima de las leyes de la Naturaleza.

 

Tiene también su propia escatología, exigiendo la unificación de la "Humanidad" en un mercado "libre", a pesar de que eso significa la destrucción de la vida.

 

* * *

 


Esta conexión del padre de Jesús con el capitalismo es más evidente en los milagros de Jesús de transformar el agua en vino o en la multiplicación de los peces y los panes.

Para nuestros antepasados paganos era realmente la conexión entre alimentos, vida y Naturaleza la que hace maravillosos y admirables a todos éstos.

 

Era el hecho de que la comida tenía una historia y una fuente, el hecho de que se tuvo que trabajar por ella, lo que la hacía sagrada. Pero no para Jesús. Para él parece maravilloso crear desde la nada, sin raíces, sin historia ni conexión con la vida.

 

Para él hay un diferencia absoluta e insuperable, casi como una guerra de clases, entre Naturaleza y moralidad judía.

 

Esa actitud me parece una especie de esnobismo, que no existía en nuestras sociedades antes del cristianismo.

 

Lo que Jesús indica con sus milagros es básicamente lo siguiente:

La historia de las cosas no es importante.

 

Cosas como trabajar a fin de conseguir comida, o la necesidad natural de matar para que nos alimentemos, aquellas son preocupaciones prosaicas e inferiores.

 

Sólo la gente primitiva se preocupa por las fuentes de su alimentación (¡por su conexión con la Naturaleza!), de modo que,

"vea cómo creo el vino, el pescado, el pan, etcétera, sin ponerme en contacto con la Naturaleza, sin 'ensuciar' mis manos, sin consecuencias aparentes para el medioambiente o para la realidad; la falta de preocupación me hace carismático.

 

Es admirable ignorar la realidad y las fuerzas de la Naturaleza".

Ese esnobismo, esa indiferencia por el trabajo y falta de conexión con la Naturaleza es la misma actitud que encontramos entre la gente materialista, que sólo se preocupa por el dinero y por las apariencias superficiales, gente que pretende no tener impulsos naturales como defecar o sentir hambre.

 

Es casi como si Jesús estuviera aconsejándonos que nos convirtamos en las despreocupadas muchachas adineradas que encontramos en ciertas modernas series de televisión y películas judías ("Gossip Girl", "Mean Girls").

Algunos teólogos podrían protestar otra vez, diciendo que Jesús hizo eso sin destruir la Naturaleza, pero aquel argumento no suprime el hecho de que él está dando un mal ejemplo.

 

Se espera que nosotros sigamos el ejemplo de Jesús, y cuando Jesús recompensó el descuido de aquella gente con comida fácil, él dio un mal ejemplo, haciéndoles creer que ellos pueden conseguir comida simplemente creyendo, sin trabajar o resolver la fuente de sus problemas económicos.

Demás está decir que una clase similar de esnobismo está presente en todos sus milagros, porque devolver a la gente desde la muerte, curar a alguien de la ceguera (sin que él sepa cómo), o caminar por el agua, no hace ningún verdadero servicio a la sociedad a largo plazo.

Una sociedad se hace mejor en conjunto cuando sus miembros interactúan unos con otros, cuando ellos aprenden sobre la realidad y cuando todos ellos desempeñan sus papeles.

 

Pero Jesús es un transeúnte carismático (piense en una estrella de Hollywood),

él no tiene la intención de vivir y trabajar cada día con aquella gente a la que él ayuda; él no tratará con las consecuencias de sus milagros.

 

Al resucitar a la gente desde la muerte él está cumpliendo un capricho, él está recompensando a gente que no acepta la necesidad de la muerte a fin de crear vida.

Al calmar las aguas él también está haciendo a la gente pensar irresponsablemente, al creer que un deseo humano temporal es más importante que los ciclos de la Naturaleza, que hacen posible la supervivencia de peces y humanos en primer lugar, y finalmente, la curación de una persona ciega sin verdadero esfuerzo y sin una relación social con aquella persona es también una forma de narcisismo sin mérito.

O curamos a las personas usando nuestro propio esfuerzo porque ellas son importantes para nuestra sociedad y nos hacemos cargo de ellas a largo plazo, u olvidamos el asunto.

 

Curar a gente desconocida sin razón, sin esfuerzo, sin darles un lugar en la sociedad, es más cruel para cada uno que dejarlos morir. Y mucho peor es curar a alguien que quizás no es bueno para la sociedad y que supondrá una carga para la comunidad entera.

Y ahora quiero plantear la pregunta:

¿Por qué exactamente es que creer en Jesús hace a la gente preocuparse tanto por el dinero?

Bien, nuestro sistema económico es realmente la única cosa en este mundo que puede multiplicar peces y panes, o transformar el agua en vino, de un modo aparentemente mágico, sin que tengamos necesidad de preocuparnos por el origen, sin notar el sufrimiento de la Naturaleza.

Creer en nuestro dinero usurero en la práctica no es diferente de creer en el padre de Jesús...

Al creer en nuestra economía universalista todos aquellos bienes aparecen en el supermercado en cantidades crueles, y nunca escuchamos el rumor más leve de cómo nuestro planeta y miles de millones de seres sensibles están siendo innecesariamente torturados y exterminados en una manera devastadora en el proceso.

Jesús no hace ninguna referencia en la Biblia a supermercados o a la destrucción de la Naturaleza, pero su actitud sólo puede conducir a tal indolencia si es aprendida por la gente, y él quería que cada humano en la Tierra aprendiera y siguiera su actitud.

 


Inventando al Individuo

Así, vemos que la arrogante demostración de poder por parte de Jesús pone el ejemplo para agotar la vida y destruir un equilibrio natural que se demoró incontables épocas para surgir. Pero ahora analicemos las consecuencias para nosotros los humanos.

Entre nuestros antepasados paganos la gente era valiosa no debido a "Dios" sino más bien debido a su pertenencia a los parientes (raza) o a la familia.

 

Podríamos decir que ésa es la situación natural entre todos los seres sociales, y cualquier otra situación es una aberración.

¿Ha notado usted que desde la conversión al cristianismo todos los líderes en Europa comenzaron a clasificar a la gente no debido a la raza sino más bien debido a la creencia?

Era algo afortunado el hecho de que en aquellos tiempos la creencia concordara todavía de algún modo con la raza, pero el cristianismo robó a nuestros antepasados toda la retórica y todos los argumentos para clasificar a la gente de acuerdo a la raza.

Incluso los judíos fueron perseguidos usando argumentos religiosos siendo que su explotación financiera era la verdadera cuestión (vea "Separation and Its Discontents", de Kevin MacDonald), y las cruzadas contra los musulmanes también fueron justificadas por la creencia, aunque el problema real fuera la raza.

 

Comprendemos aquí que Jesús reemplazó la raza con Dios, y que preparó el terreno para reemplazar cada relación humana con el dinero.

Tal como nuestro sistema económico, el dios cristiano nos aísla de nuestra raza, y cuando Jesús afirma que existimos fuera de nuestras relaciones humanas, él no nos deja ninguna otra opción que derivar el valor de la gente de las transacciones monetarias.

Como los antropólogos han reconocido fácilmente, la característica principal de ser un esclavo es que él ha sido violentamente removido de sus relaciones sociales (de su raza o familia), y careciendo de todas las relaciones de parentesco en la nueva tierra, su vida se hace cuantificable (con dinero).

Tal vez para nosotros esto podría parecer chocante pero para las sociedades del pasado basadas en el parentesco era bastante obvio que la gente podía sacar sus valores sólo de esas dos fuentes (el dinero o la sociedad), y cuando Jesús sugiere que derivemos nuestro valor independientemente de nuestros parientes o nuestra raza, él está nuevamente sugiriendo algo que es imposible seguir sin sufrir terribles consecuencias, y, reiteremos, él podría haber promovido esa idea precisamente debido a las inevitables consecuencias.

No debería sorprendernos en este punto el que la gente que escribió la Biblia fueran los mismos judíos que inventaron el comercio internacional de esclavos, tanto, que el concepto de esclavitud no existía antes de la dominación económica judía de los Imperios griego y posteriormente romano.

 

El término "esclavo" fue acuñado durante el judaizado Imperio romano, y antes de aquellos Imperios cosmopolitas sólo existían formas de servidumbre o vasallaje, que incluían alguna reciprocidad y deberes hacia el siervo.

 

Sólo después de las conquistas germánicas de Europa el feudalismo acabó con la esclavitud total, reflejando visiones paganas de la servidumbre, aunque la esclavitud hizo una reaparición durante el Renacimiento cuando los judíos retornaron a Italia y Europa incorporó la ley romana.

Al principio Jesús aisló nuestro alimento de su fuente (Vida desde la Muerte), declarando a uno de ellos como malo o vil, y poniéndolo en contra del otro, y luego él aisló al individuo de sus relaciones sociales, transformándolo en un recurso "humano" cuantificable.

 


El Problema con el Pecado

Otra parte central de la enseñanza de Jesús es su concepto de pecado y perdón.

 

Entre nuestros antepasados paganos no había ninguna tal perversión como el concepto de pecado. La gente tenía responsabilidades hacia sus prójimos, y la supervivencia de cada uno dependía de seguir los deberes sociales.

 

Cuando alguien actuaba en una forma que arriesgaba el bienestar de la comunidad, él era castigado con el objetivo de hacerle asumir su responsabilidad. Tan simple como eso, sin ningún esoterismo moral.

A juzgar por la famosa sentencia de Jesús:

"El que esté sin pecado que arroje la primera piedra" (Juan 8:7),

...su concepto del pecado es el de una fuerza igualadora.

 

Cada uno es un pecador y por lo tanto nadie está calificado para juzgar ninguna acción en su comunidad; nadie está calificado para decidir lo que él quiere o no quiere en la sociedad.

 

Jesús básicamente está suprimiendo toda la responsabilidad social y todas las leyes que podrían proteger a los estándares sociales de la explotación financiera.

Hay, según él, sólo una clase de delito (pecado) del cual cada uno puede ser hecho culpable independientemente de su impacto sobre la sociedad, y sólo una clase de medida contra ello: ser caritativo y perdonar, lo que en la práctica no significan otra cosa que disgenesia [degeneración en la descendencia] y llegar a ser multicultural.

Así, Jesús el anarquista con su concepto del pecado hace imposible evaluar las acciones de nuestros prójimos o el impacto de ellas sobre nuestra sociedad, porque en su parcialidad y su absolutismo moral, una acción o es buena o mala [*], y no hay nada en medio.

 

La bondad o la maldad de una acción son para él independientes del contexto.


[*] Sólo más tarde la Iglesia intentó hacer una jerarquía de pecados totalmente independiente de las enseñanzas de Jesús.

Como un buen anarquista, a Jesús le disgusta toda clase de jerarquías y diferenciaciones, y por lo tanto podemos suponer que él consideraba iguales todos los pecados.

Sus enseñanzas se parecen a un agujero negro, que absorbe todas las diferencias y diversidad y las comprime en la nada de la unidad e igualdad.


La moralidad no es en realidad la acción sino el contexto social; una acción no existe por sí misma, independientemente de una interacción social, como Jesús quiere que usted crea.

 

Comprendemos aquí cómo Jesús a la moralidad la aísla de las interacciones sociales, a fin de ponerlas en una confrontación.

Para nuestros antepasados paganos no había tal cosa como una acción moralmente cargada independiente del contexto social. Incluso cuando alguien hacía algo egoísta o "malo", él no era contado como una persona "mala" mientras esa acción no causara un gran daño a la sociedad.

Nuestra carencia de acciones malas o nuestra carencia de impulsos egoístas no son lo que nos hace dignos de juzgar a otros sino más bien el hecho de que nuestra comunidad es una extensión de nosotros mismos, y decidir qué tipo de moralidad queremos en nuestra sociedad es tan natural como decidir lo que sucede con nuestros propios cuerpos.

 

Eso funciona realmente muy bien en países racialmente homogéneos:

El profesor Michael Hagerty de la Universidad de California en Davis revisó décadas de investigación internacional acerca de la felicidad y encontró que,

"en su mayor parte, los países mejor evaluados son pequeños y homogéneos".

La gente más feliz son los daneses.

"La gente allí tiene una visión del mundo similar y una religión similar, de modo que es más fácil para ellos comunicarse y entender los motivos de los demás", explica él.

 

"Ellos no tienen problemas de raza, ellos no tienen problemas de crímenes, y tienen libertad política".

Así, a pesar de sus frases, Jesús es incapaz de sentir verdadero amor hacia la gente, porque su ideología del pecado significa que él no ama y acepta a la gente por lo que ellos son realmente, con sus lados derecho e izquierdo, con su lado social y su lado más egoísta.

 

Su propensión a perdonar, que no debería siquiera ser importante, es sólo una señal de su arrogancia.

Nuestras emociones negativas son tan necesarias como las positivas para nuestra supervivencia y felicidad, pero Jesús es incapaz de aceptarlas como una parte natural de nuestra esencia, y al animarnos a reprimirlas él nos deshumaniza y destruye el equilibrio holístico en nuestras almas.

 

Él se parece a una madre cruel que le dice a su niño que es malo tener hambre y que sería mejor para él morir que expresar aquellos sentimientos.

Nuestros antepasados paganos conocían mucha más compasión y amor que Jesús sin jactarse al respecto. Cuando alguien actuaba egoístamente o cometía un error, no había ningún pecado; a largo plazo todo se emparejaría.

Algunos actos de egoísmo contrastaban con otros de gran lealtad y generosidad, y era ese contraste lo que hacía tan hermosas las relaciones entre nuestros antepasados paganos, y nadie nunca pensó en tratar de abolir,

  • la raza

  • la feminidad

  • la sexualidad

  • la libre expresión, etcétera,

...como el cristianismo ha hecho a través de toda la Historia, basado en el pensamiento dualista de Jesús.

 

Eran sólo grupos, que a la larga actuaban siempre egoístamente, los que eran prohibidos de la sociedad.

 

En casos más serios, estaba bien matarlos, porque la preservación artificial de la vida (sin tener en cuenta cuán destructiva y sin sentido se había hecho) no era parte de la moral de ellos.

Una sociedad crea belleza, felicidad y cooperación sólo cuando sus miembros tienen un sano equilibrio de egoísmo y generosidad, de agresión y amor, de fuerzas masculinas y femeninas, de emociones positivas y negativas (¡todo en el contexto correcto!), y cuando ese equilibrio es desestabilizado por demasiada caridad y amor (como el concepto de Jesús del pecado haría inevitablemente), se crean las mismas crueles y malas consecuencias que si promoviéramos sólo el odio y el egoísmo.

¿Podría ser que la promoción del amor ciego y unilateral realmente fomentara el egoísmo y formas extremas de odio?

Creo que este pensamiento nunca cruzó por la mente de Jesús.

En resumen, llegar a ser libre de acciones "pecadoras" NO es de ninguna manera deseable en una sociedad humana, y el concepto de Jesús de evitar el pecado pertenece al mismo modo de pensar de un anarquista consumido por el odio; él es incapaz de amar a las personas por lo que ellas realmente son.

Uno tiene que preguntarse aquí:

¿Cuál es la principal característica de los psicopáticos especuladores de dinero si no su eterna tentativa de liberarse de toda responsabilidad social a la vez que simulan estar actuando moralmente?


* * *


Ahora permítame abordar con alguna mayor profundidad la presunción de Jesús de que los individuos débiles e imperfectos no tienen ningún derecho de juzgar lo que sucede en sus sociedades, siéndonos permitido a nosotros "pecadores" sólo usar el universalismo judío como una guía moral.

La Naturaleza nos muestra que hacer juicios y tomar decisiones en nuestras propias sociedades, a pesar de que nosotros seamos individuos falibles ("pecadores"), es el mejor (y quizá el único) modo de construir una sociedad.

Una sociedad es más que la suma de sus partes, capaz de producir una súper-inteligencia cuando los miembros están relacionados por medio de la raza y una sana moral.

 

Afirmar que sus miembros no tienen ningún derecho moral de decidirlo porque ellos son falibles (pecadores), es como afirmar que las colonias de hormigas, por ejemplo, requieren ser desarrolladas en laboratorios con la ayuda de programas computacionales a fin de prosperar porque las hormigas individuales no son perfectas, y por lo tanto ellas no pueden crear una colonia exitosa sin la intervención de un "ser superior".

 

Las sociedades racialmente homogéneas son capaces de solucionar todos sus problemas morales sin dogmas religiosos a pesar de que los individuos sean falibles.

Vemos aquí que el concepto de Jesús del pecado también está destinado a legitimar la esclavitud totalitaria de nuestras sociedades y la destrucción de toda cohesión social, arrebatándonos el poder sobre nuestras sociedades y dándolo a judíos dueños de bancos.

 

Esa mentalidad es la misma detrás de los especuladores del dinero, que consideran los estándares sociales y las leyes de la preservación de la Naturaleza como matices que interfieren con sus negocios.

De hecho, se ha mostrado que las colonias de hormigas son más inteligentes y resuelven sus problemas de manera mejor que alguna cosa alguna vez inventada por el racionalismo cristiano, tanto que las corporaciones comenzaron a aplicar el comportamiento de las hormigas en su logística para resolver situaciones en las cuales las capacidades humanas y los computadores no estuvieron a la altura de la tarea.

Las colonias de hormigas, las colmenas de abejas o cualquier grupo de animales sociales consisten en individuos falibles con inteligencia limitada, pero de alguna manera ellos alcanzan siempre la mejor decisión, mejor que cualquier cosa que un computador, una organización corporativa o una ideología religiosa podría conseguir alguna vez cada uno por sí mismo.

Como un ejemplo, programadores de computación quisieron resolver un simple problema mental que consistía en averiguar la ruta más corta al visitar muchos países.

 

Cuando el número de países es tan alto como 10, las rutas posibles son tantas que los mejores computadores en el mundo requieren mucho tiempo a fin de comparar y analizar todas las opciones posibles.

 

Eso fue mientras se aplicó nuestro pensamiento occidental basado en el racionalismo cristiano, pero el problema fue fácilmente solucionado al simular el comportamiento de una colonia de hormigas, en otras palabras, el comportamiento de la Naturaleza (The Smart Swarm, de Peter Miller, 2010, cap. 1).

Podríamos decir que el enfoque humano (que desea controlar todos los factores) se parece al concepto de Jesús del pecado, un concepto que es incapaz de resolver siquiera problemas simples, mientras que el método de las hormigas se parece al modo en que una sociedad funciona naturalmente cuando está unida por la raza y sin ideologías universalistas judías.

 

Éste es un concepto importante porque un enjambre es inteligente sólo mientras está unido por la raza. Si llegáramos a introducir hormigas o abejas de raza mezclada, o una religión judía, la colonia degeneraría en la confusión y moriría.

Resumiendo:

con su concepto de evitar el pecado, Jesús está aconsejando una vez más algo imposible de seguir (¡precisamente porque es imposible seguir!) y que tiene consecuencias nefastas, arrebatándonos todo control sobre nuestras propias sociedades y relaciones sociales.

 

Nota:

Creo que éste es el lugar apropiado para abordar el concepto de "teorías de conspiración" en relación a la arrogancia intelectual. Ese término está basado en la misma actitud de Jesús, porque existe la presunción de que la gente no puede saber nada sin el método científico o sin la aprobación del mundo académico dominado por el judío.

Las hormigas siempre encuentran mejores rutas que cualquier grupo de académicos, a pesar de muchas hormigas individuales que cometen errores.

 

Eso es porque los errores se anulan unos a otros, permitiendo a la verdad salir.

 

También las leyes de la estadística dicen que de tantas teorías de conspiración al menos algunas de ellas deben ser verdaderas, y algo que la mayor parte de las teorías de conspiración tienen en común es el papel de los judíos y el hecho de que las élites no representan nuestros mejores intereses.

Por lo tanto podemos demostrar de manera matemática y empírica que algunas teorías de conspiración acerca de la influencia judía deben ser verdaderas.

 


* * *


Y por supuesto, yo no podía escribir sobre el pecado sin aludir a la conexión que existe entre pecado y deuda en nuestro sistema económico.

 

El concepto de Jesús del pecado es, como hemos visto, una fuerza igualadora, y la igualdad puede tener un lado muy cruel. No toda la gente tiene capacidades iguales, ni necesidades ni preferencias iguales.

 

Por lo tanto nuestros antepasados paganos tenían un sistema de relaciones recíprocas basado en el deber y el honor, lo que aseguraba que cada uno fuera tratado según sus necesidades y posibilidades personales. Para nuestros antepasados habría sido inmoral esperar recibir un tratamiento igual de parte de un campesino pobre o de un guerrero noble.

Pero Jesús nos considera a todos nosotros iguales, sin tener en cuenta nuestras capacidades o necesidades (piense en un agujero negro).

 

Un lunático que viviera sólo unos años y no aprendiera nada, que nunca entendiera lo que ocurre en su ambiente, que nunca respondiera exitosamente a un desafío en su vida y que quizás nunca hubiera amado a nadie, iría al cielo si él nunca hubiera protestado contra el universalismo judío, mientras que una persona que amara la Naturaleza, que diera su vida por su gente, que hubiera descubierto los secretos de este universo y nunca hubiera tenido un solo segundo sin desafíos, iría al infierno si hubiese dudado de que los prestamistas que escribieron la Biblia eran santos.

 

Incluso si esta última persona fuera al cielo todavía hablaríamos de un resultado absurdo e injusto en comparación con el lunático.

En el concepto de Jesús de pecado-cielo-e-infierno no hay lugar para un aprendizaje adicional, para tener un desarrollo espiritual más allá de una sola vida, ni lugar para experiencias transcendentales y míticas más allá del bien y el mal, más allá de dogmas limitados.

 

Todo en ello se trata de obediencia o desobediencia a la 'ley judía' y al 'universalismo judío', y es triste ver cuántos cristianos hablan de "sentir a Dios" y de tener acontecimientos o visiones "espirituales", porque eso sólo significa que ellos están prostituyendo su espiritualidad (su conexión con la Naturaleza) estando al servicio de la ley judía.

 

Es casi como una muchacha Blanca muy talentosa que decide prostituirse ella misma con proxenetas judíos a fin de hacerse famosa. Ellos están usando los talentos o la belleza que recibieron de la Naturaleza a fin de hacer más rico al judío.

Esta situación me recuerda la parábola de los trabajadores en la viña (Mateo 20:1-16).

 

Un terrateniente capitalista, que según Judsus se parece a Dios, los contrata para trabajar cantidades diferentes de horas en su viña, pero al final él paga a cada uno la misma cantidad (los que trabajaron muchas horas recibieron el pago de sólo una hora).

La idea es que Dios recompensa a cada uno con lo mismo sin tener en cuenta el momento en que ellos se rindieron al universalismo judío.

 

Cada uno es admitido en el Nuevo Orden Mundial... perdón, en el 'reino de los cielos', sin considerar cuán tarde usted entrega su alma al globalismo... digo, sin tener en cuenta cuán tarde llegó usted a Dios.

Analizando esta parábola un poco más profundamente, esta idea de recompensar a cada uno con lo mismo a pesar de haber contribuido de maneras diferentes es la misma clase de igualdad que Jesús promueve con su concepto del pecado, y esa clase de igualdad sólo es posible cuando las relaciones de parentesco han sido reemplazadas por el dinero.

 

Estar endeudado con el judío, tal como ser pecador, nos hace a todos iguales, y el único modo de evitar la deuda sería diferenciar y separar, exactamente lo que Jesús más detesta.

Ésa es la misma actitud de los bancos, que extraen la deuda sistemáticamente sin saber quién es usted, sin preocuparse de vuestras necesidades especiales o capacidades.

 

En resumen, ésta es otra vez la destrucción de todos los estándares sociales como es típico de los ideales de Jesús.

Esta situación podría parecernos normal hoy, pero para nuestros antepasados paganos una transacción económica dependía totalmente de la relación y era inmoral esperar la misma clase de actitud económica hacia un modesto agricultor como hacia un noble.

Recompensar a cada uno con lo mismo era inmoral para nuestros antepasados porque era la diferenciación la que permitía una sociedad feliz, mientras que la igualdad sólo crearía una infernal opresión totalitaria para cada uno, incluso si fuera anunciada como un reino del cielo.

Algunos teólogos afirman que el pago era suficientemente bueno hasta cinco horas extras de trabajo, y Dios estaba simplemente siendo generoso con el trabajador tardío que trabajó sólo una hora.

 

Pero incluso suponiendo que ése sea el caso, eso no suprime el hecho de que Jesús usa como símbolo del cielo una economía de escasez; él no está preocupado por el hecho de que haya una persona rica que posee todo y que decide de manera arbitraria y totalmente independiente de su sociedad en cuanto al trabajo de sus hombres.

En la lengua proto-germánica, la misma palabra para "pagar una deuda" significaba "curar" y "reparar".

 

Esto nos muestra que el punto central era acerca de sanación o reparación de una relación, algo que no puede ser cuantificado sólo con el dinero.

"...la prohibición medieval contra la usura no provino de la Iglesia sino que más bien fue un fenómeno de la tradición social y económica medieval [¡tradiciones paganas que persistían!] y ello no tuvo nada que ver con el cristianismo y sus enseñanzas, escribió [el famoso economista judío] Ludwig von Mises".

Jesus, der Kapitalist

2012

de Robert Grötzinger, p. 37

Entre los indo-germanos cada uno recibía y contribuía según sus posibilidades y necesidades, y eso estaba basado en relaciones de honor y reciprocidad.

 

Fue sólo Jesús con su concepto del pecado el que igualó todas las relaciones y preparó así el terreno para cuantificarlas con dinero y hacerlas anónimas.

Si aquella parábola (de los trabajadores de la viña) no fuera lo bastante perturbadora, tenemos también la de los talentos [1 talento= 34 kgs. ó 1.000 monedas] (Mateo 25:14-30) donde Jesús no se molesta siquiera en guardar las apariencias.

 

En esa parábola Dios es explícitamente descrito como un usurero que espera de sus seguidores que practiquen la usura también, y el que no cobra suficiente usura o que encuentra eso inmoral, es castigado por Dios, el cual le quita el poco dinero que él tenía (ganado honestamente) y se lo da al sirviente más rico (quien había ganado su riqueza por medio de la especulación deshonesta).

Los teólogos interpretan esa parábola como que Dios nos ordena convertir a otras personas (uno piensa en guerras y persecuciones) a fin de hacer a Dios más rico en creyentes.

 

Si aquella interpretación es correcta, deberíamos preguntarnos:

¿a qué tipo de dios le gusta compararse espiritualmente con un sistema que es destructivo e inmoral en el más literal de los sentidos, sin siquiera notar que hay algo espeluznante en ello?

La monopolización, la persecución, la esclavitud económica, la usura, etcétera, son malas en un nivel económico, pero,

¿Se supone que nosotros debemos creer que ellas son la felicidad cuando las mismas cosas suceden en un nivel divino en el así llamado "cielo"?

 

¿No es la actitud de Yahvé hacia otros dioses un reflejo de la actitud de los judíos hacia otros pueblos?

 

¿Es eso una cosa buena en algún nivel?

 

Nota: el monopolio en el nivel económico significa el monoteísmo en el nivel divino; la esclavitud en el nivel económico significa pecado en el divino, y la usura en el nivel económico significa la persecución y la conversión forzada en el nivel espiritual.

 

"...Siervo malo y perezoso, sabías que cosecho donde no he sembrado y que recojo donde no he aventado; por eso mismo debías haber depositado mi dinero donde los banqueros, y así, al venir yo, hubiera recibido lo mío junto con los intereses [usura].

 

Por lo tanto, quitadle el talento y dádselo al que tiene los diez talentos [al obediente goy], porque al que tiene se le dará y tendrá en abundancia; pero a quien no tiene, aun lo poco que tiene se le quitará.

 

Y al esclavo que no sirve para nada [honesto], échenlo a la oscuridad de afuera. Allí es donde será su llanto y el crujir de sus dientes".

(Mateo 25: 26:30)

El mensaje no podía ser más claro que eso...

 

Dios es aquí un especulador monetario sin escrúpulos, y el lugar donde "habrá llanto y rechinar de dientes" es sólo un eufemismo que significa que,

el judío se asegurará de que usted no reciba misericordia si usted no coopera con las estafas usureras de él en un nivel monetario o espiritual.

La declaración,

"Yo cosecho donde no he sembrado y recojo donde me aventé ninguna semilla",

...es un abierto reconocimiento de que el judío consigue dinero sin trabajar alguna vez por ello.

 

De hecho, ésa es la típica actitud del judío que desdeña el trabajo honesto.

Incluso para los teólogos que tienen un mensaje espiritual, la misma actitud de esclavitud y extorsión sigue siendo la misma pero simplemente toma una dimensión espiritual.

 

Quizás eso significa que Yahvé quiere alimentarse de nuestras almas y que su reino del cielo es una especie de granja "feliz" para las almas.

No sin razón el criado pobre lo llama "un hombre duro".

 

Con aquellas palabras él realmente está acusando a "Dios" de ser un estafador y, así, el amo judío se enfada por esa desobediencia.

En cualquier caso, con esa parábola Jesús está santificando una institución (tasas de interés o usura),

  • que promueve la competición entre miembros de la sociedad que de otro modo se ayudarían mutuamente

  • que crea la escasez artificial

  • que concentra las riquezas en cada vez menos manos y que impone el crecimiento eterno,

...significando esto último no otra cosa que el gasto innecesario de todos los recursos naturales y el criar juntas a todas las razas humanas como animales de granja, en un intento de exprimir el último centavo o recurso restante que no ha sido todavía sorbido por el rapaz judío.

Si esto tiene también un sentido espiritual, eso no salva el caso de Jesús, porque algo que se supone que es bueno en un nivel espiritual no causaría tanto daño en uno económico, y el hecho de que la usura sea destructiva en un nivel económico muestra que en el espiritual es mucho peor.

La desaparición moderna de la clase media por todo el planeta refleja muy bien la situación en la parábola:

el sirviente más rico toma la riqueza del más pobre ("al que tiene poco le será quitado y al que tiene mucho le será dado más").

Pero al final es el dios judío el que saca la mayor ganancia:

incluso la riqueza de los criados ricos es provisoria y a largo plazo su riqueza terminará en las manos de los "elegidos" también.

Si esta interpretación parece demasiado prosaica, bueno pues, aquí hay una espiritual:

En el nivel espiritual esto podría significar que Yahvé destruye la diversidad espiritual tal como la versión economicista de su reino del cielo ha destruido a la mayor parte de las formas vivientes y ha esclavizado a toda la Humanidad.

Para aquellos que todavía creen que el Nuevo Testamento trae un nuevo mensaje del Viejo, permítanme señalar que esta parábola de los talentos es sólo un complemento de la historia de 'José en Egipto'.

 

La Biblia nos dice cómo Judseph fue a Egipto y especuló con los bienes confiados a él (Génesis 47:13-27), tomando toda la propiedad de la gente, dejándolos sin tierras y al final concentrando toda la riqueza en las manos de las élites.

 

Esa pequeña y escalofriante historia fue escrita en el "libro santo" sólo porque el dios judío está orgulloso de desposeer a todas las naciones y crear una guerra de clases entre ellas:

"...Hoy llamaríamos al palacio del faraón, donde José llevó todo el dinero, "el Banco de Egipto" (...) eso llevó a una forzada reducción del dinero circulante y a la caída de precios. (...) la producción agrícola junto con toda otra clase de negocios se estancó.

"Los agricultores, que habían sido dañados de esa manera, tuvieron que limitar su producción, lo que prolongó la hambruna, y todos los granos que José vendió llevaron aún más monedas al palacio del Faraón.

 

De esa manera los precios cayeron aún más hasta que la agricultura egipcia fue [artificialmente] arruinada.

"...Ahora los agricultores estaban desesperados y José compró de ellos la tierra entera de Egipto por el irrisorio precio de pan y semillas.

 

Como José tenía ahora literalmente todo el dinero en sus manos él fue capaz de dictar los precios. (...) y para evitar una revolución, la maliciosa sociedad bancaria "José y el Faraón" consiguió inversionistas de un modo astuto: los sacerdotes se hicieron los únicos dueños privados de los campos.

"Podemos imaginar qué suculento negocio hicieron los sacerdotes, ya que ellos arrendaron a los agricultores sus propias tierras, después de que ellos habían sido dejados en la pobreza. (...) ese sacerdocio era una protección necesaria para la "Compañía Faraón".

 

Aquí tenemos el primer ejemplo conocido en la Historia mundial del capitalismo mostrando su cara.

"...Desde ahí en adelante todos los trabajadores egipcios tuvieron que entregar al faraón un quinto de su cosecha, es decir, un buen 20% [!] de su trabajo".

Fritz Schwarz

Segen und Fluch des Geldes in der Geschichte del Völker

2010, vol. 1, p. 59

El mensaje otra vez es muy claro:

el judío llevó la usura y la guerra de clases al Egipto antiguo.

Muchos eruditos saben que, antes de la llegada de los judíos, los egipcios tenían una economía humana, sin usura, y fue aquella prosperidad la que permitió la construcción de las grandes pirámides.

 

Pero al judío no le gustó eso, y él se aseguró de suprimir aquella "malvada y pagana" prosperidad, que benefició a "demasiada" gente.

Con la llegada de la economía judía (simbolizado por 'la llegada de José') vemos en Egipto,


* * *


Ya está claro que Jesús traza diferentes caminos para la economía y la moralidad, destruyendo la conexión natural entre las dos, y eso pavimenta el camino para nuestra esclavitud.

 

Hacer actos de caridad corresponde, así, al mismo estado mental de obtener usura, y no debería sorprendernos el que tal moralidad sea predicada por un judío globalista...

Uno sólo puede imaginar que uno de los mayores problemas para introducir la moral cristiana entre los germánicos o celtas era que ella no tenía ningún sentido para ellos:

¿Por qué deberíamos nosotros entregar caridad cuando no tenemos ninguna gente pobre en nuestras sociedades?

 

¿Y por qué deberíamos condenar toda la riqueza cuando no conocemos ninguna usura que pudiera distribuir tal riqueza de manera injusta?

 

No preocuparse por cosas materiales ¿realmente no nos haría pobres y dependientes de la esclavitud económica extranjera?

Un diferencia entre la vida económica y la vida moral habría sido impensable para nuestros antepasados paganos, o para cualquier otra sociedad pre-cristiana.

 

Separar la economía de la moralidad, a la vez que se promueve la caridad como un remiendo, no es mejor que separar a un niño de su madre y darle a aquél un caramelo como reparación.

 

O, para usar una metáfora más realista, es como arrebatarle a una familia una niña, criarla como una prostituta y darle drogas y bastante que comer como una "reparación", a la vez que considerar moral dicho proceso.

Esta separación entre economía y moralidad es simbolizada por la escena de Jesús cuando expulsa a los mercaderes desde el templo.

 

Para nuestros ancestros paganos el templo era un lugar de vida comunitaria donde muchos bienes eran redistribuidos entre la gente, un lugar donde las transacciones económicas reforzaban el sentido de pertenencia a la comunidad y de la responsabilidad social.

 

Jesús hace anónima la economía.

Tal como Jesús separó nuestras emociones negativas de las positivas, a fin de poner a unas contra otras, él también separó la economía de la moralidad a fin de permitir que el materialismo prosperara, mientras la gente todavía cree que ellos están actuando moralmente.

No debería sorprendernos por lo tanto el que las modernas teorías económicas fueran desarrolladas por teólogos como Adam Smith o filósofos cristianos con una fe profunda como Emmanuel Kant, inspirados por la actitud de Dios hacia la Humanidad.

Aquí llegamos al final de la primera parte de este escrito, y podemos resumir que,

  • por un lado Jesús nos dice que paguemos la usura a Dios (económica y espiritualmente)

  • por otra parte que no deberíamos preocuparnos por cosas materiales en absoluto...

Estos dos mensajes se complementan uno al otro perfectamente porque los esclavos, del mismo modo que los animales de granja no tienen que preocuparse por cosas materiales...

 

Sólo tiene que preocuparse por el pago de la usura a sus amos en la forma de su trabajo, un trabajo que no los beneficia a ellos mismos sino sólo a un poder externo que siente mucho amor hacia ellos, aunque sea la clase de amor que un hombre siente por su automóvil, impersonal, no basado en consideraciones raciales o en deberes recíprocos.

 

 

 

 

 

 

Parte 2

-   Arquetipos   -
7 Marzo 2018

Versión original en ingles

 

 

Presentamos aquí traducida la segunda parte y final, de Marzo del año pasado, del trabajo titulado 'The Dark Side of Jesus', un estudio que esta vez se centra en un análisis de ciertos mitos, de cómo fueron voluntariosamente tergiversados en la Antigüedad para dar origen a nuevos tipos de sociedades antinaturales, para finalmente el autor dar una visión de cómo se consideran ciertos arquetipos, distintos en un alma sana que en otra que ha albergado el virus del cristianismo, según se plantea aquí.

 

 

"El primero que nació era pelirrojo, todo cubierto de vello, y lo llamaron Esaú.

Luego nació su hermano, agarrado al talón de Esaú con una mano,

y por eso lo llamaron Jacob

[heb. = el que se aferra al talón, suplantador]"

(Génesis 25:25-26).


"Cierto día Jacob preparó un guisado.

Y cuando Esaú volvía del campo, cansado, dijo a Jacob:

—Por favor, invítame a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado.

Por eso fue llamado su nombre Edom [heb. = rojo].

Y Jacob respondió:

—Véndeme primero tu primogenitura.

Entonces Esaú dijo:

—He aquí, estoy a punto de morir; ¿de qué me sirve, pues, la primogenitura?

—Júramelo ahora mismo— insistió Jacob.

Esaú se lo juró, y así le cedió a Jacob sus derechos de hijo mayor.

Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas;

y él comió y bebió, y se levantó y se fue.

Así menospreció Esaú la primogenitura"

(Génesis 25:29-34).


 

 

 



Introducción

Analizando esta cita de apertura tenemos que comprender que no hay gente pelirroja entre las razas semíticas reales. Estamos tratando aquí más bien con una parábola en la cual Esaú representa a la gente Blanca y Jacob representa al judío.

En la mente de los autores del Antiguo Testamento los judíos nacieron a fin de parasitar a los Blancos, como lo simboliza el que Jacob naciera "aferrándose al talón de Esaú".

 

La manera en que esa explotación debería ocurrir es explicada posteriormente y justificada por la forma en que Jacob toma de Esaú sus derechos naturales.

Entre pueblos indo-germánicos era lo habitual para los miembros de la sociedad ayudarse mutuamente y no pedir nada en tiempos de la mayor necesidad. Usted podía confiar en que su propia gente lo ayudaría en las dificultades porque usted sabía que ellos no se aprovecharían de vuestra impotencia.

Esto es más evidente cuando vemos cómo Esau no podía entender por qué su hermano quería tomar de él sus derechos de nacimiento. Tal cosa era totalmente sin precedentes y, para un indo-germánico, no tenía sentido.

El hecho de que un judío y un Blanco sean descritos como hermanos gemelos en esa historia significa que el judío se instalará en sociedades indo-germánicas y fingirá integrarse, simulará ser un hermano de los pelirrojos y aparentará ser uno de ellos.

 

Una vez que los Goyim Blancos creen que el judío es su hermano, el judío abusará de aquella confianza y les arrebatará los derechos naturales.

Además, comprar o vender un derecho de nacimiento es imposible en la práctica y más bien tenemos aquí una metáfora de cómo Jacob transformó la relación de parentesco en una transacción comercial, con Esaú no entendiendo lo que estaba ocurriendo en el proceso.

Aprendemos de esta historia que fue el judío el que transformó la pertenencia natural y las relaciones humanas en contratos artificiales o transacciones comerciales entre los pueblos indo-germánicos.

 

El judío fue también el que destruyó la confianza y la cooperación y las sustituyó por el capitalismo usurero.

 


Mitos de Creación

Ahora bien, esta historia de Jacob y Esaú puede ser considerada como una "Sociogonía" judía, un mito que explica al judío los orígenes de la sociedad "moderna", pero a fin de entender mejor cómo hemos terminado en esta clase de sociedad tenemos que echar una mirada a los mitos de creación.

Como vamos a comprender, el cristianismo no es nada más que una alteración del sentido de la mitología y los valores indo-germánicos, y no soy el primero en comprender que el judaísmo es un cierto tipo de anti-religión, con el cristianismo como su seguidor fiel en aquella tradición.

Todo lo que una vez era sagrado para otros pueblos fue degradado por esta religión que todo lo niega, mientras que los defectos del carácter como el egocentrismo, la cobardía o la indolencia hacia la Naturaleza fueron elevados a un altar santo.

Un buen ejemplo de esta alteración de valores puede ser mostrado por la deformación hecha en la Biblia de nuestro mito indo-germánico de creación.

 

Conocemos la versión nórdica del gigante Ymir siendo cortado a pedazos por los dioses germánicos, quienes crearon nuestro universo con los miembros de él.

Ahora, con el uso de la mitología comparada es posible reconstruir el mito de creación original como fue conocido por los indo-germánicos (basado en "Myth, Cosmos and Society", 2014, de Bruce Lincoln):

Había un ser primordial.
Él fue sacrificado y cortado en trozos.
De su carne surgió la Tierra.
De sus huesos, las montañas y las piedras.
De su (único) ojo, el Sol.
De sus emociones, la Luna.
De su mente, las nubes.
De sus venas y sangre, los ríos.
De su cráneo, la esfera del cielo.
De su aliento, el viento.
De su pelo, los árboles y las plantas.

Paralela a este mito estaba la idea de que nuestros cuerpos humanos son una reorganización de Ymir.

 

Él fue cortado en pedazos y se convirtió en nuestro planeta, pero de este planeta (la Naturaleza) aparecieron los humanos, y las partes de nuestros cuerpos son análogas a las partes del cuerpo de Ymir:

Nuestra carne es como la tierra, nuestro pelo es como los árboles sobre la tierra, nuestras emociones están relacionadas con la Luna, nuestra visión con el Sol, nuestra cabeza con el cielo, etcétera.

Como se hará evidente luego, de todas estas analogías la más importante a tener presente en cuanto a la Biblia es la de que de nuestra carne es análoga a la tierra.

Además de belleza poética, en este mito hay una sabiduría muy profunda dentro de él.

 

Del mito aprendemos que nuestro planeta es como una criatura viva, una visión de la Tierra que no puede ser negada ni siquiera por los ecologistas modernos.

Quién no se asombra cuando este mito refleja, por ejemplo, que el flujo de magma bajo la corteza terrestre o el campo electromagnético de la Tierra y la interconexión de las corrientes marinas, todos trabajan como partes de un sistema viviente, necesarios para que exista la vida.

Otro punto central del mito de Ymir es el temprano reconocimiento de la Segunda Ley de la Termodinámica [la cantidad de entropía o grado de desorden del Universo tiende a aumentar con el tiempo]. La materia pasa de un estado a otro, siendo la vida y la muerte partes de un solo flujo.

 

Por eso Ymir tuvo que ser desmembrado a fin de crear este mundo, porque la vida surge de la muerte y la muerte de la vida.

 


Un Estado Indo-Germánico

De manera bastante sorprendente, este mito está también relacionado con el orden social indo-germánico.

 

Los indo-germánicos tenían una especie de Althing [asamblea o parlamento] supra-regional en el cual diferentes cantones de la misma raza (omnes eiusdem sanguinis populi) se congregaban y realizaban rituales sociales relacionados con el sacrificio de Ymir.

En esos rituales eran divididas partes de un animal sacrificado (representando a Ymir) entre diferentes líderes de clanes diferentes, simbolizando su pertenencia a una forma más grande de Estado, aunque cada cantón fuera separado e independiente.

Un buen remanente de ese ritual es la "parte del campeón" o Curadmír en las leyendas celtas donde los héroes luchan para conseguir la mejor parte de un jabalí, simbolizando un lugar superior en la jerarquía.

 

El aspecto importante es que los diferentes clanes se congregaban cada año (¿en el solsticio de invierno?) y recordaban su ascendencia común y pertenencia racial por medio de ese ritual, antes de separarse otra vez en gobiernos locales.

 


Asamblea del cantón de Glarus, Suiza,

7 de Mayo de 2006


Esos rituales fueron registrados por autores romanos que escribieron acerca de los germánicos (los Semnones) y los primeros latinos (durante sus Feriae Latinae), y de esos reportes nos enteramos de y entendemos los modos indo-germánicos de crear un Estado.

Gente de la misma raza retenía la soberanía local y vivía en comunidades independientes (compuestas por alrededor de 500 personas, según hallazgos arqueológicos en Alemania).

 

En tales pequeñas comunidades la democracia directa era posible, pero ellas también funcionaban como un supra-Estado con otras comunidades de la misma raza, en una organización que se parecía al Estados Unidos inicial:

"[Tarquino] designó el lugar donde [los primeros latinos] haría la asamblea: una alta montaña...

 

Y él estableció leyes según las cuales ellos realizarían asambleas ahí cada año mientras hubiera treguas entre todos ellos (...) y todos conjuntamente realizarían sacrificios (...) a Júpiter Latiaris [Lacial]. (...) Y cada uno recibe su parte asignada del toro que es sacrificado por todos en común".

(Dionisio de Halicarnaso, lib. 4, 49)

 

 

"En un tiempo fijo toda la gente de la misma sangre se congrega para realizar rituales. La buena fortuna de los Semnones se añade a su autoridad. Cien cantones son habitados por ellos, y este gran cuerpo hace que ellos crean que ellos son la cabeza de los Suebos".

(Tácito, Germania, 39)


"Los germánicos celebran en sus canciones antiguas a un dios nacido de la Madre Tierra, Tuisto [literalmente "gemelo", el mismo significado de Ymir]. Su hijo Mannus ["humano"] era el origen de su raza y su fundador.

 

Ellos atribuyen tres hijos a Mannus y de sus nombres ellos llaman a aquellos cercanos al océano Ingaevones [del dios Yngvi: Freyr]; a aquellos que estaban en el medio, Herminones [del dios Jormunr: un sobrenombre de Odín]; y a todo el resto, Istaevonones [de un dios desconocido: Ist]"

(Tácito, Germania, 2)

Vemos que la imagen romana de tribus salvajes absortas en pequeñas peleas sin interés por la civilización no tiene nada que ver con la realidad.

 

Los autores romanos (que tenían poco que ver con sus antepasados latinos) estaban acostumbrados a formas totalitarias de gobierno típicas del multiculturalismo y no entendían que los germánicos prefirieran una coalición de cantones pequeños e independientes unidos por la raza, como fue posteriormente el caso en la Alemania del siglo XIX, la moderna Escandinavia, la Suiza moderna o durante la fase preliminar de Estados Unidos.

La relación natural de ellos era de cooperación y conciencia racial, y podemos concluir que los conflictos posteriores entre "tribus" germánicas o celtas fueron un desarrollo posterior causado por las fuerzas de desestabilización del expansionismo romano en conjunto con el antiguo capitalismo judío.

Sin embargo, la Historia ha demostrado que los países donde la gente tiene más libertad hoy son precisamente aquellos que más se parecen al Estado indo-germánico, mientras que los más despreciables centros de decadencia y pobreza son los herederos de la tradición greco-romana, moldeados a partir de gobiernos centralizados y multiculturales.

En resumen, esta forma indo-germánica del Estado tenía un sentido cósmico, como queda evidenciado por sus rituales.

 

Creo que otro sentido era que las diferentes formas de vida son como distritos independientes que trabajan juntos, aunque ellos retengan su propio espacio.

Como individuo puedo relacionarme con este mundo sólo cuando mi cuerpo retiene su integridad genética, cuando mis genes están protegidos de los de los virus u otros seres, y es sólo por medio de la muerte que renuncio a aquella separación y me hago uno con otros seres.

 

Lo mismo es válido para grupos raciales y especies animales:

una raza está viva cuando retiene su integridad racial y renuncia a ella sólo con la muerte.

En este aspecto, la sexualidad está relacionada con la muerte.

 

Tal como renunciamos a nuestra integridad genética por la muerte, hacemos algo similar en una escala más pequeña cuando compartimos nuestros genes mediante el acto sexual, que es una forma de muerte controlada, y por lo tanto deberíamos ser cautelosos con ello.

Una cantidad controlada de muerte es necesaria para reestructurar las formas prevalecientes (para inyectarles alguna creatividad). Pero demasiada muerte puede ser también destructiva, del mismo modo que demasiada vida.

 

 

 

Como vemos en el diagrama, demasiada muerte representa el caos, mientras que demasiada vida representa formas estáticas. Por lo tanto Belleza y Vida son el equilibrio entre caos y formas estáticas.

 

La Naturaleza evita aquellos dos extremos regenerándose a sí misma y asegurándose de que Ella no sea estática ni que se desintegre en el caos.

Demás está decir que cuando compartimos nuestros genes con otras razas abrimos la puerta de manera demasiado amplia para que la muerte entre en nuestra realidad, y el caos entra como una avalancha que destroza nuestra sociedad en la disonancia y la carencia de forma.

 

A fin de comprender cuánta muerte es necesaria para mantener viva a una sociedad deberíamos comenzar a considerar a la sociedad como un organismo genéticamente coherente en vez de una conglomeración casual de individuos no relacionados.

En resumen,

la Vida es el punto medio entre caos y modelos fijos...

Ambos extremos son estériles, pero la Naturaleza ha manejado un equilibrio entre esas fuerzas, una "ventana de viabilidad", en la cual la vida y la belleza pueden surgir.

 

Durante el acto sexual permitimos un poco de caos a fin de vitalizar nuestras formas fijas.

 

También la Naturaleza inventó la conciencia racial a fin de mostrarnos cuán grande debe ser la "puerta a la muerte" a fin de no desintegrarse.

 



Alteración de los Valores

Ahora volvamos a la reelaboración semítica de nuestro mito de creación.

 

Aprendemos de la Biblia que Yahvé creó al hombre de la arcilla. Esa mención de la arcilla fue obviamente tomada de mitos paganos en referencia a la tierra como análoga a nuestra carne, pero en la Biblia el sentido de la metáfora fue puesto al revés.

En primer lugar, los eruditos han notado que la arcilla (en vez de la pura tierra) fue usada por los pueblos semíticos como una palabra denigratoria.

 

Para esa gente la arcilla era una forma "vil" de tierra.

Ahora bien, eso podría parecer extraño a primera vista:

¿por qué alguien haría juicios de valor con respecto al elemento tierra?

Pero esa clase de odio contra la Naturaleza es ya característico del Antiguo Testamento, donde hay animales "puros" e "impuros", etcétera.

Vemos que en vez de que la tierra simbolice nuestra libertad como parte legítima de la Naturaleza, esa metáfora es distorsionada en la Biblia para describir al hombre como un vasallo de Dios, creado independiente de la Naturaleza.

En vez de que la Naturaleza y "Dios" sean dos manifestaciones de la misma cosa, Dios se convierte en un ser ensimismado y tiránico que no necesita nada de nadie, y la Naturaleza es creada como una ocurrencia posterior.

 

En vez de ser la creación un acontecimiento cíclico, ese dios semítico lamenta "su" propio trabajo y lo hace lineal.

Es importante comprender que una visión cíclica de la Naturaleza es totalmente incompatible con una economía usurera, mientras que la idea de que la creación es lineal y que fue realizada por un dios independiente conduce inevitablemente a una actitud usurera en nuestra vida económica.

Esto es así porque en la Naturaleza nada dura para siempre, todo debe pudrirse, decaer y volver a la tierra (tal como Ymir); por lo tanto la idea de acumular riqueza, que nunca decae sino que más bien aumenta, más inútil es para la sociedad y no tiene sentido allí.

Siempre que alguien tiene mucho de algo, el mejor uso o destino es compartirlo con su gente antes de que ello decaiga, y vuestra gente ciertamente le devolverá a usted más tarde el favor con alguna otra cosa.

 

Es sólo la creencia de que como individuos fuimos creados separados de nuestros compañeros de raza y que la vida sigue un camino lineal (que no retorna a la Naturaleza) lo que moralmente justifica la usura.

 

 


Una Filosofía que Lamenta la Vida

Que el dios hebreo se arrepiente a menudo de su creación y le gusta destruirla está atestiguado extensamente en el Antiguo Testamento (como en la historia de Sodoma y Gomorra o en el Diluvio de Noé, etc.) y es ratificado más tarde por el libro del Apocalipsis en el "Nuevo" Testamento.

 

Ese deplorar la Belleza de la vida debe ser encontrado en filosofías por todo el Mundo Antiguo, siempre que una sociedad ya ha entrado en contacto económico con el judaísmo internacional.

Entre pensadores griegos como Heráclito nada era más abominable que el sacrificio:

"Se purifican en vano con sangre, estando manchados", frag. 5,

...y porque la creación de vida requiere el sacrificio, la vida misma era impura a los ojos de él.

 

También en la India budista el objetivo es alcanzar la nada del Nirvana, presuponiendo que la vida misma crea el karma (pecado), que debe ser evitado.

También la religión Zoroastriana introdujo un pensamiento similar al de Heráclito, en el cual el sacrificio de un toro primordial (¿Ymir?) era interpretado como la entrada del mal en este mundo. Para esa religión dualista el sacrificio era igualmente una especie de pecado original.

Tal pensamiento dualista es la marca de la esclavitud espiritual, porque la vida sin sacrificios (en cada nivel) es perversa y arbitraria. Nunca he encontrado a una persona que evite toda clase de sacrificios y que sin embargo sea sabia o moral de algún modo.

 

No veo cómo la inconstancia y el hedonismo implicados en aquella actitud pueden conducir al progreso espiritual.

Esa renuncia a la vida, esa pereza espiritual, debe ser encontrada también en el pacifismo de Jesús, cuando él declara al mundo entero como pecador, mientras se recuesta en su auto-lástima e indignación.

 

Sólo victimizándose puede él justificar sus irracionales visiones de la naturaleza humana.

Esa clase de personas no está satisfecha hasta que ellos se hayan convertido en mártires, y aun cuando la sociedad no tiene nada contra ellos, ellos tratarán de desafiarla de cada modo posible, hasta que la sociedad les dé de mala gana lo que ellos querían:

una corona de espinas, que justifica su lucha eterna contra todas las obligaciones sociales.


* * *


Demasiada vida no puede en la praxis ser distinguida de demasiada muerte.

 

Ahora bien, ese antinatural deplorar la vida encuentra tierra fértil en las sociedades multiculturales, donde la gente conduce existencias materialistas y aisladas, y su necesidad de una verdadera conexión con otra gente permanece insatisfecha.

 

Ellos creen que pueden compensar aquella insatisfacción con la vida eterna, o más a menudo ellos pierden el deseo de vivir.

A fin de entender qué tipo de gente adopta esas filosofías y por qué, podemos echar un vistazo a las corporaciones de productos alimenticios.

 

Sus científicos se jactan de haber creado clases de animales de tipo Frankenstein, como pavos con un pecho tan grande que ya no pueden copular, o gallos tan desnaturalizados que ya no sienten ninguna atracción sexual por las gallinas, etcétera.

Esos animales Frankenstein fueron desarrollados por un mercado voraz a fin de maximizar las ganancias, y aquí deberíamos preguntarnos:

¿no es la gente de raza mezclada la versión humana de esa clase de animales?

 

¿no fueron ellos criados también por el mercado a fin de hacer más eficiente la explotación humana?

 

la gente de raza mezclada ¿no está también siendo criada para que tenga un instinto sexual anti-natural y capacidades sociales y mentales obstruidas?


* * *


Así, una alteración judía de valores puede ser descubierta ya antes de la invención del cristianismo, y el ejemplo más cercano es el Zoroastrismo.

 

Zoroastro o Zaratustra nunca existió como un ser humano, sino que más bien fue una fachada religiosa para la influencia económica judía en la antigua Persia.

Los judíos tenían ya en ese entonces una red mundial de usura, y su presencia en la Persia Antigua está bien documentada por la arqueología y por escritores antiguos.

La religión Zoroastriana estaba tan obsesionada con dualismos que además de tener animales "puros" e "impuros", declaraba que había palabras "puras" e "impuras".

 

No estamos hablando aquí de palabras argóticas u obscenas sino que más bien las palabras "impuras" en cuestión eran sinónimos bastante normales de origen indo-germánico usados por el pueblo común.

 

El objetivo de esa nueva anti-religión era aparentemente suprimir una vez más las tradiciones indo-germánicas.

Un buen ejemplo es la palabra "daeva".

 

Ésa es una palabra indoeuropea que significaba originalmente "dios", que fue invertida en su significado por esa ideología que todo lo niega y que todo lo rechaza para señalar a un ser malvado:

"Daeva (daēuua, daāua, daēva) es un término del lenguaje avéstico para una clase particular de entidad sobrenatural con características desagradables.

 

En los Gathas, los textos más antiguos del canon Zoroastriano, los daevas son "dioses incorrectos", "dioses falsos" o "dioses que son (para ser) rechazados".

 

Daēuua o daēva, del antiguo avéstico, se deriva del antiguo iranio daiva, que a su vez se deriva del indo-iranio daivá, "dios", que refleja al proto-indoeuropeo deywós, con el mismo significado.

 

Para derivados en un contexto europeo, véase Dyeus [germánico Tiwaz, antiguo nórdico Týr]"

(Wikipedia, Daeva: https://en.wikipedia.org/wiki/Daeva).




Antiguos Centros de Estudios

Y éste es el punto donde volvemos a Judsus.

 

Como quedará claro, la pasión de Cristo es simplemente una versión terrenal de nuestro mito de creación indo-germánico, donde Jesús se sacrifica por la Humanidad al igual que Ymir fue sacrificado para la creación de la Naturaleza.

Aquí el sentido fue invertido, por supuesto.

Mientras que el sacrificio de Ymir estaba destinado para que aceptemos la muerte y nos conectemos con la Naturaleza, el sacrificio de Jesús estaba destinado a abolir la Selección Natural y elevar la impotencia del individualismo a un estilo de vida.

¿Recuerda usted la ventana de viabilidad en la cual la vida surge de entre el caos y las formas fijas?

 

Vemos que Jesús se aferra a formas fijas por medio de su individualismo y su rechazo de la selección natural, y eso está, por supuesto, fuera de la ventana de viabilidad.

 

De ahí que una religión que sobrestima las vidas individuales no puede ser separada de una religión nihilista que destruye la vida en general.

Esa intención de invertir el mito de Ymir es más evidente cuando comprendemos que Ymir quiere decir "gemelo" en antiguo nórdico y que él es análogo al dios germánico Tuistos, que también significa "gemelo".

 

Quizás algunos de ustedes ya saben que hay una tradición cristiana que dice que Jesús tenía un hermano gemelo ("thoma", como en el apóstol Tomás, es la palabra semítica para "gemelo").

Me parece que Jesús fue inventado por los 'Esenios' a fin de específicamente infiltrarse en religiones indo-germánicas, del mismo modo que un parásito se especializa para un anfitrión específico.

 

Por lo visto los Esenios tenían una especie de antiguo centro de estudios en Qumrán, donde ellos experimentaron con Evangelios y desarrollaron una historia conveniente para apuntar a tradiciones indo-germánicas.

Podemos incluso seguir su proceso de creación cuando, por ejemplo, una copia de un texto pagano fue encontrada junto con un evangelio cristiano, y las palabras de la divinidad pagana estaban siendo copiadas y puestas en la boca de Jesús usando un contexto falso.

Esos escritores del Evangelio estaban fabricando contextos universalistas para la sabiduría pagana a fin de infiltrarse en ella y dar a su universalismo un tono más profundo y más familiar, digerible para los Goyim.


* * *


Podríamos afirmar que para los indo-germánicos fue la Naturaleza quien nos creó, y nuestra sociedad tenía un aspecto sagrado porque era un reflejo de Ella.

Este mundo debe su existencia a Ymir (la Naturaleza), tal como nosotros los humanos debemos nuestra existencia a nuestra raza como una manifestación de la Naturaleza, pero Judsus intentó con su pasión sustituir eso.

 

Jesús invirtió el sacrificio de Ymir en un nivel social, en la tierra, como un modo de destruir todos los lazos y deberes sociales, y reemplazarlos por la Ley judía, del mismo modo que el mito de creación en el Génesis está destinado a destruir nuestros deberes y nexos con la Naturaleza.

El círculo fue cerrado:

Yahvé se infiltró en la Naturaleza mientras que Judsus se infiltró en nuestro orden social.

¿Quién dijo que Jesús quería suprimir la Ley de Moisés?

 

Él simplemente la perfeccionó y completó.

"No penséis que he venido a abolir la ley de Moisés o la palabra de los profetas: yo no he venido a abolirlas, sino a cumplirlas".

Mateo 5:17


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Para cualquiera que rechace ver una conexión entre el cristianismo y nuestro sistema económico, permítame decir esto:

no estoy afirmando que el cristianismo sea un sistema económico, sino más bien que es como el ADN del capitalismo judío y del multiculturalismo.

Cuando vemos nuestro código de ADN, él no se parece a nuestros cuerpos en absoluto; lo mismo es válido para una semilla que no se parece al árbol ya crecido.

 

Es sólo cuando aquel ADN es traducido en formas físicas que vemos para qué ha sido codificado.

 

Del mismo modo, nuestras sociedades comenzaron a crear instituciones universalistas y sistemas económicos usureros tan pronto como adoptaron el cristianismo.

Jesús predica que sólo practicando la moral cristianas en la Tierra podemos conseguir la salvación después de la muerte, y aquello a lo único que puede conducir es a la implementación de esa moral en instituciones sociales. Es tan lógico como esto.

 

Por eso es absurdo el argumento favorito de la mayoría de los teólogos, que afirman que Jesús nunca tuvo la intención de crear el cielo en la tierra.

 

Usted no puede seguir la moral de él sin crear instituciones cristianas (porque somos animales sociales).

En anteriores artículos yo no pude determinar si el cristianismo era una especie de VIH moral o alguna especie de cáncer (en el sentido de un tumor exponencialmente creciente), hasta que comprendí lo que ambos tienen en común: el ADN.

 

Sí, el cristianismo es el código genético de una esclavitud capitalista, que funciona como ingeniería inversa en nuestras sociedades.

  • su genotipo (ADN) es la moral de Jesús

  • su fenotipo (manifestación corporal) es un planeta robótico y carente de vida...

 



Arquetipos

A fin de analizar las repercusiones de esta alteración de valores en la psique humana, veamos ahora la psicología de los arquetipos.

La psicología de arquetipos es el movimiento psicológico fundado por Carl Gustav Jung como una alternativa aria a la psicología de auto-odio de aquel degenerado sexual llamado Sigmund Freud.

 

Como una preparación para nuestro análisis me gustaría mostrar en términos simples de qué se trata la más reciente psicología de arquetipos:

  • Hay 5 aspectos del alma humana que son llamados arquetipos.

  • Cada uno corresponde a un extremo del cuerpo (cabeza, dos brazos y dos piernas).

  • Bastante sorprendentemente cada arquetipo calza perfectamente con personajes de la mitología pagana; por ejemplo, el guerrero, el rey, el amante, el mago, etc.

  • Un alma sana es la que tiene todos sus arquetipos activos y en equilibrio.

  • Siempre que un arquetipo está siendo reprimido, eso produce dos sombras de sí mismo, dos extremos que están conectados entre sí por el miedo.

  • Una de esas sombras es masculina, y la otra, femenina.

Como un ejemplo, cuando el arquetipo del Amante, que representa la sexualidad, está siendo reprimido, eso produce dos sombras:

  1. Una sombra masculina de estéril abstinencia y una noción patológica del contacto sexual como pecaminoso.

  2. Una sombra femenina de prácticas sexuales indiscriminadas y adictivas en formas perversas.

Esos dos extremos evitan una sexualidad sana y libre de temor en la cual la persona está satisfecha.

 

Esos extremos son realmente dos expresiones de la misma actitud hacia la sexualidad, y la persona afectada puede oscilar entre los dos durante su vida.

 

En resumen, ambos extremos pertenecen a la misma mentalidad.

Comprendemos aquí que dualismos como,

bien y mal, cielo e infierno, amor y odio, creencia ciega y herejía, vida y muerte, comunismo y capitalismo, socialismo y nacionalismo, individualismo y universalismo, imperialismo y pacifismo, etcétera,

...todos ellos son parte de un estado mental enfermo dominado por el miedo, y sabemos que Yahvé es el dios del miedo, mientras que el cristianismo fue el Terror Rojo [bolchevique] de la Antigüedad.

Lo que esos dualismos tienen en común es que todos ellos evitan un enfoque holístico, como fuera común entre las religiones paganas.

 

Ellos son aspectos de nosotros mismos que han sido aislados por el temor y están siendo puestos unos contra otros a fin de esclavizarnos

"No comprenden cómo lo divergente converge consigo mismo; armonía de tensiones opuestas, como la del arco y la lira" (Heráclito, frag. 51)

Aquí una revisión de sólo unos ejemplos:

  • Vida vs. Muerte: Para una raza que está en contacto con la Naturaleza, la vida no es el enemigo de la muerte sino que más bien una debería estar en equilibrio con la otra.

  • Bien vs. Mal: Para nuestros antepasados paganos el Bien no existía como una objetividad aislada sino que debía ser encontrado en una proporción integrada, cuando tenemos "bueno" y "malo".

  • Pacifismo vs. Violencia: En realidad, la paz sólo puede ser mantenida por la disposición a defenderla con la violencia, y una paz no cuestionada es tan destructiva como una guerra duradera.

  • Individualismo vs. Universalismo: La ideología de ser cosmopolita (literalmente "ciudadano del universo") surgió por primera vez en Imperios financieramente esclavizados, como el griego y más tarde el romano. Sólo una identidad racial es el saludable punto medio entre esos destructivos extremos de universalismo e individualismo. Son realmente las sociedades individualistas y divididas las que son presas fáciles de la esclavitud totalitaria.

  • Creencia vs. Razón: Creer en un dios creador hace superfluo el estudio de la Naturaleza, mientras que considerar a la Naturaleza como sagrada estimula la exploración de sus leyes y el desarrollo de la ciencia. Esto nos muestra que sólo la Naturaleza puede integrar la creencia y la razón, a diferencia de la creencia ciega en un dios racionalista que es el enemigo de la vida terrenal.

  • Socialismo vs. Nacionalismo: Como Hitler correctamente comprendió, Socialismo y Nacionalismo son impotentes cuando ellos "marchan por separado", y sólo cuando están unidos son ellos de algún modo útiles.

  • Comunismo vs. Capitalismo: Como mostré en mi artículo "Por Qué Comunismo y Capitalismo Son Realmente lo Mismo", Comunismo y Capitalismo son en la práctica la misma pesadilla porque ambos evitan una economía sana, donde la gente puede cooperar y conseguir bienes sin guerra de clases, esclavitud internacionalista ni usura.

Esto último explica por qué los teólogos no pueden decidir si Jesús era un comunista o un capitalista.

 

La verdadera pregunta sería:

¿hay realmente alguna diferencia entre comunismo y capitalismo...?


* * *


Ahora analicemos todos los arquetipos como ellos están presentes en un alma (pagana) sana:

 

  • El Amante:

     

    El amante corresponde a nuestra mano izquierda y, como lo testimonian nuestros antepasados paganos, un sano arquetipo de amante se manifiesta en una sociedad donde las mujeres tienen la libertad de elegir a los mejores hombres para la siguiente generación. No hay nada pecaminoso acerca de la sexualidad, sino sólo formas auto-destructivas de ella de las cuales deberíamos protegernos. Una persona con un arquetipo de amante sano es capaz de disfrutar de su sexualidad, y encuentra satisfacción a partir de ese impulso natural porque está integrado en sus relaciones sociales. Dicha persona, de esa manera, puede seguir adelante a otros aspectos de la vida sin estar obsesionada con el sexo, sin ser absorbida o sin degradarse por formas destructivas de ello. Para tal persona una obsesión con el sexo sería tan absurda como cualquier otra ridícula obsesión. Una obsesión con el sexo representa así un temor inconsciente a él, el mismo temor que está presente en el asceta cristiano, que promueve la abstinencia total. En tales circunstancias, esa sexualidad reprimida encuentra expresión sólo en formas exageradas de ello sólo para retirarse de nuevo a la oscuridad de la culpa. Es interesante notar que la misma raza que dirige la industria de la pornografía (la judía), inventó una moralidad de la sexualidad como algo pecaminoso.

  • El Guerrero:

     

    El guerrero corresponde a nuestra mano derecha, y en su manifestación sana, ese arquetipo representa la auto-afirmación y la disposición a defender las propias necesidades e intereses con la fuerza. Las relaciones humanas sólo pueden desarrollarse sobre la base de una auto-afirmación cooperativa. Es la saludable "danza" de fuerzas entre los propios intereses y los de los demás la que produce la cultura y la belleza. Si alguien llegara a olvidarse de sus propias necesidades y se dedicara a las necesidades de otros, él dejará de retroalimentar la relación, él dejaría de contribuír y por lo tanto se convertiría más bien en un parásito que en un benefactor. Sólo la gente perezosa que no quiere estar personalmente involucrada con sus compañeros abandona la danza de fuerzas y trata simplemente de seguir los intereses de otros. Esa danza de fuerzas es necesaria también entre naciones, y por eso los hombres Blancos son tan odiados por los refugiados que entran en nuestros países, sin importar cuánto esfuerzo hagamos para complacerlos. Los hombres Blancos niegan la danza de fuerzas cuando negamos nuestros propios intereses como raza.

  • El Mago:

     

    Según psicólogos Jungianos el mago corresponde a nuestro pie derecho y representa nuestro apoyo o base mental en la forma de nuestros talentos y capacidades intelectuales. En su sano equilibrio un mago es capaz de poner la razón al servicio de sus emociones, y de usar su inteligencia para producir Belleza y Subjetividad. Cuando tratamos de moldear un mundo perfecto para otras razas, estamos siguiendo al fantasma de la Objetividad, y comenzamos a destruír la Belleza en nombre del consenso entre criaturas que están destinadas a vivir separadas. Es sólo cuando combinamos intuición, razón y revelaciones de la Naturaleza que nos hacemos más sabios, y eso no tiene nada que ver con una moral perfecta o con objetividad. La Naturaleza se ha asegurado ya de que el lobo esté en armonía con la Naturaleza cuando él sigue su propio interés; del mismo modo, estaríamos en armonía con la Naturaleza cuando comenzamos a construír una sociedad exclusivamente Blanca y a apartarnos de otras razas para que ellas hagan lo que les plazca.



    • La Comadrona:

     

    Ella corresponde a nuestro pie izquierdo y se manifiesta en nuestra mitología celto-germánica como la Diosa Madre. Ese arquetipo representa nuestro apoyo o base material (contacto con la tierra), y en su sano equilibrio el arquetipo de la partera es nutricio y generoso con otros. Podríamos decir correctamente que este arquetipo se superpone casi totalmente con nuestra actitud hacia la economía. Cuando este arquetipo pierde su equilibrio la persona en cuestión oscila entre una avaricia insaciable (tal como Yahvé) y una derrochadora indiferencia por los bienes materiales y el trabajo de otros (tal como Jesús).



    • El Rey:

     

    El rey corresponde a nuestra cabeza, y en su sano equilibrio representa a una persona que puede organizar e integrar todos los arquetipos. Él está listo a hacer sacrificios a favor del bienestar del todo y puede ser mejor representado por Adolf Hitler. Él permaneció leal a su pueblo hasta la muerte, y fue a la vez agresivo contra sus enemigos y afectuoso hacia su pueblo y sus aliados. Cuando el Rey pierde su equilibrio produce la sombra femenina de la Objetividad, como en una democracia representativa, donde todas las opiniones se anulan unas a otras, o la sombra masculina de la Tiranía, como en un régimen comunista. Lo interesante consiste en que ambas sombras son en la práctica lo mismo.




El Ideal Cristiano de Hombre

Aquí finalizamos la última parte de este artículo, y resumiendo lo que hemos aprendido, podríamos decir que,

las patologías de nuestra civilización moderna no son nada más que el intento desesperado de traer de vuelta la magia y la belleza a nuestras vidas, cosas que fueron prohibidas de nuestro mundo por una religión racionalista y universalista hace dos mil años.

Hemos visto cómo deberían parecer los arquetipos sanos, y con aquel conocimiento surge la pregunta inevitable:

¿Qué tipo de relación con nuestros arquetipos está siendo representada por Jesús?

Me gustaría responder esa pregunta y finalizar este artículo con una imagen: