por Willally
Febrero-Marzo 2018
del
Sitio Web
RenegadeTribune
traducción de Alonso
González de Nájera
13
Agosto 2019
del
Sitio Web
Editorial-Streicher
En el sitio renegadetribune.com fue publicado en dos
partes, en Febrero y Marzo de 2018, un trabajo
titulado 'The Dark Side of Jesus' del autor que firma
como Willally, del que presentamos aquí en
castellano su primera parte.
En este interesantísimo estudio se realiza un
análisis de la contradicción interna de algunos
mensajes de Jesús según quedaron testimoniados en el
Nuevo Testamento, de cómo sus consejos son
socialmente disociadores, y de cómo sus
exhortaciones, a fin de cuentas, trabajan en favor
de un sistema económico injusto, o derechamente
usurero, como lo demuestra el examen de hechos y
dichos del personaje, por todo lo cual el autor de
este sugerente texto merece agradecimiento, al hacer
ver tal lectura paralela y notar diversos
esclarecedores indicios de una oscura y subyacente
realidad que no se percibe en la acostumbrada
lectura superficial.
"Ahora,
pues,
mi padre os
cargó con un pesado yugo,
pero yo lo haré
más pesado aún;
mi padre os
castigó con azotes,
pero yo os
castigaré con escorpiones"
1 Reyes 12:11
Introducción
Algunas personas dicen que, a pesar de sus defectos, nuestro sistema
económico ha creado prosperidad, una prosperidad que de otro modo
nunca habría surgido.
En realidad, la creación de prosperidad y
civilización (cada raza en una forma diferente) es parte de nuestra
naturaleza, y éstas pueden tomar expresiones y caminos diferentes,
tal como la Evolución.
La única cosa que nuestro sistema económico promueve es el
crecimiento, la concentración de la riqueza, y nada más.
Cualquier
cosa positiva que haya resultado de ese proceso puede ser atribuido
con certeza a las fuerzas creativas inherentes en la Naturaleza, y a
los humanos como parte de Ella.
Nuestro sistema económico no creó aquellas fuerzas sino que sólo las
explotó, tal como explota cualquier otro recurso natural. Nos animó
a crecer de prisa como un monstruo, el cual en su locura de
expansión no desarrolló miembros apropiados y se hizo no viable,
destinado a vivir sólo unos pocos segundos en la escala de tiempo de
la historia humana.
Este monstruo mal formado está también
destruyendo a cada criatura en la Tierra a fin de alimentar su
antinatural hambre.
Alrededor de la mitad de nuestro trabajo va sólo a subvencionar a
los especuladores monetarios, y si a pesar de recibir sólo la mitad
de nuestros ingresos salariales tenemos acceso a comida y a muchas
cosas, es sólo porque aquellas cosas han sido artificialmente hechas
tan baratas que podemos conseguirlas por menos de la mitad de su
verdadero precio.
Aquellos precios artificiales no son duraderos
porque ellos significan la destrucción definitiva del futuro y la
esclavitud de cada vez más personas.
A fin de mantener esta fachada
de prosperidad estamos consumiendo en sólo unos años toda la
verdadera riqueza de este planeta, que de otro modo debería haber
durado para siempre.
Después de la Segunda Guerra Mundial los judíos aprendieron la
lección de que demasiada opresión económica puede fomentar el
nacionalismo racial, y por lo tanto Roosevelt y los otros miembros
de su pandilla (como Hitler solía llamarlos) decidieron crear una
sobreproducción tan cruel de bienes y explotar la Naturaleza de un
modo tan eficiente que los recursos para miles de futuras
generaciones estarían disponibles en sólo unos pocos años.
Esa
sobreproducción haría los bienes tan baratos que la gente en los
países occidentales tendría acceso a un estilo de vida decente, a
pesar de que la mayor parte de sus ingresos les serían quitados para
financiar la usura (tratados de Versalles disfrazados).
El
tratado de Versalles nunca fue abolido sino que más bien tomó
nuevas formas y se extendió alrededor de todas las naciones.
Los
economistas ahora confiesan que el tratado de Versalles no tenía
nada que ver con reparaciones de guerra, y era simplemente un modo
sistemático de arrancar tributos.
Esa sistemática exacción de
tributos debe ser vista hoy en todos los países Blancos de un modo
aún más inteligente que antes de la Segunda Guerra; o como la gente
suiza (una de las más prósperas en el mundo) lo diría:
"Ellos nos
ordeñan como a las vacas".
En una economía indo-germánica habríamos crecido más lentamente pero
habríamos alcanzado una riqueza real, de un modo sostenible que dura
para siempre.
Habríamos invertido nuestro conocimiento y talentos en
la creación de tecnología renovable y no en entretenimientos
venenosos y adictivos que nos deshumanizan.
La mayor parte de lo que podemos comprar hoy es inútil, dañino o
adictivo...
Tener acceso a necesidades elementales como comida, agua o
electricidad significa la destrucción de todos los recursos
naturales, necesidades que podrían ser fácilmente cubiertas de un
modo sostenible con otro sistema económico.
Podemos concluir por lo
tanto que nuestro sistema económico nos ha hecho más pobres y no más
ricos.
Con este punto de vista, es irónico comprender que una persona pobre
e inculta en India que gana su vida separando la basura da un mayor
servicio a la Humanidad y crea más belleza y riqueza real por medio
de su trabajo que los gerentes superiores de muchas corporaciones,
que ganan millones y
se graduaron en Harvard.
Yo iría tan lejos como a
decir que, en mi mirada, una persona inculta que separa la basura
tiene un trabajo más respetable que el presidente de la Reserva
Federal o de Goldman Sachs.
¿Qué tiene que ver esto con Jesús?
Lo
descubriremos en el curso de este artículo...
Parte 1
-
Ideología -
13
Febrero 2018
Versión original en ingles
A juzgar por los discursos de Jesús, parece casi como que si nadie
pudiera decir alguna vez algo negativo sobre él, pero en este
artículo quiero mostrarle que detrás de una fachada de benevolencia
y altruismo se esconde una clase de personalidad realmente
perturbadora.
La primera cosa que el investigador cauteloso nota es que los
ideales de Jesús no pueden ser puestos en práctica, y cuando
tratamos de ponerlos en práctica ellos fomentan las mismas clases de
males que Jesús afirma condenar.
Éste es en realidad un extraño
fenómeno, y a fin de averiguar la razón de por qué, volveremos a
menudo en este artículo a la Naturaleza y a la sabiduría de nuestros
antepasados paganos.
La Naturaleza es sanadora, y un buen entendimiento de Ella puede
desempeñar el papel de un exorcista.
Debemos ser exorcizados, no de
un antiguo demonio sino de un ser aún más astuto que había tomado el
control de nuestro pensamiento, y su nombre no es Belcebú sino
Jesús.
Como un buen punto de partida permítame decirle que la
característica más evidente de las enseñanzas de Jesús es su
parcialidad.
A los ojos de Jesús sólo las emociones positivas son
deseables, de manera que cuando seguimos su estilo de vida se espera
que nosotros reprimamos una buena mitad de todas nuestras emociones
y nuestros pensamientos.
Esa moralidad tullida (¿o debería yo decir: moralidad crucificada?)
me recuerda un artículo que leí hace un tiempo sobre la creciente
preocupación entre psicólogos en cuanto a los porcentajes de
depresión; ellos concluían que en nuestra cultura occidental se
espera de cada uno que sea siempre feliz y tenga sólo sentimientos
de cariño, optimistas y cálidos, que conducen a una vida social muy
superficial.
Una persona que encuentra un problema no es capaz de compartir o
expresar correctamente su tristeza o frustración porque aquello
perturbaría la armonía artificial que reina entre los "emoticones"
que caminan, y es esa vida social superficial, ese sentido de
separación y soledad, lo que causa la depresión.
Esa clase de
superficialidad también se encuentra en el ámbito de las ideas.
Nuestra percepción del mundo ha sido limitada a lo racional,
relegando a las intuiciones y al sentido común a una esfera
separada, la de la "superstición".
El Samaritano Materialista
No exageraríamos si decimos que Jesús es el dios de la separación,
porque él aísla partes de nosotros y las pone unas contra otras.
Por
ejemplo, la caridad es uno de los mensajes más claros en sus
discursos, con la orden de dar todo a los pobres y olvidarse de la
riqueza mundana.
Ahora bien, el problema es que tal actitud no crea
una economía justa para cada uno sino que simplemente redistribuye
la riqueza sin abordar la razón de por qué en primer lugar la
riqueza fue injustamente distribuída.
Esa orden se aplica
especialmente al rico, el cual, según Jesús, difícilmente entrará en
el reino de los cielos (Mateo 19:23-26, Marcos 10:24-27 y Lucas
18:24-27), implicando que el reino de los cielos es un lugar
planeado para el proletariado de Marx, como un maravilloso mundo
comunista.
Ahora, ¿por qué Jesús espera que nosotros seamos pobres a fin de
alcanzar su reino?
Los teólogos nos dicen que en el cielo no hay
ninguna preocupación por el dinero, por lo tanto tenemos que
comenzar aquí a no preocuparnos por ello, y deberíamos más bien sólo
preocuparnos por la moralidad, lo que a los ojos de Jesús significa
universalismo y dejar de seleccionar en un sentido evolutivo.
Pero incluso admitiendo que el cielo existe y que es como lo han
descrito los teólogos, no hay ninguna razón de por qué tener
prosperidad material debería estar en enemistad con ello.
En
realidad, no debería existir una contradicción entre prosperidad y
moralidad. Las riquezas tienen asociaciones negativas sólo bajo un
sistema económico usurero, donde ellas son injustamente ganadas.
En
una economía pagana donde cada uno ha ganado justamente, según su
esfuerzo, la riqueza no tiene ninguna mala connotación.
Economías Contrapuestas
En una economía celto-germánica había bastante para cada uno, y
algunos tenían más riqueza quizás porque ellos se preocuparon más
por tener una granja más grande, mientras que otros se preocuparon
más por tener tiempo libre y trabajaron menos.
En cualquier caso,
había cooperación en vez de competición, e incluso los aristócratas
estaban felices de usar su riqueza para proyectos sociales.
Algo
similar, pero en una forma más débil, existe todavía hoy en
Dinamarca y Noruega, con
Dinamarca clasificando cada vez como el
país con mayor felicidad a nivel mundial en estudios hechos por
sociólogos.
Una clase similar de economía debía ser vista entre la mayoría de
las razas (cada una según sus capacidades y sensibilidades) antes de
entrar en contacto con las prácticas económicas judías.
Muchos
antropólogos lamentan el hecho de que esos tipos de economías
"humanas" no tuvieron oportunidad de desarrollarse porque ellas
fueron sobrepasadas y destruidas por el Capitalismo.
Así, cuando Jesús predica una guerra de clases, queriendo decir que
la prosperidad es inmoral, podemos concluir que él tiene en mente un
sistema económico usurero.
Es casi como si Jesús tuviera la misma
mentalidad de escasez que es propia de un especulador monetario
usurero, y su supuesta solución a aquel problema fue muy
superficial, por decir lo menos, bastante insuficiente y, ante la
miseria que provoca, casi insultante, sobre todo cuando consideramos
cuán fácilmente habría sido para el "hijo de Dios" sugerir una
verdadera solución.
Considerando su carencia de verdaderas soluciones, podemos concluir
que a los ojos de Jesús hay sólo dos sistemas económicos posibles:
-
O cada uno es
pobre (Comunismo)
-
O hay algunas personas muy ricas que reparten caridad, con la gran
mayoría siendo pobre (Capitalismo)
Los teólogos tienden a creer que Jesús creía en lo primero, es
decir, que Jesús era una especie de comunista, pero ellos no
comprenden que el comunismo no puede existir solo, sin
el
capitalismo.
Una sociedad universalista carente de propiedad
privada, sin violencia, sin razas, etc., sólo puede ser mantenida en
su lugar con un Estado global totalitario compuesto de unos pocos
elegidos que mantienen esa antinatural situación.
Alcanzar el Comunismo sin el Capitalismo es tan absurdo como creer
que existen granjas en la Naturaleza por sí mismas sin gente que las
haya creado y administrado.
Esos elegidos que mantienen el Estado
comunista también pueden llegar a ser tan poderosos que ellos ya ni
siquiera usen dinero para conseguir lo que quieren, pareciéndose aún
más al reino de los cielos, donde además de la carencia de propiedad
privada y pertenencia racial entre las masas, los elegidos mantienen
su poder también sin ya la necesidad de riqueza y sólo por medio de
sus perversas afirmaciones morales.
Así, la ironía de las opciones de Jesús es que ellas son realmente
la misma en la práctica: una economía donde cada uno es pobre es
también una economía donde unos pocos elegidos han secuestrado toda
la riqueza; y una vez que la gente es esclavizada como animales de
granja ellos ya no tienen que preocuparse por cosas materiales.
Eso es más evidente cuando comprendemos que la gente más rica hoy
prefiere entregar caridad y repartir partes de su riqueza a los
pobres más bien que cambiar las reglas del juego.
Esa clase de
comportamiento es realmente necesaria para que sobreviva la usura;
si los ricos no hicieran obras de beneficencia, toda la riqueza se
concentraría demasiado rápido y conduciría a una revolución, pero
cuando ellos entregan limosnas o subvencionan a los pobres de vez en
cuando, ellos se aseguran de mantener funcionando el sistema sin que
la gente note que hay algo terriblemente incorrecto.
Por eso
Roosevelt firmó el
Nuevo Trato, a fin de combatir el éxito económico
de Hitler sin mejorar realmente la suerte del pueblo estadounidense
a largo plazo.
* * *
Ahora sumerjámonos más profundo en la mentalidad de escasez de
Jesús.
En primer lugar, olvidar totalmente las cosas materiales es,
mientras estamos vivos, algo imposible, y cualquiera que no entienda
eso no puede ser tomado en serio.
Tratar de ignorar los aspectos
materiales de la vida trae inevitablemente lo opuesto, es decir,
Materialismo.
Cuando pensamos en ello, es sólo el valorar el
esfuerzo que se requirió para crear algo lo que hace que lo cuidemos
y hagamos un uso responsable de ello, y que no desperdiciemos
nuestros recursos naturales.
Vemos aquí que cuando una economía pagana es desestabilizada por
ideales cristianos se producen dos malos extremos que realmente
están relacionados el uno con el otro y existen juntos.
Aquellos dos
extremos,
...pertenecen realmente al mismo sistema
económico usurero, y ambos evitan el enfoque sano, que es reconocer
el valor real de un objeto (la carga que representa para el
medioambiente, el tiempo que le tomó a alguien crearlo, etc.) y
hacer un uso responsable de ello.
Sólo aquel reconocimiento nos
motivaría para repararlo, compartirlo y conservarlo, a pesar de su
viejo aspecto, mientras invertimos nuestro dinero en otras cosas
como aprendizaje o relaciones sociales.
En una economía usurera todos los productos son desechables y
efímeros a fin de mantener un innecesario crecimiento; y a fin de
obtener más ganancias, las corporaciones promueven el descuido en
cuanto a los fundamentos materiales de nuestro ecosistema.
El Supermercado de Yahvé
Otro aspecto del materialismo de Jesús es el hecho de que cuando él
describe a "su padre" (Yahvé,
el dios judío) es casi como si él estuviera
describiendo al dinero en nuestro sistema económico.
Ahora bien, la mayoría de los teólogos podría protestar aquí que yo
estoy extrapolando y que ésta es una falsa interpretación, pero
permítame contestar que los valores pueden ser extrapolados sin que
pierdan su calidad, y si la descripción que Jesús hace de Dios calza
con nuestro moderno sistema económico, entonces o este sistema debe
ser el epítome de la bondad, o Dios podría ser una fuente de mal.
En todas sus parábolas Jesús compara a Dios con un rico dueño de
propiedad, por ejemplo,
-
con el padre rico en la parábola del "hijo
pródigo" (Lucas 15:11-32)
-
con el capitalista indolente en la de
"los trabajadores en la viña" (Mateo 20:1-16)
-
con el prestamista
usurero en la parábola de los "talentos" (Mateo 25:14-30)...
Tal como el padre de Jesús, es el dinero judío el que afirma
liberarnos de las relaciones sociales (para amarnos y cuidar de
nosotros individualmente), lo cual nos transforma en personas
solitarias desarraigadas e irresponsables, solicitando a cambio
nuestra fe ciega a fin de realizar su magia.
Nuestro sistema monetario es caprichoso, es un celoso "Señor de los
Ejércitos", que pone sus propias reglas por encima de las leyes de
la Naturaleza.
Tiene también su propia escatología, exigiendo la
unificación de la "Humanidad" en un mercado "libre", a pesar de que
eso significa la destrucción de la vida.
* * *
Esta conexión del padre de Jesús con el capitalismo es más evidente
en los milagros de Jesús de transformar el agua en vino o en la
multiplicación de los peces y los panes.
Para nuestros antepasados paganos era realmente la conexión entre
alimentos, vida y Naturaleza la que hace maravillosos y admirables a
todos éstos.
Era el hecho de que la comida tenía una historia y una
fuente, el hecho de que se tuvo que trabajar por ella, lo que la
hacía sagrada. Pero no para Jesús. Para él parece maravilloso crear
desde la nada, sin raíces, sin historia ni conexión con la vida.
Para él hay un diferencia absoluta e insuperable, casi como una
guerra de clases, entre Naturaleza y moralidad judía.
Esa actitud me
parece una especie de esnobismo, que no existía en nuestras
sociedades antes del cristianismo.
Lo que Jesús indica con sus
milagros es básicamente lo siguiente:
La historia de las cosas no es importante.
Cosas como trabajar a fin
de conseguir comida, o la necesidad natural de matar para que nos
alimentemos, aquellas son preocupaciones prosaicas e inferiores.
Sólo la gente primitiva se preocupa por las fuentes de su
alimentación (¡por su conexión con la Naturaleza!), de modo que,
"vea
cómo creo el vino, el pescado, el pan, etcétera, sin ponerme en
contacto con la Naturaleza, sin 'ensuciar' mis manos, sin
consecuencias aparentes para el medioambiente o para la realidad; la
falta de preocupación me hace carismático.
Es admirable ignorar la
realidad y las fuerzas de la Naturaleza".
Ese esnobismo, esa indiferencia por el trabajo y falta de conexión
con la Naturaleza es la misma actitud que encontramos entre la gente
materialista, que sólo se preocupa por el dinero y por las
apariencias superficiales, gente que pretende no tener impulsos
naturales como defecar o sentir hambre.
Es casi como si Jesús
estuviera aconsejándonos que nos convirtamos en las despreocupadas
muchachas adineradas que encontramos en ciertas modernas series de
televisión y películas judías ("Gossip Girl", "Mean Girls").
Algunos teólogos podrían protestar otra vez, diciendo que Jesús hizo
eso sin destruir la Naturaleza, pero aquel argumento no suprime el
hecho de que él está dando un mal ejemplo.
Se espera que nosotros
sigamos el ejemplo de Jesús, y cuando Jesús recompensó el descuido
de aquella gente con comida fácil, él dio un mal ejemplo,
haciéndoles creer que ellos pueden conseguir comida simplemente
creyendo, sin trabajar o resolver la fuente de sus problemas
económicos.
Demás está decir que una clase similar de esnobismo está presente en
todos sus milagros, porque devolver a la gente desde la muerte,
curar a alguien de la ceguera (sin que él sepa cómo), o caminar por
el agua, no hace ningún verdadero servicio a la sociedad a largo
plazo.
Una sociedad se hace mejor en conjunto cuando sus miembros
interactúan unos con otros, cuando ellos aprenden sobre la realidad
y cuando todos ellos desempeñan sus papeles.
Pero Jesús es un
transeúnte carismático (piense en una estrella de Hollywood),
él no
tiene la intención de vivir y trabajar cada día con aquella gente a
la que él ayuda; él no tratará con las consecuencias de sus
milagros.
Al resucitar a la gente desde la muerte él está cumpliendo un
capricho, él está recompensando a gente que no acepta la necesidad
de la muerte a fin de crear vida.
Al calmar las aguas él también
está haciendo a la gente pensar irresponsablemente, al creer que un
deseo humano temporal es más importante que los ciclos de la
Naturaleza, que hacen posible la supervivencia de peces y humanos en
primer lugar, y finalmente, la curación de una persona ciega sin
verdadero esfuerzo y sin una relación social con aquella persona es
también una forma de narcisismo sin mérito.
O curamos a las personas usando nuestro propio esfuerzo porque ellas
son importantes para nuestra sociedad y nos hacemos cargo de ellas a
largo plazo, u olvidamos el asunto.
Curar a gente desconocida sin
razón, sin esfuerzo, sin darles un lugar en la sociedad, es más
cruel para cada uno que dejarlos morir. Y mucho peor es curar a
alguien que quizás no es bueno para la sociedad y que supondrá una
carga para la comunidad entera.
Y ahora quiero plantear la pregunta:
¿Por qué exactamente es que
creer en Jesús hace a la gente preocuparse tanto por el dinero?
Bien, nuestro sistema económico es realmente la única cosa en este
mundo que puede multiplicar peces y panes, o transformar el agua en
vino, de un modo aparentemente mágico, sin que tengamos necesidad de
preocuparnos por el origen, sin notar el sufrimiento de la
Naturaleza.
Creer en nuestro dinero usurero en la práctica no es diferente de
creer en el padre de Jesús...
Al creer en nuestra economía
universalista todos aquellos bienes aparecen en el supermercado en
cantidades crueles, y nunca escuchamos el rumor más leve de cómo
nuestro planeta y miles de millones de seres sensibles están siendo
innecesariamente torturados y exterminados en una manera devastadora
en el proceso.
Jesús no hace ninguna referencia en la Biblia a supermercados o a la
destrucción de la Naturaleza, pero su actitud sólo puede conducir a
tal indolencia si es aprendida por la gente, y él quería que cada
humano en la Tierra aprendiera y siguiera su actitud.
Inventando al Individuo
Así, vemos que la arrogante demostración de poder por parte de Jesús
pone el ejemplo para agotar la vida y destruir un equilibrio natural
que se demoró incontables épocas para surgir. Pero ahora analicemos
las consecuencias para nosotros los humanos.
Entre nuestros antepasados paganos la gente era valiosa no debido a
"Dios" sino más bien debido a su pertenencia a los parientes (raza)
o a la familia.
Podríamos decir que ésa es la situación natural
entre todos los seres sociales, y cualquier otra situación es una
aberración.
¿Ha notado usted que desde la conversión al cristianismo todos los
líderes en Europa comenzaron a clasificar a la gente no debido a la
raza sino más bien debido a la creencia?
Era algo afortunado el
hecho de que en aquellos tiempos la creencia concordara todavía de
algún modo con la raza, pero el cristianismo robó a nuestros
antepasados toda la retórica y todos los argumentos para clasificar
a la gente de acuerdo a la raza.
Incluso los judíos fueron perseguidos usando argumentos religiosos
siendo que su explotación financiera era la verdadera cuestión (vea
"Separation and Its Discontents", de
Kevin MacDonald), y las
cruzadas contra los musulmanes también fueron justificadas por la
creencia, aunque el problema real fuera la raza.
Comprendemos aquí
que Jesús reemplazó la raza con Dios, y que preparó el terreno para
reemplazar cada relación humana con el dinero.
Tal como nuestro sistema económico, el dios cristiano nos aísla de
nuestra raza, y cuando Jesús afirma que existimos fuera de nuestras
relaciones humanas, él no nos deja ninguna otra opción que derivar
el valor de la gente de las transacciones monetarias.
Como los antropólogos han reconocido fácilmente, la característica
principal de ser un esclavo es que él ha sido violentamente removido
de sus relaciones sociales (de su raza o familia), y careciendo de
todas las relaciones de parentesco en la nueva tierra, su vida se
hace cuantificable (con dinero).
Tal vez para nosotros esto podría parecer chocante pero para las
sociedades del pasado basadas en el parentesco era bastante obvio
que la gente podía sacar sus valores sólo de esas dos fuentes (el
dinero o la sociedad), y cuando Jesús sugiere que derivemos nuestro
valor independientemente de nuestros parientes o nuestra raza, él
está nuevamente sugiriendo algo que es imposible seguir sin sufrir
terribles consecuencias, y, reiteremos, él podría haber promovido
esa idea precisamente debido a las inevitables consecuencias.
No debería sorprendernos en este punto el que la gente que escribió
la Biblia fueran los mismos judíos que inventaron el comercio
internacional de esclavos, tanto, que el concepto de esclavitud no
existía antes de la dominación económica judía de los Imperios
griego y posteriormente romano.
El término "esclavo" fue acuñado
durante el judaizado Imperio romano, y antes de aquellos Imperios
cosmopolitas sólo existían formas de servidumbre o vasallaje, que
incluían alguna reciprocidad y deberes hacia el siervo.
Sólo después
de las conquistas germánicas de Europa el feudalismo acabó con la
esclavitud total, reflejando visiones paganas de la servidumbre,
aunque la esclavitud hizo una reaparición durante el Renacimiento
cuando los judíos retornaron a Italia y Europa incorporó la ley
romana.
Al principio Jesús aisló nuestro alimento de su fuente (Vida desde
la Muerte), declarando a uno de ellos como malo o vil, y poniéndolo
en contra del otro, y luego él aisló al individuo de sus relaciones
sociales, transformándolo en un recurso "humano" cuantificable.
El Problema con el Pecado
Otra parte central de la enseñanza de Jesús es su concepto de
pecado
y perdón.
Entre nuestros antepasados paganos no había ninguna tal
perversión como el concepto de pecado. La gente tenía
responsabilidades hacia sus prójimos, y la supervivencia de cada uno
dependía de seguir los deberes sociales.
Cuando alguien actuaba en
una forma que arriesgaba el bienestar de la comunidad, él era
castigado con el objetivo de hacerle asumir su responsabilidad. Tan
simple como eso, sin ningún esoterismo moral.
A juzgar por la famosa sentencia de Jesús:
"El que esté sin pecado
que arroje la primera piedra" (Juan 8:7),
...su concepto del pecado es
el de una fuerza igualadora.
Cada uno es un pecador y por lo tanto
nadie está calificado para juzgar ninguna acción en su comunidad;
nadie está calificado para decidir lo que él quiere o no quiere en
la sociedad.
Jesús básicamente está suprimiendo toda la
responsabilidad social y todas las leyes que podrían proteger a los
estándares sociales de la explotación financiera.
Hay, según él, sólo una clase de delito (pecado) del cual cada uno
puede ser hecho culpable independientemente de su impacto sobre la
sociedad, y sólo una clase de medida contra ello: ser caritativo y
perdonar, lo que en la práctica no significan otra cosa que
disgenesia [degeneración en la descendencia] y llegar a ser
multicultural.
Así, Jesús el anarquista con su concepto del pecado hace imposible
evaluar las acciones de nuestros prójimos o el impacto de ellas
sobre nuestra sociedad, porque en su parcialidad y su absolutismo
moral, una acción o es buena o mala [*], y no hay nada en medio.
La
bondad o la maldad de una acción son para él independientes del
contexto.
[*] Sólo más tarde la Iglesia intentó hacer una jerarquía de
pecados totalmente independiente de las enseñanzas de Jesús.
Como un
buen anarquista, a Jesús le disgusta toda clase de jerarquías y
diferenciaciones, y por lo tanto podemos suponer que él consideraba
iguales todos los pecados.
Sus enseñanzas se parecen a un agujero
negro, que absorbe todas las diferencias y diversidad y las comprime
en la nada de la unidad e igualdad.
La moralidad no es en realidad la acción sino el contexto social;
una acción no existe por sí misma, independientemente de una
interacción social, como Jesús quiere que usted crea.
Comprendemos
aquí cómo Jesús a la moralidad la aísla de las interacciones
sociales, a fin de ponerlas en una confrontación.
Para nuestros antepasados paganos no había tal cosa como una acción
moralmente cargada independiente del contexto social. Incluso cuando
alguien hacía algo egoísta o "malo", él no era contado como una
persona "mala" mientras esa acción no causara un gran daño a la
sociedad.
Nuestra carencia de acciones malas o nuestra carencia de impulsos
egoístas no son lo que nos hace dignos de juzgar a otros sino más
bien el hecho de que nuestra comunidad es una extensión de nosotros
mismos, y decidir qué tipo de moralidad queremos en nuestra sociedad
es tan natural como decidir lo que sucede con nuestros propios
cuerpos.
Eso funciona realmente muy bien en países racialmente
homogéneos:
El profesor Michael Hagerty de la Universidad de California en Davis
revisó décadas de investigación internacional acerca de la felicidad
y encontró que,
"en su mayor parte, los países mejor evaluados son
pequeños y homogéneos".
La gente más feliz son los daneses.
"La
gente allí tiene una visión del mundo similar y una religión
similar, de modo que es más fácil para ellos comunicarse y entender
los motivos de los demás", explica él.
"Ellos no tienen problemas de
raza, ellos no tienen problemas de crímenes, y tienen libertad
política".
Así, a pesar de sus frases, Jesús es incapaz de sentir verdadero
amor hacia la gente, porque su ideología del pecado significa que él
no ama y acepta a la gente por lo que ellos son realmente, con sus
lados derecho e izquierdo, con su lado social y su lado más egoísta.
Su propensión a perdonar, que no debería siquiera ser importante, es
sólo una señal de su arrogancia.
Nuestras emociones negativas son tan necesarias como las positivas
para nuestra supervivencia y felicidad, pero Jesús es incapaz de
aceptarlas como una parte natural de nuestra esencia, y al animarnos
a reprimirlas él nos deshumaniza y destruye el equilibrio holístico
en nuestras almas.
Él se parece a una madre cruel que le dice a su
niño que es malo tener hambre y que sería mejor para él morir que
expresar aquellos sentimientos.
Nuestros antepasados paganos conocían mucha más compasión y amor que
Jesús sin jactarse al respecto. Cuando alguien actuaba egoístamente
o cometía un error, no había ningún pecado; a largo plazo todo se
emparejaría.
Algunos actos de egoísmo contrastaban con otros de gran lealtad y
generosidad, y era ese contraste lo que hacía tan hermosas las
relaciones entre nuestros antepasados paganos, y nadie nunca pensó
en tratar de abolir,
...como
el cristianismo ha hecho a través de toda
la Historia, basado en el pensamiento dualista de Jesús.
Eran sólo
grupos, que a la larga actuaban siempre egoístamente, los que eran
prohibidos de la sociedad.
En casos más serios, estaba bien
matarlos, porque la preservación artificial de la vida (sin tener en
cuenta cuán destructiva y sin sentido se había hecho) no era parte
de la moral de ellos.
Una sociedad crea belleza, felicidad y cooperación sólo cuando sus
miembros tienen un sano equilibrio de egoísmo y generosidad, de
agresión y amor, de fuerzas masculinas y femeninas, de emociones
positivas y negativas (¡todo en el contexto correcto!), y cuando ese
equilibrio es desestabilizado por demasiada caridad y amor (como el
concepto de Jesús del pecado haría inevitablemente), se crean las
mismas crueles y malas consecuencias que si promoviéramos sólo el
odio y el egoísmo.
¿Podría ser que la promoción del amor ciego y unilateral realmente
fomentara el egoísmo y formas extremas de odio?
Creo que este
pensamiento nunca cruzó por la mente de Jesús.
En resumen, llegar a ser libre de acciones "pecadoras" NO es de
ninguna manera deseable en una sociedad humana, y el concepto de
Jesús de evitar el pecado pertenece al mismo modo de pensar de un
anarquista consumido por el odio; él es incapaz de amar a las
personas por lo que ellas realmente son.
Uno tiene que preguntarse aquí:
¿Cuál es la principal característica
de los psicopáticos especuladores de dinero si no su eterna
tentativa de liberarse de toda responsabilidad social a la vez que
simulan estar actuando moralmente?
* * *
Ahora permítame abordar con alguna mayor profundidad la presunción
de Jesús de que los individuos débiles e imperfectos no tienen
ningún derecho de juzgar lo que sucede en sus sociedades, siéndonos
permitido a nosotros "pecadores" sólo usar el universalismo judío
como una guía moral.
La Naturaleza nos muestra que hacer juicios y tomar decisiones en
nuestras propias sociedades, a pesar de que nosotros seamos
individuos falibles ("pecadores"), es el mejor (y quizá el único)
modo de construir una sociedad.
Una sociedad es más que la suma de sus partes, capaz de producir una
súper-inteligencia cuando los miembros están relacionados por medio
de la raza y una sana moral.
Afirmar que sus miembros no tienen
ningún derecho moral de decidirlo porque ellos son falibles
(pecadores), es como afirmar que las colonias de hormigas, por
ejemplo, requieren ser desarrolladas en laboratorios con la ayuda de
programas computacionales a fin de prosperar porque las hormigas
individuales no son perfectas, y por lo tanto ellas no pueden crear
una colonia exitosa sin la intervención de un "ser superior".
Las
sociedades racialmente homogéneas son capaces de solucionar todos
sus problemas morales sin dogmas religiosos a pesar de que los
individuos sean falibles.
Vemos aquí que el concepto de Jesús del pecado también está
destinado a legitimar la esclavitud totalitaria de nuestras
sociedades y la destrucción de toda cohesión social, arrebatándonos
el poder sobre nuestras sociedades y dándolo a judíos dueños de
bancos.
Esa mentalidad es la misma detrás de los especuladores del
dinero, que consideran los estándares sociales y las leyes de la
preservación de la Naturaleza como matices que interfieren con sus
negocios.
De hecho, se ha mostrado que las colonias de hormigas son más
inteligentes y resuelven sus problemas de manera mejor que alguna
cosa alguna vez inventada por el racionalismo cristiano, tanto que
las corporaciones comenzaron a aplicar el comportamiento de las
hormigas en su logística para resolver situaciones en las cuales las
capacidades humanas y los computadores no estuvieron a la altura de
la tarea.
Las colonias de hormigas, las colmenas de abejas o cualquier grupo
de animales sociales consisten en individuos falibles con
inteligencia limitada, pero de alguna manera ellos alcanzan siempre
la mejor decisión, mejor que cualquier cosa que un computador, una
organización corporativa o una ideología religiosa podría conseguir
alguna vez cada uno por sí mismo.
Como un ejemplo, programadores de computación quisieron resolver un
simple problema mental que consistía en averiguar la ruta más corta
al visitar muchos países.
Cuando el número de países es tan alto
como 10, las rutas posibles son tantas que los mejores computadores
en el mundo requieren mucho tiempo a fin de comparar y analizar
todas las opciones posibles.
Eso fue mientras se aplicó nuestro
pensamiento occidental basado en el racionalismo cristiano, pero el
problema fue fácilmente solucionado al simular el comportamiento de
una colonia de hormigas, en otras palabras, el comportamiento de la
Naturaleza (The Smart Swarm, de
Peter Miller, 2010, cap. 1).
Podríamos decir que el enfoque humano (que desea controlar todos los
factores) se parece al concepto de Jesús del pecado, un concepto que
es incapaz de resolver siquiera problemas simples, mientras que el
método de las hormigas se parece al modo en que una sociedad
funciona naturalmente cuando está unida por la raza y sin ideologías
universalistas judías.
Éste es un concepto importante porque un
enjambre es inteligente sólo mientras está unido por la raza. Si
llegáramos a introducir hormigas o abejas de raza mezclada, o una
religión judía, la colonia degeneraría en la confusión y moriría.
Resumiendo:
con su concepto de evitar el pecado,
Jesús está
aconsejando una vez más algo imposible de seguir (¡precisamente
porque es imposible seguir!) y que tiene consecuencias nefastas,
arrebatándonos todo control sobre nuestras propias sociedades y
relaciones sociales.
Nota:
Creo que éste es el lugar apropiado para abordar el concepto
de "teorías de conspiración" en relación a la arrogancia
intelectual. Ese término está basado en la misma actitud de Jesús,
porque existe la presunción de que la gente no puede saber nada sin
el método científico o sin la aprobación del mundo académico
dominado por el judío.
Las hormigas siempre encuentran mejores rutas que cualquier grupo de
académicos, a pesar de muchas hormigas individuales que cometen
errores.
Eso es porque los errores se anulan unos a otros,
permitiendo a la verdad salir.
También las leyes de la estadística
dicen que de tantas teorías de conspiración al menos algunas de
ellas deben ser verdaderas, y algo que la mayor parte de las teorías
de conspiración tienen en común es el papel de los judíos y el hecho
de que las élites no representan nuestros mejores intereses.
Por lo tanto podemos demostrar de manera matemática y empírica que
algunas teorías de conspiración acerca de la influencia judía deben
ser verdaderas.
* * *
Y por supuesto, yo no podía escribir sobre el pecado sin aludir a la
conexión que existe entre pecado y deuda en nuestro sistema
económico.
El concepto de Jesús del pecado es, como hemos visto, una
fuerza igualadora, y la igualdad puede tener un lado muy cruel.
No toda la gente tiene capacidades iguales, ni necesidades ni
preferencias iguales.
Por lo tanto nuestros antepasados paganos
tenían un sistema de relaciones recíprocas basado en el deber y el
honor, lo que aseguraba que cada uno fuera tratado según sus
necesidades y posibilidades personales. Para nuestros antepasados
habría sido inmoral esperar recibir un tratamiento igual de parte de
un campesino pobre o de un guerrero noble.
Pero Jesús nos considera a todos nosotros iguales, sin tener en
cuenta nuestras capacidades o necesidades (piense en un agujero
negro).
Un lunático que viviera sólo unos años y no aprendiera nada,
que nunca entendiera lo que ocurre en su ambiente, que nunca
respondiera exitosamente a un desafío en su vida y que quizás nunca
hubiera amado a nadie, iría al cielo si él nunca hubiera protestado
contra el universalismo judío, mientras que una persona que amara la
Naturaleza, que diera su vida por su gente, que hubiera descubierto
los secretos de este universo y nunca hubiera tenido un solo segundo
sin desafíos, iría al infierno si hubiese dudado de que los
prestamistas que escribieron la Biblia eran santos.
Incluso si esta
última persona fuera al cielo todavía hablaríamos de un resultado
absurdo e injusto en comparación con el lunático.
En el concepto de Jesús de pecado-cielo-e-infierno no hay lugar para
un aprendizaje adicional, para tener un desarrollo espiritual más
allá de una sola vida, ni lugar para experiencias transcendentales y
míticas más allá del bien y el mal, más allá de dogmas limitados.
Todo en ello se trata de
obediencia o desobediencia a la 'ley judía' y
al 'universalismo judío', y es triste ver cuántos cristianos hablan de
"sentir a Dios" y de tener acontecimientos o visiones
"espirituales", porque eso sólo significa que ellos están
prostituyendo su espiritualidad (su conexión con la Naturaleza)
estando al servicio de la ley judía.
Es casi como una muchacha
Blanca muy talentosa que decide prostituirse ella misma con
proxenetas judíos a fin de hacerse famosa. Ellos están usando los
talentos o la belleza que recibieron de la Naturaleza a fin de hacer
más rico al judío.
Esta situación me recuerda la parábola de los trabajadores en la
viña (Mateo 20:1-16).
Un terrateniente
capitalista, que según Judsus se parece a Dios, los
contrata para trabajar cantidades diferentes de horas en su viña,
pero al final él paga a cada uno la misma cantidad (los que
trabajaron muchas horas recibieron el pago de sólo una hora).
La idea es que Dios recompensa a cada uno con lo mismo sin tener en
cuenta el momento en que ellos se rindieron al universalismo judío.
Cada uno es admitido en
el
Nuevo Orden Mundial... perdón, en
el 'reino de los cielos', sin considerar cuán tarde usted
entrega su alma
al globalismo... digo, sin tener en cuenta cuán
tarde llegó usted a Dios.
Analizando esta parábola un poco más profundamente, esta idea de
recompensar a cada uno con lo mismo a pesar de haber contribuido de
maneras diferentes es la misma clase de igualdad que Jesús promueve
con su concepto del pecado, y esa clase de igualdad sólo es posible
cuando las relaciones de parentesco han sido reemplazadas por el
dinero.
Estar endeudado con el
judío, tal como ser pecador, nos hace a todos iguales, y el único
modo de evitar la deuda sería diferenciar y separar, exactamente lo
que Jesús más detesta.
Ésa es la misma actitud de los bancos, que extraen la deuda
sistemáticamente sin saber quién es usted, sin preocuparse de
vuestras necesidades especiales o capacidades.
En resumen, ésta es otra
vez la destrucción de todos los estándares sociales como es típico
de los ideales de Jesús.
Esta situación podría parecernos normal hoy, pero para nuestros
antepasados paganos una transacción económica dependía totalmente de
la relación y era inmoral esperar la misma clase de actitud
económica hacia un modesto agricultor como hacia un noble.
Recompensar a cada uno con lo mismo era inmoral para nuestros
antepasados porque era la diferenciación la que permitía una
sociedad feliz, mientras que la igualdad sólo crearía una infernal
opresión totalitaria para cada uno, incluso si fuera anunciada como
un reino del cielo.
Algunos teólogos afirman que el pago era suficientemente bueno hasta
cinco horas extras de trabajo, y Dios estaba simplemente siendo
generoso con el trabajador tardío que trabajó sólo una hora.
Pero incluso suponiendo
que ése sea el caso, eso no suprime el hecho de que Jesús usa como
símbolo del cielo una economía de escasez; él no está preocupado por
el hecho de que haya una persona rica que posee todo y que decide de
manera arbitraria y totalmente independiente de su sociedad en
cuanto al trabajo de sus hombres.
En la lengua proto-germánica, la misma palabra para "pagar una
deuda" significaba "curar" y "reparar".
Esto nos muestra que el
punto central era acerca de sanación o reparación de una relación,
algo que no puede ser cuantificado sólo con el dinero.
"...la prohibición
medieval contra la usura no provino de la Iglesia sino que más
bien fue un fenómeno de la tradición social y económica medieval
[¡tradiciones paganas que persistían!] y ello no tuvo nada que
ver con el cristianismo y sus enseñanzas, escribió [el famoso
economista judío] Ludwig von Mises".
Jesus, der Kapitalist
2012
de Robert Grötzinger, p. 37
Entre los indo-germanos
cada uno recibía y contribuía según sus posibilidades y necesidades,
y eso estaba basado en relaciones de honor y reciprocidad.
Fue sólo Jesús con su
concepto del pecado el que igualó todas las relaciones y preparó así
el terreno para cuantificarlas con dinero y hacerlas anónimas.
Si aquella parábola (de los trabajadores de la viña) no fuera lo
bastante perturbadora, tenemos también la de los talentos [1
talento= 34 kgs. ó 1.000 monedas] (Mateo 25:14-30) donde Jesús no se
molesta siquiera en guardar las apariencias.
En esa parábola Dios es
explícitamente descrito como un usurero que espera de sus seguidores
que practiquen la usura también, y el que no cobra suficiente usura
o que encuentra eso inmoral, es castigado por Dios, el cual le quita
el poco dinero que él tenía (ganado honestamente) y se lo da al
sirviente más rico (quien había ganado su riqueza por medio de la
especulación deshonesta).
Los teólogos interpretan esa parábola como que Dios nos ordena
convertir a otras personas (uno piensa en guerras y persecuciones) a
fin de hacer a Dios más rico en creyentes.
Si aquella interpretación
es correcta, deberíamos preguntarnos:
¿a qué tipo de dios
le gusta compararse espiritualmente con un sistema que es
destructivo e inmoral en el más literal de los sentidos, sin
siquiera notar que hay algo espeluznante en ello?
La monopolización, la
persecución, la esclavitud económica, la usura, etcétera, son malas
en un nivel económico, pero,
¿Se supone que
nosotros debemos creer que ellas son la felicidad cuando las
mismas cosas suceden en un nivel divino en el así llamado
"cielo"?
¿No es la actitud de
Yahvé hacia otros dioses un reflejo de la actitud de los judíos
hacia otros pueblos?
¿Es eso una cosa
buena en algún nivel?
Nota: el monopolio en el
nivel económico significa el monoteísmo en el nivel divino; la
esclavitud en el nivel económico significa pecado en el divino, y la
usura en el nivel económico significa la persecución y la conversión
forzada en el nivel espiritual.
"...Siervo malo y
perezoso, sabías que cosecho donde no he sembrado y que recojo
donde no he aventado; por eso mismo debías haber depositado mi
dinero donde los banqueros, y así, al venir yo, hubiera recibido
lo mío junto con los intereses [usura].
Por lo tanto,
quitadle el talento y dádselo al que tiene los diez talentos [al
obediente goy], porque al que tiene se le dará y tendrá en
abundancia; pero a quien no tiene, aun lo poco que tiene se le
quitará.
Y al esclavo que no
sirve para nada [honesto], échenlo a la oscuridad de afuera.
Allí es donde será su llanto y el crujir de sus dientes".
(Mateo 25: 26:30)
El mensaje no podía ser
más claro que eso...
Dios es aquí un especulador monetario sin
escrúpulos, y el lugar donde "habrá llanto y rechinar de dientes" es
sólo un eufemismo que significa que,
el judío se asegurará de que
usted no reciba misericordia si usted no coopera con las estafas
usureras de él en un nivel monetario o espiritual.
La declaración,
"Yo cosecho donde no
he sembrado y recojo donde me aventé ninguna semilla",
...es un abierto
reconocimiento de que el judío consigue dinero sin trabajar alguna
vez por ello.
De hecho, ésa es la
típica actitud del judío que desdeña el trabajo honesto.
Incluso para los teólogos que tienen un mensaje espiritual, la misma
actitud de esclavitud y extorsión sigue siendo la misma pero
simplemente toma una dimensión espiritual.
Quizás eso significa que
Yahvé quiere alimentarse de nuestras almas y que su reino del cielo
es una especie de granja "feliz" para las almas.
No sin razón el criado pobre lo llama "un hombre duro".
Con aquellas palabras él
realmente está acusando a "Dios" de ser un estafador y, así, el amo
judío se enfada por esa desobediencia.
En cualquier caso, con esa parábola Jesús está santificando una
institución (tasas de interés o usura),
-
que promueve la competición
entre miembros de la sociedad que de otro modo se ayudarían
mutuamente
-
que crea la escasez artificial
-
que concentra las
riquezas en cada vez menos manos y que impone el crecimiento eterno,
...significando esto último no otra cosa que el gasto innecesario de
todos los recursos naturales y el criar juntas a todas las razas
humanas
como animales de granja, en un intento de exprimir el último
centavo o recurso restante que no ha sido todavía sorbido por el
rapaz judío.
Si esto tiene también un sentido espiritual, eso no salva el caso de
Jesús, porque algo que se supone que es bueno en un nivel espiritual
no causaría tanto daño en uno económico, y el hecho de que la usura
sea destructiva en un nivel económico muestra que en el espiritual
es mucho peor.
La desaparición moderna de la clase media por todo el planeta
refleja muy bien la situación en la parábola:
el sirviente más rico
toma la riqueza del más pobre ("al que tiene poco le será quitado y
al que tiene mucho le será dado más").
Pero al final es el dios
judío el que saca la mayor ganancia:
incluso la riqueza de los
criados ricos es provisoria y a largo plazo su riqueza terminará en
las manos de los "elegidos" también.
Si esta interpretación parece demasiado prosaica, bueno pues, aquí
hay una espiritual:
En el nivel espiritual esto podría significar
que Yahvé destruye la diversidad espiritual tal como la versión
economicista de su reino del cielo ha destruido a la mayor parte de
las formas vivientes y ha esclavizado a toda la Humanidad.
Para aquellos que todavía creen que el
Nuevo Testamento trae un
nuevo mensaje del Viejo, permítanme señalar que esta parábola de los
talentos es sólo un complemento de la historia de 'José en Egipto'.
La Biblia nos dice cómo
Judseph fue a Egipto y especuló con los bienes confiados a él
(Génesis 47:13-27), tomando toda la propiedad de la gente,
dejándolos sin tierras y al final concentrando toda la riqueza en
las manos de las élites.
Esa pequeña y
escalofriante historia fue escrita en el "libro santo" sólo porque
el dios judío está orgulloso de desposeer a todas las naciones y
crear una guerra de clases entre ellas:
"...Hoy llamaríamos
al palacio del faraón, donde José llevó todo el dinero, "el
Banco de Egipto" (...) eso llevó a una forzada reducción del
dinero circulante y a la caída de precios. (...) la producción
agrícola junto con toda otra clase de negocios se estancó.
"Los agricultores, que habían sido dañados de esa manera,
tuvieron que limitar su producción, lo que prolongó la hambruna,
y todos los granos que José vendió llevaron aún más monedas al
palacio del Faraón.
De esa manera los
precios cayeron aún más hasta que la agricultura egipcia fue
[artificialmente] arruinada.
"...Ahora los agricultores estaban desesperados y José compró de
ellos la tierra entera de Egipto por el irrisorio precio de pan
y semillas.
Como José tenía ahora literalmente todo el dinero en
sus manos él fue capaz de dictar los precios. (...) y para
evitar una revolución, la maliciosa sociedad bancaria "José y el
Faraón" consiguió inversionistas de un modo astuto: los
sacerdotes se hicieron los únicos dueños privados de los campos.
"Podemos imaginar qué suculento negocio hicieron los sacerdotes,
ya que ellos arrendaron a los agricultores sus propias tierras,
después de que ellos habían sido dejados en la pobreza. (...)
ese sacerdocio era una protección necesaria para la "Compañía
Faraón".
Aquí tenemos el
primer ejemplo conocido en la Historia mundial del capitalismo
mostrando su cara.
"...Desde ahí en adelante todos los trabajadores egipcios
tuvieron que entregar al faraón un quinto de su cosecha, es
decir, un buen 20% [!] de su trabajo".
Fritz Schwarz
Segen und Fluch des Geldes in der Geschichte del Völker
2010, vol. 1, p. 59
El mensaje otra vez es
muy claro:
el judío llevó la usura y la guerra de clases al Egipto
antiguo.
Muchos eruditos saben que, antes de la llegada de los
judíos, los egipcios tenían una economía humana, sin usura, y fue
aquella prosperidad la que permitió la construcción de las grandes
pirámides.
Pero al judío no le gustó eso, y él se aseguró de
suprimir aquella "malvada y pagana" prosperidad, que benefició a
"demasiada" gente.
Con la llegada de la economía judía (simbolizado por 'la llegada de
José') vemos en Egipto,
* * *
Ya está claro que Jesús traza diferentes caminos para la economía y
la moralidad, destruyendo la conexión natural entre las dos, y eso
pavimenta el camino para nuestra esclavitud.
Hacer actos de caridad
corresponde, así, al mismo estado mental de obtener usura, y no
debería sorprendernos el que tal moralidad sea predicada por un
judío
globalista...
Uno sólo puede imaginar que uno de los mayores problemas para
introducir la moral cristiana entre los germánicos o celtas era que
ella no tenía ningún sentido para ellos:
¿Por qué deberíamos
nosotros entregar caridad cuando no tenemos
ninguna gente pobre en nuestras sociedades?
¿Y por qué deberíamos
condenar toda la riqueza cuando no conocemos ninguna usura que
pudiera distribuir tal riqueza de manera injusta?
No preocuparse por
cosas materiales ¿realmente no nos haría pobres y dependientes
de la esclavitud económica extranjera?
Un diferencia entre la
vida económica y la vida moral habría sido impensable para nuestros
antepasados paganos, o para cualquier otra sociedad pre-cristiana.
Separar la economía de la moralidad, a la vez que se promueve la
caridad como un remiendo, no es mejor que separar a un niño de su
madre y darle a aquél un caramelo como reparación.
O, para usar una
metáfora más realista, es como arrebatarle a una familia una niña,
criarla como una prostituta y darle drogas y bastante que comer como
una "reparación", a la vez que considerar moral dicho proceso.
Esta separación entre economía y moralidad es simbolizada por la
escena de Jesús cuando expulsa a los mercaderes desde el templo.
Para nuestros ancestros
paganos el templo era un lugar de vida comunitaria donde muchos
bienes eran redistribuidos entre la gente, un lugar donde las
transacciones económicas reforzaban el sentido de pertenencia a la
comunidad y de la responsabilidad social.
Jesús hace anónima la
economía.
Tal como Jesús separó nuestras emociones negativas de las positivas,
a fin de poner a unas contra otras, él también separó la economía de
la moralidad a fin de permitir que el materialismo prosperara,
mientras la gente todavía cree que ellos están actuando moralmente.
No debería sorprendernos por lo tanto el que las modernas teorías
económicas fueran desarrolladas por teólogos como Adam Smith o
filósofos cristianos con una fe profunda como Emmanuel Kant,
inspirados por la actitud de Dios hacia la Humanidad.
Aquí llegamos al final de la primera parte de este escrito, y
podemos resumir que,
Estos dos mensajes se complementan uno al otro perfectamente porque
los esclavos, del mismo modo que los animales de granja no tienen
que preocuparse por cosas materiales...
Sólo tiene que preocuparse por
el pago de la usura a sus amos en la forma de su trabajo, un trabajo
que no los beneficia a ellos mismos sino sólo a un poder externo que
siente mucho amor hacia ellos, aunque sea la clase de amor que un
hombre siente por su automóvil, impersonal, no basado en
consideraciones raciales o en deberes recíprocos.
Parte 2
-
Arquetipos -
7 Marzo
2018
Versión original en ingles
Presentamos aquí traducida la segunda parte y final,
de Marzo del año pasado, del trabajo titulado 'The
Dark Side of Jesus', un estudio que esta vez se
centra en un análisis de ciertos mitos, de cómo
fueron voluntariosamente tergiversados en la
Antigüedad para dar origen a nuevos tipos de
sociedades antinaturales, para finalmente el autor
dar una visión de cómo se consideran ciertos
arquetipos, distintos en un alma sana que en otra
que ha albergado el virus del cristianismo, según se
plantea aquí.
"El primero que
nació era pelirrojo, todo cubierto de vello, y lo llamaron Esaú.
Luego nació su
hermano, agarrado al talón de Esaú con una mano,
y por eso lo
llamaron Jacob
[heb. = el que
se aferra al talón, suplantador]"
(Génesis
25:25-26).
"Cierto
día Jacob preparó un guisado.
Y cuando Esaú
volvía del campo, cansado, dijo a Jacob:
—Por favor,
invítame a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado.
Por eso fue
llamado su nombre Edom [heb. = rojo].
Y Jacob
respondió:
—Véndeme primero
tu primogenitura.
Entonces Esaú
dijo:
—He aquí, estoy
a punto de morir; ¿de qué me sirve, pues, la primogenitura?
—Júramelo ahora
mismo— insistió Jacob.
Esaú se lo juró,
y así le cedió a Jacob sus derechos de hijo mayor.
Entonces Jacob
dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas;
y él comió y
bebió, y se levantó y se fue.
Así menospreció
Esaú la primogenitura"
(Génesis
25:29-34).
Introducción
Analizando esta cita de apertura tenemos que comprender que no hay
gente pelirroja entre las razas semíticas reales. Estamos tratando
aquí más bien con una parábola en la cual Esaú representa a la gente
Blanca y Jacob representa al judío.
En la mente de los autores del Antiguo Testamento los judíos
nacieron a fin de parasitar a los Blancos, como lo simboliza el que
Jacob naciera "aferrándose al talón de Esaú".
La manera en que esa
explotación debería ocurrir es explicada posteriormente y
justificada por la forma en que Jacob toma de Esaú sus derechos
naturales.
Entre pueblos indo-germánicos era lo habitual para los miembros de
la sociedad ayudarse mutuamente y no pedir nada en tiempos de la
mayor necesidad. Usted podía confiar en que su propia gente lo
ayudaría en las dificultades porque usted sabía que ellos no se
aprovecharían de vuestra impotencia.
Esto es más evidente cuando vemos cómo Esau no podía entender por
qué su hermano quería tomar de él sus derechos de nacimiento. Tal
cosa era totalmente sin precedentes y, para un indo-germánico, no
tenía sentido.
El hecho de que un judío y un Blanco sean descritos como hermanos
gemelos en esa historia significa que el judío se instalará en
sociedades indo-germánicas y fingirá integrarse, simulará ser un
hermano de los pelirrojos y aparentará ser uno de ellos.
Una vez que
los Goyim Blancos creen que el judío es su hermano, el judío abusará
de aquella confianza y les arrebatará los derechos naturales.
Además, comprar o vender un derecho de nacimiento es imposible en la
práctica y más bien tenemos aquí una metáfora de cómo Jacob
transformó la relación de parentesco en una transacción comercial,
con Esaú no entendiendo lo que estaba ocurriendo en el proceso.
Aprendemos de esta historia que fue el judío el que transformó la
pertenencia natural y las relaciones humanas en contratos
artificiales o transacciones comerciales entre los pueblos
indo-germánicos.
El judío fue también el que destruyó la confianza y
la cooperación y las sustituyó por el capitalismo usurero.
Mitos de Creación
Ahora bien, esta historia de Jacob y Esaú puede ser considerada como
una "Sociogonía" judía, un mito que explica al judío los orígenes de
la sociedad "moderna", pero a fin de entender mejor cómo hemos
terminado en esta clase de sociedad tenemos que echar una mirada a
los mitos de creación.
Como vamos a comprender, el cristianismo no es nada más que una
alteración del sentido de la mitología y los valores
indo-germánicos, y no soy el primero en comprender que el judaísmo
es un cierto tipo de anti-religión, con el cristianismo como su
seguidor fiel en aquella tradición.
Todo lo que una vez era sagrado para otros pueblos fue degradado por
esta religión que todo lo niega, mientras que los defectos del
carácter como el egocentrismo, la cobardía o la indolencia hacia la
Naturaleza fueron elevados a un altar santo.
Un buen ejemplo de esta alteración de valores puede ser mostrado por
la deformación hecha en la Biblia de nuestro mito indo-germánico de
creación.
Conocemos la versión nórdica
del gigante Ymir siendo
cortado a pedazos por los dioses germánicos, quienes crearon nuestro
universo con los miembros de él.
Ahora, con el uso de la mitología comparada es posible reconstruir
el mito de creación original como fue conocido por los
indo-germánicos (basado en "Myth, Cosmos and Society", 2014, de
Bruce Lincoln):
Había un ser primordial. Él fue sacrificado y cortado en trozos. De su carne surgió la Tierra. De sus huesos, las montañas y las piedras. De su (único) ojo, el Sol. De sus emociones, la Luna. De su mente, las nubes. De sus venas y sangre, los ríos. De su cráneo, la esfera del cielo. De su aliento, el viento. De su pelo, los árboles y las plantas.
Paralela a este mito estaba la idea de que nuestros cuerpos humanos
son una reorganización de Ymir.
Él fue cortado en pedazos y se
convirtió en nuestro planeta, pero de este planeta (la Naturaleza)
aparecieron los humanos, y las partes de nuestros cuerpos son
análogas a las partes del cuerpo de Ymir:
Nuestra carne es como la
tierra, nuestro pelo es como los árboles sobre la tierra, nuestras
emociones están relacionadas con la Luna, nuestra visión con el Sol,
nuestra cabeza con el cielo, etcétera.
Como se hará evidente luego,
de todas estas analogías la más importante a tener presente en
cuanto a la Biblia es la de que de nuestra carne es análoga a la
tierra.
Además de belleza poética, en este mito hay una sabiduría muy
profunda dentro de él.
Del mito aprendemos que nuestro planeta es
como una criatura viva, una visión de la Tierra que no puede ser
negada ni siquiera por los ecologistas modernos.
Quién no se asombra cuando este mito refleja, por ejemplo, que el
flujo de magma bajo la corteza terrestre o el campo electromagnético
de la Tierra y la interconexión de las corrientes marinas, todos
trabajan como partes de un sistema viviente, necesarios para que
exista la vida.
Otro punto central del mito de Ymir es el temprano reconocimiento de
la Segunda Ley de la Termodinámica [la cantidad de entropía o grado
de desorden del Universo tiende a aumentar con el tiempo]. La
materia pasa de un estado a otro, siendo la vida y la muerte partes
de un solo flujo.
Por eso Ymir tuvo que ser desmembrado a fin de
crear este mundo, porque la vida surge de la muerte y la muerte de
la vida.
Un Estado Indo-Germánico
De manera bastante sorprendente, este mito está también relacionado
con el orden social indo-germánico.
Los indo-germánicos tenían una
especie de Althing [asamblea o parlamento] supra-regional en el cual
diferentes cantones de la misma raza (omnes eiusdem sanguinis populi)
se congregaban y realizaban rituales sociales relacionados con el
sacrificio de Ymir.
En esos rituales eran divididas partes de un animal sacrificado
(representando a Ymir) entre diferentes líderes de clanes
diferentes, simbolizando su pertenencia a una forma más grande de
Estado, aunque cada cantón fuera separado e independiente.
Un buen remanente de ese ritual es la "parte del campeón" o Curadmír
en las leyendas celtas donde los héroes luchan para conseguir la
mejor parte de un jabalí, simbolizando un lugar superior en la
jerarquía.
El aspecto importante es que los diferentes clanes se
congregaban cada año (¿en el solsticio de invierno?) y recordaban su
ascendencia común y pertenencia racial por medio de ese ritual,
antes de separarse otra vez en gobiernos locales.
Asamblea del cantón de Glarus, Suiza,
7 de Mayo de 2006
Esos rituales fueron registrados por autores romanos que escribieron
acerca de los germánicos (los
Semnones) y los primeros latinos
(durante sus
Feriae Latinae), y de esos reportes nos enteramos
de y entendemos los modos indo-germánicos de crear un Estado.
Gente de la misma raza retenía la soberanía local y vivía en
comunidades independientes (compuestas por alrededor de 500
personas, según hallazgos arqueológicos en Alemania).
En tales
pequeñas comunidades la democracia directa era posible, pero ellas
también funcionaban como un supra-Estado con otras comunidades de la
misma raza, en una organización que se parecía al Estados Unidos
inicial:
"[Tarquino] designó el lugar donde [los primeros latinos] haría la
asamblea: una alta montaña...
Y él estableció leyes según las cuales
ellos realizarían asambleas ahí cada año mientras hubiera treguas
entre todos ellos (...) y todos conjuntamente realizarían
sacrificios (...) a Júpiter Latiaris [Lacial]. (...) Y cada uno
recibe su parte asignada del toro que es sacrificado por todos en
común".
(Dionisio de Halicarnaso, lib. 4, 49)
"En un tiempo fijo toda la gente de la misma sangre se congrega para
realizar rituales. La buena fortuna de los Semnones se añade a su
autoridad. Cien cantones son habitados por ellos, y este gran cuerpo
hace que ellos crean que ellos son la cabeza de los Suebos".
(Tácito, Germania,
39)
"Los germánicos celebran en sus canciones antiguas a un dios nacido
de la Madre Tierra, Tuisto [literalmente "gemelo", el mismo
significado de Ymir]. Su hijo Mannus ["humano"] era el origen de su
raza y su fundador.
Ellos atribuyen tres hijos a Mannus y de sus
nombres ellos llaman a aquellos cercanos al océano Ingaevones [del
dios Yngvi: Freyr]; a aquellos que estaban en el medio, Herminones
[del dios Jormunr: un sobrenombre de Odín]; y a todo el resto,
Istaevonones [de un dios desconocido: Ist]"
(Tácito, Germania, 2)
Vemos que la imagen romana de tribus salvajes absortas en pequeñas
peleas sin interés por la civilización no tiene nada que ver con la
realidad.
Los autores romanos (que tenían poco que ver con sus
antepasados latinos) estaban acostumbrados a formas totalitarias de
gobierno típicas del multiculturalismo y no entendían que los
germánicos prefirieran una coalición de cantones pequeños e
independientes unidos por la raza, como fue posteriormente el caso
en la Alemania del siglo XIX, la moderna Escandinavia, la Suiza
moderna o durante la fase preliminar de Estados Unidos.
La relación natural de ellos era de cooperación y conciencia racial,
y podemos concluir que los conflictos posteriores entre "tribus"
germánicas o celtas fueron un desarrollo posterior causado por las
fuerzas de desestabilización del expansionismo romano en conjunto
con el antiguo capitalismo judío.
Sin embargo, la Historia ha demostrado que los países donde la gente
tiene más libertad hoy son precisamente aquellos que más se parecen
al Estado indo-germánico, mientras que los más despreciables centros
de decadencia y pobreza son los herederos de la tradición
greco-romana, moldeados a partir de gobiernos centralizados y
multiculturales.
En resumen, esta forma indo-germánica del Estado tenía un sentido
cósmico, como queda evidenciado por sus rituales.
Creo que otro
sentido era que las diferentes formas de vida son como distritos
independientes que trabajan juntos, aunque ellos retengan su propio
espacio.
Como individuo puedo relacionarme con este mundo sólo cuando mi
cuerpo retiene su integridad genética, cuando mis genes están
protegidos de los de los virus u otros seres, y es sólo por medio de
la muerte que renuncio a aquella separación y me hago uno con otros
seres.
Lo mismo es válido para grupos raciales y especies animales:
una raza está viva cuando retiene su integridad racial y renuncia a
ella sólo con la muerte.
En este aspecto, la sexualidad está relacionada con la muerte.
Tal
como renunciamos a nuestra integridad genética por la muerte,
hacemos algo similar en una escala más pequeña cuando compartimos
nuestros genes mediante el acto sexual, que es una forma de muerte
controlada, y por lo tanto deberíamos ser cautelosos con ello.
Una cantidad controlada de muerte es necesaria para reestructurar
las formas prevalecientes (para inyectarles alguna creatividad).
Pero demasiada muerte puede ser también destructiva, del mismo modo
que demasiada vida.
Como vemos en el diagrama, demasiada muerte representa el caos,
mientras que demasiada vida representa formas estáticas. Por lo
tanto Belleza y Vida son el equilibrio entre caos y formas
estáticas.
La Naturaleza evita aquellos dos extremos regenerándose a
sí misma y asegurándose de que Ella no sea estática ni que se
desintegre en el caos.
Demás está decir que cuando compartimos nuestros genes con otras
razas abrimos la puerta de manera demasiado amplia para que la
muerte entre en nuestra realidad, y el caos entra como una avalancha
que destroza nuestra sociedad en la disonancia y la carencia de
forma.
A fin de comprender cuánta muerte es necesaria para mantener
viva a una sociedad deberíamos comenzar a considerar a la sociedad
como un organismo genéticamente coherente en vez de una
conglomeración casual de individuos no relacionados.
En resumen,
la Vida es el punto medio entre caos y modelos fijos...
Ambos extremos son estériles, pero la Naturaleza ha manejado un
equilibrio entre esas fuerzas, una "ventana de viabilidad", en la
cual la vida y la belleza pueden surgir.
Durante el acto sexual
permitimos un poco de caos a fin de vitalizar nuestras formas fijas.
También la Naturaleza inventó la conciencia racial a fin de
mostrarnos cuán grande debe ser la "puerta a la muerte" a fin de no
desintegrarse.
Alteración de los Valores
Ahora volvamos a la reelaboración semítica de nuestro mito de
creación.
Aprendemos de la Biblia que
Yahvé creó al hombre de la
arcilla. Esa mención de la arcilla fue obviamente tomada de mitos
paganos en referencia a la tierra como análoga a nuestra carne, pero
en la Biblia el sentido de la metáfora fue puesto al revés.
En primer lugar, los eruditos han notado que la arcilla (en vez de
la pura tierra) fue usada por los pueblos semíticos como una palabra
denigratoria.
Para esa gente la arcilla era una forma "vil" de
tierra.
Ahora bien, eso podría parecer extraño a primera vista:
¿por qué
alguien haría juicios de valor con respecto al elemento tierra?
Pero
esa clase de odio contra la Naturaleza es ya característico del
Antiguo Testamento, donde hay animales "puros" e "impuros",
etcétera.
Vemos que en vez de que la tierra simbolice nuestra libertad como
parte legítima de la Naturaleza, esa metáfora es distorsionada en la
Biblia para describir al hombre como un vasallo de Dios, creado
independiente de la Naturaleza.
En vez de que la Naturaleza y "Dios" sean dos manifestaciones de la
misma cosa, Dios se convierte en un ser ensimismado y tiránico que
no necesita nada de nadie, y la Naturaleza es creada como una
ocurrencia posterior.
En vez de ser la creación un acontecimiento
cíclico, ese dios semítico lamenta "su" propio trabajo y lo hace
lineal.
Es importante comprender que una visión cíclica de la Naturaleza es
totalmente incompatible con una economía usurera, mientras que la
idea de que la creación es lineal y que fue realizada por un dios
independiente conduce inevitablemente a una actitud usurera en
nuestra vida económica.
Esto es así porque en la Naturaleza nada dura para siempre, todo
debe pudrirse, decaer y volver a la tierra (tal como Ymir); por lo
tanto la idea de acumular riqueza, que nunca decae sino que más bien
aumenta, más inútil es para la sociedad y no tiene sentido allí.
Siempre que alguien tiene mucho de algo, el mejor uso o destino es
compartirlo con su gente antes de que ello decaiga, y vuestra gente
ciertamente le devolverá a usted más tarde el favor con alguna otra
cosa.
Es sólo la creencia de que como individuos fuimos creados
separados de nuestros compañeros de raza y que la vida sigue un
camino lineal (que no retorna a la Naturaleza) lo que moralmente
justifica la usura.
Una Filosofía que Lamenta la Vida
Que el dios hebreo se arrepiente a menudo de su creación y le gusta
destruirla está atestiguado extensamente en el Antiguo Testamento
(como en la historia de Sodoma y Gomorra o en el Diluvio de Noé,
etc.) y es ratificado más tarde por el libro del Apocalipsis en el
"Nuevo" Testamento.
Ese deplorar la Belleza de la vida debe ser
encontrado en filosofías por todo el Mundo Antiguo, siempre que una
sociedad ya ha entrado en contacto económico con el judaísmo
internacional.
Entre pensadores griegos como Heráclito nada era más abominable que
el sacrificio:
"Se purifican en vano con sangre, estando manchados", frag. 5,
...y porque la creación de vida requiere el sacrificio, la
vida misma era impura a los ojos de él.
También en la India budista
el objetivo es alcanzar la nada del Nirvana, presuponiendo que la
vida misma crea el karma (pecado), que debe ser evitado.
También la religión Zoroastriana introdujo un pensamiento similar al
de Heráclito, en el cual el sacrificio de un toro primordial (¿Ymir?)
era interpretado como la entrada del mal en este mundo. Para esa
religión dualista el sacrificio era igualmente una especie de pecado
original.
Tal pensamiento dualista es la marca de la esclavitud espiritual,
porque la vida sin sacrificios (en cada nivel) es perversa y
arbitraria. Nunca he encontrado a una persona que evite toda clase
de sacrificios y que sin embargo sea sabia o moral de algún modo.
No
veo cómo la inconstancia y el hedonismo implicados en aquella
actitud pueden conducir al progreso espiritual.
Esa renuncia a la vida, esa pereza espiritual, debe ser encontrada
también en el pacifismo de Jesús, cuando él declara al mundo entero
como pecador, mientras se recuesta en su auto-lástima e indignación.
Sólo victimizándose puede él justificar sus irracionales visiones de
la naturaleza humana.
Esa clase de personas no está satisfecha hasta que ellos se hayan
convertido en mártires, y aun cuando la sociedad no tiene nada
contra ellos, ellos tratarán de desafiarla de cada modo posible,
hasta que la sociedad les dé de mala gana lo que ellos querían:
una
corona de espinas, que justifica su lucha eterna contra todas las
obligaciones sociales.
* * *
Demasiada vida no puede en la praxis ser distinguida de demasiada
muerte.
Ahora bien, ese antinatural deplorar la vida encuentra
tierra fértil en las sociedades multiculturales, donde la gente
conduce existencias materialistas y aisladas, y su necesidad de una
verdadera conexión con otra gente permanece insatisfecha.
Ellos
creen que pueden compensar aquella insatisfacción con la vida
eterna, o más a menudo ellos pierden el deseo de vivir.
A fin de entender qué tipo de gente adopta esas filosofías y por
qué, podemos echar un vistazo a
las corporaciones de productos
alimenticios.
Sus científicos se jactan de haber creado clases de
animales de tipo Frankenstein, como pavos con un pecho tan grande
que ya no pueden copular, o gallos tan desnaturalizados que ya no
sienten ninguna atracción sexual por las gallinas, etcétera.
Esos
animales Frankenstein fueron desarrollados por un mercado voraz
a fin de maximizar las ganancias, y aquí deberíamos preguntarnos:
¿no es la gente de raza mezclada la versión humana de esa clase de
animales?
¿no fueron ellos criados también por el mercado a fin de
hacer más eficiente la explotación humana?
la gente de raza
mezclada ¿no está también siendo criada para que tenga un instinto
sexual anti-natural y capacidades sociales y mentales obstruidas?
* * *
Así, una alteración judía de valores puede ser descubierta ya antes
de la invención del cristianismo, y el ejemplo más cercano es el
Zoroastrismo.
Zoroastro o Zaratustra nunca existió como un ser
humano, sino que más bien fue una fachada religiosa para la
influencia económica judía en la antigua Persia.
Los judíos tenían ya en ese entonces una red mundial de usura, y su
presencia en la Persia Antigua está bien documentada por la
arqueología y por escritores antiguos.
La religión Zoroastriana estaba tan obsesionada con dualismos que
además de tener animales "puros" e "impuros", declaraba que había
palabras "puras" e "impuras".
No estamos hablando aquí de palabras
argóticas u obscenas sino que más bien las palabras "impuras" en
cuestión eran sinónimos bastante normales de origen indo-germánico
usados por el pueblo común.
El objetivo de esa nueva anti-religión
era aparentemente suprimir una vez más las tradiciones
indo-germánicas.
Un buen ejemplo es la palabra "daeva".
Ésa es una palabra
indoeuropea que significaba originalmente "dios", que fue invertida
en su significado por esa ideología que todo lo niega y que todo lo
rechaza para señalar a un ser malvado:
"Daeva (daēuua, daāua, daēva) es un término del lenguaje avéstico
para una clase particular de entidad sobrenatural con
características desagradables.
En los Gathas, los textos más
antiguos del canon Zoroastriano, los daevas son "dioses
incorrectos", "dioses falsos" o "dioses que son (para ser)
rechazados".
Daēuua o daēva, del antiguo avéstico, se deriva del
antiguo iranio daiva, que a su vez se deriva del indo-iranio daivá,
"dios", que refleja al proto-indoeuropeo deywós, con el mismo
significado.
Para derivados en un contexto europeo, véase Dyeus
[germánico Tiwaz, antiguo nórdico Týr]"
(Wikipedia, Daeva:
https://en.wikipedia.org/wiki/Daeva).
Antiguos Centros de Estudios
Y éste es el punto donde volvemos a Judsus.
Como quedará claro, la
pasión de Cristo es simplemente una versión terrenal de nuestro mito
de creación indo-germánico, donde Jesús se sacrifica por la
Humanidad al igual que Ymir fue sacrificado para la creación de la
Naturaleza.
Aquí el sentido fue invertido, por supuesto.
Mientras que el
sacrificio de Ymir estaba destinado para que aceptemos la muerte y
nos conectemos con la Naturaleza, el sacrificio de Jesús estaba
destinado a abolir la Selección Natural y elevar la impotencia del
individualismo a un estilo de vida.
¿Recuerda usted la ventana de viabilidad en la cual la vida surge de
entre el caos y las formas fijas?
Vemos que Jesús se aferra a formas
fijas por medio de su individualismo y su rechazo de la selección
natural, y eso está, por supuesto, fuera de la ventana de
viabilidad.
De ahí que una religión que sobrestima las vidas
individuales no puede ser separada de una religión nihilista que
destruye la vida en general.
Esa intención de invertir el mito de Ymir es más evidente cuando
comprendemos que Ymir quiere decir "gemelo" en antiguo nórdico y que
él es análogo al dios germánico Tuistos, que también significa
"gemelo".
Quizás algunos de ustedes ya saben que hay una tradición
cristiana que dice que Jesús tenía un hermano gemelo ("thoma", como
en el apóstol Tomás, es la palabra semítica para "gemelo").
Me parece que Jesús
fue inventado por los 'Esenios' a fin de
específicamente infiltrarse en religiones indo-germánicas, del mismo
modo que un parásito se especializa para un anfitrión específico.
Por lo visto los Esenios tenían una especie de antiguo centro de
estudios en Qumrán, donde ellos experimentaron con Evangelios y
desarrollaron una historia conveniente para apuntar a tradiciones
indo-germánicas.
Podemos incluso seguir su proceso de creación cuando, por ejemplo,
una copia de un texto pagano fue encontrada junto con un evangelio
cristiano, y las palabras de la divinidad pagana estaban siendo
copiadas y puestas en la boca de Jesús usando un contexto falso.
Esos escritores del Evangelio estaban fabricando contextos
universalistas para la sabiduría pagana a fin de infiltrarse en ella
y dar a su universalismo un tono más profundo y más familiar,
digerible para
los Goyim.
* * *
Podríamos afirmar que para los indo-germánicos fue la Naturaleza
quien nos creó, y nuestra sociedad tenía un aspecto sagrado porque
era un reflejo de Ella.
Este mundo debe su existencia a Ymir (la Naturaleza), tal como
nosotros los humanos debemos nuestra existencia a nuestra raza como
una manifestación de la Naturaleza, pero Judsus intentó con su
pasión sustituir eso.
Jesús invirtió el sacrificio de Ymir en un
nivel social, en la tierra, como un modo de destruir todos los lazos
y deberes sociales, y reemplazarlos por la Ley judía, del mismo modo
que el mito de creación en el Génesis está destinado a destruir
nuestros deberes y nexos con la Naturaleza.
El círculo fue cerrado:
Yahvé se infiltró en la Naturaleza mientras
que Judsus se infiltró en nuestro orden social.
¿Quién dijo que
Jesús quería suprimir la Ley de Moisés?
Él simplemente la
perfeccionó y completó.
"No penséis que he
venido a abolir la ley de Moisés o la palabra de los profetas:
yo no he venido a abolirlas, sino a cumplirlas".
Mateo
5:17
* * *
Para cualquiera que rechace ver una conexión entre el cristianismo y
nuestro sistema económico, permítame decir esto:
no estoy afirmando
que el cristianismo sea un sistema económico, sino más bien que es
como el ADN del capitalismo judío y del multiculturalismo.
Cuando vemos nuestro código de ADN, él no se parece a nuestros
cuerpos en absoluto; lo mismo es válido para una semilla que no se
parece al árbol ya crecido.
Es sólo cuando aquel ADN es traducido en
formas físicas que vemos para qué ha sido codificado.
Del mismo
modo, nuestras sociedades comenzaron a crear instituciones
universalistas y sistemas económicos usureros tan pronto como adoptaron el cristianismo.
Jesús predica que sólo practicando la moral cristianas en la Tierra
podemos conseguir la salvación después de la muerte, y aquello a lo
único que puede conducir es a la implementación de esa moral en
instituciones sociales. Es tan lógico como esto.
Por eso es absurdo
el argumento favorito de la mayoría de los teólogos, que afirman que
Jesús nunca tuvo la intención de crear el cielo en la tierra.
Usted
no puede seguir la moral de él sin crear instituciones cristianas
(porque somos animales sociales).
En anteriores artículos yo no pude determinar si el cristianismo era
una especie de VIH moral o alguna especie de cáncer (en el sentido
de un tumor exponencialmente creciente), hasta que comprendí lo que
ambos tienen en común: el ADN.
Sí, el cristianismo es el código
genético de
una esclavitud capitalista, que funciona como ingeniería
inversa en nuestras sociedades.
Arquetipos
A fin de analizar las repercusiones de esta alteración de valores en
la psique humana, veamos ahora la psicología de los arquetipos.
La psicología de arquetipos es el movimiento psicológico fundado por
Carl Gustav Jung como una alternativa aria a la psicología de
auto-odio de aquel degenerado sexual llamado Sigmund Freud.
Como una
preparación para nuestro análisis me gustaría mostrar en términos
simples de qué se trata la más reciente psicología de arquetipos:
-
Hay 5 aspectos del alma humana que son llamados arquetipos.
-
Cada uno corresponde a un extremo del cuerpo (cabeza, dos brazos y
dos piernas).
-
Bastante sorprendentemente cada arquetipo calza perfectamente con
personajes de la mitología pagana; por ejemplo, el guerrero, el rey,
el amante, el mago, etc.
-
Un alma sana es la que tiene todos sus arquetipos activos y en
equilibrio.
-
Siempre que un arquetipo está siendo reprimido, eso produce dos
sombras de sí mismo, dos extremos que están conectados entre sí por
el miedo.
-
Una de esas sombras es masculina, y la otra, femenina.
Como un ejemplo, cuando el arquetipo del
Amante, que representa la
sexualidad, está siendo reprimido, eso produce dos
sombras:
-
Una sombra masculina de estéril abstinencia y una noción
patológica del contacto sexual como pecaminoso.
-
Una sombra femenina de prácticas sexuales indiscriminadas y
adictivas en formas perversas.
Esos dos extremos evitan una sexualidad sana y libre de temor en la
cual la persona está satisfecha.
Esos extremos son realmente dos
expresiones de la misma actitud hacia la sexualidad, y la persona
afectada puede oscilar entre los dos durante su vida.
En resumen,
ambos extremos pertenecen a la misma mentalidad.
Comprendemos aquí que dualismos como,
bien y mal, cielo e infierno,
amor y odio, creencia ciega y herejía, vida y muerte, comunismo y
capitalismo, socialismo y nacionalismo, individualismo y
universalismo, imperialismo y pacifismo, etcétera,
...todos ellos son
parte de un estado mental enfermo dominado por el miedo, y sabemos
que Yahvé es el dios del miedo, mientras que el cristianismo fue el
Terror Rojo [bolchevique] de la Antigüedad.
Lo que esos dualismos tienen en común es que todos ellos evitan un
enfoque holístico, como fuera común entre las religiones paganas.
Ellos son aspectos de nosotros mismos que han sido aislados por el
temor y están siendo puestos unos contra otros a fin de
esclavizarnos
"No comprenden cómo lo divergente converge consigo
mismo; armonía de tensiones opuestas, como la del arco y la lira"
(Heráclito, frag. 51)
Aquí una revisión de sólo unos ejemplos:
-
Vida vs. Muerte: Para una raza que está en contacto con la
Naturaleza, la vida no es el enemigo de la muerte sino que más bien
una debería estar en equilibrio con la otra.
-
Bien vs. Mal: Para nuestros antepasados paganos el Bien no existía
como una objetividad aislada sino que debía ser encontrado en una
proporción integrada, cuando tenemos "bueno" y "malo".
-
Pacifismo vs. Violencia: En realidad, la paz sólo puede ser
mantenida por la disposición a defenderla con la violencia, y una
paz no cuestionada es tan destructiva como una guerra duradera.
-
Individualismo vs. Universalismo: La ideología de ser cosmopolita
(literalmente "ciudadano del universo") surgió por primera vez en
Imperios financieramente esclavizados, como el griego y más tarde el
romano. Sólo una identidad racial es el saludable punto medio entre
esos destructivos extremos de universalismo e individualismo. Son
realmente las sociedades individualistas y divididas las que son
presas fáciles de la esclavitud totalitaria.
-
Creencia vs. Razón: Creer en un dios creador hace superfluo el
estudio de la Naturaleza, mientras que considerar a la Naturaleza
como sagrada estimula la exploración de sus leyes y el desarrollo de
la ciencia. Esto nos muestra que sólo la Naturaleza puede integrar
la creencia y la razón, a diferencia de la creencia ciega en un dios
racionalista que es el enemigo de la vida terrenal.
-
Socialismo vs. Nacionalismo: Como Hitler correctamente comprendió,
Socialismo y Nacionalismo son impotentes cuando ellos "marchan por
separado", y sólo cuando están unidos son ellos de algún modo
útiles.
-
Comunismo vs. Capitalismo: Como mostré en mi artículo "Por Qué
Comunismo y Capitalismo Son Realmente lo Mismo", Comunismo y
Capitalismo son en la práctica la misma pesadilla porque ambos
evitan una economía sana, donde la gente puede cooperar y conseguir
bienes sin guerra de clases, esclavitud internacionalista ni usura.
Esto último explica por qué los teólogos no pueden decidir si Jesús
era un comunista o un capitalista.
La verdadera pregunta sería:
¿hay
realmente alguna diferencia entre comunismo y capitalismo...?
* * *
Ahora analicemos todos los arquetipos como ellos están presentes en
un alma (pagana) sana:
-
El Amante:
El amante corresponde a nuestra mano izquierda y, como
lo testimonian nuestros antepasados paganos, un sano arquetipo de
amante se manifiesta en una sociedad donde las mujeres tienen la
libertad de elegir a los mejores hombres para la siguiente
generación. No hay nada pecaminoso acerca de la sexualidad, sino
sólo formas auto-destructivas de ella de las cuales deberíamos
protegernos. Una persona con un arquetipo de amante sano es capaz de
disfrutar de su sexualidad, y encuentra satisfacción a partir de ese
impulso natural porque está integrado en sus relaciones sociales.
Dicha persona, de esa manera, puede seguir adelante a otros aspectos
de la vida sin estar obsesionada con el sexo, sin ser absorbida o
sin degradarse por formas destructivas de ello. Para tal persona una
obsesión con el sexo sería tan absurda como cualquier otra ridícula
obsesión. Una obsesión con el sexo representa así un temor
inconsciente a él, el mismo temor que está presente en el asceta
cristiano, que promueve la abstinencia total. En tales
circunstancias, esa sexualidad reprimida encuentra expresión sólo en
formas exageradas de ello sólo para retirarse de nuevo a la
oscuridad de la culpa. Es interesante notar que la misma raza que
dirige la industria de la pornografía (la judía), inventó una
moralidad de la sexualidad como algo pecaminoso.
-
El Guerrero:
El guerrero corresponde a nuestra mano derecha, y en
su manifestación sana, ese arquetipo representa la auto-afirmación y
la disposición a defender las propias necesidades e intereses con la
fuerza. Las relaciones humanas sólo pueden desarrollarse sobre la
base de una auto-afirmación cooperativa. Es la saludable "danza" de
fuerzas entre los propios intereses y los de los demás la que
produce la cultura y la belleza. Si alguien llegara a olvidarse de
sus propias necesidades y se dedicara a las necesidades de otros, él
dejará de retroalimentar la relación, él dejaría de contribuír y por
lo tanto se convertiría más bien en un parásito que en un
benefactor. Sólo la gente perezosa que no quiere estar personalmente
involucrada con sus compañeros abandona la danza de fuerzas y trata
simplemente de seguir los intereses de otros. Esa danza de fuerzas
es necesaria también entre naciones, y por eso los hombres Blancos
son tan odiados por los refugiados que entran en nuestros países,
sin importar cuánto esfuerzo hagamos para complacerlos. Los hombres
Blancos niegan la danza de fuerzas cuando negamos nuestros propios
intereses como raza.
-
El Mago:
Según psicólogos Jungianos el mago corresponde a nuestro
pie derecho y representa nuestro apoyo o base mental en la forma de
nuestros talentos y capacidades intelectuales. En su sano equilibrio
un mago es capaz de poner la razón al servicio de sus emociones, y
de usar su inteligencia para producir Belleza y Subjetividad. Cuando
tratamos de moldear un mundo perfecto para otras razas, estamos
siguiendo al fantasma de la Objetividad, y comenzamos a destruír la
Belleza en nombre del consenso entre criaturas que están destinadas
a vivir separadas. Es sólo cuando combinamos intuición, razón y
revelaciones de la Naturaleza que nos hacemos más sabios, y eso no
tiene nada que ver con una moral perfecta o con objetividad. La
Naturaleza se ha asegurado ya de que el lobo esté en armonía con la
Naturaleza cuando él sigue su propio interés; del mismo modo,
estaríamos en armonía con la Naturaleza cuando comenzamos a
construír una sociedad exclusivamente Blanca y a apartarnos de otras
razas para que ellas hagan lo que les plazca.
• La Comadrona:
Ella corresponde a nuestro pie izquierdo y se
manifiesta en nuestra mitología celto-germánica como la Diosa Madre.
Ese arquetipo representa nuestro apoyo o base material (contacto con
la tierra), y en su sano equilibrio el arquetipo de la partera es
nutricio y generoso con otros. Podríamos decir correctamente que
este arquetipo se superpone casi totalmente con nuestra actitud
hacia la economía. Cuando este arquetipo pierde su equilibrio la
persona en cuestión oscila entre una avaricia insaciable (tal como
Yahvé) y una derrochadora indiferencia por los bienes materiales y
el trabajo de otros (tal como Jesús).
• El Rey:
El rey corresponde a nuestra cabeza, y en su sano
equilibrio representa a una persona que puede organizar e integrar
todos los arquetipos. Él está listo a hacer sacrificios a favor del
bienestar del todo y puede ser mejor representado por Adolf Hitler.
Él permaneció leal a su pueblo hasta la muerte, y fue a la vez
agresivo contra sus enemigos y afectuoso hacia su pueblo y sus
aliados. Cuando el Rey pierde su equilibrio produce la sombra
femenina de la Objetividad, como en una democracia representativa,
donde todas las opiniones se anulan unas a otras, o la sombra
masculina de la Tiranía, como en un régimen comunista. Lo
interesante consiste en que ambas sombras son en la práctica lo
mismo.
El Ideal Cristiano de Hombre
Aquí finalizamos la última parte de este artículo, y resumiendo lo
que hemos aprendido, podríamos decir que,
las patologías de nuestra
civilización moderna no son nada más que el intento desesperado de
traer de vuelta la magia y la belleza a nuestras vidas, cosas que
fueron prohibidas de nuestro mundo por una religión racionalista y
universalista hace dos mil años.
Hemos visto cómo deberían parecer los arquetipos sanos, y con aquel
conocimiento surge la pregunta inevitable:
¿Qué tipo de relación con
nuestros arquetipos está siendo representada por Jesús?
Me gustaría
responder esa pregunta y finalizar este artículo con una imagen:
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