por Adolfo Arto del Sitio Web UniversoElectrico
Cientos de titulares culpan al CO2 del frío extremo en Rusia y del
calor extremo en Australia. Los nunca
postulan que el "Gran Mínimo Solar" puede tener algo que ver este
clima extremo.
De casi todos es sabido que en 2019 estamos entrando en un periodo de "Gran Mínimo Solar", de ahí el título.
Además, según los datos que los astrofísicos solares han recopilado en los últimos años, va a ser profundo y duradero...
Por lo tanto también trataremos aquí las
consecuencias de un "Gran Máximo Solar" así como la relación entre
un "Gran Mínimo Solar" y la actividad volcánica.
Esto provoca a su vez que se debilite la magnetosfera de la Tierra, nuestro escudo protector ante las radiaciones eléctricas externas. La consecuencia de esto es un aumento de los rayos cósmicos que alcanzan nuestra atmósfera y también la superficie de la Tierra.
Ahora la gran pregunta es,
La respuesta es afirmativa.
A continuación veremos cómo...
y rayos cósmicos galácticos Clara evidencia de la anti-correlación entre la actividad solar (superior) y el flujo entrante de rayos cósmicos galácticos (inferior), indicados por el conteo de neutrones promediados mensualmente. Mayor actividad solar implica menor incidencia de rayos cósmicos en la Tierra, y a la inversa. Periodo 1960-2005.
Las manchas solares (ver Sol Eléctrico) son regiones de la fotosfera en las que no se produce descarga de plasma en modo arco (celdillas). Por este motivo esas regiones son más oscuras o, mejor dicho, menos luminosas. Se caracterizan por presentar potentes flujos de campo magnético.
En
ellas suelen estallar enormes
erupciones solares o eyecciones de
masa coronal (EMC).
Máximos y mínimos solares se van
alternando en el tiempo (ver imagen anterior).
Suelen coincidir con fases de perturbación del clima y, a largo plazo, de enfriamiento.
Un ejemplo es el Mínimo de Maunder (1620-1710) que coincidió con la fase más fría de la "Pequeña Edad de Hielo".
El Sol emite un campo magnético a través del viento solar (flujo de partículas cargadas) que llega hasta los planetas más exteriores.
Esta región de influencia eléctrica del Sol se denomina heliosfera.
Las líneas de campo magnético exteriores de la Tierra actúan como un escudo bloqueando los rayos cósmicos provenientes del exterior, impidiéndoles penetra la magnetosfera y llegar hasta la atmósfera y litosfera de la Tierra.
Representación de cómo se ven atenuados los rayos cósmicos en una situación de máximo solar, debido al viento fuerte viento solar y al fuerte campo magnético del Sol y de la Tierra. Créditos: Sacha Dobler,
AbruptEarthChanges.com
Técnicamente, el término "rayos" es engañoso, pues en sí mismos no son radiación electromagnética.
Cuando éstos penetran en la atmósfera, chocan con sus moléculas y
átomos y se desintegran en una enorme lluvia de partículas
subatómicas.
Lo contrario sucederá si hay pocos núcleos de condensación.
Las nubes son esenciales para la cantidad de energía
solar que llega a la superficie. Por lo tanto, sus implicaciones
pueden ser significativas para comprender las variaciones del clima
en el pasado y los posibles cambios futuros.
Los que estamos mencionando, relacionados con los ciclos solares se denomina rayos cósmicos galácticos. Son partículas muy energéticas provenientes del exterior del sistema solar.
Sin embargo, estudios recientes han
demostrado que muchos de ellos se originan incluso fuera de nuestra
galaxia, por lo que son denominados rayos cósmicos intergalácticos.
Durante una sucesión de fuertes y largos máximos solares consecutivos de 11 años - un "Gran Máximo Solar" - apreciamos un clima general más benigno y estable.
Asimismo, también se presenta una menor inestabilidad en viento y precipitaciones así como una tendencia hacia el suavizado de las temperaturas.
Así sucedió en el "Periodo romano de calentamiento", el "Clima óptimo medieval" y el reciente "Gran Máximo Solar" moderno del periodo 1940-2000. En este periodo, se superó el pico de 100 manchas solares (I. G. Usoskin et al. 2003).
Hay que decir que no cualquier pico de actividad solar entre dos Grandes Mínimos se clasifica como un "Gran Máximo Solar".
Representación de la incidencia de un rayo cósmico muy energético. Conforme avanza, interacciona con los átomos de la atmósfera y se va creando
una cascada de otras partículas
subatómicas
Me estoy refiriendo a la emisión solar en términos de luz y calor. Para los ciclos de 11 años, ésta fluctúa en el rango de ± 0,1%. La IST es una medida de la potencia solar en todas las longitudes de onda por unidad de área incidente en la atmósfera superior de la Tierra.
Se mide perpendicularmente a la luz solar entrante.
Así pues, NO es tan simple como:
Esta simplificación nace muy a menudo de los 'defensores' de la teoría del cambio climático antropogénico (provocado por el hombre).
Argumentan que la variabilidad de la actividad solar afecta al clima
sólo mínimamente.
La IST es buen
indicador del clima, pero es solo una parte del efecto, más que la causa
principal.
Las moléculas de vapor de agua necesitan un lugar o situación para condensarse.
Los núcleos de condensación de nubes tienen un tamaño
aproximado de 1 micra (millonésima parte de un metro).
Estas partículas de alta velocidad (principalmente protones) chocan con los átomos atmosféricos y se disocian en una cascada de partículas subatómicas más pequeñas.
Estas partículas actúan por ionización como núcleos de condensación y generan la formación de nubes de bajo nivel. Algunas partículas pueden alcanzar la superficie de la Tierra e incluso penetrarla.
De esta manera, hay más rayos cósmicos que aceleran,
Con un escudo magnético solar y terrestres debilitados y débil viento solar, más rayos cósmicos galácticos alcanzan la atmósfera y la superficie de la Tierra.
Créditos: Sacha Dobler,
AbruptEarthChanges.com
También,
debido a las perturbaciones de la corriente de chorro, aumentan las
olas de calor y los incendios forestales (véase más adelante las
inundaciones y sequías).
Durante la "Pequeña Edad de Hielo", las temperaturas a través del Hemisferio Norte disminuyeron en sólo 0,6°C en relación con la temperatura promedio entre los años 1000 y 2000 de nuestra era (imagen abajo).
Sin embargo los eventos de heladas y nieve y las pérdidas de las cosechas fueron devastadores.
Un "Gran Mínimo Solar" "normal" se manifiesta inicialmente no tanto como una
"mini edad de
hielo", sino que podría llamarse más apropiadamente una "edad de mal
clima" con fuertes extremos atmosféricos.
Esto se produjo en el punto
álgido de la "Pequeña Edad de Hielo".
Se puede esperar que estas anomalías (incluyendo terremotos y volcanes) aumenten en general a lo largo de las zonas de riesgo habituales de desastres naturales (imagen abajo).
De manera general se puede decir que para cualquier región dada, puedes esperar más de lo mismo.
Más aún, a largo plazo:
Puesto que la tendencia actual (2019) es de caída hacia un mínimo
solar, la magnetosfera de la Tierra se está debilitando y, por lo
tanto, los rayos cósmicos entrantes, así como la radiación UV solar,
están aumentando.
Además, los ciclos de 11 años pueden alargarse en
ocasiones hasta 22 años...
Un "Gran Mínimo Solar" - como una sucesión de varios ciclos solares muy bajos - ocurre aproximadamente cada 200 años.
El último notable fue el "Mínimo de Dalton" (1790-1820), que fue seguido de,
Evidencia científica de la correlación entre la actividad solar y
las fluctuaciones del clima
Se estudiaron los anillos de árboles en la ladera sur de las montañas Qilian, en la zona nordeste de la meseta tibetana, abarcando un periodo de 1.000 años.
El estudio fue llevado a cabo por Junyan Sun y Yu Liu, de la Academia China de Ciencias, Xi’an, China.
Reconstrucción de la cantidad de precipitación en el borde de la Llanura Tibetana (Tibetan Plateau). Las barras de la gráfica describen las fases débiles destacadas de actividad solar. Corresponden a Om=Mínimo de Oort, Wm=Mínimo de Wolf, Sm=Mínimo de Spörer, Mm=Mínimo de Maunder, Dm=Mínimo de Dalton.
Créditos: Sun & Liu (2012)
Junyan Sun y Yu Liu estudiaron tres anillos de dos árboles vivos de
1.000 años de antigüedad en el borde nordeste de la meseta. El
crecimiento de los árboles en el área de estudio es particularmente
sensible a la cantidad de precipitación.
Se han realzado otras reconstrucciones de datos en la misma región y los resultados han sido muy similares.
Hubo periodos pronunciados de sequía:
Es interesante reseñar que casi todo el resto de periodos de sequía ocurrió durante épocas de mínimo solar, por ejemplo,
(Ver la imagen anterior).
Mostró la evidencia de que cada vez que el Sol "hiberna" durante décadas, las lluvias en la Meseta Tibetana cesaban.
Un exhaustivo análisis de la frecuencia de las precipitaciones también evidencia ciclos solares, por ejemplo,
Este estudio, una vez más, documenta la enorme importancia de las fluctuaciones de la actividad solar sobre la evolución del Clima.
En general, el agua tiende a permanecer en la
cobertura nubosa durante más tiempo.
Esto puede venderse como resultado del "Calentamiento Global", lo que implica un calentamiento global antropogénico (provocado por el hombre). A pesar de que no ha habido calentamiento global desde el año 2000.
Por lo tanto, debido al desplazamiento de las corrientes de chorro y a los cambios en los patrones de viento, se esperan olas de calor fuera de lo normal y más incendios salvajes.
Durante el
período más frío del "Mínimo de Maunder", Alaska y el Atlántico
Norte fueron incluso más cálidos de lo normal (ver
AQUÍ).
El vapor de agua en sí (gas, no gotas condensadas) es un gas de efecto invernadero 10 veces más efectivo que el CO2, por lo que se genera otro mecanismo de retroalimentación hacia el calentamiento y un clima estable durante el máximo solar.
Además de la mayor humedad general, el buen tiempo significa más diferencia entre la temperatura diurna y la nocturna, lo que también se traduce en una mayor formación de rocío.
Negra: Reconstrucción de las precipitaciones según estudio en la Meseta Tibetana por Sun & Liu 2012. Roja: actividad solar según Muscheler et al. 2007.
Azul: Temperatura reconstruida según Storch et al. 2004
Por ese motivo la producción de alimentos relacionada puede verse devastada sólo por una menor humedad en el suelo.
Se representa las precipitaciones de febrero en Alemania comparadas con el número de manchas solares. Se muestra la correlación positiva óptima (r = 0,54) con una demora solar de +17 meses. Los ciclos solares están numerados del 14 al 24. La probabilidad de que la correlación r = 0,54 sea por casualidad es menor que 0.1% (p < 0.001).
Créditos: ScienceDirect.com
Es
posible que esto ni siquiera aparezca en los registros climáticos
(temperatura y precipitaciones). Es muy probable que estas sequías
sean malinterpretadas como sequías causadas por el calentamiento y
la evaporación.
Así, los glaciares pueden desaparecer de arriba hacia abajo, en temperaturas continuas bajo cero, lo que puede venderse como "derretimiento" debido al calentamiento (como por ejemplo en el pico del Kilimanjaro, ver AQUÍ).
En la Antártida existen desiertos rocosos sin nieve conocidos como "oasis antárticos" también en temperaturas constantes bajo cero.
...pueden ser acelerados por el aumento de la radiación UV mediante los siguientes mecanismos:
Las
partículas penetrantes (muones de rayos cósmicos) del espacio
disminuyen la viscosidad del magma rico en sílice.
Un grupo de investigadores japoneses han examinado la evolución de eventos eruptivos que produjeron un magma rico en sílice.
El estudio se centró en cuatro volcanes de Japón:
...en los últimos 306 años (de 1700 a 2005).
Nueve de los 11 eventos ocurrieron durante fases de
muy poca actividad magnética solar (mínimo solar), lo cual se
correlacionaba de manera evidente en el número de manchas solares.
Este estudio fue publicado en junio de 2011 con el título "Erupciones volcánicas explosivas provocadas por los rayos cósmicos: El volcán como una cámara de burbujas".
Sus autores son:
Esta relación no se observa en las erupciones de volcanes con relativamente poca sílice en su magma, tal como el Izu-Ohshima.
Se sabe que el flujo de rayos cósmicos es inversamente proporcional a la actividad del campo magnético del Sol. Es debido a que el fuerte campo magnético del viento solar repele las partículas cargadas tales como los rayos cósmicos galácticos provenientes del exterior del Sistema Solar.
La fuerte correlación negativa entre la aparición
de erupciones volcánicas ricas en sílice y la actividad solar pueden
ser debidas a las variaciones del flujo de rayos cósmicos modulados
por el Sol.
Estos muones pueden contribuir a la nucleación en el magma supersaturado, tal como se documenta por muchos autores que estudian la cámara de burbujas, vía la pérdida de ionización.
Esta nucleación inducida por radiación puede conducir a una disociación pre-eruptiva de H2O en el magma rico en sílice.
También se ha especulado con que el
efecto de
bola de nieve de la Tierra fuera provocado por sucesivas erupciones
volcánicas a gran escala que a su vez fueron provocadas por el flujo
de rayos cósmicos debido a explosiones de supernovas cercanas.
La causa y el efecto quedan claros.
En la historia reciente, la mayor duración del enfriamiento que se atribuyó a una erupción volcánica aislada fue de sólo un año (el año sin verano en 1815, Tambora). Y eso fue también al final del Mínimo Dalton (1790-1820).
Véase también el artículo, "La radiación cósmica solar como causa de terremotos y erupciones volcánicas" en la que se dice:
También, en este caso, se tienen en cuenta las [zonas
de riesgo] habituales.
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