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por Joan d’Arc
2002 traducción de Adela Kaufmann
A partir de 1801, una pequeña roca y objetos
metálicos fueron descubiertos orbitando al Sol a una distancia
aproximadamente similar a esto. Desde entonces, varios cientos de
miles de asteroides grandes han sido catalogados, y se estima que
hay más de un millón de asteroides de 1 km.
Si la masa total estimada de todos los asteroides fuese concentrada en un único objeto, el objeto total mediría unos 1.500 kilómetros (932 millas) de diámetro - menos de la mitad del diámetro de la luna terrestre.
El astrónomo H. Olbers descubrió el segundo asteroide, Pallas, en 1802, y el cuarto asteroide, Vesta, en 1807.
En su tiempo, Olbers
pensaba que estos cuerpos eran fragmentos de un planeta que había
estallado. Otra teoría generalmente aceptada indica que los
asteroides son los restos de un planeta que fue destruido por una
gran colisión masiva. No obstante, ya se había puesto de manifiesto
que gran parte del material de este "planeta faltante" había sido
halado hacia las órbitas de la Tierra, Marte y Júpiter, ya sea como
meteoros o satélites en órbita.
Hay diversas opiniones sobre qué causó el Cinturón de Asteroides, por ejemplo, Tom van Flandern, en sus obras: Hipótesis del Planeta que Explotó en Materia Oscura, Planetas Desaparecidos y Nuevos Cometas, afirma que un antiguo planeta principal entre Marte y Júpiter explotó hace cerca de unos 65 millones de años.
Van Flandern cree que este acontecimiento es el origen de la gran bombardeo de cometas y asteroides que finalizó el reinado de los dinosaurios sobre la Tierra.
Sin embargo, según
Zecharia
Sitchin
en “El 12avo Planeta", las cuentas escritas dejadas
por la perdida civilización sumeria afirman que Tiemat no falta, no
está desaparecido, solamente se trasladó. Tiamat, es el planeta en
el cual nos encontramos ahora.
En primer lugar, una sinopsis de la historia
sumeria/babilónica de Tiamat está en orden.
Nibiru - El retrógrada Intruso
En sus libros, El Doceavo Planeta y El Código Cósmico, Zecharia Sitchin describe esta "batalla celestial", como se describe en el texto babilónico Enuma elish babilónico.
El planeta "Marduk" (el sumerio "Nibiru"),
al entrar como un reloj en el sistema solar, en su curso elíptico (retrógrado)
de 3,600 años, golpeó a Tiamat, que se estaba moviendo en su órbita
en dirección contraria a las agujas del reloj.
La otra
mitad del planeta, que fue alcanzado por una luna más pequeña de Marduk, fue catapultada a una nueva órbita, junto con un fragmento
de un material que se convirtió en su luna. Según el Enuma Elish,
lunas originales de Tiamat se dispersaron, muchas cambiando la
dirección de sus órbitas y rotaciones.
Tom van Flandern, un especialista en mecánica celeste en el Observatorio Naval de EE.UU., ha sugerido que la gran grieta de Marte podría ser el lugar de impacto de una antigua luna, las lunas de Neptuno muestran evidencia de alteración violenta, Mercurio era originalmente una luna de Venus , Marte tuvo alguna vez muchas más lunas, y Plutón y Caronte son lunas escapadas de Neptuno.
Van Flandern encuentra la rotación retrógrada de Venus peculiar, cree que nuestra Luna se originó en la Cuenca Terrestre del Pacífico, y él está de acuerdo en que probablemente hay un planeta sin descubrir, más allá de Plutón, que pertenece a nuestro sistema solar.
Además, el Hubble recientemente investigó uno de los
asteroides más grandes, Vesta (imagen arriba), y encontró
evidencia de capas diferenciadas, similares a los planetas
terrestres, áreas distintivas de luz y oscuridad, como la cara de
nuestra luna, y una geología similar a la Tierra, incluyendo
evidencia de antiguos flujos de lava volcánica.
Según Sitchin, todas las antiguas mitologías se derivan de este
conocimiento inicial impartido a los terrícolas por programas
espaciales ETI que provienen de este díscolo, bola de boliche,
Nibiru. Según Sitchin, los Anunnaki llamaron a nuestro planeta Eridu,
lo que significa "hogar lejos de casa".
Enlil, el de la cabeza-fuerte, fue honrado por el signo de Tauro. Ninmah era Virgo. El guerrero Ninurta era Sagitario.
Con el tiempo, explica Sitchin, como segunda y tercera generación de "dioses" Anunnaki se unieron a la escena en la Tierra,
El continente que los antiguos, llamaron Pangea probablemente representa la verdad prehistórica en cuanto a la formación terrestre en la Tierra después de haber sido involucrada en esta colisión.
Con
el tiempo, los continentes luego se deslizaron hacia donde están
ahora. Como lo señala Sitchin, las masas más grandes de la Tierra
están, en su mayoría, a un solo lado, y los océanos se toman el
resto del planeta. Mirando al globo terráqueo desde una distancia,
si se quitara el agua, lo que queda es un "planeta hendido, partido,"
que es el significado de "KI" - la palabra sumeria para la
encarnación actual de la Tierra.
Los actuales avances en
la astronomía, de hecho, corroboran algunos aspectos de esta
historia.
Basados en la evidencia matemática, los astrónomos han
estado tan seguro de la realidad de este planeta que lo llamaron
Planeta X. El nombre es el décimo planeta, así como el símbolo
matemático de una cantidad desconocida. (véase de d'Arc, "Planeta
X", en la lista de lecturas sugeridas a continuación)
El 17 de junio de 1982, un comunicado de prensa de la NASA del Centro Ames de Investigación reconoció oficialmente la posibilidad de "algún tipo de misterioso objeto" más allá de los planetas más lejanos. La revista Astronomía, publicó un artículo en diciembre de 1981, titulado " En Busca de un Décimo Planeta ", y otro artículo en octubre de 1982, titulado “En la Búsqueda de un Décimo Planeta".
Newsweek cubrió la historia del Planeta X el 28 de junio de 1982, en un artículo titulado "¿Tiene el Sol un compañero oscuro?"
Este artículo implica que el décimo planeta era un gemelo
del sol, indicando que dicho "compañero oscuro" podría producir la
fuerza invisible que parece tirar de Urano y Neptuno, acelerándolos
en un punto en sus órbitas y reteniéndolos nuevamente a medida que
pasan ... la mejor apuesta es una estrella oscura orbitando por lo
menos a 50 mil millones de millas más allá de Plutón ... Es más
probable que sea una enana marrón, o una estrella de neutrones ".
El Washington Post, cubrió la
historia del Planeta X en primera página el 31 de diciembre de 1983
llamado "Misterioso Cuerpo Celestial Descubierto". Esta historia
reportó que el satélite astronómico infrarrojo (IRAS) detectó calor
de un objeto alrededor a unos cincuenta millones de kilómetros de
distancia.
El artículo afirmaba que el investigador científico de la NASA, John Anderson,
El artículo concluía:
Esto nos lleva muy claramente a la primera anomalía, que sugiere que
la Tierra era el desaparecido gran planeta Tiamat.
Incluso en las 25 libras, la grandes águilas cazadoras de Asia Central tenían grandes dificultades para despegar del suelo.
El Pteranodons volador (un "depredador antediluviano" en un mundo donde una inundación mundial ‘nunca sucedió’) se piensa ahora que fueron carroñeros, no pescadores.
Cómo estos "planeadores vivientes” podrían haberse dado a la fuga después de hartarse de carne podrida de dinosaurio es un verdadero rompecabezas, según Douglas Lawson, de U. Cal.
Como lo explica Ted Holden en "Dinosaurios y el Problema de
la Gravedad" en El Anomalista, este reptil volador era bastante
ligero, del tamaño de un pavo moderno, pero con una envergadura de
hasta 50 pies.
Aún más importante,
Estos supuestos presentan un problema de ingeniería tipo Trampa-22:
Y este, ciertamente no es el más grande de los depredadores voladores antediluvianos. Según Robert T. Bakker en The Dinosaur Heresies, algunos pterosaurios tenían alas de una envergadura de 60 pies.
Bakker ha acordado que,
Hay otros factores que actualmente limitan el tamaño de las criaturas de la Tierra. Vamos a considerar a los elefantes.
Como Holden, explica, es bien sabido que los animales del tamaño de los elefantes no pueden permitirse el lujo de caerse, y que incluso la más leve caída, por lo general puede resultar mortal, rompiendo huesos y destruyendo tejidos. Sin embargo, el elefante, ni siquiera vive un estilo de vida de depredador.
Como señala Holden:
Él concluye,
El concluye de que los super-animales del pasado de la Tierra no podrían vivir en nuestro mundo actual. Holden especula una explicación:
El requisito básico para una percepción atenuada de la gravedad de la Tierra implica que la Tierra estaba en una órbita muy cercana alrededor de un cuerpo estelar más pequeño y mucho más frío (o cuerpo binario) que nuestro Sol actual.
Uno de los polos siempre estaría apuntando directamente a esta pequeña estrella cercana o sistema binario. La intensa atracción gravitacional que se retiraría de la Tierra en forma de huevo en vez de su actual forma esférica presente, de manera que el centro de gravedad del planeta estaría fuera del centro hacia la pequeña estrella.
Esto generaría el
esfuerzo de torsión necesario para contrarrestar la fuerza
giroscópica natural y mantener el polo terrestre apuntado en la
misma dirección que giró en torno a la estrella.
De hecho, la literatura antigua nos dice que en tiempos antediluvianos no habían estaciones.
Holden especula una explicación:
Holden sugiere que esas estrellas pequeñas son Júpiter y Saturno, las dos principales deidades de los sistemas religiosos de la antigüedad.
Él escribe:
Efectos de Júpiter y Saturno en Orbes Cercanos
Uno de los debates más fascinantes de estas dos esferas está contenida en un libro de 1954, escrito por Rodney Collin, titulado The Theory of Celestial Influence.
Júpiter tiene doce lunas conocidas, cuatro de las cuales son visibles por el telescopio.
Como explica Collin,
Como Collin, explica,
Collin, quien era discípulo de P.D. Ouspensky y G.I. Gurdjieff, afirma que el sistema de Júpiter está muy desarrollado y es casi un reflejo completo en miniatura del Sistema Solar.
Afirma,
El sistema de Júpiter, Collin explica, incluye 15 a 20 frecuencias
armónicas. El mundo de Júpiter debe producir "una extraordinaria
riqueza de matices que lo pondría en la misma relación a Venus que
un violonchelo a un silbato".
Collin observa que Júpiter y Saturno "evidentemente están tratando de convertirse en soles".
También señala que,
Así vemos, como nos dijo Holden anteriormente,
Ángeles Caídos de Satanás: ¿Los asteroides?
Imagínese el efecto discordante de esta,
Collin señala la relación física entre la masa de asteroides y los planetas individuales. Se pregunta, ¿pudiera esta relación representar la independencia o la insurrección de las unidades de componentes contra el todo?
Como señala Collin,
Collin, también llama la atención sobre la extraña afinidad entre los asteroides y la idea de "corrupción".
Él observa la conexión entre los asteroides, como una multitud de partículas, y las antiguas "leyendas de delincuencia" en el plano angelical o planetario. La rebelión de Satanás, la caída de Lucifer, son historias contadas en el contexto de los demiurgos planetarios, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.
Como señala Collin, los asteroides nunca son mencionados por su nombre, pero en todo caso se nos habla de un "ángel caído", tal como en,
Podría antiguas leyendas estar describiendo como ángeles caídos la
caída de escombros de un gran cataclismo, como una insurrección en
la política del cuerpo del sistema solar?
En el lugar del quinto ángel, se nos dice que una estrella se vio caer del cielo,
El ángel del abismo, era Apollyon, que más tarde sería llamado Satanás. Debemos darnos cuenta de que los asteroides ahora ocupan el quinto lugar en la secuencia planetaria. El quinto planeta "está faltante".
Una visión describe, además,
Collin describe esta visión, como,
La mujer, explica, está a punto de dar a luz "a un nuevo satélite."
La Teoría del Planeta X está comenzando a completar los detalles de este antiguo mito de una Guerra en el Universo.
El Gran Dragón
podría ser
Nibiru (Sol B), el gemelo oscuro del Sol, que fue lanzado
hacia (chocó contra) la Tierra, y que en realidad "devoró al infante"
(tomando un gran bocado de su costado) y fue expulsado del mundo de
momento.
(Nota: sin embargo, que Nibiru y su comitiva de siete lunas está
en una recurrente órbita periódica de 3,600 años alrededor del Sol
A, y el cataclismo que acabó con la civilización de la Atlántida no
es necesariamente es el mismo que acabó con el reinado de los
dinosaurios.)
¿Podría haber sido un mundo totalmente diferente, uno situado en la quinta roca desde el Sol A, y en una órbita cercana alrededor de un cuerpo más pequeño, más frío binario, Júpiter o Saturno?
Como señala Holden, uno de los polos de la Tierra señalaría en la misma
dirección, en la que giraba alrededor de la estrella pequeña. La
intensa atracción gravitacional que halaría la Tierra en forma de
huevo, de forma que el centro de gravedad del planeta sería fuera
del centro hacia la pequeña estrella. ¿Podrían las consecuencias de
tal intenso tirón gravitacional permitir enormes criaturas voladoras?
Con Tiamat
como un gigante de 8-bolas, habría parecido que fue jugado un juego
cósmico de piscina. Hay mucho que considerar ahora que los
catastrofistas finalmente están teniendo su día en la corte. Haga
preguntas, aunque parezcan absurdas, ya que en este contexto, no
sabemos nada! En esencia, la Teoría de la Estrella Oscura afirma que estamos viviendo en un sistema binario. Verdaderamente hemos sido lanzados como una bola curva.
El gemelo oscuro del Sol también proporciona una explicación para el siempre presente dualismo Cristo/Satán de nuestros sistemas religiosos, un enigma discutido en detalle por Andy Lloyd en la Sección Estrella Oscura.
Esto nos lleva muy claramente
a la segunda anomalía que sugiere que la Tierra es el desaparecido
gran planeta Tiamat.
Como
los Sumerios
afirman, Tiamat fue alcanzado por una luna de Nibiru y fue cortado
casi a la mitad, llevándose el agua de este mundo acuático. Como
señala Sitchin, toda el agua en la Tierra actual está, sobre todo,
en un lado. Si usted quitara el agua, la Tierra se ve rota por la
mitad.
¿De dónde provino todo? Un artículo del 3/23/02 en la revista Science News, escrito por Ben Harder explica el problema.
Como explica Harder, la Tierra está demasiado cerca del Sol para
contener la cantidad de agua que contiene. El agua, tan crucial para
su biosfera, debería haber sido expulsada del sistema solar interno
antes de que se formara la Tierra. Estando tan cerca del Sol como
está, la Tierra debería ser un planeta mucho más seco.
Si esto es representativo de los
cometas del sistema solar en general, entonces se puede atribuir muy
poco del agua de la Tierra al impacto de cometas. Lloyd sugiere que
tal vez sólo la mitad de los océanos de la Tierra pudieran haber
sido depositados por cometas.
Como Lloyd concluye:
Y concluye:
Lloyd analiza la teoría del "embrión" de Allessandro Morbidello, quien ha propuesto que la Tierra se formó a partir de,
Estos "volátiles portadores", explica Morbidello, se habrían
formado alrededor de 4 Unidades Astronómicas, que están
aproximadamente cuatro veces más lejos del Sol que la Tierra. Esto
pondría a la formación temprana de la Tierra en algún lugar dentro
de la órbita de Júpiter.
Como Lloyd concluye,
Como Lloyd concluye:
Lloyd toma nota del “carácter especial” de la Tierra.
Él pregunta,
Su respuesta,
Él explica:
Energías Vinculantes y Sistema de Expansión
Hills ha señalado que, dado su tamaño y cantidad de movimiento, las estrellas probablemente continuarían en su camino más allá del sistema solar, pero una enana negra o enana marrón sería más proclive a ser capturada por el Sol.
Una vez capturada, la órbita de la enana capturada podría ser muy excéntrica, posiblemente degradándose con el tiempo.
El trabajo de Hill indica que si la enana marrón tuviera menos de 20 masas de Júpiter, su infracción temporal en la zona planetaria no necesariamente causaría el caos entre los demás planetas, pero habría un efecto en las relaciones energéticas entre los planetas.
Estas "energías planetarias vinculantes" no son fijas.
Cuando un "elemento excéntrico o no-convencional" de considerable masa se introduce en el sistema solar, las energías de enlace de los planetas están sujetas a cambios. La investigación de Hill sugiere que la órbita del intruso cambiaría toda la energía de las órbitas de los otros planetas. Sus cálculos sugieren que el sistema solar estaría supeditado a una contracción o expansión.
Como señala Lloyd,
También señala,
Como Lloyd sugiere:
Lloyd pregunta,
Apéndice
Así, según su argumentación, las dos anomalías que aquí se sugieren, son incompatibles entre sí, ya que de acuerdo a la "columna geológica" , ambos acontecimientos ocurrieron en períodos de tiempo muy lejanos.
Por lo tanto, he retenido la publicación de este documento hasta el momento en que pudiera explicar la discrepancia, que es la siguiente:
Lloyd también describe un acontecimiento de extinción que creó la extinción en masa de límite P-Tr. Él escribe:
Lanzando toda precaución al viento, hay algunas soluciones que pueden sugerirse.
El problema de la gravedad de los dinosaurios es una gran pieza de evidencia para algo, pero ¿evidencia de qué?
Tal vez otros
catastrofistas por ahí me pueden ayudar a poner las piezas de este
rompecabezas.
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