por Thalif Deen
05
Septiembre 2019
del Sitio Web
IPS
La sede en Nueva York de las Naciones Unidas,
que
vivirá una semana decisiva de cumbres
y
diálogos de alto nivel a partir del
23 de
septiembre 2019.
Crédito: ONU
Las Naciones Unidas
organizarán seis reuniones de alto nivel, sin precedentes incluso
para sus estándares, durante el comienzo de la 74 sesión de la
Asamblea General, en una semana vertiginosa que comenzará el 23 de
septiembre (2019).
Esas
reuniones son vistas
como un intento de revivir la diplomacia multilateral en un
momento en que una ola de líderes populistas de extrema
derecha, incluidos los presidentes,
-
de
Estados
Unidos, Donald Trump
-
de Brasil,
Jair Bolsonaro
-
de
Filipinas, Rodrigo Duterte
-
el primer
ministro de Hungría, Viktor Orban,
...apoyan
el autoritarismo, abandonando los tratados internacionales o
socavando el multilateralismo, no necesariamente en ese orden.
Lamentablemente,
se les unen un puñado de otros líderes demagógicos del Norte
industrial y del Sur en desarrollo, incluidos los de,
-
Rusia
-
Myanmar
-
Egipto
-
Arabia
Saudita
-
Polonia
-
Turquía,
...entre
otros, en una lista de la que se acaba de apear Italia,
aparentemente.
La Organización
de las Naciones Unidas (ONU) espera que más de 180 líderes
mundiales, incluidos jefes de Estado y de gobierno y ministros de
Asuntos Exteriores y funcionarios gubernamentales de alto rango,
participen en la cadena
de cumbres durante seis días, en la que sus funcionarios
presentan como,
"la semana de
alto nivel de las Naciones Unidas".
Los organismos
multilaterales, y los tratados internacionales, que han recibido una
paliza incluyen,
-
la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (UNESCO)
-
el Consejo
de Derechos Humanos
-
la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)
-
la
Organización Mundial del Comercio (OMC)
-
el Acuerdo
de Asociación TransPacífico de Cooperación Económica (TPP)
-
el Tratado
sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio
-
el Acuerdo
de París sobre el Cambio Climático...
Como sintetizó el
delegado de un país ante la ONU, que pidió no dar su nombre:
"Es una
resurrección del multilateralismo o un preludio de un obituario
para el orden internacional".
Las reuniones de
alto nivel, programadas entre el 23 y 27 de septiembre, cubrirán una
amplia gama de temas políticos, sociales y económicos en la agenda
de la ONU, además de la propia Asamblea General.
Las reuniones
especiales abordarán la,
-
acción
climática
-
atención médica
universal
-
objetivos de
desarrollo sostenible (ODS)
-
financiación
para el desarrollo (FpD)
-
eliminación
de las armas nucleares
-
supervivencia de los
pequeños Estados insulares en
desarrollo (PEID) que se enfrentan a la extinción por el
aumento del nivel del mar debido al 'calentamiento'
planetario...
En declaraciones a
los periodistas en agosto, el secretario general de la ONU,
António Guterres, reiteró una advertencia que ya planteó en la
anterior sesión de la Asamblea General, hace un año, que el
multilateralismo está siendo atacado desde muchas puntos diferentes,
precisamente "cuando más lo necesitamos".
"En diferentes
áreas y por diferentes razones, la confianza de las personas en
sus instituciones políticas, la confianza de los Estados entre
sí, la confianza de muchas personas en las organizaciones
internacionales se ha erosionado y… el multilateralismo ha
estado bajo ese fuego", se quejó.
En las próximas
seis cumbres, Guterres advirtió que,
"la gente de
todo el mundo no quiere medias tintas o promesas vacías. Exigen
un cambio transformador que sea justo y sostenible".
El secretario
general abogó otra vez por un multilateralismo inclusivo.
"Debemos probar
que el multilateralismo puede responder a las ansiedades
globales y dar lugar a
una globalización 'justa' que nos beneficie
a todos" insistió,
...en vísperas de la semana de reuniones que serán una prueba sobre si
hay posibilidad de avanzar en ese sentido, o lo contrario.
En resumen,
¿del
gran festival de diálogos saldrán resultados concretos o terminará
siendo otro ejercicio político inútil?
En entrevista con
IPS, Jayantha Dhanapala, ex-embajadora de Sri Lanka y ex
subsecretaria general de la ONU para Asuntos de Desarme, consideró
que,
"hay que
examinar el cementerio de los acuerdos multilaterales de
seguridad, ambiente y economía que sustentan el orden liberal
mutuamente beneficioso".
Mientras eso
sucede, recordó, se producen
los incendios en la Amazonía, un gran
regulador del clima mundial, o incluso en la región del Ártico, con
parte de su tundra ardiendo.
Al mismo tiempo,
añadió,
"el número de
refugiados que huyen de la violencia y la persecución son los
más altos en la historia registrada".
Mientras las crisis
se incrementan en número e intensidad, la superpotencia
estadounidense, bajo el mandato "quijotesco" de
Trump, y la de
países en desarrollo como Filipinas, Brasil y otros, abandonan las
normas mundiales que pudieran aliviarlas, dijo Dhanapala.
"Un orden
internacional basado en normas comunes se derrumba ante nuestros
ojos y Gran Bretaña está al borde de un
Brexit desordenado
mientras
las guerras comerciales arruinan el comercio
chino-estadounidense y conducen al mundo hacia una ruinosa
recesión y el fin del desarrollo sostenible", añadió.
Para Martin S.
Edwards, profesor y presidente de la Facultad de Diplomacia y
Relaciones Internacionales de la Universidad de Seton Hall,
"la profundidad
y amplitud del trabajo que está lanzando la ONU es más que
simbólica".
Cuando
Bolsonaro
inaugure la Asamblea General, un privilegio tradicional de Brasil,
el 24 de septiembre, y poco después lo siga Trump, sus discursos
tendrán muchas coincidencias, pero contrarrestarán con las
posiciones de la mayoría de los demás participantes, consideró.
Pero lo importante,
señaló en diálogo con IPS, es que en esas reuniones se necesita
sustancia.
"Estados Unidos
bien podría quedarse fuera de la Cumbre de Acción Climática, y
eso está bien. El trabajo de la ONU y los países miembros
continuará sin este", planteó sobre la cita que el día 23 abrirá la
serie de reuniones.
En cuanto a los ODS
de la
Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, dijo el académico, esta
es una iniciativa emblemática de la ONU que necesita la mayor
atención.
"El mundo no
está en camino de alcanzar muchos de estos objetivos, y sin un
mayor compromiso por parte de los gobiernos miembros, es
probable que no se cumplan para 2030.
Con Estados
Unidos desconectado de muchas de estas discusiones, le
corresponde al secretario general volver a comprometerse a los
líderes mundiales en esos objetivos ", señaló Edwards.
James Paul,
ex-director ejecutivo del
Foro de Política Global, con sede en Nueva York, dijo a IPS que,
"este es un
momento de gran incertidumbre e inestabilidad internacional.
¿Qué significa esto para la ONU como el foco de un grupo de
reuniones de alto perfil? ¿Qué podemos esperar de estos
encuentros? "
Para Paul hay
motivos para el optimismo, porque, a su juicio,
"el entusiasmo
nacionalista está decayendo a nivel popular y los líderes de
esas posturas están bajo una creciente presión, desde las bases,
para ofrecer más que retórica".
"Por lo tanto,
la diplomacia multilateral puede encaminarse hacia un
renacimiento muy necesario, pasando a primer plano una agenda
más fuerte y más igualitaria", dijo.
Como se vio en la
cumbre del Grupo de los Siete (G7) de los países occidentales más
poderosos, celebrada en la ciudad francesa de Biarritz entre el 24 y
26 de agosto,
"los líderes
están cambiando de rumbo y optando por una mayor cooperación,
aunque todavía mucho menos de lo que se requiere", consideró
Paul.
"Sobre todo, la
crisis ambiental está sirviendo para movilizar la atención
pública y jóvenes muy activados están insistiendo en que se
escuchen sus voces", recordó el autor del 'De zorros y gallinas: La oligarquía y el poder global en el Consejo de Seguridad de
la ONU -
Of Foxes and Chickens: Oligarchy and
Global Power in the UN Security Council', publicado este año.
La adolescente
sueca
Greta Thunberg, una activista
dinámica y motivadora, estará en la cumbre climática de la ONU,
recordó, donde con seguridad subrayará dramáticamente la necesidad
de una acción común y simbolizará el papel esencial que la ONU puede
desempeñar.
¿Actuarán los
líderes con la seriedad y determinación que ella les exige?
Puede ser, como
argumentan activistas climáticos, que se esté ante "nuestra 'última'
oportunidad" y que ningún dirigente político será disculpado por la
falta de acción ante una circunstancia tan dramática.
La ONU tiene mucho
que 'ofrecer' en este momento de la historia, insistió Paul.
Dhanapala, por su
parte, advirtió que un futuro sombrío está por venir a menos
que un nuevo liderazgo reemplace al actual.
Argumentó que
la ONU ha perdido su influencia ética y que ni siquiera la
próxima reunión ritualista de jefes de Estado y de gobierno de
la Asamblea General puede salvar el,
poner límites sensibles a
las armas nucleares, armas convencionales y una nueva generación
de armas letales autónomas o armas robóticas, mientras negocia
el fin de guerras regionales.
En 2020,
recordó, la ONU celebrará su 75 aniversario, lo que abre la
oportunidad para revitalizar, que este organismo mundial se
enfoque en los ideales de su Carta.
"Deben
negociarse nuevos y estrictos acuerdos en las reuniones
planificadas sin la charada de reorganizar las tumbonas en
un Titanic que se hunde.
La ONU
tiene la capacidad creativa para hacer esto. La pregunta es
si sus Estados miembros tienen la voluntad política para
hacerlo", argumentó.
Edwards, por su
parte, subrayó que la serie de seis reuniones de alto nivel serán un
gran test para el estilo de 'liderazgo' silencioso de Guterres
como secretario general.
El político y
diplomático portugués ha respondido a la demanda de Trump de
reducir al mínimo al multilateralismo y lo ha hecho claramente,
pero sin la grandilocuencia y los excesos que son distintivos de a
actual administración estadounidense.
Así que lo que
suceda este septiembre en la sede de la ONU en Nueva York puede ser
un punto de inflexión.
El mundo ha demostrado con el
tema del clima
que puede avanzar sin Estados Unidos.
La pregunta es,
¿puede suceder
lo mismo en otros temas cruciales en el futuro?, dejó como
incógnita el académico.
"Me gusta
la atención sobre la Financiación para el Desarrollo
(FpD), pero esa reunión probablemente no tendrá éxito ya que
los países en desarrollo plantean el tema de las promesas
incumplidas
del G20 (Grupo de los 20 potencias del Norte y
de Sur) sobre ayuda exterior, y los países del G20 son
demasiado mezquinos para admitirlo", sentenció.
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