por Sean Stinson
14
Diciembre 2020
del Sitio Web OffGuardian
traducción de
SOTT
del
Sitio Web
SOTT
Versión original en ingles
Que la reacción ante la 'pandemia'
del coronavirus ha sido exagerada
podría interpretarse como la subestimación del siglo.
La chispa inicial
responsable del miedo racional a la enfermedad ha sido
avivada y ha provocado arranques de pánico generalizado haciendo
estragos en las instituciones estatales y civiles.
Dejando de lado el
espectáculo de las elecciones en los Estados Unidos (o tal vez sirva
de ejemplo), podemos decir con razón que,
la democracia ya no
existe...
El estado de derecho ha
sido suspendido.
El "estado de emergencia" persiste en gran parte del mundo y es
probable que permanezca indefinidamente.
Todo esto se ha ido
normalizando bajo la tapadera de una emergencia médica oficial, e
igual que en algún que otro experimento moderno sobre la obediencia,
como el Milgram, las masas se han
conformado a las normas impuestas.
Cualquiera que se atreva
a cuestionar la nueva normalidad - la constante higienización
de las manos, la omnipresente toma de temperatura, el
distanciamiento social, el rastreo de contactos - es desde ahora
percibido como 'amenaza para la sociedad'...
Si vemos 'un elefante en la habitación', es probable que nuestra forma
de interpretarlo es que no existe ninguna pandemia de la que hablar.
Independientemente del
exagerado reporte de casos, no hay ningún pico significativo del
número total de muertes en comparación con cualquier otra temporada
de gripe ordinaria.
El Covid-19 se manifiesta como una gripe leve en la mayoría de las
personas, y en la mayoría de los casos no presenta ningún síntoma,
apenas afecta a los niños y, de acuerdo con un número creciente de
médicos, se trata exitosamente con medicamentos baratos y de fácil
acceso, como las vitaminas D, C y el zinc.
¿Qué demonios está
pasando?
¿Por qué estas
pantallas de plexiglás delante de cada cajero?
¿Cuál es la
explicación para el
porte de mascarillas y las
aplicaciones de rastreo?
¿Por qué las escuelas
y los negocios se han visto obligados a cerrar?
¿Cuál es la razón de
la paralización de la economía mundial?
¿Por qué la gente se
confina en sus casas?
¿Por qué se abandona
a los ancianos moribundos a su suerte?
Es necesario desmontar
todo esto, pero,
¿Por dónde empezar?
¿Cuál es el punto de
partida razonable en toda esta historia de terror...?
¿Cuáles son los
hechos fundamentales imprescindibles para poder convalidar una
evaluación real y equilibrada?
¿Cuáles son las
premisas, suponiendo que las haya, que marcarían nuestro punto
de partida en esta investigación?
Quizás bastaría con
sumergirnos en el
Gran Reinicio, una propuesta del
Foro Económico Mundial (FEM) para la reconstrucción de la
economía mundial de forma "sostenible" tras la pandemia del Covid-19,
cuyos detalles encontrarán
aquí.
¿Pero cómo empezar a
hablar del reinicio de la economía mundial sin aludir primero a
una introducción de la obra de Karl Marx, aunque sea de forma
somera, seguramente uno de los economistas políticos más
importantes de la era moderna, si no el más importante?
Tendrían que haber
estudiado su trayectoria en el colegio.
¿Podemos atrevernos a
enmarcar esta historia sin tener al menos una mínima comprensión
del culto a la tecnocracia - la ideología forjada en las ascuas
de la Gran Depresión que intentaba rehacer el mundo de una
manera más flexible - algo imprescindible en el proceso de toma
de decisión si no queremos hacer caso omiso del elemento de
la corruptibilidad humana?
Puede que esto no vaya
más allá de cierto interés esotérico, al menos a primera
vista, pero cuando novelas como
1984 y
Un Mundo Feliz se fueron
interpretando más como manuales de instrucción que de ficción, uno
se ve ante la obligación de hacerse esta pregunta.
¿Podemos siquiera
tener esperanza de comprender toda la extensión de nuestra
situación actual sin entender la frágil naturaleza de la
economía posterior a la Segunda Guerra Mundial, y la eficiencia
del sistema del petrodólar cuando se trató de sustituir el
estándar del oro?
Es probable que los
incipientes economistas políticos encuentren este tema más
atractivo, pero eso no resta importancia a estos fundamentos.
¿No es esencial saber
quién fue
John D. Rockefeller, conocer su recorrido
filantrópico y sus vínculos con la industria farmacéutica, o que
el mismo terreno en el que se asientan
las Naciones Unidas fue donado
por él y su familia?
(Medio siglo más tarde,
la construcción del World Trade Center sería financiada por
sus nietos Nelson y David, pero me estoy apartando del tema...)
¿O cómo David
Rockefeller, ayudado e instigado por su protegido
Maurice Strong, colocó el
programa climático en primer plano en la década de los 70 para
arrebatarles el control de los recursos naturales del mundo a
los gobiernos soberanos y pueblos indígenas para luego
entregarlos en manos de organizaciones no gubernamentales
declaradas como propiedad corporativa?
¿O deberíamos
archivar todo esto en la sección de la "teoría de la
conspiración"?
¿Acaso sería útil comprender el perverso credo del
transhumanismo, cuyo programa
se cruza con todo lo anterior, y qué cambio cultural radical ha
llevado a que a niños con trastornos mentales se les receta
bloqueadores de la pubertad como práctica común?
¿O por qué las
palabras "realidad biológica" ya no se pueden pronunciar dentro
de cualquier ambiente educado?
Todas estas preguntas
harían capítulos potenciales de un libro para el que simplemente no
dispongo de tiempo ni de energía.
Así que volviendo a
nuestros propósitos actuales,
¿estamos de acuerdo
en que bajo un sistema que recompensa la riqueza y el poder y
prioriza el beneficio privado sobre la necesidad humana, y que
al distribuir todo esto entre 7.000 millones de personas, el
resultado final es que hemos caído en las peores aberraciones
que la especie humana haya llegado a producir jamás en el ápice
del poder?
Estamos gobernados
por psicópatas...!
Comentario:
Que no quepa la menor
duda.
Andrew Lobaczewsky estudió
este fenómeno en todas sus facetas en su excelente libro
Ponerología Política.
Si esto sobrepasa los
límites de su capacidad de absorción, sugiero que se despida en este
mismo instante y que vuelva a encender su canal favorito de noticias
televisivas y demás programas por el estilo...
Una sugerencia:
No importa el canal
que elija.
Cuando seis mega
corporaciones son
dueñas de todos los canales de noticias,
TODAS LAS NOTICIAS SON FALSAS.
Nada es lo que parece.
De todos modos, el mundo
nunca fue lo que parecía. Pero ahora ha ocurrido un cambio
fundamental.
Desde el punto de vista histórico, al hablar de la era moderna
nos referimos a un período histórico distinto. Sus características
económicas y sociales particulares son enteramente diferentes.
La más relevante consiste
en un sistema de relaciones alrededor de la propiedad bajo el
control de los mercados, los cuales se mueven dentro de marcos
institucionales acordados y respaldados por la autoridad política.
"La propiedad privada
es el becerro de oro del capitalismo y el capitalismo no
regulado es la biblia de la clase dirigente", escribe Bernd
Hamm.
Una observación sucinta,
pero creo que voy a ampliar la metáfora un poquito más ya que a mi
entender el becerro de oro, después de haber sido objeto de
adoración, está siendo sacrificado en estos instantes.
El contexto teórico
de Marx es fundamental para comprender nuestra situación
actual.
Marx estaba
absolutamente en lo cierto cuando dijo que las crisis de la
producción capitalista se deben al subconsumo, es decir, la
producción supera la demanda.
En pocas palabras, si
seguimos produciendo cada vez más mientras el sueldo de los
trabajadores sigue bajando, resulta que los trabajadores no
pueden permitirse comprar los mismos bienes que producen.
Marx lo describe como una contradicción interna; una
contradicción incrustada en el mismo ADN del sistema
capitalista.
No nos engañemos con que la clase dirigente no ha estudiado la
historia igual que nosotros, y que ignora el destino que le
espera si deja el capitalismo avanzando por su ordenada
trayectoria.
Por eso sugiero que
han decidido llevar la revolución a las masas trabajadoras,
antes de que se la llevemos a ellos.
Puede que la recesión
mundial haya sido inevitable, pero la (mala) gestión de la pandemia
ha sido un golpe demoledor.
La gravedad de la
situación ante la que nos encontramos ahora presenta una,
"estrecha ventana de
oportunidad", según
Klaus Schwab, fundador y
director general
del FEM, para "reflexionar,
re-imaginar y reiniciar nuestro mundo".
Una declaración muy noble
y grandiosa, hasta que uno se da cuenta de que este sociópata,
revistiéndose de múltiples disfraces, está convocando la
aniquilación total de las economías nacionales, economías que aún no
se han recuperado de la
crisis capitalista mundial del 2008.
El Banco de Inglaterra lo define como la mayor recesión desde 1706.
No sólo se trata de una burbuja crediticia de 300 años, sino que
abarca toda la empresa capitalista.
Toda la era moderna.
El capitalismo, el
liberalismo, la democracia, todo se ha ido de golpe.
Y nunca volverá - se
han asegurado de que así sea.
Lo que estamos observando
a estas horas es un alejamiento de las economías basadas en la
producción, cuyo tópico se encuentra a su disposición en la
literatura misma del FEM.
Lo que proponen los
re-iniciadores bajo la rúbrica "reconstruir mejor" no se refiere al
capitalismo; es un sistema de organización social y económico
totalmente diferente.
Una "economía compartida" según el nuevo lenguaje - un sistema de
entradas y salidas de energía perfectamente equilibrado gracias a
las modernas maravillas de la cadena de bloques y el Internet de las
Cosas/Internet de los Cuerpos.
Los rasgos definitorios
del capitalismo - mercados competitivos, un sistema de precios, la
propiedad privada y el reconocimiento de los derechos de propiedad,
el intercambio voluntario y el trabajo asalariado - brillan por su
ausencia en esta nueva economía, además de cualquier esperanza de
movilidad ascendente.
Dicho en lenguaje real,
esto es
TECNOCRACIA...!
Estamos experimentando un
cambio de paradigma.
Marx tenía razón cuando predijo el fin del capitalismo por culpa de
sus propias contradicciones internas. Fue ingenuo por su parte creer
que acabaría debido a la lucha revolucionaria de la clase obrera.
La clase dominante tiene
otras opciones, y el sistema que pretenden imponernos de ahora en
adelante será más eficiente, más tenaz y más brutal que cualquier
cosa que
John D. Rockefeller haya podido
concebir en las más salvajes de sus fantasías.
Hace poco, un colega me preguntaba el porqué de mi empeño en que el
capitalismo había caducado.
A esto lo único que se me
ocurre es el planteamiento siguiente:
¿cómo se supone que
vamos a erigir un contraataque eficiente cuando ni somos
conscientes de que el terreno ha cambiado...?
Podemos silbar en la
oscuridad y mear contra el viento al mismo tiempo sin que ello
requiera de un talento especial.
Lo que nos incumbe es que
nos enfrentemos a nuestras condiciones materiales cambiantes y
actualicemos nuestro marco teórico, o correremos el riesgo de
convertirnos en ciudadanos irrelevantes.
Lo que estamos advirtiendo no se corresponde a la rutina habitual.
No sólo se trata de
la última toma de poder; la última redistribución de la riqueza
al 1%.
Tampoco hablamos del
fascismo de siempre, es decir, del capitalismo pasando por una
crisis.
Lo que estamos
contemplando, o más bien lo que se nos escapa, es mucho más que
esto.
Para entenderlo de
forma integral, hay que mirar más allá del montaje teatral y
examinar la mecánica.
El
virus es un teatro. Al igual que lo
fue
el 'cambio climático'...
"Cambio climático" es una
palabra de moda deliberadamente desprovista de cualquier sentido e
inventada para servir a los intereses de
la élite.
Culpar de todos nuestros
problemas a un gas invisible que constituye el 0,04% de la atmósfera
no resuelve ninguno de los graves problemas ambientales que nos
rodean.
Más bien el vínculo
propuesto entre el calentamiento atmosférico y los gases de "efecto
invernadero" pretende desviarnos de los problemas que las élites no
tienen intención de abordar.
La deforestación es
un tema que necesita desesperadamente de nuestra intervención.
Está claro que
despejar millones de acres para dar paso a granjas solares se
desvía del problema.
El vertido de miles
de millones de toneladas
de residuos plásticos y
químicos en los océanos cada año supone un grave peligro para
los ecosistemas marinos y, en última instancia, para toda la
cadena alimentaria, pero esto palidece ante los planes actuales
de los conglomerados multinacionales que quieren iniciar la
explotación minera a cielo abierto del fondo de los océanos.
La destrucción de los acuíferos mediante la perforación
horizontal pone nuestro precioso suministro de agua bajo
continua amenaza y,
¿Se permite que
el proyecto siga adelante porque el gas natural es
considerado como un combustible limpio?
¿Pero es que se
han vuelto locos?
Las prácticas
agrícolas industriales modernas,
los alimentos OGM y los
fertilizantes tienen un impacto devastador en la biodiversidad,
sin embargo forman parte integral de la gestión de la cadena de
suministro en el marco del "capitalismo verde".
Podría seguir y seguir...
Pero mientras que la industria del cambio climático ha sido una
bendición para ciertos intereses de la élite, no pasó la prueba
definitiva: la transformación total de la sociedad.
A pesar de los
pronósticos de todos los expertos científicos sobre un tipo de
extinción en décadas venideras, la amenaza inminente de un
apocalipsis climático no fue suficiente como para justificar los
cambios que hemos visto en los últimos meses.
Necesitaban algo más
tangible.
Necesitaban poder
mostrarnos los cadáveres apilados.
Al menos en la
televisión.
El Covid-19 entraría en escena,
algo que nos asustaría a todos, y de forma muy REAL.
Y así sin más, los
gobiernos actuaron en perfecta sincronía, con el asesoramiento de
"paneles de expertos" y "científicos de altísimo nivel", para poner
freno a las economías nacionales; economías que ya no tenían de
donde sacar más dinero.
El 25% de las pequeñas
empresas han cerrado por ahora, la mayoría nunca volverán a
reabrirlas.
Mientras tanto, los
gigantes de la venta al por menor y de la tecnología contemplan como
sus cuotas de mercado registran beneficios récord.
En los últimos ocho meses, Jeff Bezos ha añadido 70 mil
millones de dólares a su riqueza personal, mientras que Elon
Musk se ha embolsado la módica suma de 110 mil millones de
dólares...
Un pequeño cambio
comparado con lo que
Bill Gates espera
cobrar de una vacuna que
probablemente será obligatoria para todo el mundo, cada año, y de
por vida.
Estamos ante un golpe
de Estado corporativo...
Nunca volveremos a la
"normalidad"...
"Reconstruyamos
mejor", repiten una y otra vez...
Como si tuvieran la
intención de reconstruir los pilares de la democracia liberal a la
que acaban de seccionar el cordón umbilical.
Se acabó la privacidad,
la libertad de expresión, la libertad de reunión pacífica, etc. Si
cumplimos con las nuevas reglas, puede que nos entreguen un
"pasaporte para la libertad".
Mientras nuestras vacunas
estén al día y nuestro crédito social favorable, podríamos incluso
conservar nuestra pensión o la ayuda por incapacidad. Pero en lo que
se refiere a nuestra casa, probablemente no.
Unas cuantas personas hablan de ello. Se oyen vagas murmuraciones de
los campos conservadores y libertarios advirtiéndonos de este
diabólico complot de las élites que instalarán el socialismo
mundial.
Porque, bueno, digamos
que a cualquier cosa que no les gusta la llaman socialismo,
¿verdad...?
Porque nunca han estudiado historia o ciencia política, de hecho
parece que la mayoría nunca ha leído un libro. Sólo repiten lo que
escuchan de sus expertos favoritos de la derecha.
¿Recuerdan esas seis
corporaciones?
No,
el Gran Reinicio no tiene nada que
ver con el socialismo. Ojala fuera así...
Los oligarcas quieren
crear una clase rentista permanente.
Ellos y sus afiliados
serán dueños de TODO en este mundo, mientras que nosotros no
poseeremos nada.
Esto es
fundamentalmente diferente del socialismo que favorece la
eliminación de la propiedad privada y la restauración de los
bienes comunes.
En la nueva economía,
todo será alquilado. Nadie necesita dormir todo el tiempo.
¿Por qué tener una
cama cuando se puede alquilar o compartirla?
¿Por qué tener un
coche o una bicicleta cuando se puede compartir un viaje en un
taxi sin conductor?
Ya se habrán hecho una
idea...
Algunos lo llaman el capitalismo de las partes interesadas,
pero esto también es inexacto.
Un término más exacto
sería tecno-feudalismo...
La moneda Fiat ha
vencido, perdió su utilidad.
Los mercados de capital
están siendo reemplazados por mercados de impacto que comercializan
con la miseria humana a la vez que los sensores biométricos rastrean
cada uno de nuestros movimientos.
¿Alguna vez se han
preguntado por qué lo llaman la World Wide Web?
Si a estas alturas no
queda claro el motivo por el que tienen tanta prisa por desplegar
el 5G, no tienen más que leer/ver
cualquier historia de ciencia-ficción distópica de estos últimos
cincuenta años.
Este es el mundo que
están creando ahora mismo para nosotros.
El viejo mundo se ha
ido, y no va a volver.
De una forma u otra
estamos avanzando.
Pero, ¿hacia dónde...?
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