por Carlos Fazio
24 Diciembre
2021
del
Sitio Web
LaJornada
Información enviada por
Emanuel P
Anthony Fauci,
director del Instituto Nacional de
Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos.
Foto Ap
En un devastador libro documentado con rigor, valiente y
políticamente significativo, el humanista Robert Francis Kennedy
Jr. exhibe al encargado de manejar la pandemia de
Covid-19 en Estados Unidos,
Anthony Fauci, como un
"charlatán" interesado en millonarios negocios personales, que ha
servido de bisagra entre un espinoso entramado de militarización
global planificada y la monetarización de la medicina:
un proceso de
"demolición controlada de la democracia constitucional
estadounidense", que conduce a un totalitarismo
tecnocrático-digital y es llevado a cabo por,
-
la Big Pharma
-
el sector
financiero
-
los gigantes
tecnológicos oligopólicos de Silicon Valley
-
el complejo
militar-industrial, incluyendo los servicios de
inteligencia...
En una alianza
ideológica-intelectual con grandes conglomerados mediáticos,
considerados algunos "independientes" y/o "progresistas".
Según Kennedy, el doctor
Fauci, "el médico más poderoso y despótico de la humanidad",
en lugar de
salvaguardar la salud pública de EU, convirtió los Institutos
Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) en una
incubadora de productos médicos y es el principal arquitecto de
la "captura institucional" (institutional capture) de las
agencias de gobierno, incluidas las de salud pública, por las
corporaciones oligárquicas de la industria farmacéutica.
Lo acusa, asimismo, de
que asociado con el megamillonario
Bill Gates
participó en la creación de la "fiebre del oro de las
vacunas" con estrategias antiéticas, utilizando simulacros de
pandemia en colaboración estrecha con,
el Pentágono, la
Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Foro Económico Mundial
de Davos y las principales corporaciones farmacéuticas y
mediáticas...
El autor de, El
Verdadero Anthony Fauci - Bill Gates, las Grandes Farmacéuticas y la
Guerra Global contra la Democracia y la Salud Pública (The
Real Anthony Fauci - Bill Gates, Big Pharma and the Global War on
Democracy and Public Health), es sobrino del ex
presidente John F. Kennedy - asesinado en Dallas, Texas, en
1963 - y pertenece al establishment más privilegiado de EU.
Abogado y miembro del
Partido Demócrata, lleva cuatro décadas litigando en defensa de las
instituciones del viejo New Deal de Roosevelt y la Carta de Derechos
(Bill of Rights) de la Constitución, que intentan ser "capturadas"
por intereses oligárquicos-corporativos a través de lo que él llama
"títeres de calcetín" ("sock puppets").
Robert Kennedy Jr conoce a la perfección las entrañas del sistema.
Como él mismo asevera y describe, su padre, el ex fiscal general de
EU y luego senador Robert F. Kennedy, también fue asesinado.
Éste en Los Ángeles,
California, en 1968, por quien ese día le cuidaba la espalda:
un hombre que
trabajaba para la CIA, Eugene Cesar, quien le disparó cuatro
veces a quemarropa.
La investigación quedó a
cargo de agentes de la CIA que operaban en América Latina, y antes
del juicio fueron destruidas 2 mil 800 fotos recolectadas por la
policía.
Según Kennedy, durante más de cuatro décadas Fauci ha sido un
"agente" de la Big Pharma, cuyo entramado financiero involucra a
grandes compañías fabricantes de fármacos y medicamentos con
organismos estatales como el Instituto Nacional de Alergias y
Enfermedades Infecciosas (NIAID) - del cual el propio Fauci es
director desde 1984 - que se ha transformado en,
"una subsidiaria sin
fisuras de la industria farmacéutica"...
Sus señalamientos sobre
el poder acumulado por Fauci están apoyados en datos duros:
-
el director del
NIAID es el funcionario
federal mejor pagado de EU, con un salario de 417 mil 608
dólares anuales (el presidente gana 400 mil)
-
maneja un
presupuesto anual de 6 mil 100 millones y obtiene otros mil
600 millones del Ejército para realizar investigaciones
sobre armas biológicas
-
controla 57 por
ciento de la financiación biomédica mundial directa e
indirecta a través de los NIH, la Fundación Bill y Melinda
Gates y el Wellcome Trust, y por lo tanto controla a los
científicos que buscan financiamiento para sus
investigaciones
-
posee 57 patentes
de vacunas
Además, Fauci y otros
funcionarios reciben hasta 150 mil dólares anuales en pagos de
regalías por productos que ayudan a desarrollar y por la ejecución
del proyecto de aprobación.
En su documentada investigación, Kennedy acusa al principal
propagandista y vendedor ambulante de vacunas Covid-19 del
Deep State, de haber seguido
estrategias antiéticas desde el comienzo de la llamada pandemia
corona, desde la obstrucción de tratamientos tempranos hasta la
promoción de,
"dos remedios
mortales: los ventiladores y el remdesivir",
...de los laboratorios
Gilead, a medida que las ganancias farmacéuticas y los poderes
burocráticos crecían y la salud pública decaía.
El
remdesivir, con "un perfil de
seguridad catastrófico", y donde la Fundación Bill y Melinda
Gates tiene una gran participación, cuesta 3 mil dólares por
tratamiento.
De manera conjunta con su socio
Bill Gates - y para acorralar a
los estadounidenses hacia
la inyección para Covid como
solución única - Fauci no invirtió un dólar para estudiar o promover
el tratamiento temprano con combinaciones de medicamentos que
podrían reducir drásticamente las muertes y hospitalizaciones,
suprimiendo, saboteando y haciendo la guerra a profilácticos más
baratos y no tóxicos de la competencia, como, entre otros,
...disponibles en el
mercado.
Simultáneamente, en un asalto a la garantía de la libertad de
expresión de la Primera Enmienda de EU, Fauci y las corporaciones
mediáticas aliadas censuraron las críticas a sus políticas en las
principales redes sociales y colaboraron para silenciar cualquier
información médica sobre terapias y tratamientos que podrían poner
fin a la pandemia y competir con inyecciones y vacunas (Tratamiento
Zelenko - Association of American Physicians and
Surgeons; FLCCC Alliance, etcétera).
Como refiere en su obra Kennedy, en 2000, Fauci se reunió con Gates,
quien le pidió asociarse con los Institutos Nacionales de Salud para
inocular al mundo con una batería de nuevas vacunas.
En 2009, ese acuerdo se
rebautizó como "La Década de las Vacunas", cuyo objetivo era
implantar la vacunación obligatoria de todos los niños y adultos del
planeta para el año 2020.
Y desde 2016, eso iba de
la mano con la
Agenda ID2020 para una
identificación digital universal, patrocinada por,
-
la alianza
global para vacunación GAVI (Fundación Gates)
-
Microsoft y
Accenture, en asociación con
la ONU
En su libro, Kennedy
afirma que el llamado capitalismo filantrópico de Bill Gates,
es utilizado por el magnate para acumular dinero:
tiene una fundación
en la que escondió 50 mil millones de dólares libres de
impuestos, dinero que utiliza para controlar a las agencias de
salud pública en EU y a la Organización Mundial de la Salud, lo
que le permite establecer las políticas médica, farmacéutica y
de salud pública mundial, maximizando los beneficios de su
participación en grandes compañías del ramo.
Letales
experimentos con niños
Sin embargo, Gates no atrajo a Fauci al lado oscuro de esta
historia.
Éste ya había pasado
décadas jugando con la vida de las personas y sacrificando la salud
pública por el beneficio.
En particular, Kennedy
expone el papel de Fauci en la epidemia
de VIH en los años 80 del siglo
pasado:
construyó el NIAID en
torno a un medicamento contra el sida llamado azidotimidina
(AZT), un fármaco de quimioterapia tan tóxico que mataba a las
ratas.
El inventor consideró
que no era seguro para uso humano y no lo patentó...
Pero Fauci se asoció con
él y aceleró su regulación haciendo trampa en los ensayos clínicos.
Según la revista SPIN, el AZT,
"era peor que la
enfermedad y mataba más rápido que la progresión natural del
sida si no se trata.
El AZT había sido un
medicamento contra el cáncer descartado debido a su toxicidad
fatal, resucitado con los pacientes con sida con el pretexto de
que de todos modos se iban a morir".
Fauci saboteó
tratamientos alternativos y el AZT fue el medicamento más caro de la
historia:
Kennedy también exhibe
los experimentos del tecnócrata Fauci con medicamentos tóxicos
contra el sida en niños adoptivos negros e hispanos del
Incarnation Children's Center de Nueva York.
Al menos 85 murieron,
pero el número podría llegar a mil.
Escribe Kennedy:
"¿Qué oscura
tendencia se encuentra en el Dr. Fauci que permitió supervisar y
luego encubrir las atrocidades en el Incarnation Children's
Center?
¿Acaso supone que el
sufrimiento y la muerte de niños son daños colaterales
aceptables en su 'noble' búsqueda de innovaciones en salud
pública?
En el peor de los
casos, es un sociópata que ha llevado a la ciencia
a la escala del sadismo".
Kennedy establece
comparaciones con la recomendación de Fauci de usar remdesivir para
tratar el Covid-19.
Dice que éste copió la
estrategia para obtener la autorización del uso de emergencia que
usó en el caso del sida y que repitió a lo largo de su carrera para
obtener aprobaciones de medicamentos ineficaces y letales, y aunque
ganó mucho dinero con el AZT, no se puede comparar con las
ganancias de Pfizer con su inyección anti-Covid:
35 mil millones de
dólares en 2021...
Y a diferencia del AZT,
Pfizer está absolutamente libre de riesgos y nunca podrá ser
demandada por lesiones o muertes.
Fauci - asevera Kennedy - ha sido una figura clave en la
planificación de pandemias, y no precisamente en cómo prevenir una
sino en cómo crearla. Añade:
"Las pandemias se han
dramatizado y resultaron ser un completo fraude (...), Fauci y
Gates tomaron las lecciones de otras pandemias falsas y la
trasladaron al coronavirus.
Quiero dejar claro
que no estoy diciendo que el coronavirus no sea una pandemia o
que no mate a mucha gente. Lo hace.
Pero todos hemos sido
manipulados por la exageración de los casos, las muertes y el
oscurantismo de los datos".
En el capítulo 12,
Kennedy documenta casi dos docenas de simulacros pandémicos de "bioseguirdad",
siendo la más reciente el Event 201 del 19 de octubre
de 2019; todos con participación de las agencias de inteligencia.
Todos planteaban cómo
instaurar estados de excepción como remedio para afrontar la
simulada amenaza.
Según Kennedy, la única métrica de Fauci es:
"¿Cuántas vacunas
hemos puesto?
¿Cuántos fármacos
hemos vendido?
¿Cuántas comisiones
estamos recibiendo?"
Como explica en el libro,
el NIAID se ha convertido en una incubadora para la industria
farmacéutica.
Afirma, también, que,
"entre 70 y 90 por
ciento de las muertes y hospitalizaciones por Covid podrían
haberse evitado y hay estudios que lo avalan. Sin embargo,
prohíbe que la gente lo haga.
Es un
sociópata..."
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