por Jesús García Blanca
Número 228
Julio-Agosto 2019
del
Sitio Web
DSalud
La sociedad cree ingenuamente que la Organización Mundial de la
Salud (OMS)
es una institución pública independiente, neutral y fiable por lo
que cree a pie juntillas sus comunicados, acepta sus cifras y datos
y considera lo que propone o respalda garantía de seguridad y
eficacia.
Y nada más lejos de la
realidad...
La controlan
multinacionales sanitarias, fundaciones privadas y gobiernos cuyos
responsables sanitarios tienen fuertes lazos con la industria que
son quienes deciden las prioridades, las inversiones, la
investigación, la formación de los profesionales de la salud y la
información que llega al público en función de sus intereses
económicos, políticos y académicos.
Preguntarse quién controla la Organización Mundial de la Salud
equivale a preguntar quién controla la salud del planeta ya que las
directrices, los programas y las campañas que esta organización
internacional pone en marcha cada año afectan - directa o
indirectamente - a la inmensa mayoría.
Es más, es la que decide
los conceptos de salud y enfermedad determinando comportamientos y
decisiones así como los enfoques médicos que contribuyen a reforzar
esos conceptos, establecer las prácticas sanitarias y asentar la
visión que la opinión pública tiene de todo ello.
En definitiva, la OMS
dictamina,
...porque tal es el
enfoque mayoritario:
"luchar" contra
microbios, tumores o síntomas en lugar de proteger la vida.
La verdad es que si uno
consulta la página Web de la OMS casi se emociona con las
grandilocuentes palabras con que en ella se describen su propósito y
misión:
"Nuestro objetivo es
construir un futuro mejor y más saludable para las personas de
todo el mundo (...)
Nuestro personal
trabaja junto con gobiernos y otros asociados para que todas las
personas gocen del grado máximo de salud que se pueda lograr
(...)
Ayudamos a que las
madres y los niños sobrevivan y avancen en la vida para que
puedan conservar la salud hasta una edad muy avanzada".
Hermosas palabras, pero
¿son sinceras o simplemente rimbombantes?
Analicémoslo someramente...
En diciembre de 2011 nuestra revista entrevistó al filósofo y
economista Germán Velásquez - apareció en el nº 144
con el título,
Germán Velásquez -
"Los países industrializados han permitido la 'privatización' de
la Organización Mundial de la Salud",
...quien durante veinte
años ocupó diferentes cargos de responsabilidad en la OMS, el
último, como director del Secretariado para la Salud Pública, la
Innovación y la Propiedad Intelectual.
Y ya entonces denunció su
"privatización" debido a que los países más industrializados fueron
reduciendo sus aportaciones económicas de tal modo que en pocos años
el porcentaje del presupuesto aportado por los países miembros pasó
del 50% a solo el 18%.
Es decir, que hace ya
ocho años el 82% de la financiación de la OMS procedía de
"donaciones" privadas lo que a juicio de
Germán Velásquez implicaba
inexorablemente que los programas se financian... ¡en función de los
intereses de los "donantes"!
"¿La gripe A achacada
al H1N1 fue un caso de salud pública o un saludable negocio? -
se preguntaba Velásquez - ¿Quién ganó y perdió con ella?
Una declaración de
pandemia puede prevenir millones de muertes... o crear mercados
de millones de dólares. ¿Estuvo la gripe A en esta segunda
categoría?
La respuesta es que, en gran medida, sí".
Y añadiría:
"Pero hay una
interrogante aún más grave y sin respuesta:
cómo ese episodio
afectará a la credibilidad de la OMS y de las autoridades
sanitarias de los países si a partir de ahora la gente se
pregunta si se está haciendo una gestión más comercial que
sanitaria.
Y, sobre todo, esa
clara pérdida de credibilidad, ¿le impedirá afrontar eficazmente
un problema real de salud en el futuro?"
Y tenía razón como
demuestra todo lo sucedido desde entonces.
Es el caso del
escandaloso montaje del Ébola que ya denunciamos en su día en la
revista - léase la Sección 'Ébola
- ¿Pandemia Global o Engaño Global?' - en el que la OMS volvió a jugar un papel crucial a la
hora de establecer el marco internacional y aportar los elementos de
"autoridad" que convierten en dogmas sus declaraciones y que
facilitaron el despliegue de terror en los
grandes medios de
comunicación y, por supuesto, el correspondiente negocio con los
"milagrosos" productos de turno - el
Zmapp y el
TMK-Ébola - y dos
"vacunas"...
Todos ellos fármacos
experimentales para los que se utilizó como cobayas a
cientos de miles de personas para exclusivo beneficio de los
"donantes" de esa institución.
En fin, veamos algunos datos que aclararán al lector el panorama.
LA MAYOR
AGENCIA SANITARIA DEL MUNDO
El presupuesto global de la Organización Mundial de la Salud
(OMS) para el bienio 2016-2017 - último dato cerrado disponible -
fue de 3.895,19 millones de euros de los que 794,5 millones fueron a
programas relacionados con la polio y 679,5 para enfermedades
transmisibles; de éstos 249,14 millones para las que se supone
pueden prevenirse con vacunas destinándose otros 181,6 millones a
los "brotes".
Hablamos pues de una cantidad enorme de dinero que en el proyecto de
presupuesto para el bienio 2018-2019 ha aumentado pasando a ser de
3.926,97 millones de euros de los que se destinarán,
-
a la polio 801,67
millones
-
a enfermedades
trasmisibles 715,3 millones
-
a "emergencias y
peligros infecciosos" 492,2 millones
Ahora bien, el objetivo
prioritario es ¡la vacunación universal masiva!
¿Y de dónde sale
tanto dinero? Porque la respuesta es clave para saber quién y
cómo controla hoy el sistema sanitario internacional...
Pues de dos fuentes:
De ahí que,
...aportando la gran
mayoría menos del 1%.
Cuotas que sin embargo,
como antes adelantamos, suponen actualmente solo el 18% del
presupuesto global.
En su página Web la
propia OMS reconoce que,
"la proporción
general que las contribuciones señaladas representan en el
presupuesto por programas se ha reducido ya que desde hace
varios años es menos de una cuarta parte de la financiación de
la Organización.
El equilibrio se
obtiene a través de las contribuciones voluntarias.
No obstante, las
contribuciones señaladas siguen siendo fuente fundamental de
financiación para la organización pues ofrecen un cierto grado
de previsibilidad, ayudan a reducir la dependencia de un exiguo
grupo de donantes y permiten armonizar los recursos con el
presupuesto".
NO CABE DUDA
ALGUNA - LA OMS NO ES INDEPENDIENTE NI IMPARCIAL
En suma, es un "exiguo" grupo de donantes la fuente principal y más
importante de financiación de la OMS mediante lo que denomina
"contribuciones voluntarias" que proceden de organizaciones,
empresas y fundaciones "filantrópicas".
Solo que son esas
personas y entidades las que realmente deciden en qué se gasta el
dinero que mayoritariamente han puesto, qué programas se ponen en
marcha y cuáles no serán más que meros proyectos de "adorno".
Y basta consultar la Web
de la OMS para saber quiénes son los principales "donantes" no
estatales:
-
la Fundación
Bill y Melinda Gates con
526.283.843 euros - lo que representa el 10% del presupuesto
global
-
la Vaccine
Alliance - antes Alianza global para las vacunas y la
inmunización (GAVI
por sus siglas en inglés) con 281.773.676 euros - el 5,3%
-
la
industria farmacéutica con
159.898.418 euros - un 3% - que aportan principalmente
Sanofi-Pasteur, Hoffman La Roche, GlaxoSmithKline, Novartis,
Merck, Bayer, Bristol-Meyer-Squibb y Eli Lilly.
Añadiremos que
la CDC Foundation (Fundación CDC) -
cuyos donantes además de Coca-Cola son también,
laboratorios
farmacéuticos - Merck, Cargill, Novartis, Roche, GlaxoSmithKline
y Johnson & Johnson - aporta 5.609.036 euros, la Rockefeller
Foundation (Fundación Rockefeller) 719.693 euros y la Wellcome
Trust - la segunda fundación filantrópica del mundo después de
la de Gates - 10.450.894 euros.
En pocas palabras, la
Fundación Bill y Melinda Gates es el mayor donante privado de la OMS
seguida de las principales empresas de la gran industria
farmacéutica.
Y los motivos para ello
son obvios ya que quienes la integran no son precisamente entidades
altruistas sino con ánimo de lucro.
De hecho la industria
farmacéutica es la más rentable del mundo, muy por encima de la
petrolera y la militar.
Una industria que no conformándose con enriquecerse vendiendo
fármacos básicamente paliativos que no curan nada y además son
iatrogénicos apostó hace ahora 14 años por enriquecerse vendiendo
"protección" frente a posibles "enfermedades" (muchas de ellas
inexistentes porque se inventaron para vender fármacos específicos
para ellas).
Lo logró haciendo que la
OMS aprobara en 2005 el Reglamento Sanitario Internacional -
entró en vigor el 15 de junio de 2007 - que obliga a
todos los países a una respuesta sanitaria global ante
"situaciones de riesgo" internacionales... ¡decidiendo ella cuáles
son!
Así que si de repente
ordena vacunaciones masivas obligatorias
todos los estados se verán "forzados" a acatar sus consignas,
si es necesario modificando su legislación interna.
Y posteriormente, en el
colmo de la desfachatez, la OMS cambiaría la definición de
"pandemia" - lo hizo el 27 de abril de 2009 - para que
fuera mucho más fácil declarar una...
Y es algo que no oculta porque un año después de aprobarse el
reglamento antes citado aprobó - en 2006 su Estrategia Mundial de
Vacunación.
¿La excusa...?
David Heymann,
entonces subdirector interino de la OMS para enfermedades
transmisibles, lo justificaría así:
"El mundo no está
preparado para responder a una pandemia provocada por
el virus H1N1 causante de la
gripe aviar a la que podría ser vulnerable toda la población
mundial".
¿Y qué solución proponía
para evitar la inexistente pandemia que decía se avecinaba?
Pues vacunaciones
masivas, algo que según reconoció iba a permitir "estimular la
industria"...
De hecho se fabricaron
por ejemplo 2.340 millones de dosis anuales solo para combatir el
H1N1. Es más, varios estados aprobaron legislaciones para proteger a
los fabricantes de vacunas porque sabían que no son inocuas.
Y otros dictaron leyes
para justificarlas ¡incluso no estando legalmente aprobadas!
En España se aprobó por ejemplo la Ley 29/2006 de garantías y uso
racional de los medicamentos y productos sanitarios cuyo artículo
24.5 dice literalmente:
"La Agencia Española
de Medicamentos y Productos Sanitarios podrá autorizar
temporalmente la distribución de medicamentos no autorizados en
respuesta a la propagación, supuesta o confirmada, de un agente
patógeno o químico, toxina o radiación nuclear capaz de causar
daños".
Agregando que,
"en estas
circunstancias, si se recomienda o impone por la autoridad
competente el uso de medicamentos en indicaciones no autorizadas
o de medicamentos no autorizados, los titulares de la
autorización y demás profesionales que intervengan en el proceso
estarían EXENTOS DE RESPONSABILIDAD CIVIL O
ADMINISTRATIVA por todas las consecuencias derivadas de la
utilización del medicamento, salvo por los daños causados por
productos defectuosos".
Una auténtica vergüenza
impropia de un auténtico Estado de Derecho.
¿FILÁNTROPOS O
AMOS DEL MUNDO?
Dicho esto hay que añadir que por encima de las farmacéuticas hay
otras organizaciones que aportan sustanciosas cantidades de dinero a
la OMS, especialmente,
la Fundación Bill y
Melinda Gates, la Alianza GAVI - su buque insignia - la Wellcome
Trust y otras fundaciones presuntamente "filantrópicas" entre
las que la más veterana es la Fundación Rockefeller.
La palabra filantropía
se la debemos al emperador romano Flavio Claudio Juliano
quien la acuñó como denominación alternativa pagana a la palabra
"caridad".
Y ciertamente ha habido a
lo largo de la historia filántropos, personas que de una forma u
otra y por diferentes motivos dieron parte de su riqueza para ayudar
a otros.
Y filántropo fue pues el
adjetivo con el que el que también se definió a los estadounidenses,
...a pesar de que sus
motivaciones eran mucho menos filosóficas y basadas en la ética que
las de sus predecesores ya que lo que básicamente pretendían era,
reducir impuestos,
mejorar su imagen pública y ejercer influencia en muy distintas
organizaciones financiándolas para, de esa manera, dirigirlas o
controlarlas en la sombra...
Fue de hecho en la década
de los treinta del pasado siglo XX cuando comenzaron a proliferar
las fundaciones presuntamente filantrópicas.
Y resultaron tan
rentables que actualmente hay unas 200.000 en el
mundo, 86.000 de ellas en Estados Unidos...
Siendo las más
importantes en función del dinero que donan,
-
la Fundación Bill
y Melinda Gates con 37.841 millones de euros
-
la Wellcome Trust
(26.374 millones)
-
el Howard Hughes
Medical Institute (16.407)
-
la Garfield
Weston Foundation (15.260)
-
la Ford
Foundation (10.497)
Son tan altruistas
y desinteresadas las empresas donantes,
que todas tienen
representantes en los consejos de dirección o en los
asesores...
Además, no contentas con
ello, crearon una Plataforma de Socios para la Filantropía
que fue presentada en septiembre de 2014 durante la 69ª sesión de la
ONU.
Heather Grady,
vicepresidenta del panel de asesores de la Fundación Rockefeller,
declararía al respecto unos meses después:
"No queremos ser un
actor no gubernamental más (...) Queremos ser reconocidos al más
alto nivel en los foros políticos y entre los socios para el
desarrollo (...)
Y para ello lo
primero es que la ONU y los gobiernos nos abran los brazos a fin
de crear un ambiente más favorable para la filantropía dentro y
fuera de las fronteras".
ENTRAN
EN ESCENA BILL Y MELINDA GATES
El caso es que la familia Rockefeller jugó durante más de medio
siglo un papel clave en la sociedad controlando la creación de la
moderna medicina farmacológica tras asociarse a las grandes
farmacéuticas que entonces estaban consolidándose y aplastando -
literalmente - toda competencia por parte de otras orientaciones, en
particular,
la Homeopatía y las
medicinas naturales y tradicionales...
Para ello auspició en
1910 un informe que redactó un empleado de la fundación - Abraham
Flexner - y publicó la Fundación Carnegie que sirvió de base
para borrar del mapa a la mayoría de las escuelas de Medicina que no
se plegaron al planteamiento "científico"; algo que trajo como
consecuencia que el número de escuelas pasara de 650 a 50 y
estuvieran dominadas por la élite.
En 1978 la Declaración
de Alma Alta aprobada en una reunión de todos los estados
miembros de la OMS supuso el traslado de los criterios del
Informe Flexner a todo el planeta con la ayuda de otra
herramienta clave:
el denominado
Codex Alimentarius creado en
1961 con la participación de dos altos cargos de la farmacéutica
I.G. Farben que fueron en su
día condenados en Nuremberg por crímenes de guerra como ya
explicamos en el reportaje
¿Quién
está detrás del Codex Alimentarius?
se publicó en el nº 161 correspondiente a junio de 2013.
Y así fue hasta que a finales de los años noventa tomó el relevo el
matrimonio Gates creando en 1998 el llamado Bill and Melinda
Gates Children´s Vaccine Program (Programa vacunal para niños
Bill y Melinda Gates).
Dos años después - en el
2000 - la fundación cambiaría el nombre por el actual y además, tras
varios encuentros con otras organizaciones, crearon la ya citada
Alianza GAVI en la que también participan UNICEF, la OMS y el
Banco Mundial.
Y, por cierto, la primera
presidenta de la Junta Directiva de GAVI, Gro Harlem Brundtland,
sería primera ministra de Noruega en tres ocasiones (1981, 1986-1989
y 1990-1996) y Directora General de la OMS entre 1998 y 2003.
Ejemplo contundente del liderazgo y control de Gates sobre estas
instituciones es que en 2010 propuso denominar la década que
comenzaba como la década de las vacunas e inmediatamente la OMS, la
UNICEF y el Instituto Nacional para Alergias y Enfermedades
Infecciosas estadounidense se reunieron para poner en marcha el
denominado Plan de Acción Global de Vacunas 2011-2020 que
adoptaría formalmente un año después la Asamblea General de la OMS
tras dotarlo con casi 9.000 millones de euros.
Los
Gates tienen además hilo
directo con las élites científicas, económicas y políticas y
numerosos cargos relevantes de su fundación proceden de la industria
farmacéutica, en particular de,
-
Merck
-
GlaxoSmithKline
-
Novartis
-
Bayer
-
Sanofi-Pasteur,
...casi todos fabricantes
de vacunas.
Un ejemplo:
-
Trevor Mendel,
presidente de la División de Salud Global de la Fundación
Bill y Melinda Gates, trabajó para Novartis y Pfizer, su
predecesor Tachi Yamada para GlaxoSmithKline
-
Kim Bush - el
responsable de iniciativas con socios de la fundación - para
Baxter International Healthcare Corporation
-
Jenny Heaton -
directora desde 2013 del desarrollo de vacunas de la
fundación - para Novartis y Merck
LA "CIA" DE
LAS EPIDEMIAS
La Fundación Bill y Melinda Gates es también el principal
donante del Training Programs in Epidemiology and Public Health
Interventions Network (Red de intervención de programas
de entrenamiento en epidemiología y salud pública) figurando también
en ella como donantes agencias estadounidenses como,
-
los Centros para
el control de las enfermedades (CDC por sus siglas en
inglés)
-
el Departamento
de Asuntos Exteriores de Canadá
-
la Fundación
Merieux - presente en 20 países se dedica a las enfermedades
infecciosas
-
la CRDF Global -
organización no gubernamental que agrupa a 13.000
científicos, entre ellos 2.500 especialistas en armamento, y
es la mayor contratista del mundo de servicios financieros y
jurídicos
-
Deloitte
-
Northrop Gruman -
un conglomerado de empresas aeroespaciales, de defensa y
construcción de buques de guerra y aviones
-
la Threats
Fundation - creada para hacer frente a amenazas globales,
pandemias y conflictos en Oriente Medio
-
Pepsico
-
los laboratorios
Gilead
-
la Agencia de
Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)
-
la OMS
Hablamos de una red -
TEPHINET por sus siglas en inglés -
creada en 1980 por la OMS y conectada con el Servicio de
Inteligencia de Epidemias (EIS
por sus siglas en inglés) que opera en numerosos países, incluida
España donde su cuartel general es el Instituto de Salud Carlos III
de Madrid.
En cuanto al EIS ya
hablamos de él en el reportaje
la política sanitaria mundial la determina un
grupo de agencias estadounidenses, y se trata del
programa más importante para el despliegue estratégico de los
Centros para el control de las enfermedades, la agencia que controla
las actuaciones en casos de epidemias y enfermedades - reales o no -
imponiendo sus criterios a los demás servicios sanitarios del mundo.
Y eso incluye la
infiltración de agentes en todo tipo de entidades e instituciones
nacionales e internacionales, fundaciones, medios de comunicación,
universidades, departamentos de salud, profesionales privados y
despachos gubernamentales de alto nivel.
Y es que como ya entonces dimos a conocer los Centros para el
Control de las Enfermedades (CDC) en colaboración con los Institutos
Nacionales de Salud (NIH), la Administración de Alimentos y
Medicamentos (FDA) y otras agencias gubernamentales estadounidenses
son quienes establecen las definiciones clínicas de las llamadas
"enfermedades", fijan los instrumentos de diagnóstico y deciden las
estrategias de prevención y tratamiento de todas las patologías así
como los protocolos de seguimiento y control de los enfermos.
Claro que entre los
principales socios de los CDC están,
-
el Banco Mundial
-
la UNICEF
-
la Agencia de
Estados Unidos para Desarrollo Internacional
-
el Departamento
de Estado norteamericano - que facilita mediante el personal
diplomático de las embajadas la labor de los agentes en el
extranjero
-
las fundaciones
Rockefeller, Bill Gates y Jimmy Carter así como la Cruz
Roja...
Todo ello mientras el ya
citado Servicio de Inteligencia de Epidemias (EIS) mantiene
una tupida red de agentes integrados en universidades, fundaciones,
colegios profesionales, asociaciones, medios de comunicación y altos
puestos de responsabilidad institucional de más de cincuenta países.
De hecho es lo que
permite que la práctica totalidad de los gobiernos del planeta
ejecuten políticas sanitarias guiadas por intereses estratégicos al
servicio de las más poderosas compañías.
Ahora bien, aun siendo poderosas estas organizaciones, agencias y
multinacionales no son las que realmente toman las decisiones sino
herramientas de las élites económicas y financieras que ejercen el
poder de modo discreto y cuyos objetivos solo conocemos en parte.
Según asevera el escritor
Martín Lozano en su estudio sobre el
Nuevo Orden Mundial, el poder
decisorio real se hallaría en tres escalones.
-
En el mas visible
estarían las fundaciones "filantrópicas" ya citadas,
-
el
Royal Institute of
International Affairs - más conocido hoy
como Chatham House y brazo ejecutivo de las
políticas de la monarquía británica
-
el
Consejo de Relaciones Exteriores (CFR
por las siglas de Council of Foreings Relations)
cuyo presidente es David Rockefeller y al que
pertenecen o han pertenecido todos los directores de
la CIA, miembros del FBI y la Hacienda
estadounidense, los responsables de los gabinetes de
la Casa Blanca, los Secretarios de Estado de Defensa
y Asuntos Exteriores, los Consejeros de Seguridad
Nacional y cientos de periodistas responsables de
los principales medios de comunicación.
-
En el segundo
escalón - menos visible ya - estarían organizaciones como el
Club Ruskin, Rhodes House,
Round Table,
Pilgrims Society o la
Fabian Society.
-
Y finalmente, en
el escalón más profundo, estarían los que Lozano denomina
"círculos herméticos":
-
The Group
(Universidad de Oxford)
-
The Order
(Universidad de Yale)
-
la Logía
B'anai B'rith (Rhode Island)
Otros autores incluyen en
el escalón más visible a otros dos grupos:
-
el
Club Bilderberg - fundado
en 1954 y al que pertenecen todas las familias reales
europeas así como todos los presidentes de Estados Unidos
desde Eisenhower y los dueños de los principales grupos de
comunicación americanos y europeos
-
la
Comisión Trilateral -
creada en 1973 agrupa al propio CFR, al grupo Rockefeller y
al Club Bilderberg habiendo asistido como invitados más de
una vez a sus reuniones Bill Gates y su esposa Melinda.
Estas cuatro entidades
actuarían a través de instituciones internacionales que controlan:
-
la Organización
de las Naciones Unidas (ONU)
-
el Fondo
Monetario Internacional (FMI)
-
el Acuerdo
General sobre Comercio y Aranceles (GATT)
-
el Tratado de
Maastrich
-
así como de otras
entidades afines:
En definitiva,
la Organización
Mundial de la Salud OMS no es una entidad pública sino
básicamente privada y no vela por los intereses de la sociedad
porque está financiada y controlada por un pequeño grupo de
donantes privados.
Entre estos, destacan
la
Fundación Bill y Melinda Gates
y la
gran industria farmacéutica así como el
Gobierno de Estados Unidos
cuyas agencias de salud están a su vez controladas y financiadas
por las farmacéuticas.
No puede decirse pues que
la principal institución mundial relacionada con la salud sea
imparcial, independiente o neutral...
Todo indica más bien que
hoy está al servicio de los intereses de los grupos de poder
mencionados y por eso las decisiones relevantes sobre salud y
medicina,
no se toman siguiendo
criterios científicos o médicos y buscando implementar o mejorar
la salud de las personas,
...sino en función de los
objetivos de unos cuantos grupos de poder interconectados con
las élites mil-millonarias, bancos,
conglomerados empresariales y grandes grupos de comunicación.
FUENTES
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