por John Jay Harper
29 Julio 2009
del Sitio Web
RealitySandwich
traducción de Editorial-Streicher
31 Diciembre 2016
del Sitio Web
Editorial-Streicher
Versión original en ingles
El siguiente
artículo del estadounidense John Jay Harper
(1951-2010) que presentamos traducido aquí está
basado en su libro
Tranceformers - Shamans of the
21st Century (2009).
Harper fue un
hipnoterapista clínico, investigador médico,
conferencista y escritor.
Fue además
especialista informático, ingeniero electrónico y un
veterano minusválido del Ejército.
Vuelca aquí, en
un artículo de Julio de 2009 (realitysandwich.com),
diversas reflexiones psicológicas y ecológicas
relacionadas con mundos exteriores, con miras en ese
entonces a un intrigante año 2012, presagiado como
portador de importantes cambios.
Soles de Dios
La Revelación de Orión
"El Hombre es la medida de todas
las cosas"
Protágoras de Abdera
c. 480-410 a.C.
"Los mecanismos del cuerpo humano
son una analogía de los mecanismos del universo"
Leonardo da Vinci
1452–1519
Introducción
Hubo una vez en las afueras de la galaxia de la Vía Láctea unas
criaturas que se llamaban a sí mismas Homo Sapiens, un término
latino que significa "hombre sabio o conocedor", que vivieron en uno
de sus sistemas solares más pequeños en un muy pequeño planeta que
ellos apodaban "tierra" o Tierra.
Irónicamente, ellos no eran sabios, conocedores o únicos.
Ellos simplemente habían olvidado sus
orígenes de nacimiento y destino como seres celestes de la Nebulosa
de Orión, el lugar de nacimiento de las estrellas, los soles de Dios
en la Tierra.
Así, en el curso de los siglos, cuando ellos contemplaban el cielo
de la noche sentados alrededor de fogatas ansiando pistas o un signo
desde lo alto, ellos se contaban unos a otros historias de la
creación y mitos, y realizaban actos y rituales, para explicar por
qué ellos estaban en esa difícil situación.
Algunos religiosos dijeron que ellos habían pecado contra un dios,
en una forma u otra, un ser que había retornado al cielo, que ellos
estaban ahora puestos en cuarentena en la Tierra hasta que un
"salvador", en una forma u otra, como lo había prometido, volviera
al final de los tiempos.
Otros de esos supuestos "sabios" conocidos como científicos
enseñaron que los humanos eran accidentes de un universo ciego y
mudo generador de genes, fenómenos de la Naturaleza, y que dioses y
salvadores ni siquiera existían.
Pero entonces esos mitos y rituales, sobre todo los símbolos
antiguos usados en la astrología, comenzaron a tener sentido, a ser
comprensibles, con las modernas observaciones de la astronomía.
Uno de esos homo sapiens llamado
Carl Sagan incluso reflexionó:
"Hace aproximadamente 25 millones de
años, una nave galáctica inspectora en una visita rutinaria al
tercer planeta de una estrella enana relativamente común,
nuestro Sol, puede haber notado un desarrollo evolutivo
interesante y prometedor: el procónsul, el antepasado del homo
sapiens u hombre moderno".
La arqueóloga, historiadora y mitóloga
Dorothy M. Murdock, también conocida como
Acharya S. (1960-2015),
documenta concluyentemente que las principales religiones mundiales
están de hecho fundadas en una astro-teología:
la historia de las estrellas como
dioses enviados abajo desde el cielo a la Tierra para salvar de
la ignorancia a los hombres.
La mayor comprensión basada sobre la
abrumadora evidencia sugiere que esos humanos representaron a los
dioses como héroes de acción en el terreno en favor de la gente,
como ella los cataloga en su libro
Suns of God - Krishna, Buddha and Christ
Unveiled.
Por supuesto, tenemos al mismo Jesús
diciendo:
"¿No está escrito en vuestra ley:
'Yo os dije que dioses sois; todos vosotros sois hijos del
Altísimo'?"
(Juan 10:34, citando el Salmo
82:6)
Sin embargo, una vez que vimos la
historia de la creación enfocada a través de los lentes del
telescopio Galileo y más tarde del Hubble y el Herschel, las luces
apuntaron a todo el poder de las estrellas otra vez, a través del
espectro entero de las teorías de la religión y de la ciencia con
respecto a los orígenes.
Y surgió todo un nuevo modo de vernos a nosotros mismos no como
fenómenos de la Naturaleza sino como una planeada familia de seres
celestiales genéticamente diseñados y sembrados desde las estrellas.
Claramente, los registros ocultistas, o
escondidos, recolectados por sociedades esotéricas estaban
comenzando a pagar grandes dividendos también con respecto a
nuestra relación con las estrellas.
Una de esos pioneros,
Alice Bailey, reportó:
"En el secreto del sol llamado Sirio
están escondidos los hechos de nuestra evolución cósmica, e
incidentalmente, por lo tanto, de nuestro Sistema Solar.
El
Sistema de Sirio siempre está emitiendo rayos
provechosos para la pobre gente de la Tierra que se revuelca en
una espantosa ignorancia, violencia y opresión".
Repentinamente las reflexiones de
místicos, chamanes y profetas de cada cultura tuvieron más sentido,
calzaron con un patrón reflejado por estructuras de piedra en sitios
sagrados de todo el mundo, particularmente en,
El egiptólogo Wallis Budge, y
otros, vincularon las estrellas de
Sirio,
Orión y las 'Pléyades' con la emisión de rayos
espirituales de luz que,
"vivifican a dioses, hombres, ganado
y cosas que se arrastran... a partir de la semilla del alma".
Budge incluso declaró:
"La mención de Orión y Sothis
(Sirio) es interesante, ya que muestra que en un tiempo los
egipcios creyeron que esas estrellas eran las moradas de las
almas difuntas".
Esa verdad redescubierta es lisa y
llana:
nosotros los humanos fuimos
diseñados para funcionar en una escala cósmica más grande que la
vida, como un "superhombre" que los místicos (judíos) llamaron
Adam Kadmon, y que el artista Leonardo da Vinci retrató como la
perfección personificada en el Hombre Vitruviano.
Es decir, nuestro cuerpo humano era la
imagen especular matemática de la espiral de la serie de Fibonacci
de proporción Phi, la relación proporcional del Cosmos.
En general, vemos nuestra auto-imagen bajo una nueva luz como la de
una "superestrella", el Sol de Dios, de hecho, que el teólogo
Matthew Fox llama el Cristo Cósmico.
Platón fue muy claro en su tratado Timeo, en cuanto a
que Dios hizo,
"almas en número igual que las
estrellas y las distribuyó, cada alma a su estrella individual,
y el que viviese apropiadamente su debida duración de tiempo
debería viajar de vuelta a la residencia de su estrella
asociada".
"La conciencia es el rey", proclamó el filósofo de habla griega
Plotino, en el siglo III d.C.
Éste, entonces, es el verdadero
conocimiento escondido:
¡Las estrellas son seres conscientes
de luz, y co-crean planetas para el desarrollo de infinitos
potenciales Cristos!
Gregory Sams, co-fundador de las
publicaciones Harmony y Whole Earth Foods en el Reino
Unido, experto en la Teoría del Caos, y ahora autor muy vendido de
Sun of gOd - Consciousness and the
Self-Organizing Force that Underlies Everything, lo
ha dicho perfectamente:
"¡Éste es el mayor encubrimiento en
la Historia!".
En otras palabras, los seres humanos
somos creados para vivir eternamente como seres físicos hechos de la
luz del Sol.
Somos Hijos del Sol, y del Sol
detrás del Sol, la Madre de los Racimos de Estrellas en
la Nebulosa de Orión de nuestra galaxia de la Vía Láctea.
La Nebulosa de Orión es el lugar de nacimiento del sistema solar de
nuestro Sol y de su ciclo de vida conocido como las Eras Solares
del Mundo. Los mayas, por ejemplo, veían el renacimiento de la
Tierra como el comienzo de la Era del Quinto Sol el
22 de
Diciembre de 2012.
Los Antiguos vieron cómo las especies son sembradas y transformadas
por,
...así como
por civilizaciones avanzadas.
Ellos vieron que el cruzamiento entre
dioses y hombres potencialmente ayudó a desarrollar nuevas criaturas
cósmicas en un patrón infinito de creación, destrucción y
re-creación:
el ciclo de la vida, la muerte y el
renacimiento de los Soles de Dios.
Esto fue insinuado en la Biblia, como es
el caso en Génesis 6:4:
"Había gigantes en la tierra en
aquel tiempo, y también después, cuando los hijos de Dios
entraron a las hijas de los hombres, y ellas les parieron hijos,
los que se convirtieron en los hombres fuertes de antaño, los
hombres de renombre".
Ahora los científicos están de acuerdo:
somos Hijos de las Estrellas.
"En un sentido muy real", dice
el astrofísico de la Universidad de Illinois Larry Smarr,
"somos los nietos de supernovas".
El profesor de Harvard de astronomía
Robert Kirshner dice:
"Generaciones de supernovas crearon
los elementos que damos por hecho. El oxígeno que respiramos, el
calcio en nuestros huesos y el hierro en nuestra sangre son
productos de las estrellas".
Muy fascinantemente, esas ruinas de
sitios sagrados que hemos convertido en lugares turísticos pueden
llegar a convertirse ahora en depósitos de mapas estelares de
valiosísima información acerca de las semillas de las estrellas para
reclamar nuestros orígenes y destino, según muchos investigadores de
ellos hoy.
Y a medida que examinamos más profundamente la evidencia forense de
sitios sagrados, que estudiamos la sangre, los huesos y las piedras,
por así decir, desciframos el significado de los 12 signos de los
tiempos:
las casas, mansiones o
constelaciones que los griegos llamaron el Zodiaco, o el Círculo
de los Animales.
Nuevamente, fue Jesús quien dijo:
"En la casa de mi Padre muchas
moradas hay, y voy a preparar un lugar para ustedes".
De esa manera, los signos del Zodiaco
fueron usados para asignar firmas de energía específicas a estrellas
del cielo nocturno con piedras cuidadosamente trabajadas en el
terreno para crear una imagen especular de los rasgos de conciencia
de ellos.
Eso traza el mapa de las 12
características de las constelaciones, el ciclo de vida de nuestra
propia estrella a través del tiempo y la eternidad en lo que
conocemos ahora como la
precesión de los equinoccios del
Gran Año de 26.000 años.
La practicante de salud naturópata Amalia Camateros, en su
libro Spirit of the Stones - A Revival of Earth Wisdom, en
base a reflexiones acerca de los indios Anasazi del Sudoeste
estadounidense, proclamó:
"Este conocimiento fue almacenado en
las rocas como bibliotecas vivientes y mantenido a salvo allí
hasta un tiempo futuro".
Las piedras son en efecto esponjas:
ellas absorben y almacenan la
conciencia que es transportada por 12 rayos de la luz del Sol.
Nuestro cerebro humano tiene 12 nervios
craneales, y la Tierra, 12 placas tectónicas principales para
procesar la energía de la luz a través de ellas también.
Demás está decir que el 12 es un número
clave para la vida, la muerte y el renacimiento, ya que define
particiones o sectores del espacio mismo en 12 signos del Zodíaco.
Quizá ésos son los mayores descubrimientos de las llamadas
culturas paganas:
ellos vieron que el espacio está
vivo, consciente, con un flujo y reflujo de sutiles pulsaciones
de energía de radiación solar que impregnan todo para siempre.
No hay nada nuevo bajo el Sol aparte de
un programa de reciclaje cósmico de seres celestes mediante una
mezcla y correspondencia de los sistemas de estrellas dentro de
galaxias.
Las Pirámides
Son la Palabra de Dios Escrita en las Estrellas y en Piedra
El distinguido escritor Adrian Gilbert declaró mucho esto en
su libro 2012 - Mayan Year of Destiny:
"Al construir un modelo a escala
gigantesca del Cielo en la Tierra, ellos estaban estableciendo
un vínculo psíquico con las estrellas de Orión/Osiris.
Luego, al llevar a cabo ciertos
rituales funerarios, como la 'Apertura de la Boca' y el 'Pesaje
del Corazón', dentro de los recintos de las pirámides, ellos
podían ayudar al alma del faraón en su viaje a la tierra de
Osiris: las estrellas de Orión".
Alan F. Alford, de Walsall,
Inglaterra, declara:
"Los sabios antiguos creían que el
futuro destino de la Humanidad está en un retorno a la Fuente,
es decir, a Dios y al Cielo.
La muerte del cuerpo, decían ellos,
no marcaba un final sino más bien un crítico punto medio en la
existencia humana. Aquellos que tenían el conocimiento secreto
podían desandar el camino hacia la Fuente celestial y entrar por
las puertas al paraíso perdido.
El alma conocedora se uniría
entonces con su cuerpo primordial o doble y se materializaría en
un mundo notablemente parecido a la Tierra".
Últimamente hemos redescubierto los
secretos de la reencarnación que fueron incrustados en las piedras
de
la Gran Pirámide de Giza y en las tumbas en el Valle de
los Reyes.
Esas y otras estructuras de sitios
sagrados relacionados, procuran todas ayudarnos a recobrar nuestras
raíces en las estrellas y señalarnos el regreso a casa a nuestra
Tierra Gemela en el "almácigo de estrellas" de
la
Nebulosa de Orión.
Lo que hemos aprendido es que las pirámides no eran tumbas de
entierro sino bombas de tiempo. Ellas hablan para los tiempos del
final acerca del Cambio de la Tierra sobre su eje polar que
nos realinea con nuestro hogar entre las estrellas en el siglo XXI
ahora.
En efecto, nuestros "dioses padres" o Yoes Superiores están
vivos en un sistema binario de estrellas gemelas con planetas
parecidos a la Tierra y caracterizado por racimos de estrellas en
los alrededores de las constelaciones de Orión, Sirio y las
Pléyades.
Robert Temple, el muy aclamado investigador de los mitos
culturales de la tribu dogón de África, y también miembro de la
Sociedad Astronómica Real de Inglaterra, declaró directamente en su
clásico texto
The Sirius Mystery - New Scientific Evidence
of Alien Contact 5,000 Years Ago:
"Sirio era, astronómicamente, el
fundamento del sistema religioso egipcio entero. Sus movimientos
celestiales determinaban el calendario egipcio, que es incluso
conocido como el Calendario Sótico (Sothis = Sirio)".
Sirio, la Estrella del Perro, es el
principal candidato para el sistema estelar binario, doble o de
estrellas gemelas, de nuestro Sol.
Esta percepción es compartida por el arqueo-astrónomo Walter
Cruttenden, director ejecutivo del Binary Research Institute
de California del Sur, en su libro Lost Star of Myth and Time
y en su DVD The Great Year.
La Revelación
de Orión
Antes que nada, contemplamos la constelación de Orión para
orientarnos en el cielo de la noche, como lo han hecho en el terreno
todos los viajeros que crearon los principales sitios sagrados por
todo el mundo que hemos descubierto de nuevo.
En efecto, la NASA ha bautizado a su nueva flota de naves espaciales
que sustituyó a la serie de transbordadores espaciales en 2010, como
Orión.
"Muchas de sus estrellas han sido
usadas para la navegación y guiaron a exploradores hacia nuevos
mundos durante siglos", dice el gerente del proyecto Orión Skip
Hatfield.
Orión, "El Cazador" en la mitología
griega, es una de las más grandes constelaciones de racimos de
estrellas visible en todas partes de la Tierra.
Está posicionada a horcajadas sobre el
ecuador celeste y es un fanal para la navegación, un faro para las
naves en el mar y en el espacio exterior.
Esto lo sabemos bien:
Orión, Sirio y las Pléyades nos
llaman para alzar la vista otra vez, pero para prestar atención
a los mensajes de los
Textos de las Pirámides
escritos en piedra en el terreno en la meseta de Giza a las
afueras de El Cairo.
Muchos eruditos han abierto un camino
para que nosotros sigamos el regreso a casa hacia esas estrellas, en
particular Graham Hancock, autor de
Fingerprints of the Gods y de
Heaven's Mirror.
También Adrian Gilbert y
Robert Bauval, los exploradores que rastrearon el "cinturón de
las tres estrellas" de Orión en el trascendental libro
The Orion Mystery.
Y
Zecharia Sitchin en The Earth Chronicles Handbook.
Él es una autoridad en la antigua lengua
sumeria que precede a la escritura hasta 3500 a.C. con fragmentos de
manuscritos que hablan de la existencia y significado de un
Planeta "X" que puede estar
en un ciclo de eterno retorno u órbita binaria con la Tierra.
En su texto
El Duodécimo Planeta publicado en
1976, Sitchin escribió con respecto a la ingeniería genética
extraterrestre y la raza humana:
"El hombre es el producto de la
evolución; pero el Hombre moderno, el Homo Sapiens, es el
producto de los 'dioses'."
Muy claramente estamos presenciando un
tema común:
no estamos solos y nunca lo hemos estado
sino que hemos estado perdidos en el espacio exterior de manera que
no podíamos ver a través con nuestro tercer ojo abierto.
Eso es lo que todos los místicos,
profetas y chamanes han declarado como la verdad en todas partes de
la Época Oscura: estamos ciegos y mudos ante el espacio interior
ahora.
El filósofo de la religión Jeremy
Naydler declaró en Temple of the Cosmos - The Ancient
Egyptian Experience of the Sacred:
"En la Antigüedad, por contraste, el
espacio interior era considerado como objetivo y como existiendo
independientemente de la psique humana".
Sin embargo, fue el egiptólogo John
Anthony West en su libro
Serpent in the Sky - The High Wisdom of
Ancient Egypt, quien resolvió el enigma de
la
Esfinge para mí con sus comprensiones simbólicas en
cuanto al Templo del Hombre en Luxor, ya que en sus desmoronadas
ruinas encontramos piedras cuidadosamente trabajadas y armónicamente
calibradas con la geometría sagrada de las estrellas y con nuestro
sutil sistema de chakras de energía.
Y así nuestros huesos y sangre están
sintonizados con la música de las esferas, y mediante ellas, con la
constelación de Orión.
West confirma que es el dualismo, nuestra visión dividida entre las
mentes inconsciente y consciente, lo que nos ciega y nos ata:
"La dualidad, como llamada al caos
incontrolado y a la multiplicidad, está simbolizada por el
demonio serpiente Apop (o Apofis), que devora las almas de los
muertos y les niega así el reencuentro con la fuente".
Así aprendemos que el objetivo supremo
de las pirámides era abrir nuestra imaginación a la luz de las
estrellas.
Por ejemplo, incluyo el testimonio de Greg Roach, un
consumado científico informático que tuvo una profunda visión de
"salirse del cuerpo" provocada por un eje de luz en la "sala de la
inmaculada concepción" en el templo de Seti I
en Abydos, después de ver las
imágenes de la Flor de la Vida por primera vez en el Osirión, una
cámara ceremonial subterránea comparada por algunos arqueólogos con
una kiva de los indios
norteamericanos como las que hay en el desierto del Sudoeste
estadounidense.
En sus propias palabras, Roach nos dice:
"Mientras estaba viajando por Egipto
visitando el Osirión en Abydos, tuve una experiencia
desintegradora de la psique en la forma de una visión espontánea
y omni-abarcante de salir del cuerpo.
Después de una breve meditación en
ese templo, me levanté hacia un eje de luz que provenía de una
apertura en el techo.
Eso provocó el más imponente cambio
de consciencia que haya experimentado alguna vez. Mi percepción
del mundo externo disminuyó completamente y estuve en presencia
de una inefable e inexplicable luz brillante.
Para mi ojo interior eso tomó la
forma de un fuego eléctrico viviente infinitamente recurrente.
Yo me reía y lloraba al mismo tiempo.
Mi mente estuvo llena hasta el
desbordamiento con la más notable conciencia, un atisbo de lo
que hay detrás del velo y una verdadera experiencia de la unidad
fundamental de la vida".
Por supuesto, Osiris es el egipcio Señor
del amor y dios de la vida después de la muerte en Orión y Sirio.
Y yo tuve una experiencia cumbre con la luz de las estrellas
centelleando en la constelación de Orión en el invierno de 2006.
Mientras pasaba el tiempo en la vieja ciudad minera de Republic, en
Washington, contemplé fijamente las tres estrellas del cinturón de
Orión.
Esas estrellas estaban muy claramente
disfrutando en aquel escenario, e inmediatamente quedé hipnotizado
por ellas.
Pronto sentí un poder magnético fluyendo
en el tercer ojo de mi mente y quedé atontado por esta simple rima
sonando en mi cabeza:
"Brilla, brilla, pequeña estrella /
¿como qué, me pregunto, eres tú?, / ¿como un diamante en el
cielo?" (popular canción infantil, Twinkle, twinkle little star).
Claramente, las alineaciones de
estrellas coordinan, si es que no crean, nuestros estados de
conciencia en la Tierra con respecto a la localización y la
condición receptiva de todo nuestro cerebro y sistema nervioso
central.
De hecho, el principal punto que comparto en este artículo es
crédito del profesor Frederick Mills de Atlanta, Georgia, un
hombre que dedicó 35 años de su vida a descifrar los símbolos de la
Geometría de la Divinidad empleados en sitios sagrados en la Tierra
y Marte.
Mills tuvo una espontánea experiencia fuera del cuerpo mientras era
un estudiante graduado en la Universidad Tecnológica de Texas, que
él atribuye a su intensa preocupación por los símbolos geométricos
usados en la teoría de la comunicación humana.
Desde muchos puntos de vista, ése fue el
clásico despertar kundalini de la conciencia cósmica, además
de que él se encontró mirando hacia la Tierra desde la distancia de
nuestra Luna.
Sin embargo, él observó la secuencia gradual de acontecimientos y
sabía que lo que le estaba sucediendo podría ser reproducido para
cada uno que lo quisiera.
Así Mills se lanzó a una búsqueda de
toda la vida para encontrar el término medio, la línea divisoria
entre consciencia e inconsciencia, la llave del fenómeno del trance,
ya que él sabía que su técnica puede ser usada como un patrón para
la paz mundial:
la experiencia de la unidad con el
hombre, la Naturaleza y Dios.
Sobre todo, el trabajo de Mills rellena
la brecha entre el espacio interior y exterior por medio de la
apertura del tercer ojo con un campo unificado de conciencia
cósmica, tal como lo hace el trabajo de Roger Penrose en
The Emperor's New Mind y
Richard Hoagland en The
Monuments of Mars, que respectivamente procuran hacerlo también
empleando un modelo de Física de quinta dimensión o hiper-dimensional.
Más recientemente, Robert y Olivia Temple capturaron
esta sabiduría sagrada de la Sección Áurea, la proporción Phi y la
serie de Fibonacci, en su libro de texto The Sphinx Mystery - The
Forgotten Origins of the Sanctuary of Anubis, confirmando lo que
Mills y yo hemos estado hablando durante una década.
Específicamente, el Logos, o la
Palabra de Dios para la comunidad cristiana, son
realmente una referencia a esta idea que los Temple y yo compartimos
en común:
"El Logos debe ser crucificado para
dar la promesa de la vida eterna por medio de su resurrección".
Previamente los Temple se habían
preguntado:
"¿Pero cuál es el significado de la
crucifixión? Es la pieza restante del rompecabezas.
El hecho es que el travesaño de la
cruz representa el lado mayor de la estructura vertical de la
cruz dividida según la proporción áurea, y al combinarlos... uno
estaba describiendo la proporción áurea mediante un símbolo, una
cruz.
Los dibujos tempranos de cruces a
menudo tenían una barra en los pies. Entonces esta última barra
es el lado menor, el travesaño es el lado mayor, y la vertical
es la suma de los dos juntos. El menor y el mayor están en una
proporción (logos).
Crucificado en la cruz está el Logos
mismo, Cristo".
En otras palabras, Cristo es el
código de la conciencia, la palabra clave, la proporción, el logos
del segmento linear medio de las secciones de la Cruz que Mills
experimentó conscientemente durante su propia crucifixión, su
"muerte del ego" fuera del cuerpo, que es el sentimiento de ser uno
con Cristo mismo, u Osiris para los egipcios,
o
Quetzalcóatl para los mesoamericanos, etc...
Lo que Mills redescubrió es que no
morimos en absoluto porque nuestro limitado sentido del Yo se hace
ilimitado en aquello de que "La Conciencia es el Rey".
Desde una perspectiva de la ciencia del alma, la comprensión más
grande consiste en que las pirámides funcionan de acuerdo a este
exacto grupo de principios de geometría básica que unifican el
espacio exterior e interior dentro del complejo del tercer ojo de
uno.
Y esto es lo que los sitios sagrados
hacían al alinear una montaña de piedras con estrellas específicas
mientras realizaban rituales de iniciación durante los cruces
estacionales de los equinoccios y los solsticios:
es decir, ellos estaban
crucificándose a sí mismos a fin de resucitar la Conciencia
Cósmica dentro de ellos. Ellos buscaban unirse (yoga) en una
relación personal con la divinidad otra vez como lo era en la
Edad de Oro del Jardín de Edén.
De un modo real, es posible construir un
mecanismo de comunicación usando piedras de la tierra del mismo modo
que lo hacemos con una tarjeta electrónica de circuitos impresos en
nuestro computador portátil sólo con cápsulas de silicio como
micropiedras pero configuradas en la misma matriz de red cristalina.
Repetidas veces vemos un Plan Maestro
de Tecnología en las pirámides:
una red de comunicaciones
satelitales que une sitios de piedras sagradas con fuentes de
energía solar de luz estelar allá arriba para auto-potenciarlas
con información.
Para ser claros, los egipcios estuvieron
calibrando pirámides con alineaciones muy precisas con el sistema de
estrellas de Sirio, las estrellas del Cinturón de Orión, las "Siete
Hermanas" de las Pléyades y los cuatro signos fijos en el Zodiaco:
Tauro, Leo, Escorpión y Acuario.
Pero sobre todo la Gran Pirámide en el
complejo de Giza fue coordinada con la estrella polar Polaris en el
siglo XXI; y veremos pronto por qué:
para alertarnos del próximo
cambio de los polos.
Por lo tanto, esta orientación basada en
el cielo no es una coincidencia, un "truco de luz y sombra", con
respecto a Orión en particular así como a Sirio.
El erudito indígena norteamericano hopi Gary A. David,
también ha trazado un mapa de Orión en las altas mesas
(elevaciones del terreno) del desierto en el Estado de Arizona, como
él lo revela en sus libros The Orion Zone y Eye of the
Phoenix.
En un artículo reciente titulado
Seeing Red - Will Betelgeuse Go Supernova in
2012?, él especula que
la estrella Betelgeuse, también conocida como
Alpha Orionis, puede de hecho haber
explotado ya, afectando su luz nuestro Sistema Solar y nuestra
Tierra sólo ahora.
Luego Moria Timms describió los efectos de las lluvias de
rayos cósmicos en su libro Beyond Prophecies and Predictions:
"En un instante, más rápido que lo
que un ojo podría parpadear o los fosfenos destellar en las
dimensiones interiores de la mente, la conciencia del planeta
fue codificada e impresa.
Una transferencia súper-luminal de
frecuencias extra-galácticas del espacio profundo impregnó la
Tierra con las semillas estelares de neutrinos y radiación.
Penetrando hasta el centro del
núcleo magnético de la Tierra, ese salto-comienzo de energía
cósmica sirvió para acelerar la frecuencia vibracional de la
fuerza vital, preparándonos para un salto evolutivo sin
precedentes".
Y aquí es donde añadimos aquel
suministro de combustible del poder de las estrellas al fuego
encendido en las pirámides, literalmente, ya que ahora tenemos el
informe de análisis de datos de ingeniería de Chris Dunn
proporcionado en su libro titulado
The Giza Power Plant.
Dunn encontró en la Cámara del Rey
residuos inequívocos de combustión de gas de hidrógeno, es decir,
energía solar.
Pero ¿por qué - debemos preguntar - para hacer qué, para quién y
dónde?
Quiero decir que no encontramos ningún residuo de cables de postes
de energía eléctrica usados para iluminar las ciudades en esas
regiones; no hay ninguna pista de aterrizaje de aeropuerto, ninguna
carretera inter-estatal ni altos edificios de oficinas.
En otras palabras, no hay ninguna
excavación que haya desenterrado una selva de asfalto subyacente.
Está llegando a ser obvio que nuestros antepasados adoraron las
estrellas por una razón muy sabia entonces:
¡afinamiento del ADN...!
Ellos estaban sintonizando su matriz
corporal del "alma" de energía sutil, lo que los egipcios conocían
como los gemelos Ka y Ba, con las mismas estrellas de las cuales
ellos vinieron originalmente y que por lo tanto tenía una resonancia
orgánica natural.
Naturalmente, todos estamos hechos de polvo estelar y procesamos la
luz del Sol por medio de nuestras células potenciadas solarmente.
Llamamos "fotosíntesis" a aquel ciclo de
procesamiento de la luz del Sol en las plantas, y de hecho es por
eso que comemos las plantas y los animales que también comen
aquellas plantas:
para extraer de ellos los atrapados
fotones de luz.
Por supuesto, el agua, H2O,
es la suprema fuente de vida, y también está hecha de los filamentos
de plasma de hidrógeno cocinados por los soles y más tarde
condensada en atmósferas gaseosas verdes por los planetas vivientes.
De esta manera, la evidencia dejada por las pirámides da testimonio
de un estilo de vida que es orgánico, chamánico y en completo
equilibrio o resonancia armónica con los ciclos de manchas solares
de las estrellas en el cielo de la noche.
Claramente, esas estructuras de piedra eran colectores de la luz del
Sol, así como relojes celestes, calendarios solares de piedra
ajustados a un ciclo de 26.000 años de los solsticios y equinoccios
con respecto al Zodiaco.
En términos bastante claros estoy diciendo que los sitios sagrados
fueron diseñados de acuerdo con la carta estelar, el mapa de la vida
eterna retratada en los simbolismos de la astrología y la alquimia.
Un ejemplo que habla de esta precisión del pulso solar en Egipto es
el Zodiaco de Dendera, y sabemos que el calendario maya también
tenía un objetivo similar, pronosticando el futuro en base a una
escala de predicción galáctica, solar, planetaria y personal.
Lo mismo ocurre con el I Ching -
el Libro de los Cambios, en Asia.
También puede ser el caso que esos oráculos, instrumentos de
adivinación, fueran usados para rastrear el ángulo de inclinación de
nuestro planeta entre las Edades Solares del Mundo.
Quizá un cambio de polo es un ciclo
orgánico natural, parecido a cómo los agricultores rotan las
cosechas de una estación a otra, dejando una zona en barbecho y
sembrando otra, aunque eso colocaría una masa continental o
continente bajo el agua y llevaría a otra hasta el status de tierra
firme para plantar otra vez.
El autor de Pole Shift - Predictions and Prophecies of the
Ultimate Disaster, John White, aconsejó ya en 1980:
"Las tradiciones espirituales
advierten que cosecharemos lo que sembramos. Las tradiciones
psíquicas ofrecen una explicación de cómo y por qué esto debe
ser.
Los muchos 'crímenes contra la
Naturaleza' que la gente está perpetrando - sobrepoblación,
contaminación del medio ambiente, gasto de recursos no
renovables, pruebas nucleares - junto con 'crímenes contra la
Humanidad' - como guerras, explotación económica, imposición de
condiciones de vida inhumanas, persecución religiosa, recorte
político de derechos humanos, intolerancia, etc. - todos están
vertiendo formas de pensamiento negativo sobre el fundamento
enérgico del planeta.
El resultado será un cataclismo
geofísico: cambios de la Tierra y un cambio de polos".
Según todas las culturas indígenas, el
común denominador que provoca un
cambio de polos es el Sol y su resonante relación con
el Sol que está detrás de nuestro Sol, nuestras Estrellas-Madres
dentro del Centro Galáctico.
Incluso algunas enfermedades humanas son
provocadas por cambios radicales en los ciclos de las manchas
solares... En el análisis final, la vida en general se trata del
circuito de retroalimentación de la conciencia cósmica, que existe
entre la Tierra y el Sol.
Las manchas solares forman la propia atmósfera del Sol, su corona y
el viento solar; la radiación solar de longitud de onda corta pulsa
desde el ultravioleta a los rayos X. Ellas regulan la frecuencia de
las llamaradas, las
eyecciones de masa de la corona (CME)
y otros fenómenos eruptivos solares, y modulan el flujo de rayos
cósmicos galácticos de alta energía que entran en nuestro Sistema
Solar desde la Nebulosa de Orión.
De este modo, estemos preparados o no, el clima espacial pronto se
convierte en el clima de la Tierra.
Así, el propósito de los mitos y rituales de adoración del Sol
egipcios y mayas eran científicos, no una superstición, basados en
una estrategia de supervivencia bien calculada de devolver
rutinariamente el equilibrio al eje polar Norte-Sur del Árbol del
Mundo.
En términos claros, las pirámides están
construidas de acuerdo a la espiral de proporción Phi de la
Proporción Áurea y a los estándares de la serie de números de
Fibonacci, a fin de alinear al Hombre Vitruviano con la
Cruz Galáctica.
El Hombre
Vitruviano
El
Hombre Vitruviano es una de las
creaciones distintivas de Leonardo da Vinci que fue realizada
aproximadamente en 1487 d.C.
El diseño está basado en las notas de
Marcus Vitruvius Pollio, un romano escritor, arquitecto e
ingeniero que vivió 1.500 años antes. La imagen captura el cuerpo
humano como la perfección en la Naturaleza, la "medida de todas las
cosas".
El propio Da Vinci dijo:
"Los mecanismos del cuerpo humano
son una analogía de los mecanismos del universo".
Estamos hablando del hombre perfecto que
vive en el lugar perfecto llamado el paraíso: la Edad de Oro.
El mitólogo Richard Heinberg nos recuerda en su libro
Memories and Visions of Paradise - Exploring the Universal Myth of a
Lost Golden Age:
"Cuando la conciencia humana perdió
el contacto con su fuente de poder interna y celestial, la
tecnología surgió como un sustituto del poder.
Su primera aparición fue como magia
simpática (que actúa mediante representación de objetos) y como
la invocación de seres espirituales para cambiar la Naturaleza
para beneficio humano.
Sin embargo, a medida que la
conciencia humana se restringió cada vez más al mundo material,
aparecieron tecnologías puramente mecánicas".
En efecto, las tecnologías de los sitios
sagrados con monumentos megalíticos están todas construidas
empleando la Espiral de la Proporción Áurea.
Jill Purce, autora de The
Mystic Spiral, dice:
"El Vórtice esférico universal es
quizá el símbolo más completo por medio del cual podemos trazar
un mapa de nuestro viaje cósmico".
Mi colega Fred Mills de hecho me
señaló hace muchos años que el Hombre Vitruviano comunicaba
una noción clave para describir el flujo de la conciencia cósmica
por medio de la espiral de doble hélice de nuestra macromolécula de
ADN así como las pirámides en la Tierra y Marte.
Esto es, la supuesta
Cara de Marte y el complejo de "pirámides" en
su meseta de Cydonia reflejan el complejo de la Gran
Pirámide en la meseta de Giza, ya que la misma geometría está
codificada en esas estructuras y en el Hombre Vitruviano.
Usted puede superponer este hombre al
monumento; aquellos mismos ángulos y proporciones de los edificios
son el cuerpo humano en toda su gloria extraterrestre en otros
mundos.
Claramente, hay un mensaje en el hecho de que el nombre El Cairo
traduce una palabra egipcia para Marte también.
Parece que una vez que conectamos los puntos, presenciamos que
estamos siendo invitados a un reencuentro de familia de hijos de los
soles de Dios sembrados desde las estrellas
El mitólogo investigador
William Henry escribió un
artículo titulado Christ's Cosmic Wormhole. En ese tratado
sobre la apertura del tercer ojo, él examina la historia de un
instrumento de navegación espacial, un símbolo egipcio conocido como
la "Columna Djed" o "Pilar de Dios".
Él dice que aquélla es un alto dispositivo de color dorado de 13,7
mts. localizado en,
"complejos de templos en todas
partes del mundo antiguo incluyendo Egipto".
Henry especula que la Columna Djed fue
usada de un modo mágico para abrir una espiral de vórtice, un túnel
hacia reinos en el espacio-tiempo por todo el universo.
Ahora un académico británico escritor de estudios religiosos y
filosofía clásica, el doctor Jeremy Naydler, autor de
Temple of the Cosmos and Shaman Wisdom in the Pyramid Texts, un
experto en descifrar glifos y escritos egipcios desde una
perspectiva mística y chamánica, dice prácticamente lo mismo:
"La erección de la columna Djed
también simbolizaba el renacimiento del alma. Para los egipcios,
el flujo de fuerzas vivificantes en el mundo de la Naturaleza
dependía de la resurrección de Osiris 'al otro lado' en el reino
espiritual del Dwat".
Aquel reino espiritual está centrado,
tal como la Gran Pirámide, en las estrellas del cinturón de Orión.
En general, estamos explorando rituales mejoradores de la vida que
invocaban las sensaciones de unicidad, unidad o conciencia cósmica
aquí y ahora; el estado de sentimiento conectado con lo divino
testificado por todos los místicos, profetas y chamanes como el
objetivo final de la creación:
traer el Cielo a la Tierra.
Otra vez, Richard Heinberg habla
de ese deseado estado en Memories and Visions of Paradise:
"La leyenda hopi de la Primera Gente
dice que ellos 'se sentían como uno solo y se entendían unos a
otros sin hablar'.
La mente original parece haber sido
una especie de red viva y pulsante de interconectividad
telepática, a través de los hilos de los que fluía una corriente
de amor universal".
En lo que los egipcios llamaban "Zep
Tepi, el Primer Tiempo en Orión", ellos podían
comunicarse telepáticamente con nuestra imagen de espejo la Tierra
Gemela hasta que los polos electromagnéticos de la Tierra cambiaron,
apagaron el interruptor de la luz en nuestra glándula pineal, y nos
hubimos encontrado una vez más en la Edad Oscura.
Es decir, la orientación suelo-cielo de nuestra Tierra hacia la
Nebulosa de Orión perdió la calibración de su señal de correlación,
dejándonos fuera de la línea central del ecuador celeste con ello y
sin contacto con la base-hogar.
Después sufrimos una catastrófica "caída
desde la gracia" y un fracaso para comunicarnos con el Centro de
Control.
Hemos estado en la oscuridad desde entonces excepto cuando un
místico, profeta o chamán ha compartido sus percepciones con
nosotros. Este hecho es ilustrado de manera convincente por el
antropólogo Jeremy Narby en
The Cosmic Serpent - DNA and the Origins of
Knowledge.
Por eso esta visión multidimensional de la realidad fue buscada
después en cada cultura usando sustitutos como alcohol, tabaco y
drogas potentes que modifican el estado de ánimo así como las que
alteran la mente, hechas a partir de hongos y hierbas medicinales
como ayahuasca y plantas de marihuana.
Hoy esa apertura de la visión con el tercer ojo es provocada
clínicamente usando alucinógenos que contienen dimetiltriptamina (DMT)
para inundar la glándula pineal, como ha sido bien documentado por
el psiquiatra Rick Strassman en
DMT - The Spirit Molecule.
Ésta entonces es la misión de vuelo espacial del Hombre
Vitruviano:
restaurar el cielo sobre la Tierra
conscientemente en un renovado Jardín de Edén.
Pero como sabemos, la evolución es un
proceso brutal y requerirá nuestros mejores y más brillantes
esfuerzos para sobrevivir al cambio de polo de la Estrella Polar en
la Era de Acuario.
En efecto, nuestro Cerebro Global está siendo iniciado hoy en los
misterios de la conciencia cósmica, como el geo-científico
Gregg Braden lo comunicó en
Awakening to Zero-Point - The Collective Initiation y el doctor
José Argüelles nos alertó en
The Mayan Factor - The Path Beyond Technology:
"El cristal octaédrico - dos
tetraedros juntos - es el radio-giroscopio que contiene la
resonancia armónica de la Tierra en su órbita. El núcleo de
cristal atrapa los rayos galácticos atraídos a la Tierra por la
resonancia mutua".
Sin embargo, permanecemos en gran parte
ciegos y mudos en cuanto a los próximos
Cambios de la Tierra.
Los políticos y los medios de
comunicación han enroscado nuestras entrañas hasta convertirlas en
nudos para salvar la economía, siendo que ¡es la ecología la que
salvará nuestra alma, estúpidos!.
Somos la geometría, la proporción, el logos de la Palabra hecha
carne en la acelerante espiral evolutiva de una mutación de nivel
galáctico; biológicamente esto es llamado un "estallido de
transposición" genético que está reescribiendo la no-codificación o
el lenguaje "basura"
de los códigos de luz dentro del ADN.
Éste es un tiempo de ingeniería genética galáctica, un
purificador ciclo de mejoramiento a medida que nuestro sentido de
conciencia es programado de nuevo mediante estallidos radiantes de
energía de la luz de las estrellas en una nueva Edad Solar Mundial.
Nuevamente, llamamos a esos pulsos
magnéticos de información
biofotones:
ellos son señales desde las
estrellas que comunican célula a célula a través de todo el
ciclo de vida entero de nuestro cuerpo de luz y más allá, hasta
la zona del punto cero.
En otras palabras, somos seres
celestiales inmortales de luz ahora mismo, hechos de gotas
microscópicas de ADN que son cristales líquidos de la luz del Sol.
Pero cuando no podemos ver la creación
directamente al nivel de los biofotones mediante el lente de nuestro
tercer ojo, vemos sólo sombras de la realidad, retratado
simbólicamente por las imágenes vistas en las paredes de
la Caverna de que habló
Platón.
De ahí que veamos los severos choques de culturas durante estos
tiempos de importantes cambios de conciencia en la Tierra hoy sobre
todo, ya que verdaderamente no podemos ver con el tercer ojo para
discernir, porque el lenguaje de los pájaros - los símbolos
telepáticos usados para comunicarse - ha sido confundido por el
último cambio de polos, el metafórico colapso de la Torre de
Babel o el Pilar de Dios.
Así, tenemos que recurrir a informes de las experiencias cumbre de
místicos, profetas y
chamanes como nuestros salvadores:
desde el monte Meru, al Olimpo, al
Sinaí, al Monte de los Olivos hasta los Oráculos de Delfos.
Aún hay esperanza porque no sólo las
pirámides y ruinas de sitios sagrados todavía resuenan con esta
verdad sino que los
círculos de las cosechas (crop
circles) procuran revitalizar nuestras memorias "muertas", como
elegantemente lo ha presentado el artista diseñador gráfico
Freddy Silva en Secrets in the Fields - The Science and
Mysticism of Crop Circles.
Cada vez más esos criptogramas en granos de cereal hablan de nuestro
lugar de nacimiento entre las estrellas.
Si examinamos los jeroglíficos egipcios
y mayas, los mitos de
la nación Hopi en el Sudoeste de
Estados Unidos, o las imágenes de los círculos de las cosechas,
encontramos un tema común en todos ellos:
los Héroes Gemelos como compañeros
en una estrella binaria.
En verdad, la idea de que somos imágenes
de espejo del Cristo es un importante tema unificador del
gnóstico
Evangelio de Tomás.
En aquel texto original está escrito que
Jesús, un hijo del Sol de Dios, tenía un hermano
gemelo llamado Dídimo Judas Tomás, lo cual es un juego de palabras
para "gemelo".
Tanto Tomás (en arameo) como
Dídimo (en griego) significan "gemelo", de manera que Jesús
supuestamente tenía un hermano gemelo llamado Judas el Gemelo.
Ésta es una completa revelación de la religión en cuanto al hecho de
que somos clones del Cristo y de que venimos de la misma
fuente de semillas estelares de la Nebulosa de Orión.
Robert Temple aprendió esta verdad de
la
tribu Dogón en África con respecto a Nommo:
"Los paralelos con Cristo son
extraordinarios, que se extienden incluso a Nommo crucificado en
un árbol y formando una comida eucarística para la Humanidad, y
luego siendo resucitado".
Las leyendas del génesis de la creación
están enfocadas en la salvación, y por ello comienzan y finalizan
con una pareja divina de Gemelos Héroes: uno salvado y otro enviado
a salvar el alma del hermano gemelo de una vida de infierno.
En efecto, la evidencia es abrumadora para una Doctrina del Alma
Binaria, o BSD.
La principal autoridad en la BSD, Peter Novak, documenta en
una trilogía de textos cómo él ha descubierto de nuevo el secreto
perdido de la muerte, nuestras almas divididas y la vida después de
la muerte (The Lost Secret of Death, Our Divided Souls and the
Afterlife - título de su primer libro): (1)
que si vivimos sin "conocer" la
realidad de los infiernos y los cielos y sin saber cómo navegar
por esos reinos, quedamos atrapados en ellos una vez que nuestra
alma - nuestra mente consciente e inconsciente - se divide o se
separa de nuestro cuerpo físico otra vez en el momento de la
muerte.
Novak investiga una creencia llamada la
Binary Soul Doctrine (BSD)
que afirma simplemente que los humanos poseen dos almas que se
separan al momento de la muerte, yendo el alma consciente a
reencarnarse una y otra vez, mientras que la inconsciente termina en
una especie de limbo juzgándose a sí misma durante toda la
eternidad.
Novak explica que hace mucho tiempo la
BSD era la creencia primaria de una única religión mundial, la cual
desde entonces se ha dividido cada vez más en mayores fragmentos.
Sin embargo, él sostiene que los
descubrimientos del siglo XX, incluyendo los de Freud y
Jung, así como los de la moderna neurociencia e investigación de
experiencias de Casi Muerte, han marcado un resurgimiento de
la creencia en la veracidad de la Doctrina del Alma Binaria.
Novak argumenta - tal como se hizo hace
muchísimo - que es esencial para los humanos integrar esas dos almas
antes de la muerte para evitar la pesadilla de ser dividido en dos
al momento de morir.
Él incluso ofrece unos cuantos pasos
para ayudar a comenzar el proceso de integración.
Éste es por supuesto el foco del
Libro Tibetano de los Muertos. Los
cánticos, los rezos, son para despertar el alma a su situación
después de la muerte y enviarla a su hogar eterno en el cielo, o,
como estoy sugiriendo, de vuelta a la Nebulosa de Orión,
'nuestro' lugar de nacimiento original que procuramos reflejar en la
Tierra con estructuras en sitios sagrados, mitos y rituales.
Esta verdad entonces es lo que el Evangelio de Tomás declaró
que era el sentido de la advertencia de Jesús de,
"hacer nuevamente de dos, uno".
Nuestra recompensa por hacer eso él dijo
claramente que valía nuestros mejores esfuerzos, ya que al final,
"Quienquiera que encuentre la
interpretación de estos dichos no gustará la muerte".
Es decir, tras la muerte, la mente de
nuestra alma no se dividirá en dos otra vez.
Nuestro intelecto y afectos, nuestros
pensamientos y sentimientos, o recuerdos, no se fragmentarán ni
tendrán que ser recuperados del "hoyo" que llamamos el infierno.
Podemos enfocar nuestra mente integrada
entera en retornar a la Tierra Gemela
a través del 'túnel de luz'
que se abrirá ante nosotros, como aquellos que han tenido
experiencias cercanas a la muerte, y a quienes he entrevistado, de
hecho han compartido conmigo que es verdadero.
La diferencia entre la vida y la muerte, se trata totalmente de
Gnosis:
¡Conocer la verdad que nos pondrá en
"libertad"...!
De hecho, el "hoyo" en el fondo de la
Gran Pirámide recreaba la oscura ignorancia que hay en el Hades, el
infierno de la inconsciencia, la vagancia sin objetivo, irracional y
sin alma en los reinos después de la muerte, afirma Peter
Lemesurier, autor del exhaustivo texto sobre estas ideas
Decoding the Great Pyramid.
De esta manera, los rituales que tenían lugar en ese específico
complejo de pirámides, con su foso y la Reina que subía a la Cámara
del Rey, estaban enfocados en la resurrección del "iniciado" a la
recordación.
Era, claramente, una tecnología
de recuperación o
reencarnación del alma chamánica
que también tenemos que entender ahora.
Tampoco queremos perder nuestro camino en los cielos de esta Tierra
que flotan libremente dentro de la magnetósfera, sus campos de
sueños, ni olvidar viajar conscientemente a través del espejo que es
el 'túnel de luz' del tiempo, que se abre tras la muerte,
hacia 'nuestro' mundo gemelo, imagen especular del terrestre, en la
Nebulosa de Orión.
Una vez más vemos que nuestro "fracaso en comunicarnos" honestamente
con nuestro Yo y con otros, así como con nuestro doble del alma de
estrella gemela binaria, es el mayor plan de salvación.
Porque nosotros, hijos de las estrellas,
podemos usar nuestra línea de la vida (cuerda de salvamento) para
telefonear a casa telepáticamente.
Itzhak Bentov, un investigador biomédico, escribe en
Stalking the Wild Pendulum - On the Mechanics of Consciousness:
"Podemos decir ahora que en la
meditación profunda el ser humano y el sistema planetario
comienzan a resonar en una longitud de onda muy larga de
aproximadamente 40.000 kilómetros.
Ése es el medio ideal para comunicar
una señal telepática".
Nuestra mente es la Mente de la Madre
Tierra, pero ¿qué le sucede a un planeta y a su gente que no se
vinculan telepáticamente lo bastante rápido ni consiguen un campo
unificado de mente, coexistencia y armonía?
Sufrimos un severo cambio electromagnético de polos debido a los
"desastres antinaturales" que hemos creado militarmente que
desequilibraron el flujo orgánico de la energía luminosa que pulsa
alrededor y a través del tronco del Árbol del Mundo.
Al final, encontramos que hemos
debilitado la cubierta protectora de
la magnetósfera que protegía a
nuestro globo de las dosis letales de mutaciones de rayos gamma.
Es decir, experimentamos el fuego purificador del campo de matanza
galáctico y solar.
En verdad, que debemos restaurar el
equilibrio ambiental o seremos reciclados en grandes
cantidades debido a una catástrofe nuclear que provocará un
cambio de polos que acabará con las guerras, es lo que las
escrituras y los chamanes de cada civilización nos dicen de una
manera u otra.
Este escenario del peor de los casos ha sucedido antes, de acuerdo
al erudito en lo sumerio Zecharia Sitchin, quien declara:
"La audaz idea de proteger un
planeta térmicamente creando un escudo de partículas en su
atmósfera superior no es tan revolucionaria como parece.
Ésa fue, escribí en mi libro de 1976
El Duodécimo Planeta, exactamente la razón de por qué
los Anunnaki, 'Aquellos que
llegaron del Cielo a la Tierra', vinieron aquí hace
aproximadamente 450.000 años desde su planeta
Nibiru".
Él añade:
"En Nibiru - el 'Planeta X' de
nuestro Sistema Solar - el problema era el opuesto: pérdida de
calor internamente generado debido a una atmósfera menguante,
provocada por causas naturales y guerras nucleares.
Los científicos de Nibiru, escribí,
concluyeron que el único modo de salvar la vida en su planeta
era crear un escudo de partículas de oro en su atmósfera
superior.
Fue
en busca del oro necesario que
los 'dioses' de los pueblos antiguos habían venido a la Tierra".
Para la Tierra, el espectáculo que lo
interrumpe todo es por supuesto una guerra nuclear a escala total,
la Tercera Guerra Mundial, conocida bíblicamente como la
Batalla de Armagedón, y por eso nos enfocamos en la Paz, para
ver si las balanzas globales de la justicia serán equilibradas de
nuevo o permitimos que las ruedas salgan disparadas del eje del
Árbol del Mundo.
El tiempo contará el cuento de una vez por todas muy, muy pronto.
Hay en efecto muchas fuentes confiables, no siendo la menor de las
cuales las experiencias cercanas a la muerte que calzan con mi
investigación acerca de las profecías del Fin de los Tiempos
amerindias, bíblicas, egipcias y mayas, correlacionadas con
masivos cambios de la Tierra.
Uno de los pioneros en visiones de experiencias cercanas a la muerte
es el doctor Kenneth Ring, un psicólogo social, que resumió
el mensaje de ellas a nosotros como sigue:
"Existe, en primer lugar, una
sensación de tener un conocimiento total, pero específicamente,
uno es consciente de ver la totalidad de la evolución y la
historia de la Tierra, desde el principio hasta el final del
tiempo".
"El futuro escenario, sin embargo, es por lo general de corta
duración, rara vez extendiéndose mucho más allá del comienzo del
siglo XXI. El individuo relata que... habrá una creciente
frecuencia de terremotos, actividad volcánica y cambios
geofísicos generalmente masivos".
"Habrá perturbaciones consiguientes en los patrones
meteorológicos y en el suministro de alimentos. El sistema
económico mundial sufrirá un colapso, y la posibilidad de una
guerra o accidente nuclear es muy grande, pero no existe acuerdo
en cuanto a si ocurrirá una catástrofe nuclear".
"Todos estos acontecimientos, sin embargo, son de transición más
bien que finales, y ellos serán seguidos por una nueva Era en la
historia humana, marcada por la hermandad humana, amor universal
y paz mundial.
Aunque muchos morirán, la Tierra
vivirá".
En efecto, de acuerdo a algunos que han
experimentado casi la muerte a los que he consultado, como Ned
Dougherty, la causa de las catástrofes de la Tierra es
coherente:
"Cada acto de destrucción del
medioambiente en la Tierra se ha multiplicado en fuerzas
destructivas de la Naturaleza: terremotos, inundaciones,
pestilencia".
Igualmente, a él un ser de luz en un
templo egipcio le mostró, en lo que él vio que era la constelación
de Orión, que los polos de nuestro planeta cambiarán o se
inclinarán.
Él reporta que,
"un cambio del eje de la Tierra
creará cambios climáticos dramáticos".
Dougherty dice posteriormente:
"Durante mi experiencia de 'muerte',
se me había dicho que la especie humana evolucionaría hacia una
raza de seres nueva y más espiritualmente transformada.
Quizá Dios otorgaría sobre la
Humanidad la capacidad de comunicarse telepáticamente, de modo
que los seres humanos pudieran sólo entonces comunicarse
honestamente unos con otros".
Además, tenemos el testimonio de casi
muerte de Howard Storm, quien aprendió de seres de luz que
flotaban fuera del centro de una galaxia que nuestros nuevos
cielo y tierra serán para aquellos que estén vivos entonces:
"Cada uno era un estudiante de la
Naturaleza, a la que ellos conocían íntimamente y con la que
ellos podían comunicarse, conociendo las sensaciones y la
vibración de cada parte de la creación.
La gente exploraba el espacio
exterior sin moverse una pulgada. La gente se comunicaba
telepáticamente con cada uno en la Tierra y tenía relaciones con
seres inteligentes en otros mundos".
Pero el estudioso de los mayas John
Major Jenkins entiende mis preocupaciones inmediatas clara y
vigorosamente, comentando en Pyramid of Fire - The Lost Aztec
Codex:
"El escritor romano Séneca... da más
detalles sobre la doctrina babilónica de las Eras del Mundo,
diciendo que el mundo es alternadamente destruido mediante
inundación o fuego, cuando los planetas se alinean en
Capricornio o Cáncer.
Tal declaración implica que las
destrucciones globales ocurren en los dos polos extremos del
Gran Año de la Precesión".
El psiquiatra ruso
Immanuel Velikovsky,
co-fundador de la Universidad Hebrea de Jerusalén y autor del
libro Mundos en Colisión, declaró que la destrucción viene
cuando,
"Dos cuerpos celestes han sido
atraídos el uno hacia el otro. Las masas interiores de la Tierra
fueron empujadas hacia la periferia. La Tierra, con su
movimiento rotatorio perturbado, comenzó a calentarse".
En efecto, no es ninguna coincidencia
que Mark Vidler en su libro
The Star Mirror - The Extraordinary Discovery
of the True Reflection between Heaven and Earth
reporte:
"Todas las pirámides (egipcias) del
Antiguo Reino tienen un eje orientado hacia la región polar en
el cielo. Ése es un eje de la 'rueda de molino' del cielo, y la
llegada de una estrella brillante en ese punto sugiere que el
eje celestial se está 'calentando'."
Vidler añade:
"En 'Hamlet's
Mill', Giorgio de Santillana y Hertha von Deschend
recuperan abundantes pruebas que confirman la antigua
preocupación por ese eje en la esfera celeste y su asociación
con un predicho Cambio de la Tierra".
Específicamente, Mark Vidler ha
realizado años de cuidadosa investigación acerca de la posición de
las pirámides como entradas a las estrellas.
Él correlaciona "estrellas con
montañas", creando un clarísimo mapa del cielo al suelo que refleja
la geometría de la Gran Pirámide. Curiosamente, y proféticamente, él
revela:
"Se nos ha dicho que la Estrella
Polar es un presagio del cambio global, y hemos visto los
antiguos murales egipcios representando al Sol dando un violento
salto cuando llega al brazo levantado de Orión".
Si se ha de confirmar, llegaremos a
estar bajo el arma de rayo cósmico de Eyecciones de Masa Coronal
extremadamente intensas de nuestro Sol.
Esos estallidos de galácticos rayos
gamma son de preocupación para el astrofísico Paul LaViolette,
como lo publicó en su libro correctamente titulado Earth Under
Fire, debido a nubes de polvo interestelar que están creando una
manta térmica alrededor del Sol y que hacen que él se recaliente y
explote violentamente en espasmos de plasma bullente, algunos de
ellos apuntados directamente a la Tierra.
Adrian Gilbert lo entiende también, y reitera:
"Como he dicho, la puerta estelar
del Sur tiene una importancia principal porque también está
alineada con el centro de nuestra galaxia.
Lo que esto significa en la práctica
es que el 21 de Diciembre de 2012, cualquier persona que observe
el Sol también mirará directamente hacia el centro de la Vía
Láctea: el lugar donde los astrónomos dicen que hay
un agujero negro con una masa
de aproximadamente 300 millones de veces la de nuestro Sol".
En resumen, en el Apocalipsis de Juan,
también conocido como el Libro de Revelación, somos
advertidos de que nuestro mundo será echado en un horno solar, un
"lago de fuego" al final del tiempo.
Ese escenario es de hecho lo que Lou
Famoso vio durante su experiencia de casi muerte y fuera del
cuerpo, de ser verdadera desde la perspectiva de la Nebulosa de
Orión.
Él vio dos bolas de fuego rugiendo por
delante de él dirigidas hacia nuestro Sol. Entonces una enorme
eyección de masa coronal hizo erupción de él y se dirigió
directamente hacia la Tierra.
El resultado es
un Cambio de Polos estimado en 45
grados con simultáneos terremotos catastróficos, maremotos, el
hundimiento de viejos continentes y el surgimiento de otros nuevos,
y la
explosión de volcanes en el Anillo de Fuego.
De modo que no seamos atrapados
desprevenidos, ciegos y mudos.
Un ángel que él identificó como
Gabriel dio al señor Famoso el siguiente mensaje para que lo
entregara a nosotros, y al concluir lo comparto con ustedes ahora:
"Contemple a Orión, y usted sabrá
cuándo vendrá el nuevo mundo".
"Llegará el día cuando, después de controlar el espacio, los
vientos, las mareas y la gravitación, controlaremos para Dios
las energías de amor. Y en aquel día, por segunda vez en la
historia del mundo, la especie humana habrá descubierto el
fuego".
Pierre Teilhard de Chardin
1881-1955
Notas:
(1) N.delT.: La trilogía de Novak la
componen los libros,
(1) The Lost Secret of Death -
Our Divided Souls and the Afterlife
(2) Original Christianity - A
New Key to Understanding the Gospel of Thomas and Other Lost
Scriptures
(3) The Division of
Consciousness - The Secret Afterlife of the Human Psyche
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