por A Lily Bit
02 Enero 2025
del Sitio Web ALilyBit

traducción de Biblioteca Pleyades

Versión original en ingles

 

 

 

A Lily Bit
Ex-agente femenino de inteligencia que analiza el "Gran Reinicio", la "Cuarta Revolución Industrial", la propaganda, el totalitarismo, las narrativas actuales, la psicología y la historia.
Lo que importa ahora no es contar historias, lo que importa es contar bien una historia verdadera.

 

 

 

 

 

 

 

El caos no es solo un estado del mundo:

es la moneda de cambio de un sistema inmutable, una matriz tejida a partir de hilos de control institucional, político y financiero.

¿Crees que estás viviendo en libertad?

¿Crees que vale la pena regresar al "viejo orden mundial"?

¡Piénsalo de nuevo...!

El llamado "orden" - nuevo y viejo - que nos venden, no es más que una fachada, elaborada por quienes se benefician del caos que orquestan.

Reflexiona sobre los últimos años:

  • una "pandemia" que sirvió convenientemente para apretar el nudo en torno a las libertades personales

  • guerras que huelen a motivos ocultos

  • comunismo disfrazado de ambientalismo bajo la bandera de la Agenda 2030 de la ONU

No dejes que los medios corporativos y alternativos te engañen con una falsa sensación de seguridad o moralidad:

solo están construyendo una prisión para tus pensamientos, ladrillo a ladrillo, con cada titular sensacionalista.

Si no te preguntas por qué estas crisis parecen beneficiar a los mismos jugadores, es mejor que admitas que ya estás en la celda.

... no son sólo organizaciones:

¡son los arquitectos de una red de control global...!

No electos, no responsables, son las manos ocultas que han estado moviendo los hilos desde antes de la Segunda Guerra Mundial, una guerra que orquestaron para obtener ganancias y poder.

Esto no es una teoría de la conspiración...

Es historia censurada, enterrada bajo el peso de los libros, demasiado controvertida para tu biblioteca local.

Estas entidades no son más que el brazo de marketing de una camarilla de vampiros financieros que han secuestrado la oferta monetaria global.

Afirman estar resolviendo los problemas del mundo mientras en realidad están apretando su control. Cada iniciativa, cada política, es un paso hacia,

más control, más vigilancia, más obediencia...!

¿Y quién es el dueño de esta superestructura?

Un cártel de mega-bancos, los verdaderos gobernantes de la economía mundial.

¿Gobiernos nacionales...?

No son más que peones, que mendigan a los pies de estos banqueros préstamos que los encadenan a una ideología de sumisión.

Es una clase magistral de cómo mantener el poder bajo el disfraz de un gobierno "democrático".

En cuanto a sus funcionarios electos, no son más que gerentes temporales en una pesadilla corporativa, donde la "corporación nacional" se preocupa menos por los ciudadanos que por los accionistas.

¿Elecciones...?

Son una farsa, una farsa cíclica donde usted elige a su próximo supervisor, no a su libertador.

Las verdaderas directivas no vienen de Washington, Londres o Tokio, sino de la UE, la ONU, de figuras oscuras cuyos nombres nunca conocerá.

¿Quiere un cambio?

Comience por cuestionar la narrativa, reconociendo que el sistema no está roto:

está diseñado de esta manera.

Si todavía crees en la narrativa de que estas entidades están aquí para tu beneficio, entonces no eres solo parte del problema:

eres el suelo en el que crece la tiranía.

La historia del control financiero es una narrativa profundamente entrelazada con la manipulación y consolidación del poder a través del control de la moneda y el crédito.

Desde los orfebres de la Europa medieval que emitían recibos contra depósitos de oro, pasando por los primeros bancos, hasta los sistemas de banca central de la actualidad, el camino ha sido el de la centralización y el control.

En el siglo XVII se creó el Banco de Inglaterra, uno de los primeros ejemplos de un banco central que manipulaba la economía a través de la política monetaria.

Esto no fue solo una innovación financiera, sino una herramienta para que el gobierno británico financiara guerras y gestionara la deuda nacional, sentando un precedente para que los gobiernos estuvieran en deuda con los intereses bancarios.

Este modelo se extendió por toda Europa, y los bancos centrales de cada nación a menudo actuaban en concierto o bajo la influencia de dinastías bancarias privadas como los Rothschild, quienes comprendieron desde el principio que,

¡quien controla la oferta monetaria controla la nación...!

El siglo XX amplió este control con el Sistema de la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos, establecido en 1913, que privatizó la emisión de la moneda estadounidense, aparentemente para estabilizar la economía, pero en realidad le dio a un grupo privado de banqueros una inmensa influencia sobre la política nacional.

Este fue el golpe financiero definitivo, que incrustó los intereses de los bancos en el corazón de las operaciones gubernamentales, haciendo que las economías nacionales se subordinaran a los caprichos de un cártel bancario.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el sistema de
Bretton Woods institucionalizó aún más el control financiero global mediante la creación del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), supuestamente para reconstruir las economías destrozadas del mundo.

Sin embargo, se ha acusado a estas instituciones de aplicar políticas económicas que benefician a las naciones más ricas y sus corporaciones, bajo el disfraz del desarrollo y la ayuda, lo que conduce a la colonización económica de los países en desarrollo.

La segunda mitad del siglo XX y la primera parte del siglo XXI vieron el surgimiento de instrumentos financieros como los derivados y el sistema bancario paralelo, que operan al margen de las regulaciones bancarias tradicionales, dando aún más poder a las élites financieras para especular y manipular los mercados.

El sistema bancario paralelo es una intrincada red de instituciones financieras y mercados que operan al margen de las regulaciones bancarias tradicionales, un universo paralelo donde el crédito fluye sin la supervisión que rige a los bancos convencionales.

Este sistema incluye entidades como,

  • fondos de cobertura

  • fondos del mercado monetario

  • bancos de inversión,

...y muchos otros intermediarios financieros no bancarios que han crecido en tamaño e influencia, especialmente en el siglo XXI.

Las raíces del sistema bancario paralelo se remontan a la era posterior a la Segunda Guerra Mundial, cuando la innovación financiera comenzó a superar a la regulación.

Sin embargo, fue la ola de desregulación financiera de los años 1980 y 1990, que culminó con la derogación de la Ley Glass-Steagall en los EE.UU., la que realmente preparó el escenario para su crecimiento exponencial.

Este entorno permitió que productos financieros como los títulos respaldados por hipotecas y los swaps de incumplimiento crediticio proliferaran, creando en esencia un nuevo ecosistema financiero no regulado.

La crisis financiera de 2008 fue una brutal revelación de las vulnerabilidades del sistema bancario en la sombra.

Instituciones como Lehman Brothers, que prosperaron en este reino de la sombra, se derrumbaron bajo el peso de sus propios riesgos no controlados, demostrando cómo la banca en la sombra podía desestabilizar todo el sistema financiero global.

La dependencia del sistema de la financiación a corto plazo, como los mercados de repos y los fondos del mercado monetario, que son propensos a "corridas masivas" similares a las de los bancos pero sin las redes de seguridad del seguro de depósitos, fue un factor significativo.

Después de la crisis, si bien hubo intentos como la Ley
Dodd-Frank de poner algunos aspectos de la banca en la sombra bajo la jurisdicción regulatoria, el sector ha seguido creciendo y ahora posee aproximadamente 60 billones de dólares en activos a nivel mundial.

Este crecimiento está impulsado por los mismos motivos de siempre: eludir las regulaciones, apalancarse a tasas más altas que los bancos tradicionales y explotar las oportunidades de arbitraje que surgen de las brechas regulatorias.

Hoy, la banca paralela no es sólo un término para prácticas financieras riesgosas, sino un testimonio de cómo las finanzas modernas han evolucionado hasta convertirse en un juego de balón prisionero regulatorio.

Es un sistema en el que gigantes financieros como Blackrock manejan billones de dólares, proporcionando crédito donde los bancos tradicionales, limitados por las regulaciones, no pueden o no quieren aventurarse.

Parece que este mundo está repleto de devastadores financieros, donde los demonios se disfrazan de sinceros, vendiendo ilusiones como si fueran realidad.

Son el epítome del engaño, los grandes engañadores y los asesinos del intelecto.

Estos mentirosos exigen que adoremos sus monumentales engaños, empujándonos a un tren rumbo al olvido.

La ignorancia de la verdad, dicen, es nuestra tarjeta de embarque para este viaje a ninguna parte.

La llamada "ciencia", desprovista de cualquier brújula moral o espiritual, es parte de esta tiranía ideológica.

La dura realidad es que los engaños económicos y científicos son herramientas manejadas por una camarilla empeñada en aumentar su control sobre la sociedad global.

La doctrina del control comunista, los excesos del capitalismo monopolista, junto con el férreo control de las entidades corporativas, bancarias, políticas y mediáticas, sirven como los instrumentos diarios de este grupo de élite.

La fe ciega en la autoridad gubernamental ha suplantado cualquier autoridad divina o moral, llevando a la sociedad a un atolladero de manipulación.

Existe una multitud de formas en las que las personas podrían prosperar, creando beneficios mutuos para sí mismas y para la sociedad en general, sin la interferencia de los gobiernos o las corporaciones.

Sin embargo, estamos atrapados en esta red, donde la libertad se ve limitada por quienes dicen ofrecer soluciones pero solo refuerzan su control.

 

Esta dictadura de narrativas no se trata sólo de poder; se trata de subyugar el espíritu humano bajo la apariencia de progreso y protección.

La democracia, tal como está hoy, no será la salvación que muchos esperan; es sólo otra táctica en el viejo juego de divide y vencerás.

El verdadero epicentro del poder no está en las urnas, sino en las manos de quienes controlan el dinero.

Los representantes electos van y vienen, pero la verdadera autoridad sigue estando en manos de los señores financieros que mueven los hilos tras bambalinas.

El llamado discurso "democrático" entre izquierda y derecha no es más que un espectáculo montado, una cortina de humo orquestada por quienes se benefician del caos que crea.

Divide et impera - ¡eso es la democracia...!

En nuestro actual sistema de dinero-deuda, la democracia representativa no es más que una ilusión, un camino que conduce directamente a ninguna parte.

El dinero siempre ha dictado las operaciones del mundo y, con el paso de los años, este poder financiero se ha traducido sin problemas en dominio político.

El sistema democrático no sólo está roto, sino que no tiene arreglo porque los arquitectos de esta estructura de poder financiero tienen los medios para controlar todo, desde las narrativas de los medios hasta la política internacional, sin importar quién esté en el poder o qué "ismo" digan defender.

¿La dicotomía izquierda-derecha?

Una farsa, meticulosamente elaborada por la élite financiera que maneja a ambos bandos.

El verdadero cisma no es entre ideologías políticas, sino entre,

los manipuladores y aquellos a quienes ellos manipulan, entre aquellos hambrientos de control y aquellos que anhelan la libertad.

En esta era, la democracia se ha degenerado en una mera elección de la siguiente camada de figuras decorativas, donde los partidos políticos cambian de roles sin alterar la dinámica de poder.

Estos funcionarios están más en deuda con intereses financieros especiales que con el electorado al que supuestamente sirven. Si sus lealtades fueran visibles, sus trajes estarían adornados con los logotipos de sus verdaderos amos.

El público ha sido condicionado a participar en este circo electoral,

básicamente, suplicando a las autoridades ocultas que muestren algo de misericordia.

Debatir sobre qué títere político debería tener el poder es un ejercicio inútil.

A medida que cambian los engranajes del gobierno, la maquinaria de control sigue funcionando sin cesar.

Aparte:

Hay otra falla profunda en el concepto de democracia de mayoría:

¿por qué la mayoría debería tener la autoridad para imponer reglas a la minoría...?

Esto se vuelve particularmente peligroso cuando la mayoría se deja influenciar por ideologías falsas, propagadas por unos medios controlados por los mismos intereses corporativos.

Este sistema no fomenta la democracia, sino que consolida un sistema de división y control.

El llamado,

... son simplemente los últimos episodios de una serie de engaños de larga data, un programa orquestado por los tramposos para los engañados.

Cuando la verdad salga a la luz, uno podría verse tentado a sospechar que existe una inteligencia malévola que guía a los gobiernos del mundo.

Aquellos que aceptaron estas narrativas adoraron inconscientemente al "gobierno" y a la "ciencia moderna" (plagada de falsedades) como sus deidades.

Pero estos son ídolos falsos...

Por lo tanto, debe tener cuidado de confiar en las narrativas gubernamentales, ser escéptico respecto de,

las "soluciones" a la crisis climática o del próximo virus fantasma que supuestamente exige ¡otra vacuna...!

En nuestras vidas, hemos vivido bajo una fachada política que pretende ser una colección de estados-nación independientes pero que, en realidad, es un gobierno global singular, manejado por un cártel bancario y sus gigantes corporativos.

Cada estado-nación es esencialmente una corporación, un engranaje en esta vasta superestructura de control global, como se detalla en el libro al que se hace referencia.

A través de intrincadas redes, los agentes de esta matrix-gubernamental,

están estratégicamente ubicados en puestos de liderazgo, ejerciendo poder e influencia para aprobar leyes que erosionan la fuerza social, haciendo que las poblaciones sean más dóciles y menos conscientes de su esclavitud material y espiritual.

Nuestra existencia diaria ha sido secuestrada por un orden político sin alma...